El niño bajo el puente: Parte 2
Regresando a los relatos mis seguidores, continuo con la segunda parte de ese encuentro con el niño que vivía bajo el puente: el zanahoria si alguien lo recuerda..
Pasaron unos días después de nuestra ultima junta bajo el puente, la casa del zanahoria. El niño se había portado bien la ultima vez dándome una buena mamada con corrida incluida. Ese lunes por la noche había pasado lo mas heavy que había podido hacer, lo que me dejo pensando muchas cosas camino a casa. Por miedo o quizás por la moralidad, preferí en la semana tomar locomoción a casa que caminar por el puente, para así evitar encontrármelo. Pero inevitablemente solo en mi departamento me tocaba pensando en esa paja y mamada de ese chico de la calle. Llego el viernes y mis bajos instintos me ganaron, por lo que no dude en pasar a visitarlo e invitarlo a mi hogar, ya que el sábado tenia libre de trabajo.
Sali del trabajo mirando la hora en mi reloj. Marcaba las 9 de la noche, ya oscuro podría pasar por el puente y encontrarme al pequeño. Me acerque con cautela, mirando hacia abajo de la escalera metálica que bajaba al río. Para mi sorpresa, no había nadie allá abajo, aunque el fuego de la fogata estaba encendida, así que no perdía la esperanza de encontrármelo si esperaba un rato. Pasaron unos 1o minutos sin novedades, así que decidiendo partir a descansar a mi casa, alguien me sorprende por la espalda.
– Que haces mirando hacía mi casa? – me dijeron en tono molesto, pero se escuchaba con tono suave de niño.
– Soy yo, acaso no me recuerdas – le dije volteándome para que me reconociera.
– Ah, eres tu, como estas? – me dijo mientras me daba la mano e invitaba a bajar – lo siento por lo desordenado, pero no tuve tiempo de ordenar nada ya que estuve todo el día buscando algo de comida.
– No te preocupes por eso, hoy quiero invitarte a mi casa, quiero que cenemos una pizza de esas que te llevan a casa, te animas? – le pregunté esperando que me aceptara la invitación.
– Bueno, no he comido pizza hace mucho tiempo – me contesto mientras tomaba unas cosas que llevaría.
Caminamos por pleno centro de la ciudad, se le veía algo callado y un poco molesto, así que decidí preguntarle que le ocurría. Estoy molesto contigo me dijo, ya que según él lo había abandonado toda la semana, esperándome cada noche si es que aparecía en el puente. Se me olvidaba que estaba solito y que era solo un niño, por lo que debía entender que necesitaba compañía y algo de atención y cariño.
– En mi apartamento te atenderé como un rey para compensar lo descuidado que fui contigo. Al mirarlo note su sonrisa y solo preguntaba cuanto tiempo quedaba para llegar.
Subimos y llegamos al departamento. Llegue sudado y como no pude bañarme en el trabajo, debía hacerlo y prepararme en caso que pudiera ocurrir algo. Le dije que me tomaría un baño primero, y que mientras viera la televisión. Me metí a la ducha, el agua caliente estaba deliciosa, comencé a enjabonar mi cuerpo cuando alguien entra corriendo la cortina. Era el pequeño, que a cuerpo desnudo me dice que quería ducharse, que hace tiempo no lo hacía. Mire su cuerpecito blanquito de pies a cabeza, con esas pecas en su cara y ese culito pequeñito bien paradito. Al entrar igualmente me observaba mi cuerpo algo atlético y fijo la mirada en mi verga semierecta. Le dije que se acercara para pasarle la esponja con jabón, así que se puso junto a mi de frente riéndose.
– Mi cosita es mucho mas pequeña que tu cosa, mira – me indicaba apuntando nuestros penes.
– Si, pero cuando seas mas grande ya crecerá – le dije llevando su manito pequeña al tronco de mi verga ya parada.
– Esta durísimo, como un palo, quieres que la agite? – me dijo en referencia a masturbarme a lo que accedí de inmediato. Empezó ese sube y baja lentamente, para ir aumentando de velocidad. Le pregunté si tenía hambre y me dijo que si, y como estaba muy caliente le dije que tomaría mi leche nutritiva que sale de mi cosa. No pude aguantar las ganas y le toma la cabeza por el cuello para acercarlo a mi verga que ya botaba liquido, y el solito comenzó a chuparme el glande, lamiendo como gatito ese precum que tanto le gusta.
Luego siguió introduciendo mi verga hasta el prepucio, ya que no podía con todo. Estaba al máximo cuando no pude evitar acabar, chorreando el semen de toda la semana (la ultima vez que había eyaculado fue en el puente hace 4 días). Se trago todo, porque terminé adentro de su garganta. Le gusto tomársela, ya que después siguió unos minutos pasando la lengua por el resto de mi verga que aun estaba erecta. Lo tome de la cintura, lo gire y me agache para lavar su culito. Le puse jabón entre su rajita y masajeando su agujerito. A el niño no le animaba la idea de que lo penetraran, ya que lo encontraba asqueroso por ser el lugar donde sale caca, pero lo convencí de que si se limpia bien se pueden hacer muchas cosas en el ano. Me anime a darle unos besos en las nalguitas, pasarle la lengua entre la rajita del culo (cosa que lo hacía estremecer y sacar una risa entre nervios y placer). Le metí la lengua en el ano repetidas veces, oliendo exquisito a jabón de bebé con el que lo lave.
Decidí que sería el momento indicado para tomar un poco de acondicionador de cabello, untando toda mi verga con esa crema y comencé a rozarlo fuera de su ano arriba y abajo. Mi cabeza del pene era más grande que su agujerito y empecé con pequeñas punteadas, las que le produjeron un poco de dolor e incomodidad. Seguí un poco mas, luego use mi dedo índice para entrar un poco pero estaba cerradísimo. Pensé que si seguía le produciría rechazo a darme sexo anal, por lo que preferí detenerme en la fase de dilatación, ya que al menos le había quitado el miedo y rechazo a recibir algo por atrás. Al final, fue la mejor decisión, ya que salió de la ducha muy contento, excitado demostrado por su pequeña erección y hambriento de comer pizza. Pero luego de la cena, viene el postre en la cama…continuara
como sigue por faovr
Ya viene la parte que sigue. El zanahoria quizás siga queriendo probar cosas que antes no hacía. Ahí lo veré la pronto.
Mucho morbo jaja me gusta
Muchas gracias por leer. Me alegra que te guste el morbo. Ya está la continuación disponible, parte 3. Leela y me comentas.