El Niño del Callejón PARTE II

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sebasstian28.
Después de haber hablado con los padres de Javi ya no pasé por el callejón, sé que ese chico me esperaba pero así tenía que ser. Mi amigo de la compañía de teléfono me cambió el celular dañado por uno nuevo pero no pude quedarme con el que había quebrado Javi. Le dije de la importancia que tenía por conseguir uno y me lo consiguió.
El día Sábado llegó Javi muy temprano a tocar la puerta, ya estaba listo para trabajar en casa. Ese día le llamé a la señora que limpia la casa para que no fuera y así podría estar a solas con Javi. Abrí la puerta en puro bóxer y lo dejé pasar.
-Has venido muy temprano amigo-

-¿Estabas dormido? Andas casi encuerado ¿No hay nadie en tu casa?- me dijo Javi
-No, la señora me llamó para avisarme que no podría hoy venir a casa a limpiarla-
-Pero si quedaste con mis papás de que te ayudaría yo a limpiarla-
-Lo que tú harás es limpiar el patio y pasar los perros ¿o quieres lavar ropa, trastes, tender la cama, planchar? Eso lo hacen las mujeres ¿no?-
-En la casa le ayudamos todos a mi mamá. Oye Sebas ¿Qué pasó con el teléfono?-
-No pude quedármelo-

-¡Que mala onda!- interrumpió Javi- Entonces no tendré un celular-
-No te preocupes te conseguí uno, no igual pero es muy bueno y puedes ver pornos en él, vamos arriba lo tengo en mi cuarto-
Javi se puso contento y mi verga se iba poniendo dura, antes de que subiéramos a mi cuarto yo ya había preparado todo. Tenía las cortinas cerradas y conectada la laptop a la pantalla con unas pornos de Rod Fontana cogiendo unas hermosas jovencitas. La puerta estaba abierta y al pasar escuchó los gemidos placenteros de la peli, yo actué de lo más normal, le di el teléfono móvil ya estaba cargado y listo para usarse, él estaba muy contento y me dio un abrazo; fue ahí cuando sintió mi verga muy dura pero no dijo nada, yo lo arrimaba más a mí y se la frotaba, luego lo solté y abrí las cortinas. Saqué mi teléfono y alisté la cámara.
-Deja te tomo unas fotos Javi-
-¿Fotos para qué?-

-Para tener una de ti donde te veas muy feliz, tengo muchas fotos mira – le mostré un álbum donde tenía muchas fotos de mí desnudo y él quería verlas pero le dije que primero le tomaba unas. Posó feliz y le pedí se quitara la playera. Esa piel morena que tenía y su abdomen muy marcado hacía que se me parara más la verga, ya hasta estaba lubricando. Lo convencí de quedarse en puro bóxer y así le tomé varias fotos acostado en mi cama con su bóxer de color azul marino de esos flojos que dejaban ver su perfecta erección.
-¿Puedo ver una porno en mi cel Sebas?-

-¿Pero para qué quieres ver una porno ahí si en la pantalla se ven mejor?-
Me acosté al lado de Javi y me quité el bóxer, con mi cel empecé a tomarme fotos de mi verga bien dura. Le dije que se quitara el bóxer y viéramos una porno tranquilos, él ni lo dudó ya estaba muy cómodo y hasta una soda me había pedido. Lo mandé desnudo abajo en la cocina y fue un poco tímido pero volvió muy contento.
-Que chido andar en una casa desnudo Sebas, tu casa es grande y bonita-
-¿Por qué traes tu verga tan parada Javi?-
-Es que ese señor de la película tiene la vergota bien gruesa y los huevos enormes-
-¿Te gusta ver las vergas?- Javi no respondía –Ese señor se llama Rod Fontana, me gusta mucho sus pelis y sí tiene una verga bien gorda y se ve más rico cuando coge enanitas ¿quieres ver una de esas?-

Javi dijo que sí y la puse, luego saqué lubricante y una fleshlight que tenía en el buró de la cama. El me preguntó qué era eso y le expliqué que era para masturbarse. Le puse lubricante en la punta de su verga, le pelé la cabeza (le bajé el prepucio) y la fui metiendo en la fleshlight. Javie cerraba los ojos, apretaba sus labios y su respiración se agitaba, rosaba su pierna lampiña y morena con la mía blanca y peluda. Una mano la puso detrás de mi cuello y me acariciaba el cabello y con la otra el pecho, yo con una agarraba la fleshlight y lo masturbaba suavemente y con la otra los huevos y sus vellos púbicos, eso me excitaba bastante. Subí un poco el volumen de la pantalla para escuchar como le daba duro Rod Fontana a Bridget Powers. Casi no me gusta ver porno gay prefiero la hetero, esa vergota de Rod entrando en la pequeña puchita de Bridget se veía increíble.
-¿Se siente rico Javi?-

-Sí pero ¿puedes darle más duro?-
Y sin decir nada le empecé a dar más movimiento a la flesghlight para que Javi disfrutara de pronto él me quitó la mano y sacó su verga. Le pregunté que si ya se iba a vacear y me dijo que no, que ahora era el turno de él masturbarme, me puso lubricante, no se atrevía a agarrar mi verga y yo lo tomé de la mano, le dije que me untara bien lubricante en toda la verga y que a la fleshlight le pusiera más porque mi verga es gruesa y necesitaba mucho lubricante para resbalar. Estaba tan caliente pero yo lo que quería era sentir su húmeda y cálida boca cubriendo mi verga. Javie no dejaba de observar la verga de Rod Fontana en la pantalla y compararla con la mía entonces sin miedo le pregunté
-¿Cuál verga te gusta más, la mía o la de Rod?-
-A mí no me gusta la verga Sebas- dijo Javi y dejó de masturbarme
-¿Ya la probaste?-
-¡NO! No soy joto para que me guste-
-No necesitas serlo para disfrutar una buena verga…-
-De seguro tú ya las disfrutaste ¿Eres joto?-
-Soy bisexual..-

-¿Y cuántas has probado?-
-Algunas- y apagué la pantalla y me puse a vestirme
Entonces Javi me quitó el bóxer de la mano y me dijo que no me vistiera e intentaba empujarme a la cama, yo estaba un poco molesto porque estaba disfrutándolo y ahora resulta que no le gusta.
-Sí…Sebas…-
-¿Sí qué?-
-Sí me gusta tu verga…pero… no soy joto-
– No creo que te guste, si te gustara no dirías nada, y no es malo que no te guste eso es lo más común, las vergas son para mujeres ¿no? Las puchitas para los hombres y todo lo demás está mal ¿verdad?- le dije a Javi.
– ¡No! Las vergas y puchitas son para todos a cada quien le gusta algo y no es malo que a un hombre le gusta otra verga o a una mujer otra pucha-
Entonces me acosté, abrí los pies y deje mi verga erecta, me puse el brazo tapando mis ojos, mi verga no dejaba de palpitar.
-¿Estás enojado Sebas?-
-No…-

-¿y por qué te tapas la cara?-
-Porque el sol me da directo a los ojos-
-¿Quieres que cierre las cortinas?-
-Preferiría que mi verga se bajara y se me quitara lo caliente-
– Puedo…- dijo Javi y lo interrumpi
-Ya quédate callado, ve a ver pornos en tu cel o ponte a limpiar el patio-
Paso un rato de silencio, Javi estaba al lado de mí desnudo y quieto, yo seguía acostado con la verga dura, tapándome los ojos, luego se sentó a un costado de mí, me dijo que le gustaban los pelos de mis huevos, que los tenía grandes y que le gustaba mi vergota, yo permanecía callado como si no lo escuchaba y de pronto se inclinó.

Sentí su boca rodear mi glande, al fin ese momento que yo deseaba estaba llegando. La sangre bombeba duro mi verga y la hacía ponerse más dura, mis huevos estaban bien duros y elevados, las venas de mi verga se saltaban y Javi intentaba mamarme la verga sin morderla y metiéndola más y más, quité mi mano frente a los ojos, voltee a verlo y él me veía a los ojos, los cerré, bajé la cabeza y me agarré fuerte de las sábanas, sentía que se me iba a salir la leche, como si se me vinieran 5 orgasmos seguidos, no pude más y lo agarré de su cabello rizado con mis dos manos y lo hice que se metiera casi la mitad, como él no esperaba eso casi se ahogaba saco mi verga de su boca, escupió y tosió, sus ojos estaban llorosos y no podía hablar, tomó aire y me dijo aun ahogándose.

-No me la metas toda Sebas yo me la meteré en la boca hasta donde pueda-
Me puse de pie, lo agarré del hombro hasta hacerlo arrodillarse y lo puse a mamarme la verga, ya había sido demasiado bueno con él, ahora le tocaba a él ser bueno conmigo y mi verga. Agarró mi verga con sus dos manos y me chupaba la cabeza, abría mucho la boca pero aun así sus dientes me raspaban, le dije que tenía que verme a los ojos cuando me la mamara y el hacía todo lo que le ordenaba en eso se sacó la verga de su boca, creí que ya no quería y sin decirle nada se puso a mamarme los huevos. ¡Oh Cielos! Sentí tanto placer que aventé unas gotas de semen directo a su cara, verlo incado y mamándome los huevos sin que yo se lo sugiriera fue lo máximo. Con una mano agarré mi verga y con la otra lo agarré de su cabello y lo puse a mamarme la verga, era el mejor sexo oral que me estaban dando en ese mes. Lo levanté del cabello sin decirle ni una palabra
-¿Te gusta la verga verdad puto?-
-Las vergas no, la tuya sí-

Lo abrazé, le abrí las piernas y lo cargué como si fuera un niño, estábamos cara a cara y nos empezamos a besar, ahora el pequeño Javi estaba disfrutando todo, su verga chorreaba mucho pre semen, no quería dejarme de besar, le metí un dedo en su culito y se movió, comprendí que aun no quería eso. Entonces lo giré agarrándolo de la cintura para que de pie hiciéramos un 69, el se asustó un poco creyendo que lo iba a tumbar. Luego al tener mi verga en su cara me la empezó a mamar, olfatee su culito y sus huevos, ese aroma me gustaba mucho y me excitaba más. Quería mamársela pero a la vez quería ver su cara, lo acosté en la cama, él se recorrió al centro y yo de los pies lo jalé hasta la orilla, lo puse boca arriba, le abrí las piernas y le arrimé la verga en su culito. Movió la cabeza diciendo “SÍ” con eso entendí que me iba a permitir penetrarlo pero a un nene de 13 no se le deja caer la verga de golpe sin prepararlo, ambos estábamos muy excitados, los dos buscábamos la satisfacción del otro, lo doblé y lo levanté un poco y le mamé su culito, él no se sentía cómodo. Agarré una toallita húmeda y le limpié bien su culito, ahora si no sentiría pena por el aroma que tenía y que a decir verdad así al natural excita más,

Le rosé mi lengua justo en su ano y el se retorcía de placer, gemía fuerte, él sabía que nadie nos escuchaba y podía relajarse y disfrutar sin temor, con mi barba le rosaba la ingle y sus nalguitas, luego sus huevos y casi explotaba el pequeño Javi de placer, no necesitaba preguntarle que si le gustaba pues eso se notaba bastante bien. Lo puse de pie en la cama y yo me pare en el piso, faltaba altura pero me incliné, le olí su verga, le pelé la cabecita y le dí una pequeña mamadita. Javi gemía de placer, me acariciaba las orejas y el cabello, ya no tenía pena. Lo acosté boca arriba, puse dos almohadas debajo de su cabeza, me puse de pie entre su cabeza con los pies a su lado, me inqué y le puse mi verga en su boca, rápidamente comenzó a mamármela. Con una de mis manos tomé las dos de él, se las puse arriba de su cabeza y con la otra le ponía mi vergota en su boca, comencé a empujarla y así cogía yo fuertemente su boca, sin metérsela toda, sólo hasta donde el aguantaba, entraba y salía mi verga de su boca, luego también le ponía mis huevos peludos para que los mamara.

Cuando ya me iba a venir le dije, incado frente a su cara me agaché más para que mis huevos quedaran justo en su boca, le dije que me mamara uno a uno muy suave, sin morderlos, sin jalarlos, que los chupara como si fueran una paleta de hielo y tratara de sacarles el juguito, con una mano en la pared y la otra jalándome la vergota me masturbaba mientras Javi me mamaba los huevos desesperadamente, aunque le dije que fuera suave parecía que él ya quería la leche. Entonces le pedí que se masturbara mientras me los mamaba, yo le daba más duro a mi verga ya faltaba poco para aventar los mecos. En eso Javi suelta un gran grito y sentí los chorros de leche estrellarse en mi espalda, fueron 6 chorros abundantes y calientes que desde mi hombro iban bajando y recorriendo mi espalda. No pude más y ye dije que abriera la boca, puse mi mano en su frente para que no se moviera, le di un par de jalones más a mi verga y salió un chorro enorme y con gran velocidad directo a su cara, de lo caliente que estaba no le atiné el primer chorro a su boca, fue directo a su cara en los ojos, frente y hasta el cabello, trate de aguantar los mecos y se la metí en su boca y ahí solté los demás chorros, estaba tan excitado y Javi me mamó tan ricos los huevos que veía chorro tras chorro cayendo en su boca, Javi se ahogaba se trago algunos y cuando no pudo más escupió otros soltando mi verga y llenándose hasta el cuello, mi verga no paraba de disparar leche, le puse la mano en su frente para dejarlo quieto y le aventé lo que restaba de leche en su cara, le dejé tremendo facial.

Cuando al fin terminé de echarle toda la leche le pue mi verga de nuevo en su boca para que me la limpiara, sin dudarlo lo hizo, me dijo que mi semen le sabía un poco dulce yo le dije que era porque comía muchas frutas y vegetales. El cuarto olía a sexo, las sábanas y almohadas estaban llenas de leche, le di unas toallitas húmedas para que se limpiara. Mi verga aún no quería parar a pesar de que ya había aventado mucha leche. Javi me dijo que él seguía caliente, fuimos a la regadera a enjuagarnos rápidamente y volvimos a la cama después de secarnos un poco. Aún seguíamos calientes: él porque a esa edad todo el rato quieren sexo y no se cansan y yo porque esa gran oportunidad no podía desaprovecharla.
Acostados y totalmente limpios aún con las vergas paradas nos pusimos para un 69, Javi me daba una tremenda mamada como cualquier experto en felaciones, sabía en que momento atender mis huevos con unas mamadas. Le pedí que se sentara en mi cara, aún con pena lo hizo y empecé a mamarle su culito, tenía pocos vellos en esa zona a pesar de que en sus huevos y pubis tenía bastante y risados. Yo le masajeaba su ano con mi lengua dándole recorridos y lamidas en círculo, Javi tenía la piel chinita y suspiraba su ano ya pedía verga. Lo acosté boca arriba, puse dos almohadas ahora en su espalda baja, tomé sus piernas, las elevé y lo abrí para poder mamarme su culito. Javi me tomaba del cabello y me empujaba hacia él como si quisiera que mi lengua entrara hasta el fondo de su ser. Agarré el lubricante, el culito de Javi ya estaba casi listo, tenías más de media hora mamándole el culito y estimulándolo para que se dilatara. Le metí un dedo para irlo abriendo, luego dos y hasta que pude meterle tres pero para eso él pujaba y decía que le dolía, yo le pedía que se relajara porque mi vergota es más gruesa que tres dedos y no podía metérsela sin dilatarlo.

Le dije que si quería ver una porno y me dijo que no, que quería ver los videos que tenía yo en mi cel. No me negué pues estaba muy caliente. Le di el teléfono celular para que el elijiera que ver. Puso uno que me había mandado un amigo por whatsapp amateur de dos chavos cogiendo, le pregunté que por qué quería ver hombres y no hombre con mujer, dijo que ambos éramos hombres y que sería mejor ver como lo hacían otros, eran videos muy cortos y vio varios hasta que encontró uno donde un adulto lo hacía con un peque, me dijo que ese le gustaba más. Yo le pedí no mencionara nada y él sólo me cuestionó que de dónde lo había sacado, le expliqué que me lo habían enviado por whatsapp y que pusiera otro pero él insistía en ver ese nomas. Le unté más lubricante en su culito y escupí sobre mi verga que ya tenía ganas de reventar ese culito. Le dije a Javi que al entrar le iba a doler mucho pero que se calmara porque no se la iba a sacar, que si se relajaba ese dolor iba a desaparecer y poco a poco se convertiría en placer. Que si le dolía mucho se abrazara a mí con todas sus fuerzas y que yo lo besaría para que le doliera menos.
Ahí tenía al pequeño Javi frente a mí, con sus piernas bien abiertas y su culito esperándome a que entrara en él. Volví a escupir en mi verga que ya se veía bien hinchada y venosa, con algo de precum. Entonces la arrimé en su culito y dándole masaje en pequeños círculos. Javie ya quería sentirla entonces la arrime a su diminuto culito cerrado. Ahí iba entrando la cabeza, podía sentir como ese pequeño huequito se iba abriendo y permitiendo entrar a mi verga, ya estaba la cabeza adentro y Javi gemía sin parar, me dijo que le dolía y le dije que eso ya lo sabía que se relajara, puse mi cuerpo sobre él para poder besarlo y empujar más mi verga y fui dejándosela caer. Sentí que ya no entraba más, como si ahorcaran a mi verga, el culito de Javi lo apretaba demasiado y de pronto se sintió como si tronara, al fin ya había pasado más de la cabeza por su esfínter. Javi grito y me decía que le dolía; que por favor se la sacara y yo lentamente se la deslicé hasta que sentí que ya tenía la mitad dentro de él. A Javi le brotaba una lagrimita, apretaba sus dientes y me abrazaba con todas sus fuerzas, le pregunté que si estaba bien y dijo que le dolía demasiado pero que se iba a aguantar. Entonces empecé a bombearlo poco a poco, suave, muy suave para que su culito se abriera y se adaptara a mi verga larga y gruesa, dejó de abrazarme y agarró mi celular para ver el video.

-Sebas si el del video no llora y lo disfruta yo también lo haré igual-
-¿Quieres que te la saqué?-
-No, quiero que me la metas toda aunque me duela, quiero sentir ese placer que dices sentiré cuando ya no me duela ¿qué edad tiene el del video?-
-No lo sé Javi pero se ve más chico que tú-
-Si el la aguanta yo también la aguantaré-

Estaba yo tan caliente de sentir como le abría su culito que ya con toda confianza se la empujé hasta fondo, Javi gritó y me araño la espalda, yo se la metía hasta que mis huevos pegaban en sus nalguitas y la sacaba casi toda, dejando la cabeza adentro, así Javi se acostumbraría a mi verga pues la cabeza es algo gruesa pero el tronco de mi verga a la mitad es mucho más gruesa. Doblé sus pies hasta mis hombros y empecé a bombearlo muy duro, Javi ya estaba listo para disfrutar una verdadera verga ardiente de placer, ya no le dolía ya gemía de placer y todo eso gracias a que lo había dilatado bastante tiempo ahora si mi verga entraba y salía toda, en cada entrada Javi soltaba un pequeño grito. Así estuvimos hasta que de pronto Javi, sin tocarse la verga, soltó de nuevo sus chorros de semen y yo al ver eso deposité los míos dentro de él. Uno tras otro, mi verga parecía la de un chico de su edad de lo excitado y lechoso que estaba, lo besé mientras salía todo mi semen y lentamente se la saqué, aún seguía dura y bueno también salió un poco sucia porque me fui muy dentro de él. Necesitábamos otro baño y lo tomamos, y cambiar las sabanas. Esa mañana Javi fue mío y aun faltaba la tarde y los demás días que podremos vernos.