El niño del edificio IX
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nuestra vida sexual se torno muy activa; José María y yo tirabamos sin parar, lo hacíamos en el ascensor de edificio, en la azotea, en los estacionamientos, en su departamento, por la noches mientras su mama dormía, en fin en todas partes. Lo nuestro era pasional, yo sabia que también cogia con Cris el chofer, y con Ramón que se hizo conocido en el edificio, siempre venia a pintar y hacer diferentes trabajos, era un pinga loca, levantaba patronas, empleadas y algún que otro señor medio gay solapa y chibolos, en fin era la locura.
Entre tantas idas y venidas de esta especie de edificio sexual, Ramón me presento a un muchacho como de unos 16 años, se llamaba Julio, este chico era hijo de una pareja de extranjeros, era alto, rubio, de contextura fuerte, duro, no gordo ni voluminoso, era mas bien delgado, pero totalmente marcado, blanco pero tostado por el sol, corría tabla todo el año, pelo largo ensortijado y muy bien parecido, varonil, todo un macho, salía temprano eso de las 5 am a correr olas y volvía como a las 8 am, estudiaba en la UNI acababa de ingresar, según Ramón a el le gustaba tirarse chibolitos, cosa que había echo en su país, y Ramón le había hablado de José María. Yo le increpe a Ramón su comentario, me pareció que ya no debíamos exponer mas al niño. Pero en fin ya estaba echo, este tal Julio comenzó a frecuentar a mi bebe, y el pequeño como que empezó a tener interés en el, al llegar el día de su cumpleaños numero 13 Julio o Jull como le decían, lo invito a su depa, sus padres habían viajado y el se quedo solo, yo no quise, casi y le prohibí a mi niño que vaya, lo único que se me ocurrió fue que vaya conmigo, cosa que comento con Jull y este acepto.
Para poder ir le dijo a su mama que lo habían invitado al cumple de Jull en el mismo edificio cosa que su mama no cuestiono, por que ahí casi todos se conocían, además era mejor ahí que salir, por que en Lima por esas épocas era muy peligroso salir; finalmente llegamos, entramos el depa y Jull estaba desnudo del torso, un cuerpo muy bien formado, fibroso y duro, tenia puesto solo un short y sin zapatos ni medias, pude ver un bulto dentro de su short bastante considerable, – así que tu eres el famoso Rolando, me han hablado mucho de ti -; me estrecho la mano y me invito a sentarme, le dio un beso a mi pequeño en la mejilla y mientras hacia eso le cogio las nalgas sobandolas delicadamente, algo le susurro en el oído y el se fue hacia adentro, acto seguido se sentó junto a mi y me dijo; – provecho amigo, así que tu le estrenaste el culito a Josefo ( así le decía el a mi bebe ) sonreí tímidamente y le dije que si, – que bien debe haber sido maravilloso, tienes suerte, aquí en Perú solo me he reventado un pequeñín al que le enseño matemáticas y no sabes, se ha vuelto un experto en la cama, en Finlandia si he disfrutado de muchos -, lo interrumpí preguntándole que como hizo para aprender tan bien el español, me contesto que su papa lo matriculo en Europa antes de venir al Perú, nos interrumpió una vista maravillosa, venia José María con una tanguita roja que le formaba bien el culo, tipo hilo dental, totalmente desnudo, se paro frete a Jull y el se paro; lo tomo de una mano y lo hizo dar una vueltas para observarlo todo, se me paro la verga al toque, Jull lo empezó a besar, lo levanto con una agilidad única, mi pequeño puso sus piernas al rededor de sus caderas y lo puso sentado sobre el sillón, lo besaba, mejor dicho se tragaban, sentí celos, cuando me levante para ser parte de la fiesta, Jull levanto la mano en señal de alto y me volví a sentar.
Ahí saboreo cada rincón de la piel de mi niño, axilas, pezones, pies, ombligo, cuello, no había lugar por donde Jull no pasara su lengua, el pequeño se retorcía de placer, note que su verguita se paraba, y no se si era idea mía o estaba creciendo, Jull levanto ambas piernas y se hundió en su culo, le metió la lengua y los dedos, el niño gemía como poseído, el trabajo en ese botón era profundo, apasionado excitante, no pude mas y me solté la verga, estaba como un fierro, me la empecé a sobar disfrutando de esa escena sexual, por su parte Jull se quito el short, esto sin dejar de estimular esa entraba tan estrecha aun, pude ver una pichulaza larga, venosa, delgada, con un glande circuncidado y rojo, después me sorprendió ver como empezó a chuparle la verguita de mi bebe, lo hacia y José María se jalaba los pelos, arañaba el sillón, la espalda de Jull, y ahogaba los gemidos lo mas que podía, Jull chupaba como queriendo sacarle el cerebro por la verga, se la metía hasta el fondo, era un experto chupador, tan rica se veía la mamada que quería que me la chupe a mi también, después acto seguido se acomodo arrodillado en el piso, levanto las piernas del pequeño sobre sus hombros y se la fue metiendo despacio, se inclino sobre el y lo beso, y se la iba metiendo, centímetro a centímetro, con paciencia, despacio, sin apuros, José María gozaba, lo atraía hacia el con lo brazos, se lo quería devorar a besos, yo esta aprendiendo mas, yo quería ser Jull en ese momento, disfrutaba pero tenia miedo de perder a mi bebe en brazos de ese chiquillo, una vez toda la pieza dentro la dejo un buen rato, sin moverse, lo besaba al niño, lo acariciaba, solo se movía en círculos y de lado, empujaba mas como queriendo meterle las bolas se apodero de sus pezones y chupaba, finalmente empezó el bombeo, fue pausado, suave, tierno, así por bastante rato, le sobaba su pene del bebe y el placer del rostro de ambos era indescriptible, luego de bastante rato, lo levanto como una pluma, agarrado de la cintura, y lo acomodo en el suelo, José María echado sobre su espalda, mirando a Jull empezaron a entregarse al placer duro y violento, Jull acomodo cojines bajo las caderas del niño y dejo bien parada la cola, dejando el orificio del culo mirando al techo, y Jull metió el fierro hasta el fondo, el bebe ahogo un grito, y empezó la taladrada, era fuerte, firme, intensa, le daba duro, era delicioso ver como gozaban, se la sacaba de golpe, escupía dentro del agujero abierto y lo volvía a meter en una hasta el fondo, así por bastante rato, luego lo levantó, Jull se sentó en el sofá y dejo caer al pequeño sobre su verga, lo hizo saltar duro, cabalgaba bien, las pieles sudorosas sonaban, yo tenia la leche en la punta de la pichula, el cabello de mi bebe volaba a cada embestida, se besaban y no se soltaban por nada, que envidia tenia, los celos se apoderaban de mi, me levante, me desnude y me acerque despacio para acomodarme dentro de la coreografía amatoria, Jull no me dijo nada pero se paro agarrando a mi bebe, y cargado lo siguió taladrando duro, bombeaba de alma, parecía un pistón que no paraba, los gemidos del niño eran cada vez mas fuertes, el sudor corría por los cuerpos, estaban empapados, la escena me impido acercarme mas, era claro que el solo quería disfrutar de el, luego se pego a una de las paredes de la sala y ahí le dio mas duro, se tragaban a besos, entonces sentí los gemidos de Jull era claro que estaba por acabar, lo tiro al sofá con la piernas bien abiertas, le daba mas duro, pero se la sacaba toda y se la volvía a meter, se veía el agujero del culo bien abierto, mas mas mas mas y mas, la sacaba y la metía toda, vi como José María se mojaba, la leche de mi niño llego hasta sus labios, Jull se acerco a el y chupo el semen que mi niño y se hundieron en un beso, luego saco su verga, se la sobo un poco y pude ver como su semen entraba en el huequito abiertazo de bebe, unos cuanto chorros entraron directo al orificio, y después se la hundió toda su pieza otra vez hasta el fondo, se tiro sobre el y se fundieron en un beso profundo, mientras que mi niño lo rodeaba con sus piernas, yo tirado en otro asiento me vacíe en mi pecho. No quise interrumpir pero me sentía mal, no me habían dejado participar en nada, estaba seguro que había perdido a mi bebe en brazos de un chibolo muy experto para su edad.
Ellos quedaron trenzados en el sofá un buen rato, poco a poco Jull se fue retirando de mi pequeño, estaban exhaustos, se besaron tiernamente y ambos de la mano se fueron al baño, mil cosas pasaban por mi mente, sentía que estaba de mas, que había sido mi culpa haber permitido tanta sobre exposición de lo nuestro, pensando todo eso, me di cuenta que estaba enamorado del niño, y sentía algo raro dentro de mi, mientras pensaba eso , cerré mis ojos y el cansancio me fue venciendo, creo que me quede dormido y no se por cuanto rato, de repente sentí unos labios en mi pene, abrí los ojos medio asustado y vi a mi niño arrodillado en el suelo chapándome la verga, una sonrisa lo recibió, y el me fue acariciando las piernas, el color de ambos era contrastante, me acariciaba las piernas, las pantorrillas, jugaba con mis vellos mientras se iba tragando con sus labios mi verga que se puso otra vez como un fierro, Jull estaba tirado en un lado de la sala mirando, yo le acariciaba el pelo a mi bebe, le demostraba el amor que le tenia, era rico ver sus labios adueñarse de cada centímetro de carne dura y gruesa que le ofrecía, dejo por un rato mi pichula y se adueño de mis bolas, fue algo intenso, lo estaba disfrutando, derepente sentí su lengua cruzar la línea de lo debido, estaba hurgándome la entrada de mi culo, esa lengua se movía como una víbora, sentía una cosa extraña pero rica, me sobresalte y lo quise detener pero no se por que no pude, mis ojos encontraron los ojos de Jull y el asentó la cabeza como diciendo disfrútalo, por varios minutos muchas cosas pasaron por mi cabeza, no sabia que pasaba, me quede inmóvil, mi niño me estaba dando un placer enorme, la verga se me puso mas dura aun, cuando estaba por reaccionar, José María volvió al tronco de mi pieza, comenzó al mete y saca que tan bien sabia hacer, se la metía hasta el fondo de la garganta, se sentía delicioso, lo acomode en es suelo e hicimos un rico 69, esta vez me apodere de su anito, note que estaba perfumado, al parecer había sido lavado como con cremas y perfume, me hundí en ese huequito hermoso que da tanto placer y note como gemía de placer mi pequeñín, se tragaba bien rico mi verga, le daba palmadita, le mordía sus nalgas y las acariciaba, de pronto siento algo extraño, como dos labios entre mis piernas, busque con la mirada a Jull y no lo vi, busque mas y me di cuanta que ambos me estaban chupando la verga, que delicia, era increíble, el placer era tal que estaba por vaciarme, tenia que pensar en cualquier cosa para no derramar toda mi leche en esos labios, con la lengua pasaron a hurgarme el culo, era algo magistral, pero a su vez estaba asustado yo era bien macho y no entendía lo que pasaba, a pesar del placer intente cambiar de posición, y acomode a mi niño para clavármelo antes que bote toda mi leche en sus labios, lo subí al sillón y deje su culo al aire, le abrí bien las piernas y hundí otra vez mi rostro en ese culito maravilloso, le pase la lengua y lo lubrique bien, para que me reciba sin mucho dolor, Jull se sentó a un lado de el para que le chupe su verga, entonces me acomode y se la empecé a meter despacio, poco a poco y sin apuros, pude notar que estaba dilatado y no había mucho que esperar, mi pieza entraba bien y el pequeño disfrutaba, una vez todo el fierro adentro empecé despacio a taladrar ese culito, mi pichula era mas grande y ancha que la de Jull y hacia un poco mas de estragos en el culito de mi bebe, el fue aflojando y gozando de su primer hombre, le daba duro como castigándolo por haberlo visto gozar con pichula ajena, cada embestida era mas profunda, cada empujón lo hacía gemir mas, pero no saltaba por nada la verga de Jull, el se la metía hasta el fondo de su garganta, podía oler el liquido pre seminal que salía de esa pichula, la verga de mi bebe se ponía dura, Jull empezó a acariciarme el cabello , después el cuello, la espalda mientras José María se tragaba su verga, yo veía como entraba esa pieza en su garganta, Jull lo dejo se puso atrás mío y comenzó a sobarme las bolas que se golpeaban en el anito de mi bebe, la sensación era rica, después sentí sus labios en mi bolas, ufff……. que delicia, que cosas estaban sucediendo, las manos de Jull acariciaban mis nalgas, mi espalda y derepente mi anito, sentí su lengua chupar mi entrada, quería soltar a mi pequeño y meterle una buena trompada pero no, no lo hice, se alejo por un raro, pensé que solo era una caricia, me hundí en un beso con mi pequeño, su boca tenia un sabor raro, le seguía dando verga por su cuevita, bombeaba rítmicamente, despacio, fuerte, profundo, estaba gozando a mi pequeño, de pronto vi a Jull a nuestro lado ofreciéndole al bebe verga, este se la metió a la boca, casi la tenia cerca de mis labios también, me sorprendió la reacción de José María. me atrajo a sus labios y ambos teníamos la pichula de Jull entre nuestro beso, instintivamente empecé a chupar una verga, mi bebe me guiaba, fuimos chupando y chupando, al principio sentí asco pero después fue excitante, el bombeo se torno lento pausado, estábamos disfrutando del fellatio que le dábamos a Jull, fue la primera vez que tenia una verga en mi boca, me la metió hasta la garganta, mi pequeño le chupaba las bolas y yo me tragaba el tronco entero,
De repente oí unos gemidos fuertes y Jull se vacío en mi boca, me tenia cogido duro de los pelos y no pude escaparme, me tome todo su semen, lagrimas salían de mis ojos, se aparto y no pude botar ese liquido viscoso de mi boca me lo había tragado todo, comencé a darle duro a mi bebe por el culo, estaba como poseído, lo deje por un momento y lo puse en el suelo boca arriba, puse sus piernas en mis hombros y lo clave, empecé a hacer lo mismo que rato antes hizo Jull, se la metía hasta el fondo y se la sacaba, era una sensación increíble, me incline hacia el y lo bese profundamente, le dije al oído: – te amo bebe – su verguita esta redura, otra vez sentí a lengua de Jull en mi culo, jugaba con ese orificio, yo ajustaba, pero el seguía y seguía, era como el diablo, iba y venia, aparecía y desaparecía, hacia una maldad y se esfumaba, ya me había llenado la boca de leche que mas quería, me desconcentraba de mi labor, cuando me di cuenta sentía la punta de su miembro empujando mi entraba, me acariciaba la espalda, el cuello, me mordía las orejas , era un pulpo, sus manos las sentía por todo mi cuerpo, mi bebe hacia lo mismo, ambos me estaban llenando de placer llevándome a sensaciones nuevas y excitantes, de pronto un dolor punzante, y un: – sshhhhhhhhh, tranquilo relájate -, sentí como su verga se abría en mi culo virgen, la sensación fue dolorosa y placentera a la vez, entraba despacio, arrimaba todo a su paso, sentía como ardía mi culo, mi verga se ponía mas dura, parecía que iba a reventar, nos inclinamos hacia mi pequeño y los tres nos besábamos, era raro, hasta elástico resulto el muchacho, como hacia todo esto, cuando me di cuenta el dolor fue pasando, me fue bombeando despacio, quería llorar no se si de placer o de humillación, todo era caricias, besos ritmo sexual, llego el momento en que el me daba duro por el culo que sentía que me quemaba por dentro, cada embestida era un empellón que me empujaba hasta el estomago, cada vez sentía que entraba mas y mas ; yo le daba duro a mi bebe sentía la verga mas dura que nunca y cuanto mas duro me daba Jull mas dura se me ponía y mas placer sentía, de repente mi niño exploto, su leche lleno su pecho, se lo sobo y me lo puso con sus dedos en mis labios, increíblemente lo chupe y me lo comí todo lo que me dio, mientras Jull y yo bombeábamos duro, y mas duro, los sonidos de nuestros cuerpos era escandaloso y finalmente Jull reventó dentro de mi me lleno el culo de leche, fue mi primer hombre un ñiñato de 16 años me había acabado reventar y de llenar mi culo de leche, tal era la excitación mía que bote litros de leche dentro del anito de mi bebe, fue la vaciada mas excitante de mi vida, una experiencia nueva, única, espectacular, nos quedamos los tres tirados uno dentro del otro, sin decir nada, llenos de sudor, semen, cansados de tanto sexo, felices acariciándonos, en silencio; Jull interrumpió ese silencio diciendo: – Feliz Cumpleaños José María –
Amigos espero sus comentarios, ya se acerca el final
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