El niño del edificio VI
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Había un hielo inmenso en el ambiente, estaba parado en la cama desnudo, con la verga botando leche sobre José María, un pequeño de 12 años; quien esta con las piernas abierta y el culo dilatadísimo después de las embestidas que le di con mi pieza, y en la puerta el chofer de su madre, nadie decía nada, todos estábamos callados y asustados, esto cambiaria muchas vidas; el que mas tenia que perder era yo: mi trabajo, la posibilidad de ir a la cárcel por “ violar a un menor de edad “ las consecuencias para mi niño y todo lo que pasaría después: inmediatamente la pichula se me bajo, me senté en la cama tapándome el miembro con mis manos, José María se sentó a mi lado tapándose con una manta y Cristian el chofer seguía parado atónito en la puerta, se acerco un poco y pude notar bajo su pantalón una descomunal erección,
Compadre te cagaste – me dijo serio – así que te gusta romperles el pito a los bebes, eres un pedófilo de mierda, hare que te refundas en la cárcel – yo empecé a temblar hasta querría llorar de pánico, pero José María se paro de la cama aun cubriéndose con la manta y dijo: Cris espera, el no tiene la culpa, yo quería que me enseñe, yo quise que me estrene, yo me entregué a el por que quise; recuerdas a mi primo José Eduardo, a el se la chupe por todo el tiempo que estuvo alojado acá en casa – la mirada de Cristian cambio, parecía que se había olvidado de mi, se acerco a mi pequeño y le volvió a preguntar sorprendido por tal revelación – como dices ?? Tu primo que vino de vacaciones de Londres ?? Pero si ese huevon tiene como 30 años ?? – se arrodillo y abrazo a José María; el pequeño se dejo abrazar y le dijo: – desde que tenia 10 se la chupaba cuando mi mama no estaba, me pasaba su sexo por mi potito, yo quería que me la meta, pero el me decía que era muy niño, que seria en su próximo viaje, pero como tu mismo sabes se caso y hace mucho que no viene – entonces Cristian interrumpió el relato de mi bebe diciendo: – pero me hubieras dicho a mi, yo te hubiera enseñado muchas cosas pequeñín – esa confesión me puso a mil, las cosas se iban a acomodar para mi; entonces Cristian me miro un poco mas calmado y me pregunto: – lo has tratado bien??? no lo habrás maltratado, mira que aun es un niño – pero no pude contestar, fui interrumpido por mi bebe, – me ha tratado bien, con suavidad, despacio y mucha ternura, además esta recién ha sido nuestra segunda vez;
Cristian sonrío y lo abrazo; pero dentro mío yo sabia que no era la segunda vez, ya le había llenado el culito de semen a José María como unas 20 veces; interrumpí esa escena diciéndole a Cristian que por favor no diga nada, que si el quería nunca mas follaría al pequeño, pero le roge que me perdone; lo que mas me sorprendió fue la reacción del pequeño, dejo de lado a Cristian y me abrazo fuerte y le dijo a su chofer – por favor Cris te lo suplico, no me separes de Rolando, te lo ruego no le digas a mi mama que el y yo estamos juntos, Cris por lo que mas quieras, te lo pido; hubo silencio, en la mirada de Cris podía ver que algo maquinaba, y no me equivoque, el sacaría provecho de toda esta situación. Lo miro a mi niño y con una sonrisa le dijo: – esta bien este será nuestro secreto, pero hay una condición – José María y yo nos miramos extrañados y al unísono preguntamos: – cual es – el chofer sonrío, se le iluminaron los ojos y con una sonrisa picara dijo: – tenemos que hacer un pacto entre los tres y eso sellara mi silencio – un poco extrañado le pregunte: – y cual va hacer ese pacto ?? – lo tomo al bebe de ambas manos lo atrajo hacia el y le dijo suavemente – José María, tu sabes que te conozco años y que te quiero, la condición que quiero por mi silencio es que me permitas disfrutar de tu cuerpo, es decir pequeño quiero cogerte y que me la chupes como se la has chupado a José Eduardo y a este huevon, puedo ?? – lo tomo con ambas manos de sus mejillas y lo beso profundamente, esa escena me estaba poniendo a mil, y tuve que disimular mi erección.
El bebe se quedo recibiendo su beso y poco a poco fue aceptando el beso y lo abrazo, tengo que confesar que sentí celos pero ni modo no tenia mucho que hacer, yo estaba en falta; cuando termino la escena, el pequeño dijo: – esta bien acepto, pero con una condición; quiero que Rolo este presente – Cristian y yo nos miramos sorprendidos, y creo que nos gusto la idea – echo, podemos empezar ahora, mira que tu mama no esta, que te parece??? – dijo Cristian, mientras me guiñaba el ojo y le daba una palmadita en le culo a mi bebe.
Lo tomo de los brazos y lo subió a la cama lo puso boca arriba y se echo sobre el, lo beso apasionadamente, tenia unos labios bien gruesos como buen moreno y boca grande, se tragaba la boquita de mi niño en cada beso, la escena me puso a mil, ya no tenia por que ocultar mi erección, así que me puse a disfrutar de cada detalle, mientra Cristian lo besaba ágilmente se iba quitando la ropa, la camisa, la corbata, los zapatos y el pantalón, se quedo en medias y boxer, inmediatamente empezó a acariciar el cuerpo de mi bebe, sus manos eran grandes y gruesas, José María estaba gimiendo de placer, empezó a bajar lentamente por su pechito, su lengua era roja y grande y se la pasaba por cada pedazo de piel de mi bebe, yo mientras tanto me sobaba la verga despacio,
Me senté en una butaca al lado de la cama; ese moreno era grande, fuerte duro, tenia unas piernas fuertes y gruesas, lo mismo que sus brazos, así fue bajando hasta llegar a el ombligo de mi pequeño, el lo tenia tomado de los cabellos, le levanto las piernas y le busco el huequito que minutos antes yo había abierto, Cris le paso el dedo no sin antes mojarlo con harta saliva, – lo que hubiera dado por ser el primero dentro de tu cuevita – acto seguido empezó a comerse su anito, no se si era por el tamaño de su lengua o su técnica para chuparte el ojete a mi bebe, pero el se retorcía de placer, sus gemidos era intensos y profundos, sus piernas volaban y movía los pies para en señal de disfrute, Cris paraba solo para echarle mas saliva y volvía a su trabajo, el pequeño se retorcía, gemía cada vez mas fuerte, así que despacio me fui acercando, me di la vuelta al otro lado de la cama y me senté a la altura del rostro del niño, mi pichula estaba redura, esa escena de sexo en vivo me tenia loco, despacio me fui acomodando y le puse mi verga en su boca, José María, recibió su trozo desesperado y empezó a hacer un esfuerzo para poder chupar, pero aun así lo hacia bien, que rico era todo esto, con mis manos acariciaba sus tetillas, como le gustaban, acto seguido me acomode para chuparle sus tetillas, se las mordía despacio y por momentos se las chupaba duro, como le gustaba, como intentando sacarle leche a esos pezones; la escena que se reflejaba en ese espejo era digna de una película XXX, estábamos gozando de lo lindo, este pequeño gritaba de placer, soltaba mi verga y gemía como nunca;
Por un momento Cris paro y se quito velozmente el boxer y las medias; me quede mudo, ese moreno tenia una verga enorme, era gruesa, cabezona, bastante oscura, ancha, aunque no muy larga, soltó las piernas del niño y se acomodo al lado de nosotros, se echo boca arriba, jalo al bebe sobre el en un perfecto 69, José María tenia frente a el a esa verga descomunal – chupamela bebe, es toda tuya, trágatela toda – José María la miro asustado, pero sin decir nada se la fue metiendo a la boca, era impresionante los esfuerzos que hacia para que entre en su boca, pero poco a poco se la fue metiendo a la boca, mientras Cris le seguía comiendo el culo,
Yo estaba fuera, pero no me gustaba la idea de quedar a un lado, empecé a ayudar a mi pequeño a tragar semejante mazo, le empujaba su cabecita para ver hasta donde entraba, y si que le entraba, este niño era genial, sufría pero se la comía toda, los gemidos era fuertes, Cris gozaba con la chupada que le daba mi bebe y este con la comida de culo que le daba Cris; y yo ¿???, manos a la obra, le puse frente a mi niño mi verga, para que alterne una con otra, y así yo no quede fuera; así estuvimos buen rato, derepente note como la verga de Cris se ponía mas gorda, entonces que hundí la cabeza del bebe hasta el fondo para que la leche le entre toda por la garganta, de pronto un gemido intenso se dejo escuchar – aaaagggggggggg, vamos bebe trágate toda mi leche, aaaaaaaaggggggg que rico – mi pequeño botaba lagrimitas, pero yo no lo dejaba zafarse de ese miembro, después acelere mi masturbación y de los pelos lo hundí en mi pichula para que se trague mi semen, cosa que hizo con mayor facilidad, quedamos tendidos sobre la cama, había olor a sexo y semen por todo el cuarto.
Creo que me dormí un rato, luego sentí movimiento en la cama, al abrir mis ojos vi a Cris sobre el niño, lo tenia con las piernas sobre sus hombros, besándolo y su vergota estaba golpeando la entrada de su culito, esa pichula babeaba abundante pre cum, el pequeño estaba abrazado de su cuello, pero la verdad tenia miedo, José María no sabia lo que le esperaba, esa pieza le iba a reventar el culo, Cris acomodo su pija en la entrada del culito de niño y poco a poco la fue hundiendo, el rostro del pequeño empezó a cambiar, cerraba los ojos, apretaba los labios y gemía de dolor, Cris no estaba siendo tosco felizmente, pero su verga era extremadamente gorda, por momentos mi bebe lo alejaba de su cuerpo como queriendo zafarse pero en vano, Cris seguía su trabajo, mi pájaro estaba duro, esto me tenia excitado, pero sabia que estaba sufriendo mi niño,
Poco a poco esa verga fue entrando, era increíble como ese agujero se abría mas y mas dando paso a ese brazo de bebe de Cris, el pequeño lloraba, pujaba, y gemía de dolor, tenia ganas de quitarle a Cris de encima pero a la vez estaba disfrutando todo eso; que contradicción, por fin entro todo, Cris se quedo quieto y lo beso, le decía cositas al oído – que rico culito tienes José María, quema, esta apretadito, por fin mi sueño se ha echo realidad – y así besándolo y acariciándolo empezó el bombeo, primero despacio y después mas rápido, la criatura se retorcía, gritaba de dolor se agarraba fuerte de las sabanas, veía como esa verga entraba y salía de ese culito pequeño, cada vez se ponía mas rojo, parecía que lo iba a partir en dos, lo levanto de golpe y se sentó en la butaca donde estuve sentado yo antes, allí lo hizo cabalgar su pichula, mi pequeño se retorcía de dolor, pero poco a poco vi como se iba acoplando a esa pichula, saltaba como si estuviera sobre un caballo, se agarraba del cuello de Cris, se besaban, el le mordía las tetillas, se las chupaba, y su pelvis hundía duro esa pieza hasta el fondo de su culo;
Yo me tocaba viendo esa escena, quería tocarlos participar ya, pero no sabia como, estaba pensando donde ponerme cuando Cris nuevamente lo cargo, lo puso sobre la cama en posición de perrito, escupió bastantes veces su agujero que estaba rojo y se la enterró de nuevo, el pequeño se hundió en la cama, ahogo un grito de dolor y Cris sin piedad empezó el bombeo, le daba duro arrodillado tras de el, después se paro sobre la cama y le daba rico, era excitante ver como se la hundía sin piedad, rápido, profundo y en movimientos circulares, mi bebe demostraba gozo después del dolor, me senté frente a el y hundí mi verga en su boca, trago con gusto, rico y profundo como solo el lo sabía hacer, los gemidos eran generales, estábamos gozando a mil, hasta que reventamos casi juntos Cris y yo, me tire sobre mi espalda, mientras el pequeño se chupaba hasta la ultima gota de mi semen, Cris cayo sobre el niño con todo su peso dándole hasta la ultima gota de leche, José María quedo tendido bajo el cuerpo de su nuevo amante, que le besaba los hombros y la espalda, así nos quedamos profundamente dormidos
Al día siguiente vendría lo mejor
Recuerdo cuando yo tenía solo seis añitos y mi vecino, de 53, me inicio en el sexo gay, estuve con ese hombre , a quien llamaré Juan, toda mi etapa escolar, ya que tenía que llegar a su casa al salir del colegio porque mi mamá trabajaba todo el día, y el era el papá de su mejor amiga. De lunes a viernes era penetrado por el, que tenía un pene bastante grande, y grueso, nunca me hizo daño, me preparo varios días antes de meterlo, y cuando lo hizo, fue para mí una experiencia única. A medida que iba creciendo, me enseñaba cosas nuevas, aprendí a chuparle el pene de tal manera que le encantaba cuando acababa en mi boca. Los primeros años solo fue con el, me convertí en el mejor amante que él pudo tener. Luego, cuando cumplí los 12 años, me hizo un regalo increíble. Le pidió permiso a mi mamá para llevarme , un día sábado, a un lugar en el centro de la ciudad para aprender a jugar pool, era en un entrepiso de un edificio medio viejo, allí lo espraban unos nueve hombres, ya habían formado las parejas para comenzar a jugar. Al rato de estar jugando, uno de ellos se acerca a Juan y le dice algo al oído, y este me dice que acompañe al hombre que me va a entregar un regalo de cumpleaños, voy con el hacia una sala contigua , cierra la puerta y se baja los pantalones, saca su pene y me dice, » ya sabes que hacer» , yo me agacho y me e lo meto en la boca y comienzo a chuparselo, era, grande, como el de Juan, estuve un rato así y me dice que me baje los pantalones, quedó con mi culito al aire y me pone saliva y empieza a metermelo, me culeó un buen rato y acabo adentro de mi. Sin decir nada se arregló la ropa y salió, y salí detrás de el, los demás seguían jugando, al rato se acerca otro y me e lleva al salón, hace lo mismo, me culea un rato , acaba adentro y se va. Esa tarde me culearon los nueve, y la verdad, a mí me gustó mucho, Juan me preguntó » te gustó el regalo de cumpleaños que te tenía?» » Cuando tú quieras me dices y lo volvemos a hacer «. Yo a los 12 años ya sentía placer al ser penetrado, tantos años con Juan y luego esto, para mí fué como estar el las nubes, por lo que repetimos esa experiencia muchos sábados más por muchos años más. Siendo ya un hombre, y luego de que Juan se fuera de este mundo, tuve que buscar por mi propia cuenta a quien pudiera satisfacer mi adicción al pene, encontré a muchos que me culearon, no podía dejar de hacerlo, recorrí muchos cines y en cada uno de ellos encontraba a alguien o a varios que me satisfacían. Lamentablemente, llegó el famoso Sida, y tuve que moderar mis encuentros, ya no era con cualquiera, había que cuidarse mucho. Aunque nunca volví a tener a alguien como Juan, siempre me junte con gente responsable y muy cuidadosa. A partir de los 55, se me empezó a hacer muy difícil encontrar a alguien que quiera culearse a un viejo como yo, ahora, tengo 68 y lo único que deseo en mis últimos años de vida es poder estar con un hombre en la cama y que me haga recordar épocas esplendorosas, ojalá no les haya aburrido mi historia, no soy escritor pero trate de poner en palabras mis sentimientos, gracias