El Niño En El Bus Del Colegio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luispdalone.
Pues comenzaba mi año escolar, entraba a quinto primaria, mi cuerpo era delgado, colocho, moreno y ahora con la rutina de irme en el bus del colegio, no me gustaba mucho levantarme temprano y que me fueran a dejar tan tarde a mi casa, pero debía acostumbrarme, pues durante esa rutina de camino a mi casa, hubo un día lunes como a los dos meses de empezar clases que un chico que se llamaba Randy, que cursaba sexto primaria, tenía 13 años y se sentaba en el penúltimo sillón, iba rodeado de 3 niños que estaban en cuarto primaria, tenían 9-10 años, estos solo reían y miraban algo que Randy les mostraba, yo solo voltee por curiosidad, yo iba dos asientos adelante, en la misma fila que Randy, entonces no pude ver que es lo que miraban estos niños, pero si pude ver que estaban muy atentos y Randy solo vigilaba que nadie fuera a ver que estaban haciendo, la verdad siempre he sido tímido así que no me atreví a ver qué es lo que estaban viendo, pero la verdad si tenía mucha curiosidad, y pues así transcurrió toda la semana y mi curiosidad creció, porque hicieron lo mismo todos los días, así que el viernes me dispuse a irme en el último asiento, en la fila contraria de donde se sentaba Randy, para poder ver que hacían estos.
Y así, luego de clases subimos al bus y me senté donde había pensado y cuando entro Randy, niño moreno claro, pelo parado, alto para su edad, delgado, con ojos color miel, era algo guapo, como dije antes, no me fijaba mucho en los niños de más o menos mi edad, pero él me iba hacer cambiar de parecer.
Él solo se me quedo viendo y sonrió y yo le devolví el gesto, y comenzó el recorrido camino a nuestras casas, cuando de repente veo que los chicos de cuarto primaria se acercaron y ahí es cuando veo que Randy saca su pene ya erecto para que lo vean los niños y se comienza a masturbar enfrente de ellos, no podía creer que ahí estaba él, enseñándoles su pene erecto, masturbando, ante las miradas atentas de aquellos niños de 9-10 años, me sorprendió la escena, y me termino de excitar y se me paro el pene igual, veía como aquellos niños sonreían y reían viendo como Randy se masturbaba, su pene era obscuro, cabezón, circuncidado, medía como 13-14 cms, estaba absorto viendo su pene, que no me di cuenta que él me había volteado a ver y los niños solo reían de lo embobado que me encontraba viendo el pene de Randy, cuando reaccione lo voltee a ver a su cara y me sonrió, yo solo voltee a ver a otro lado y me sonroje, el seguía en su faena de masturbar su pene ante la mirada de aquellos niños y yo solo volteaba a ver disimuladamente, de repente vi que Randy aumento su masturbación y comenzó a estirarse por la excitación que se estaba provocando para al fin terminar de eyacular, todo esto ante nuestras miradas atentas, su semen cayó encima de su mano, en el asiento y cayendo un poco al suelo del bus, y solo oía decir a los niños que ellos lo intentaban pero no les salía nada aun y por eso les gustaba ver como eyaculaba él y el solo les respondía que ya pronto les iba a comenzar a salir lechita y que mientras les iba seguir enseñando como le salía lechita, acto seguido limpio su mano debajo del asiento y solo removiendo con su zapato lo que había caído al suelo, la verdad se me había hecho agua la boca viendo su pene, su masturbación y por ultimo su semen.
Paso el fin de semana y solo pensé en el pene de Randy, en lo obscura que era, con la cabezona roja que tenía y como expulsaba su semen, ya sabía en qué lugar irme todos los días, él no se iba en la mañanas porque sus padres lo iban a dejar, solo se iba en el bus de la tarde, paso el lunes de clase y ansioso subí al bus esperando volver a ver aquella escena.
Me senté y ahí vi que Randy subió, pero ahora no se sentó en el penúltimo asiento, si no que se sentó a la par mía, en el último asiento, me dijo que si se podía ir a la par de la ventana, a lo que le dije que sí, paso y me dijo su nombre y yo le dije el mío, y pues el bus arranco y como desde hace una semana los niños de cuarto primara se acercaron y le preguntaron si les enseñaba otra vez, yo estaba cabizbajo, no podía creer que iba a poder ver su pene más de cerca, pero me desilusiono cuando les dijo que hoy no traía ganas, y ellos insistieron pero él se mantuvo en que no tenía ganas, los niños desistieron y se fueron a sentar más adelante, y entonces él me dijo – La verdad si traigo ganas pero solo te la quiero enseñar a vos -, me sorprendió su comentario, me sonroje y sonreí tímidamente, y pensé en cómo se había dado cuenta, tanto se me noto que me gusto ver su pene, como pudo notar que yo veía con gusto y no con curiosidad, me puse muy nervioso y me sudaban las manos, yo seguía cabizbajo y de reojo vi como abrió el cierre de su pantalón y era claro que su pene ya estaba erecto, hizo a un lado la apertura de su calzoncillo para sacar su pene, y ahí estaba aquel niño de 13 años enseñándome su pene, ya no veía de reojo ya había vuelto mi cabeza para ver su pene, lo veía fijamente, su pene cabezón, me encontraba muy sonrojado, lo podía notar por lo caliente de mi cara, el comenzó a masturbarse, y yo ya estaba atónito viéndolo, como la tomaba con sus manos, bajaba y subía, sobaba su cabeza roja, se contraía para hacerla temblar, me interrumpió aquella visión diciéndome – ¿Te gusta? – mientras movía su pene con la mano, solo asentí con mi cabeza y me dijo – Si quieres la puedes tocar -, seque el sudor de mis manos con el asiento del bus, seguía muy nervioso, y acerque mi mano para tomarla, podía sentirla muy caliente, la apreté, y lleve mi mano a su cabezota roja, me llamaba mucho la atención, y comencé a sobarla con mi dedo pulgar, se sentía caliente, suave, levante mi cabeza para verlo y solo esbozo una sonrisa, a la que correspondí, y así seguí sobándole su cabezota roja, rica, que se mojaba con su liquido pre-seminal, que embarraba en su cabeza cada vez que salía un poco, me encantaba estar ahí, tomando su pene, sobando su cabeza, mientras íbamos en el bus escolar camino a casa, solo podía oír que dada leves gemidos con aquella sobadera que le daba, en eso me toma de la mano y me indica con esta que suba y baje con ella por su pene, y así comencé hacerlo, a masturbarlo, así estuve un buen rato, solo vigilaba que nadie se acercara a ver que estábamos haciendo, mi dedos estaban húmedos por el líquido pre-seminal que expulsaba su pene que terminaba frotando por su tronco, ya su pene estaba muy húmedo, ya lo masturbaba con más rapidez por lo mismo, ya resbalaba mejor mi mano desde la base hasta la punta de su pene, él se movía por la excitación, ya quería ver su semen, así que lo hice aún más rápido, para que terminara, lo oí decir – Ya mero -, hasta que sentí como se contrajo y expulsaba su semen, cayendo en mi mano, en el asiento, en su pantalón y un poco al suelo del bus, seguí sobando ya más lentamente su pene con mi mano cubierta de semen hasta que se le bajo su erección y retire mi mano, y lo voltee a ver y me dijo – Que rico me la jalaste, lo hacemos otra vez mañana? – solo sonreí y asentí con mi cabeza y dije – Si -, el limpio el semen del asiento, pantalón y con su zapato lo que había caído al sueldo y yo solo me limpie la mano debajo del asiento y luego nos bajamos cada quien en su debida parada.
Al día siguiente espere con ansias que terminaran las clases para poder volver a disfrutar de aquel momento de regreso a casa en el bus del colegio, a la hora de recreo solo nos vimos y sonreímos mutuamente y así terminaron las clases y ansioso subí al bus.
Randy subió y se sentó a la par mía como el día anterior, y el bus arranco y otra vez los niños de cuarto se acercaron y les volvió a decir que no tenía ganas y ellos se marcharon desilusionados, vaya que les daba curiosidad ver, claro ellos solo veían y no tocaban, sabía que yo iba a ser algo más que solo tocar, así que cuando se marcharon, sin perder tiempo se volvió a sacar su pene ya erecto y enseguida me tomo la mano para que lo masturbara y así lo hice, volví a sobarle su cabeza grande roja que tenía, y masturbarlo, ahí estaba yo en mi faena cuando me dice – No te gustaría darle un beso a mi verga, a ella le gustaría – a lo que le respondí – está bueno -, la verdad desde la primera vez que vi su pene no solo quería besarlo si no chuparlo todo, así que me agache y le di un beso, despacio, en la cabeza de su pene, se sentía caliente, pude sentir como en mis labios quedo su líquido que emanaba, y me lamí mis labios para saborearlo, para que mi lengua lo sintiera dulce y la vez un poco salado, volví a darle otro “beso”, despacio, pero ya abrí más mi boca para que pudiera chuparle un poco su cabeza grande roja y lamer con mi lengua la rajita de su pene para saborear un poco más de su líquido, me excitaba sentir con mi lengua lo caliente que lo tenía, podía sentir como mi lengua partía su rajita expulsando más líquido para poder seguir saboreándolo, solo lo oí decir – ¡Que rico! – agarre más confianza y me metí su pene en la boca y se lo comencé a chupar, ahí estaba yo chupando el pene de aquel niño de 13 años en el bus escolar a mis 10 años.
Así seguía disfrutando del pene de Randy, chupándolo, lamiéndolo y me lo tragaba todo hasta sentir en mis labios el roce de sus pocos vellos púbicos que tenía, le tenía todo ensalivado su pene, podía sentir como su cabeza grande llenaba mi garganta topando contra ella, me daba un poco de arcadas, la sacaba y chupaba y succionaba aquella cabezota roja que tenía que tanto me excitaba, con todo y su líquido que me bebía gustosamente, le lamía desde sus huevos hasta a la cabeza de su pene, llegando a su cabeza la chupaba sutilmente, apenas se oía pero Randy estaba gimiendo de placer, claro no podía hacerlo más fuerte para no llamar la atención de los curiosos, él me tomaba de la cabeza, metía sus dedos dentro de mi pelo, lo agarraba fuerte cada vez que chupaba y succionaba su cabeza, con mi mano izquierda tome sus huevos, no muy grandes, y los comencé a jugar mientas seguía mamando su pene, podía sentir cada uno de sus huevos en mi mano, me gustaba sentirlos, apretarlos gentilmente, se sentían muy ricos, mi otra mano acariciaba su vientre sutilmente, me sentía en éxtasis total, tener su pene llenando mi boca, mi mano izquierda sintiendo sus huevos y mi mano derecha sintiendo la piel tersa de su vientre, seguí así por un muy buen rato, hasta que dijo – Ya voy a acabar – el comenzó a mover sus caderas de arriba a abajo, cogiendo mi boca, mientras yo apretaba con mi labios el tronco de su pene, para poder así sentir con mi labios la textura de su pene, sus venas, lo caliente que estaba, sentir como se movían mis labios cada vez que su pene entraba y salía de mi boca y con ello sentir cada centímetro de su pene caliente en mi boca, mi lengua rozaba su pene cada vez que entraba y salía, lo ensalivaba, resbalaba por encima de ella, mi lengua sentía el calor, la fricción, podía sentir como su cabeza grande roja topaba y llenaba mi garganta, toda una sensación increíble, estaba disfrutando mucho del pene de Randy, hasta que sentí como se contrajo y tomo fuertemente mi pelo y comenzó a eyacular en mi boca, pude sentir como el primer chorro de semen caliente llegaba a mi garganta e instintivamente me lo tragaba, podía sentir como resbalaba su semen caliente, algo espeso por ella y así siguió llenando mi boca de la cual salía un poco de semen de las comisuras de mi boca, tragaba lo que podía, saque el pene de Randy de mi boca, levantando mi cabeza tratando que no saliera su semen de mi boca, podía sentirlo, saborearlo dentro de ella para luego tragarme cada gota que había expulsado en ella, me lo comí todo, se sentía muy rico, caliente, algo espeso con sabor dulce, un poco salado; Lo voltee a ver y le sonreí y se me quito un poco la timidez y le dije – Esta muy rico, te gusto? – Y me respondió – Si claro como no me va a gustar – estaba agitado y sonrojado, me limpie los residuos de mi boca y así termínanos ese día y muchos días más, se volvió nuestra rutina, nunca nos animamos a más por los niños curiosos y por el peligro de ser descubiertos.
A partir de ese día le mamaba su pene y me comía su semen todos los días, durante todo el resto de ese año escolar hasta que salimos del colegio y ya no lo volví a ver, ese año comí semen como nunca, no me aburrí, por ello en vacaciones me daban ganas de chupar y comer semen, pero precisamente en las vacaciones de ese año me iba a quitar las ganas el líder de los Boys Scout.
Si quieren leer más relatos míos pueden ver en la actividad de mi usuario los demás relatos que he escrito, espero sean de su agrado.
gran relato cuenta el del lider de los boys scout