El Novio de mi Madre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JEHR.
Desde qué mi padre se fue de la casa mi madre ha buscado la manera de relacionarse con cada hombre que ve en la calle, la mayoría han sido un montón de idiotas con cara de drogadictos hasta que mi mama conoció a Andrés, el trabajaba en una carpintería, el era un hombre que hacia mil trabajos para vivir, debido a que la mayoría de trabajos que hacía eran pesados el tenía un cuerpo grande y bien formado a pesar de tener 40 años.
Recuerdo la primera vez que lo vi entrar a mi casa, era alto, piel blanca cabello Rubio oscuro al igual que su barba, sus brazos era gruesos y velludos y a pesar de llevar una playera ajustada que dibujaba la silueta de su pecho perfecto, para mi era obvio que era velludo.
Curiosamente la relación estaba durando bastante y yo aprovechaba cada momento para verlo a el le gustaba levantarse en la mañana solo con una camiseta y un bóxer ajustado, yo anhelaba lamer esos muslos velludos y gruesos como troncos y pasar mi mano por ese bulto, cuando el se baña a yo entraba al cuarto, tomaba el bóxer que se había quitado, lo llevaba a mi cuarto y me masturbaba oliendo y lamiéndolo soñando con probar algún rastro de semen que podría haber en esa prenda…
Una noche mi mama y el tuvieron una pelea ya que el había llegado muy Ebro, mas de lo que acostumbraba, así que mi mama lo mando a dormir al sofá, al ver lo ebrio que estaba supe que podría aprovecharme de el y que tal vez ni siquiera recordaría nada.
Yo fui a la sala, el dormía sin camisa y sólo con sus clásicos bóxer ajustados, algo nervioso empece a pasar mi mano por sus piernas, sentía cada vello y sus reflejos me excitaban aún más, hasta que llegue a su entrepierna, lentamente baje su bóxer y pude observar su tesoro, aunque estaba Plácido era bastante grande, rodeado de un hermoso arbusto de vello público Rubio y oscuro…
Esperando que no se despertará por la ebriedad, empece a besarle el glande, lamía cada centímetro, desde sus bolas, sus muslos, su vello, de pronto vi como empezaba a crecer hasta estar completamente erecto, su pene era grueso rodeado de venas y la cabeza parecía una fresa rosa y brillante por el líquido que empezaba a brotar, yo empece a chuparlo y chuparlo, tenía un sabor dulce era como lamer la paleta más dulce y yo quería sacar todo el centro cremoso, el empezó a gemir de excitación aunque nunca abrió los ojos, yo pasaba mi lengua por todo el glande mientras mis dedos masajeaban su ano que también estaba rodeado de vello.
El no paraba de gemir pero siempre con los ojos cerrados, supuse que sabía que era yo, pero no quería que me detuviera así que con una voz baja dijo, me vengo ME VENGO!, después de un rato AHHHHHHHHHHHH! Un grito largo y callado de un placer como ninguno, yo pude ver el semen salir como una manguera abierta a presión, mientras el se relajaba yo seguía chupando su verga que ahora estaba cubierta de semen era como la crema más dulce yo chupaba su verga como esos que chupan una manguera para robar gasolina, pero yo quería SEMEN, sus piernas vibraban de placer y el solo suspiraba en sus sueños de ebrio, después de dejar seco su miembro, me puse de pie y me masturbe hasta venirme sobre su verga, el parecía evitarse otra vez, y así me recosté y volví a chupar su pene, esta vez para limpiar mi semen de el, así continúe por casi una hora ya que no podía dejar de tocarlo y lamerlo estaba obsesionado con el sabor de su verga en mi boca y la sensación de su semen y el mío bajando por mi garganta…
Finalmente, me levanté, lo cubrí con la manta y me fui a dormir, después de esa noche las cosas se calentaron más, pero eso es historia para otro momento…
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