El novio de mi vecino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En mi barrio había un chico, muy afeminado por cierto de modales finos y quien por criarse únicamente con su madre (era hijo único) y sin padre, no se, él copiaba la manera de desenvolverse de su madre. Hablaba muy afeminado, cruzaba las piernas al sentarse y ponía sus dedos al medio como una mujer, que trata de evitar que se le vea "algo", por debajo de su falda…teniendo él pantalones.
El chico era mayor que yo y todos los muchachos del barrio hacian historias sexuales de él. Un día yo fui a visitar a un amigo mio y allí estaba Carlitos con los zapatos de mujer (tacones) altos de la hermana de Iván mi amigo. Me hicieron prometer no decir nada y así en tacones mi amigo le bajó los pantalones cortos y lo penetró frente a mi, Carlitos gemía y gozaba como una mujer e Iván lo sodomizaba bien fuerte. Cuando terminaron me dijeron que me tocaba a mi meterselo, pero yo no quise, solo dejé que él me lo mamara, estaba muy nervioso, era mi primera vez en una relación así homosexual, todavía yo no me daba cuenta, que un día llegaría que yo iba a hacer lo mismo y a sentir tanto por mujeres como por hombres.
Al paso del tiempo yo supe que Carlitos estaba enamorado perdidamente de uno de los chicos más guapos de mi barrio, que era de la edad de mi hermano mayor. Decían que este lo clavaba por las noches en un río cercano, en las malezas y que ya Carlitos no quería hacerlo con los demás chicos del barrio, solo con aquel que le decían Caraballo. Lo celaba de la novia que este tenía y tengo entendido que Caraballo le pegaba, cuando él le hacía escenas de celos delante de su novia…Carlitos era como una mujer y no guardaba su discresión.
Yo tenía entonces 13 añitos recién cumplidos y una noche me bañé, me arreglé bien lindo y me vestí con un pantalón color kaki que hacia resaltar mi trasero, que modestia aparte los chicos del barrio me lo elogiaban, trasero redondo de nalgas fuertes y paradas, aunque yo era y soy delgado. Me fui por el barrio solito por allí y Caraballo pasaba en su auto, un pequeño Triumph deportivo color rojo, con el cual conquistaba a todas las chicas y más por ser un hombre hermoso y decían que bien dotado. Paró el auto y me preguntó por mi hermano. Yo le dije que no lo había visto. Rápido él cambio la conversación y me dijo que, qué nalgas paradas y ricas yo tenía. Esas palabras de él, hicieron que mi corazón latiera a mil por millas. Le contesté que no dijera eso, que si Carlitos se enteraba lo mataba a él y mi. No creas todo lo que dicen, yo no se lo meto a esa loca, me dijo. Me pidió que si quería dar una vuelta, para que probara su auto y yo acepté. Me subí y me fuí con él, estaba que me temblaban las piernas, como que presentía que esa noche… mi vida cambiaría.
Charlamos por el camino y yo cogí más confianza y ahora lo veía tan lindo, tan macho a mi lado y yo pegadito a él, por que el auto era pequeño. Me dijo que prometiera no decirle a nadie, lo que hablaríamos y yo se lo juré. Comenzó a contarme lo de Carlitos, que él era hombre y muy caliente, que el chico se le insinúo un día y él se lo cogío varias veces, pero que ya no quería por que Carlitos, lo desprestigió con su novia, en un ataque de celos y esta lo había dejado. Me dijo que siempre que iba mi casa, se embelezaba mirando mi culo, cuando yo me doblaba o me ponía de espaldas. Yo estaba ardiendo al oir todo eso, y no me salían las palabras.
Tomó suavemente mi mano y la colocó entre sus piernas, en su bulto…yo traté de retirarla, pero él me la apretó fuerte hacia abajo…y yo en mi interior no quería retirarla tampoco! Comenzé a masajarle aquel pene tan enorme por encima de sus pantalones, se sentía grande duro, me ordenó que lo sacara y yo como pude le bajé el ziper y lo saqué…que pene bello aquel, grande, gordo sin frenillo con una cabezota que parecía un hongo que destilaba ya líquido preseminal. Lo subía, lo bajaba y Caraballo con voz como de un novio romántico, me pedía que me lo metiera en la boca, "por favor mamamelo, dale, mamamelo"…No lo pensé dos veces, y me bajé en el asiento mientras él seguía guiando y me acoste entre sus piernas, metiéndome aquel anímal tan rico en la boca. Sabía tan limpio, tan rico, era mi primera vez y estaba tan caliente que parecía un profesional mamando. Tu los has echo con alguien más?… me preguntó y yo lo negaba con la cabeza, pero no me lo sacaba de la boca, ni pal qarajo!
Mientras se lo chupaba a rabiar pensaba tantas cosas…que pasó no se, pero fue tanto y tanto lo que decían, que a mi me empezó a llamar la atención el novio de de mi vecino Carlitos. Da la casualidad que Caraballo era muy amigo de mi hermano e iba a mi casa. Comenzé a verlo con otros ojos y a darme cuenta que me gustaba como hombre. Un chico blanco, mediana estatura, rubio de unos ojos color aceituna preciosos. Pensaba en él, pero nada más. Pero ahí estaba yo esa noche inolvidable, atragantado con aquel rollo de carne macisa y delciosa en mi boca!
De repente me dijo suspirando, que no me levantara que iba a entrar aun Motel, (en mi país se usan para tener sexo, más que para dormir). Cuando cerró la puerta de la marquesina, yo me baje del auto y entramos a la habitación. Se desvistió y yo lo imité. Que clase de culo tienes cabrón, que belleza me dijo y me hizo ponerme boca abajo, apoderandose de mi culo, lo besaba, me lo mordía suavemente y yo gemía y gemía, estaba en la gloria, despertaba a un placer desconocido, algo que yo no me imginaba, me iba a gustar tanto. Su lengua comenzó a entrar y salir en mi virgen hoyito, yo lo contraía por que me hacía cosquillas, que rico era ese placer! Mi vida quiero cogerte desde hoy, y quiero que me prometas que ese culo será solo mio…me decía Caraballo y yo le respondía sí, papi, sí, yo seré todo tuyo, no me importa nada..sigue, sigue, ahhhhhhhhhhh!
Se detuvo un momento, para no terminar de lo caliente que estaba, y ahi yo le besé y lamí todo su hermoso cuerpo, cuello, tetillas, ombligo, los muslos y el hermoso trofeo, que tenía para mi, entre sus piernas. Sus bolas no me cabian ambas en la boca, una a una las lamía y con la mano, me las metía adentro, él suspiraba casi, lloraba de placer. Por primera vez probé la lengua y los besos de un macho ardiente que me devoraba, yo de 13 y él de 20 años. Pero en aquellos momentos no existían diferencias ni edad, ni sexo…solo era darnos placer, amor, gozo. Cuando Caraballo me puso en cuatro y me comenzó a penetrar, lo hizo suavemente, docílmente, me dolía aun así mucho, pero aguantaba hasta que entró todo en mi culo, recién inaugurado. Me mordía la nuca y yo le ponía mis labios, me mordía salvajemente, estaba como poseído, pero no me lástimaba, todo mi cuerpo era placer…ese hombre me llevó a lo máximo del placer, todo yo vibraba, ahora yo sabía lo que sentía Carlitos y las mujeres que estubieron con él…por eso él, era tan amado y deseado.
Comenzó a entrar y a salir de mi suavemente y cuando comprendío, que ya no me dolía mucho y yo le empezé a culiar, me empezó a dar verga de la buena, entraba y la sacaba casi entera, para clavármela enterita, en mi culito ardiente. Yo le gritaba que no me la sacara, que mi culo era suyo y de nadie más y eso lo volvía como loco, arrremetiendo contra mi culo con todo su vigor de macho en celo. Yo mismo no me conocía, de repente me convertí en una máquina sexual, que abría y cerraba mi ano, aprisionando fuertemente el pene de Caraballo…quien me decía: que rico eso que me haces, nadie nunca me hizo eso, que rico, esta verga es tuya desde hoy, papito, este bicho es solo tuyo, ahhhhh.
Cuando no pudo más me bañó interiormente de su leche, y yo terminé en tremenda venida. Le pedí que no me la sacara aún y hasta que se puso flácida ahí estubo en mi culo. Descansamos, nos besamos y nos juramos amor, eramos como dos vólcanes en errupción. Me echo tres polvos esa noche, con las piernas en su cuello, yo sentado encima de él, con el culo hacia arriba en el borde de la cama, wow, que si me la metió!
Desde ese día fui de él y por más discretos que fuimos…Carlitos se enteró, me llamaba, me insultaba y yo se lo negaba. Me amenazó con decirles a mis padres y hermanos que yo era maricón y que metía con Carraballo. Y un día no pude más y nos dimos hasta dentro del pelo, el lloró y gritó en un arranque le dije: No me jodas más, yo estoy con Caraballo y lo amo más que a mi vida…pero no le hago daño como hacías tú, yo no voy pregonando por ahí, que él es mi novio, ni nada de eso. Ahora dilo a quien quieras! Luego me dio pena, por que Carlitos se fue derrotado y envuelto en llanto. decían que lo tuvieron que llevar al médico, a Emergencias por que le dió, un ataque de nervios.
Muchos se enteraron que yo cogía ese día y de lo nuestro. Por suerte mi familia no lo supo y si lo supieron lo disimularon. Yo seguí con Caraballo mucho tiempo hasta que, él se casó, y aun asi, me daba sexo, cada vez que podía. Y yo no lo hacía con nadie más. Jamás Carlitos me habló, hasta hace poco. La vida ha seguido y aunque no es seguido, y cada cual tiene lo suyo…de vez en cuando Caraballo y yo nos ensartamos y me hace sentir todavía la misma pasión y locura de nuestra primera noche. Dios lo guarde siempre. Y a Carlitos que me perdone, vecino en el corazón y en el culo…no se manda…nos mandan!
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