El Oso de mi Vida parte 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Hamlet666Gray.
Para continuar con el muy sexual y desenfrenado año 2008, en diciembre había llegado al hartazgo sobre mi vida, solo el sexo me mantenía vivo. Deseaba suicidarme el 24 de diciembre, era definitivo. Pero antes concluiría mi vida con mucho sexo, así que ideé verme con varios hombres que conocí en Manhunt, o mas bien, ese era el plan. Para el día 13 tenia ya la posibilidad de que la semana tuviera tres cogidas con tres tipos distintos, o eso parecía….
El último que conocí en la pagina era un Oso en sus cuarenta, el mas atractivo de los tres, pero el que menos se lanzó en seguida con falsas promesas, eso me atrajo, comencé a chatear con él en la madrugada, por desgracia mi computadora fallaba y como era laptop la batería estaba ya mal y tenia que agarrar el cable para que no se apagara, mientras contestaba con la mano izquierda….por lo que no era tan rápido. El Oso al que llamare J se desconectó tras despedirse, me sentí mal y creí ya no sabría de él, aunque habíamos intercambiado teléfonos. Horas mas tarde me mando un mensaje diciendo estaba cansado y que me tardaba en contestar, le conté del porque y quedamos en vernos el miércoles siguiente, una semana justa antes de mi planeado suicidio.
Entre tanto, los otros dos dejaron de dar señales de vida y al final, no se hizo nada con ellos. Pero me enganche con J, los siguientes días fuimos conociéndonos mas, me dijo trabajaba en teatro y como maestro. Que le gustaban mucho los chicos jóvenes como yo, delgados y pequeños, ademas de alguna que otra preferencia a la hora de coger, como chupar el culo. Sentí teníamos varias cosas en común y sin darme cuenta estaba emocionado por conocerle. El martes en la noche quedamos de vernos al otro día a las 10am, en un paradero, puesto no sabia llegar a donde vive. Me fui a dormir nervioso y ansioso, como siempre que voy a conocer alguien y coger, pero esta vez incluso sentí mas, apenas si pude conciliar el sueño.
Muy nervioso y emocionado me fui a verlo, debido a lo mismo, me fui por vez primero directo al tren, me confundí respecto a lo que me dijo de donde vivía. Estando en la estación que entendí era por donde vivía, lo llamé y me dijo no era esa y me dijo era la siguiente, pero que no habíamos quedado así. Lo preocupe y me sentí perdido. De todas formas dijo fuera a esa estación y saliera, que iría por mí en taxi. Así lo hice y al salir, estar esperando me puse mas nervioso, con un vacío en el estomago. Sentía cada minuto era una eternidad, y sin embargo, no tardo en llegar.
Pasaron algunos taxis pero nadie bajaba afuera. Hasta que vi uno que se detuvo y bajó un señor de gran tamaño, gordito, barbado, de piel blanca, cabello negro y vestido completamente de blanco, justo lo opuesto a mí, ya que me vestí ese día de negro. Y fue muy raro, inexplicable; cuando lo vi sentí algo que nunca había sentido con nadie. Una sensación increíble. Me saludo y subimos al taxi, dirigiéndonos a su casa. Me deposite en tus manos, confié en él. No dejábamos de mirarnos y ya deseaba llegar, hablábamos de algunas cosas hasta que llegamos.
Abrió y subimos a su habitación, íbamos hablando y de repente comenzamos a besarnos, tocarnos, acariciarnos y dejarnos llevar…Sencillamente su lengua se sentía espectacular. Fuimos quitándonos la ropa el uno al otro, descubriendo cada parte de nuestro cuerpo. Su pecho peludo me extasió, lo olí y era ¡wow! Ya estábamos sobre la cama desnudos, acariciaba mi culo y yo no dejaba de maravillarme de su cuerpo peludo, además sentía no era cualquier hombre. Era el hombre que tanto había deseado conocer y mas aun, tocar.
Comenzó a lamer mis pezones, excitandome mucho, lamió mis poca peludas axilas provocando gemir en éxtasis, entonces bajó a mi abdomen y siguió besando, hasta que se apoderó de mi pene, chupándome el glande con gran maestría. Se fue introduciendo en la boca, poco a poco, mi miembro y deleitándome con su voraz lengua. Tras esto, fue mi turno de proporcionarle placer. Lamí sus pezones mientras gemía muy rico, y pasando mi nariz por su peludo pecho, posteriormente bajé y comencé a chuparle la verga un rato ( la cual era de un tamaño normal, pero eso sí particularmente gruesa, rodeado de una mata de pelos negros), lanzando exclamaciones de deseo, también chupé un poco sus bolas…
Seguí chupándosela y me pidió me subiera encima y mientras continuaba con mi placentera tarea, él abría mi culo muy rico, comenzando a introducirme su lengua por ahí, me dio unas lamidas de antología, me lo estaba abriendo deliciosamente, deleitándose y comiéndose mi agujero engolosinado. Tras dilatarme así y que prácticamente estuviera sentado en su cara, empezó a introducirme un dedo, ¡wow! era un placer incomparable. Vino un segundo dedo y mi agujero se abría, listo para recibir su verga.
– Ponte de perrito -me dijo con la voz entrecortada.
Lo obedecí, en tanto cubría su pito con un condón y me la fue metiendo poco a poco. Dolió un poco pese a sus esfuerzos linguales, pero siempre he sufrido al ser penetrado. Trataba de alejar el dolor y concentrarme en disfrutar pero tenia un rato de que no me la metían bien, J ya me estaba cabalgando delicioso. Azotando fuerte mis nalgas con su verga hasta que tras un poco más lo oí con la respiración entrecortada y su verga entras mas dentro mientras se venia tras unas contracciones que me mataron de placer.
Lo mejor vendría a continuación, cuando me dirigí a su parte trasera. Estaba acostado boca abajo. Pude apreciar un par de suculentas nalgas, listas para ser exploradas y abiertas. Mi estado de excitación era bastante elevado y abrí su culo, rodeado de cierta vellosidad, no tanta como en otras partes, pero que lucía muy bien. Comencé a chuparle el culo y gimió delicioso, le encantaba como le acariciaba con la lengua su agujero. Después vinieron algunos dedos, dilatándolo y listo para penetrar, lo cual tenía meses que no hacía.
-Métemela nene -dijo impaciente.
Me ayudó a ponerme el condón y dirigí mi verga a su entrada. Se la deje ir así como iba pero no hubo queja, solo jadeos de placer, las estocadas estaban a tope y le di duro, aprovechando que por su tamaño no habría problema y mi mano se dirigió a su pene, a masturbarlo mientras me lo cogía. Pero me quitó la mano, dijo no le gustaba de esa forma. Seguí dándole con mucho ímpetu; y debido al placer acumulado, solo bombee un poco, unas estocadas mas y no tarde en venirse delicioso en su culo. Un orgasmo inigualable.
Descansamos un rato, mientras platicábamos y hallábamos mas cosas en común, de pronto todo encajaba; ademas de mencionar lo mucho que le gustó mi culo.
-Tu culo me gustó demasiado -menciono.
-A mi también el tuyo -dije sin parar de verlo a los ojos.
Me tomó unas fotos y seguimos hablando, con ganas de proseguir y darnos mas, nos besamos y besó mis axilas, las cuales le fascinaron mucho, tras lo cual me puso en cuatro, me abrió las nalgas e introdujo su lengua. Me estaba proporcionando mucho placer, lo cual continuo con sus dedos y pronto su verga ocupo el lugar, realmente fue todo tan rápido. Esta vez no me dolió y lo disfrute mas. Me colocó a la orilla de la cama en cuatro seguía y él parado me la dejó ir con todo. Pasó poco tiempo para que se viniera.
Volví a disfrutar de su culo nuevamente tras la enculada que me dio. Me extasiaba de chuparle su agujero y sólo oía como lo disfrutaba, en un delirio de placer inusitado. Entró mas fácil esta vez mi pito, dure un poco mas que él dándole con muchas ganas hasta que me derrame en su culo. Entonces me percaté no traía condón pero por alguna razón aquello no me importó. Su culo quedó impregnado de mi semen.
Mas risas y miradas de complicidad, hasta que me dijo que quería fuese su pareja, lo cual me sorprendió de sobremanera y le dije que debía pensarlo, que todo estaba pasando muy rápido, que tal vez no deberíamos tomarlo con tanta prisa.
-Bueno, me das la respuesta mañana que te vea -dijo muy seguro.
-¿Mañana? -dudé: Y en mi mente vi líos y situaciones pero no le dije nada, de pronto se me vino del recuerdo del plan suicida. Esto lo cambiaba todo. Me preguntó que quería comer, que yo escogiera. Dije sushi y menciono nunca lo había probado y nos fuimos a una plaza cercana. Antes él me vistió y yo a él, fue algo muy erótico. Recuerdo colocando sus pies en su zapatos blancos y picudos y como me apretaba el cinturón mas lo que debía…
Cominos el sushi y le encantó, estábamos encantado el uno con el otro. Un helado y comprar unas cosas, debía partir a un ensayo y nos despedimos con la promesa de vernos al otro día. No quería dejarlo pero debía irse, además me invadió la angustia, la sensación de tal vez no soportar el que me la estuviera pasando tan bien, que finalmente hubiera hallado a alguien… Me dejó hechizado, después de todo es hechicero pensé. Mas tarde, en casa, recibí un mensaje que me hizo estremecer: "Estoy lleno de ti y eso me hace el hombre mas feliz". Eso sellaba unos de los mejores días de mi vida, lo hizo insuperable. Todavía no daba crédito a que me propusiera ser su pareja, estaba asustado y aterrado porque de pronto todo esta sucediendo, las cosas estaban saliendo bien. En mi mente trastornada eso estaba mal, quizá era un sueño, una fantasía, pero no…ocurría en realidad. ¿Ahora que iba a hacer?
Continuará….
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!