EL PEQUEÑO JOEL
El hombre se queda totalmente perplejo e intrigado por lo que ve, y de inmediato se cerciora que no haya nadie más que los esté observando….
Alan es un hombre de 24 años, trigueño y musculoso que vive solo en su departamento y trabaja como tatuador. Un viernes por la tarde Alan salio al balcón de su departamento para fumar y de repente, al mirar hacia la casa del frente, casi se traga todo el humo del cigarrillo al darse cuenta que un niño como de 5 años le estaba chupando el pene a otro niño como de 10. El hombre se queda totalmente perplejo e intrigado por lo que ve, y de inmediato se cerciora de que no haya nadie más que los esté observando y al mismo tiempo se pregunta: Por qué esos niños estarían haciendo eso..?
Muy pensativo, el hombre sigue observándolos y se da cuenta que el pequeño niño era muy blanquito, delgadito y de cabellos castaños. Parecía de 4 años pero disfrutaba mucho chupar el pipí del otro, porque aguantaba bien las embestidas que éste le daba y parecía que no era la primera vez que hacían eso. Y al mismo tiempo que mamaba como un ternerito sediento, el pequeñito sentía como el otro niño le manoseaba y agarraba su redondito y tierno traserito. Y luego de estarle dando por la boca por un buen rato, el niño más grande le ordenó que se pusiera en posición de perrito sobre la cama y entonces se colocó detrás de él y empezó a pasarle los dedos y a metérselos por su culito. Los gemidos emitidos por el pequeño niño lograron ser escuchados por Alan, quien ya se encontraba muy excitado a pesar de ser hetero y los seguía viendo discretamente. El niño grande no era tan blanco como el pequeño pero sí era mucho más fuerte y parecía estar bajo los efectos de alguna sustancia, cosa que a Alan no le importaba, pues él sólo veía todo lo que pasaba.
El niño grande seguía metiéndole los dedos y el pequeño muy ansioso le decía: ya métemela! métemela!
Por lo que sin esperar más, el fuerte niño se acomodó detrás del pequeño para penetrarlo. Su pene medía como 13cm y aunque no era muy grueso, se veía muy duro, tan duro que hizo que el niñito grite cuando de un solo empujón se lo metió. Así Alan supo que esa no era la primera vez que lo penetraba.
Aquella excitante escena hizo que al hombre se le ponga bien dura la verga y de inmediato empezó a grabar con la cámara de su celular todo lo que hacían. El niño grande seguía metiéndole casi todo su pene por el culito al pequeño que muy sumiso solo gemía y a veces gritaba. Talvez por dolor, o por placer..?
La verga de Alan le incomodaba, quería sacarla, por lo que discretamente se bajó el cierre del pantalón y empezó a masturbarse. El niño grande cada vez se movía más y más duro y también más y más rápido y lo penetraba con más intensidad al pequeñito niño que solo aguantaba, se quejaba y al mismo tiempo parecía gozar con lo que le hacía. Hasta que por un movimiento brusco el pequeñito gritó y se estremeció mucho. Tenía todo el pene del otro niño clavado por completo en su pequeño culito. Y como no dejaba de gritar y gritar, el niño grande le tapó la boca y no se detuvo. Siguió dándole verga sin parar hasta que finalmente se detuvo y Alan se dio cuenta que le estaba terminando y llenando de leche su tierno culito. Y en ese mismo momento el hombre también expulsó varios chorros de semen por la rica escena que veía .
Después los niños simplemente se fueron a otro cuarto de la casa sin haberse dado cuenta que aquel adulto había visto todo lo que acababan de hacer.
Ese mismo día por la noche, ya en su cama, Alan se volvió a masturbar viendo el video que había grabado, imaginando cómo sería cogerse a su pequeño vecino. Y al día siguiente como de costumbre el hombre tenía que irse a trabajar, pero colocó una cámara escondida para de ese modo grabar todo lo que sucediera en la casa de sus vecinos.
Continuará…
Qué rico relato. Siempre he tenido la fantasía de tener vecinos que hagan eso.
Uff
Este tipo de relatos me encantan.
Muy buen trabajo!!!