El pequeño niño por el camino. Parte II
Segundo encuentro…y una pequeña sorpresa.
Hola. Segunda parte de mi encuentro con niño por el camino. Verdad o fantasía? Depende de su percepción.
Pasaron cerca de dos semanas. Yo seguía yendo a pasear por las tardes, los primeros días con un poco de temor por no saber si el niño podía haber contado algo a alguien. En una tarde, al pasar por las casa abandonada donde se había dado nuestro primer encuentro, escuché que alguien me llamaba y al voltear, sorpresa!!! Era Ricardito quienme hacía señas de que fuera hacia él.
Anticipando el placer, me acerqué hacia él, lo saludé y abracé, le pregunté cómo estaba y me dijo que bien.
–Y qué cuentas? Te gustaría jugar de nuevo como la otra vez?
— Sí señor, pero…
— Pero qué? No te gustó?
–Sí, pero es que…
— Qué cosa? Dímelo, anda…
— Es que…traje a mi hermanito conmigo?
— A quién? A tu hermanito?
— Sí, a mi hermanito Juan. (Llamándolo) Juan, Juan, ven acá!
Y salió de atrás de una barda, un niño de casi seis añitos hermoso: guerito, delgadito, ojitos verdes y con una boquita que invitaba a besarla… Al verlo mi corazón se aceleró. Me acerqué a él, lo abracé, mesé sus cabellos y le dije:
–Así que tú eres Juanito? Estás muy lindo, niño…y lo estreché aun más contra mi cuerpo. Luego lo solté y me dirigí a Ricardito Ñ
–Pero, Ricardo, no podemos jugar con tu hermanito aquí. Qué tal que luego cuente algo?
Ricky: es que, se acuerda que la otra vez no quise chuparle su pito?
–Sí, lo recuerdo. Y qué con tu hermano?
— Es que el otro día los sorprendí a él y a mi primo Jorge en el baño. Y Juanito se la mamaba a Jorge…así que le dije que viniera conmigo, que Usted nos iba a dar algo si él se la mamaba. Mi primo ni le da nada…
–Mmmmhhh…No sé. Qué tal si se asusta o dice algo? Está muy chico, además…
— No se crea, mi primo dice que ya tiene tiempo que se lo chupa. se nota que le encanta…
— A ver, Juanito, ven acá. Es cierto que estás de acuerdo en mamarme el pito?
Juanito: Sí, señor…
Yo: Y no vas a contar nada después?
Juanito: No, señor…
— Mmmmhhh…seguro? Y él asintió con su cabeza.
— Vamos a ver si es cierto…
Y lo abracé y comencé a acariciar, besé un poco su tierna boca y desabotoné su camisita para besar su pechito, su cuello, su pancita y sus pezoncitos.. Él solo se dejaba hacer y de vez en cuando soltaba risitas por las cosquillitas que le hacía según él…luego, le pedí desabrocharse su pantalón y bajárselo junto con sus trucitas para verle su pitito.
Lo hizo, al verlo así, dócil y obediente, me olvidé de todo y me puse a darle un masaje suave a su penecito y testículos hasta lograr una erección, jalé su prepucio y comencé a llenar de besos sus genitales hasta comérmelos por entero pues por su tamaño, no era difícil ello.
Luego, le dije a Ricardo:
— Ven tú también a jugar con nosotros, anda. Bájate el pantalón y acércate para chupártelo también.
Así lo hizo, así que me alterné entre esos dos penecitos. Luego, incorporándome, les dije:
–Bueno, mis niños, ahora van Ustedes. Primero tú, Ricardo, anda.
–No, señor, ya le dije que eso no me gusta, mejor mi hermano.
— Primero tú, anda…
Se acercó, tomó mi pene entre sus manos, lo tocó y masturbó un poco. Se acercaba, abría su boca, pero no se animaba a meter en ella mi pene.
— Mira, Ricardo, cierra tus ojos y piensa que es otra cosa, anda, tú puedes…
— Lo hizo y me lo chupó, conteniendo su respiración, como unas diez veces. Luego, escupió, tosió un poco, se limpió con el dorso de su mano la boca e incluso se arqueó un poco.
— Le dije que eso no me gustaba, me dió asco, casi me vomito, ve?
— Ni modo, lo bueno fue que lo intentaste aunque sea…
— Vamos a ver si tu hermanito lo hace mejor. A ver, Juanito, enséñale a tu hermano cómo se hace…
Sentir esas manitas trémulas apretar mi pene, abrir su boquita y engullir en ella mi glande y un poco más fue tocar el cielo por un instante.
–Mira nomás, qué lindo niño!!! Así lo tiene tu primo?
Juanito: (Sacando el pene de su boca) No, señor, él lo tiene mas chiquito, delgadito, no tiene pelos ni echa esa salivita que le sale al suyo de aquí (tocando orificio de uretra)
Yo: No es salivita, es un juguito que nos sale a los hombres cuando nuestro pito está feliz.
Juanito: Y su pito está feliz ahorita?
Yo: Muy feliz, por eso se puso tan duro. Y si lo sigues mamando lo harás más feliz aun y te dará una rica lechita para que te la bebas toda. Mientras más feliz lo hagas, más juguito y lechita te dará…así que sigue haciéndolo, lo estás haciendo muy bien…mmmhhh, qué rica lengua tienes y qué rico la lames y chupas…Me encanta. Y luego de un rato, cuando estaba por venirme le pedí parar…
–Qué pasa, Señor? No le gusta como lo hago?
–Me encanta, amorcito, pero es que ya casi me vengo… Vas a querer que te eche la lechita en tu boca? Y te la vas a beber toda, verdad?
— Si, señor
— Bueno, sigue entonces, ya mero te doy tu premio por mamar tan rico…
Y me vine como nunca en esa boquita, Juanito, batalló un poco, se asombró por tanta leche en su boca, se atragantó un poco, pero se la pasó toda…
— Ay, niño, no sabes lo feliz que me hiciste y a mi pito también! Mira, aun sale poquita, lámela con tu lenguita, que me quede limpio mi pito. Y él lo hizo. Luego, dirigiéndome a Ricardo le dije:
— Ni modo, ahora tu hermanito se ganó su buen premio y tú nada.
El se agachó, se puso triste y unas pequeñas lágrimas asomaron a sus ojitos.
Lo abracé y le dije:
–No te creas, estaba jugando, claro que te voy a dar tu buen premio también. Claro, si quieres dejarme jugar como la otra vez en tu culito con mi pito.
Ricky: Quiere que me ponga para que me meta su pito en mi culo?
Yo: Sólo si tú quieres, si no quieres, no…
Juanito: Le va a meter el pito en el culo? A poco se puede?
Yo: Claro que se puede…quieres verlo?
Juanito: Se lo va a meter todo? A poco le va a caber? Y no le va a doler?
Ay! Los niños y su insaciable curiosidad…
— No se lo voy a meter toda, nomás la cabecita y poquito más, le va a doler pero poquito…
— Y puedo ver cuando se lo meta?
— Si tú quieres y tu hermano te deja verlo, sí… Aparte, él vió cuando tú me lo mamaste. así que no creo que diga que no…pero no te vas a asustar o a andar después contando lo que veas y hacemos, eh?
— Claro que no, señor
— Bueno, Ricardo, bájate el pantalón y las truzas y acomódate. Mientras que tu hermanito me la chupe un poco para que me la llene de salivita y así te entre mejor y te duela menos…
Ellos hicieron cuanto les dije, luego, me coloqué atrás de Ricardo, le abrí sus nalguitas y jugueteé con mi lengua en su anillito para lubricarlo un poco, puse la punta de mi pene en la entrada de su anito, empujé un poco y…de nuevo esa sensación de deslizarse adentro al abrirse su capullito, sentir su estrechez apretarme el glande…
Ricky: Ay, señor, ya entró! Ay, me duele…
Yo: Aguanta, Ricardito, todavía no te entra ni la cabecita entera. Verdad, Juanito?
Juanito se rió un poco al ver cómo entraba mi pene en su hermano y le dijo que no, que faltaba poquito para que entrara la cabeza…
Yo: Ves? Te lo dije…aún te duele?
Ricky: Ya casi no, solo siento como piquetitos en mi colita, como punzaditas…
Yo: Aguanta un poco, la vez pasada te lo metí mas, si?
Ricky: Pero poquito nomás, yo le digo hasta donde..
Yo: Ajá. y empujé un poco más del glande, casi hasta la mitad.
Ricky: Ay, ay, ay, me duele mucho! Sáquelo, por favor…ay, ay, ay!!!
Yo: shhhttt, deja de gritar que nos pueden oír y ver. Ya no te lo voy a meter más, hasta ahi nomás, pues. Pero te lo voy a sacar y meter hasta que me salga la lechita, sí? y si quieres, que tu hermanito me agarre el pito hasta donde te entró, para que no tengas miedo que te lo meta más, sirve que me lo jala para venirme más pronto…Sí, Juanito?
Juanito: Sí señor…
Y así lo hicimos hasta deslecharme dentro de ese culito hermoso y apretadito… Al final, les dí las gracias, los abracé y llené de besos y claro, les dí su premio a los dos.
Saludos! Nos leemos pronto.
Que Riko
Gracias!
No mames que delicia…
Excelente… se me ocurre que debes invitar al primito de Ricky que al parecer es uno o dos años más grandecito y así sirve para entrenar a ambos y que el señor los pueda penetrar más adelante. También se me ocurre que podrías adelantar este cuento un par de años para que ellos crezcan «solo un poco» y estén más entrenados. Además, de invitar a más chiquilines o familiares de sus edades que puedan transitar por ese paraje. Sigué adelante <3
Estaría bien. Tomaré en cuenta sus sugerencias. Gracias!
Si está delicoso el relato, usa a ellos para que te traigan más niños pequeños a culiar y les pagas, te traigan a sus ojos y otros familiares y si tienes a algún amigo lo lleves a qué culee