El pequeño niño por el camino. Parte III
Mis niños y su primo.
Hola, lectores de SST. Va la tercera parte de esta saga, esperando sea de su agrado.
Como a la semana de mi último encuentro con Ricardo y su hermano Juanito, cierta vez, al pasar por la casa abandonada escuché que alguien me hablaba:
–señor Francisco, señor Francisco…
Era una voz infantil pero no la de mis niños. Curioso, me dirigí al lugar donde se escuchaba esa voz y veo atrás de unas paredes de adobe, a un niño como de entre 10 y 11 años…
–Qué pasa, niño? No te conozco, ¿Quién eres?
–Me llamo Enrique, señor, soy primo de Ricky y Juanito.
–Ah, y qué quieres?
–Es que Juanito me contó que hace días se lo mamó a Usted y que le dió algo a cambio…(agachado)
–Ah, ¿y tú también vas a jugar como ellos? ¿Me lo vas a chupar y a dejar que la meta en tu anillito?
— Sí, pero a cambio quiero que me ayude a cogerme a mis dos primos, especialmente a Juanito. Me dijo que se siente bien y que su hermano le dijo que casi no duele, pero yo no he podido hacerlo…
–Mmmhhh no se. ¿Y tus primitos.no.vinieron?
— Sí señor…Juan, Ricardo, salgan
Y salieron de atrás de una barda de adobe mis dos niños , los saludé, abracé y acaricié un poco. Luego, dirigiéndose a Juanito le dije:
— Juanito, mi.amorcito.lindo, ¿Es cierto lo que me dijo Enrique? ¿Que quieres saber qué se siente que te lo metan cómo a tu hermano?
Juanito: Sí, señor…(apenado)
Ricky: Yo le digo que está pendejo, que mejor se deje de Usted.
Yo: Todo a su tiempo, a ver, Enrique, enséñame tu pito…
Enrique: Si, y con un poco de vergüenza, se sacó su penecito y lo masturbó un poco para tenerlo bien erecto…
Yo: Mmmhhh…Por su tamaño (un poco grande para su edad, delgadito, lampiño y de unos 10 cms) yo creo sí puedes metérsela a Juanito.
Enrique (ilusionado): ¿En serio?
Yo: Claro, a ver muéstrame cómo lo haces o has tratado de hacer.
Enrique: Sí, señor…
Y desnudó a Juanito, bajando sus pantaloncitos y truza, lo acomodó para metérsela, escupió un poco, lo puso en su entradita, empujó un poco y nada, no entró. Lo intentó varias veces más y nada…
Yo: Mmmhhh ya veo. Lo que pasa es que tú penecito aún no produce presemen, un líquido que ayuda a qué nuestro pene entre y se deslice mejor y aparte, Juanito está muy tenso y muy cerradito. Lo que debes hacer es dilatarlo un poco…¿quieres que te muestre cómo?
Enrique: Sí, señor…
Ven para acá y ponte como pusiste a Juanito, tranquilo, no te la voy a meter aún…
Él hizo lo que le dije, bajó su pantalón y truzas y se puso para ser cogido. Yo, saqué un poco de papel higiénico, seque con él el presemen de mi pene, lo acerqué a su anito, empujé y nada, solamente lo lastimaba.
— ¿Ves cómo no se puede así? Ahora, voy a enseñarte cómo hacerle…va? Y él asintió.
Entonces, acaricié un.poco sus nalguitas y agachandose a su altura, las llené de besos, pasé mi lengua por ellas, las abrí y besé su cerrado agujerito, pasé mi lengua por el y la metí un poco. El solo se dejaba hacer y se reía nervioso…
–Ahora, voy a tratar de meter este dedito aquí, mételo en tu boca y llénalo de saliva y yo de presemen, verás qué fácil entra.
–¿ Me va a doler?
— Casi no…
Y lo hice. Metí mi dedo índice en él, lo sacaba y metía, haciendo círculos para dilatar su apretado y virginal anito.
Luego, fueron dos dedos y finalmente tres.
— Ya estás listo. Juanito, mámame la verga y llenala con tu saliva…
Así lo hizo, luego, lo puse en posición de penetrarlo, coloqué mi glande en su anito dilatado y…¡Qué delicia sentir como entraba la punta de mi pene entre sus nalguitas y cómo sus esfínteres se abrian!
Enrique: Ay, señor, me duele!
Yo: Tranquilo, solamente ha entrado la cabecita. Voy a dejarlo ahí para que tu culito se acostumbré…
Luego de un rato.le pregunté y dijo que ya casi no le dolía pero que sentía muy caliente y abierto su culo…
–Ahora, voy a sacarla y meterla suavemente, cada vez va a ir entrando un pocoovo más..
Así lo hice hasta meterle la mitad y ahí me pidió parar.
—Uy, apenas va como la mitad..eso es lo que aguanta Ricardo. A ti te entra más…quieres que lo intente?
–Sí, pero despacito. Por favor…
Lo sujeté fuertemente de la cintura y le dejé ir lo que faltaba, hasta chocar mis testículos con sus nalguitas…
—Ay, ay, ay!!! Saquelo, me duele mucho y siento que me arde…ay, ay, ay..
—Ssshhhtt…ya pasó tranquilo. Ya entró toda, no te muevas. Ahora sí, voy a meterla y sacarla, verás que tu dolor se va…
Y así lo hice largo rato hasta casi venirme cuando sentí no aguantar más, se la saqué y ofrecí a Juanito para que a fuera su boca y echar ahí mi semen. Él, obediente, lo hizo…
— Ya ves que sí se pudo? Ahora, a ver,.inténtalo así con Juanito…
Así que puso a Juanito agatas, lamió y lengueteó su hoyito lo dilató con uno y dos deditos suyos, lo puso a mamarla para que le dejara saliva, yo le puse presemen y semen míos en su penecito y colita de Juan. Puso la cabecita de su erecto pitito en el hoyito de su primo. Empujó y ….se deslizó por entero en el estrecho ano de Juanito.
Juanito solo apretó sus manitas y unas lágrimas asomaron a sus ojos, pero aguantó. Yo por mi parte, puse a un lado a Ricky para penetrarlo ahora sí por entero lo cual logré hasta correrme y llenar sus intestinos con mi semen. Enrique cogió largo rato a su primo hasta sentir un orgasmo (seco). Sacó su penecito algo irritado, al igual que la colita del primo, nos vestimos en silencio, los abracé, besé y acaricié..
Los despedí y les dí algo.para que lo compartieran entre sí.
Hasta aquí está tercera parte. Espero.les guste.
¡Saludos y nos leemos pronto!
Acá te esperaré para seguirte leyendo <3
Amo tus relatos, no dejes de compartir experiencias