El pequeño Tomás y su tío Julián.
El inicio del todo..
Remontémonos a un par de meses atrás, cuando Tomás tenía 4 años todavía…
Era un martes por la tarde, Julián fue de visita a casa de su hermana, con quien conversaba en la cocina tomando un té negro que tanto les gusta a ambos. La hermana cocina a la espera del esposo mientras el pequeño Tomás juega en el cuarto de sus padres.
– No seas malo Juli, ve a ver qué hace Tomasito, hay mucho silencio y eso nunca es bueno con un niño de su edad.
– Vale mana, ya regreso.
Julián ya se había comido a varios nenes y nenas de la edad de Tomás, nunca había pensado en su sobrino como una presa más, pero tampoco le era indiferente, los nenes y nenas que se había cogido con hijos, sobrinos, hermanos y hasta nietos de su grupo de amigos que gustan de la “carne selecta”, pero lo que se encontró en el cuarto de su hermana y cuñado encendió todo su lívido.
Un nene de 4 años escondido detrás del armario, ojos cerrados y visible cara de placer, “vestido” de mujer con una falda cortita de colegiala que imaginó sería de su hermana y un bra, la falda levantada y dos deditos del nene hurgando en su culito.
Julián llamó por su nombre a Tomás que abrió los ojos como plato, al verse descubierto por su tío el infante comenzó a llorar, de inmediato Julián se asomó al pasillo y le dijo a su hermana que se quedaría a jugar con su sobrino un rato, la ingenua sonrió – eres tan buen hermano y tío, diviértanse – de inmediato Julián corrió con Tomás, lo cargó en brazos, lo llevó al cuarto del menor, cerró la puerta detrás de él, se sentó en la cama y lo puso en sus piernas.
– Tranquilo papi, no le voy a decir nada a tus papis, por que si les digo, vas a tener muchos problemas y se van a enojar mucho contigo – el nene lloró cuando escucho eso y le pedía a su tío que por favor no lo hiciera – No tranquilo mi amor, deja te explico, yo sé que algunos niños nacen queriendo ser niñas y les gusta vestirse de mujer y que le metan pipis por la colita, es más, si quieres, yo te puedo ayudar a sentir como niña, pero esto tiene que ser un secreto entre nosotros, si tu mami o papi se enteran, vas a tener muchos problemas ¡y ya no te van a querer! Así que, si prometes guardar el secreto, yo voy a ser tu novio y te voy a transformar en una niña hermosa ¿Quieres mi niño? –
El inocente niño no entendía bien que pasaba, pero el quería y confiaba en su tío, tampoco quería que sus papás ya no lo quisieran, así que con toda la inocencia de un nene de 4 años le dijo que si a su tío, que guardaría el secreto.
Julián dejó al nene en su cuarto, sentado en su cama semi desnudo, vestido de mujer, corrió al cuarto de su hermana y cuñado en búsqueda de algo que lubricara y lo único que encontró fue vaselina y unas toallitas húmedas para quitar maquillaje.
Regresó al cuarto con su sobrino, cerró la puerta detrás de él, tomó al nene en sus brazos, se sentó en la cama, sentó a su sobrino con las piernas abiertas de frente a él, se untó vaselina en su dedo índice derecho, con su mano derecha sujetó al nene por la espalda – Mírame mi amor, mírame a los ojos – el hermoso nene de facciones femeninas como ya se contó en el anterior relato, miraba a su tío confundido y nervioso, pero emocionado, ¡Quería ser una niña!
Julián sobaba la espalda del nene y le daba besitos en su rostro, con su dedo de la mano derecha embarrado de vaselina comenzó a esparcirla por el anito del nene, un suave masaje en círculos haciendo una leve presión relajaba al nene que se dejaba hacer y suspiraba ante todas las sensaciones nuevas que sentía. De vez en vez Julián tocaba los huevitos de su sobrino con el dedo, colgaban flácidos, Julián los tomaba con sus dedos, los acariciaba y apretaba despacito, a Tomás esto no le decía nada, pero de todos modos se dejaba hacer.
Los labios del nene estaban ligeramente abiertos, exhalaban un dulce aliento que mareaba a Julián, se sentía ebrio de placer y de la nada metió la lengua dentro del nene de 4 años, que sin saber que hacer se quedó quieto mientras su tío asaltaba su boquita y culito.
La presión en el culito incrementó mientras Julián besaba al afeminado Tomás, el dedo índice de su tío entraba en su culito que lo aceptaba feliz, era tan grueso como dos de sus dedos, pero sin saber por qué le daban más placer.
– Aaaah, aaaaah, aaah, aaaaaah – gemía el nene de 4 años disfrutado del dedo de su tío metido en su ano con toda su longitud, 7 centímetros de dedo masajeaban el interior del culito del niño, entraba y salía, giraba y presionaba su interior, la boca de su tío besaba sus labios, cuello, oreja y hombros, pero su pene seguía flácido.
Julián miró el reloj, habían pasado 20 minutos y en cualquier momento su hermana los llamaría, con cuidado sacó el dedo del culito de su sobrino, limpió bien el recto, acostó al nene en la cama y le pidió que abriera su boquita. El pene erecto de Julián yacía en la boca del nene de 4 años, el glande era masajeado por la lengua de Tomás que seguía las instrucciones de su tío que se masturbaba.
– Aquí viene la lechita que te va a hacer una hermosa mujer mi niña, tómatela toda – 4 descargas de semen inundaron la boca del niño que al sentir el liquido caliente pensó que era pipí, Julián presto sujeto la cabeza del menor y le dijo que era leche parecida al yogur, por un poco agria, que se la tomara. Confundido Tomás trago todo lo que le dieron a tomar.
Rápidamente Julián vistió al niño, guardó todo lo que utilizó en sus bolsas y se arrodilló delante del nene a quién miró a los ojos mientras le explicaba su plan.
– Le pediré a tus papis que te dejen ir a dormir conmigo los viernes, allá te voy a enseñar muchas cosas y te voy a hacer la nena que tanto quieres mi niña ¿Quieres?
El nene emocionado aceptó y le dijo que sí.
– Pero recuerda mi niña, ni una sola palabra a tus papás –
En la comida, comían y conversaban, reían como una familia feliz, nada extraño había pasado.
– Oigan, ¿y si me dejan llevarme a mi sobrino favorito a jugar Minecraft a mi casa el viernes? Yo paso por él al kínder, me lo llevo a mi casa, duerme en mi casa, ustedes salen a dar la vuelta y el sábado pasan por el a medio día ¿Aceptan?
El matrimonio ansioso de poder salir como antes aceptó de inmediato, Julián por dentro sentía al paraíso abierto, Tomás sonreía, emocionado de pasar el día con su tío, su culito palpitaba rico de lo que pasó hace un rato en el cuarto y de la emoción.
Tomás aún no sabía los días de la semana, pero ya quería que fuera viernes.
Continuará…
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como contonua gran relato
Si como continúa
Excelente! Me dejaste con ganas de seguir leyendo…
Muy buen relato, espero la próxima parte
muy ricooo!!!
Delicioso siempre he querido cojerme a un niño asi, o mas bebe
Asiiiiiiiiii !!!
Hermoso relato ,siempre fantasee que algo así me hubiese pasado