El primer día en la playa Pt. 2
Después de tanto «rogarle» a mi papá por fin tuve mi primera vez con él, aunque fuera apresurado..
Luego de que mi hermano y su amigo me encontraran en el baño masturbándome con la escena de mi papá follando a una desconocida y que ambos me dieran a chupar su pene sabia que no iba a terminar ahí.
Regresamos a la habitación para alistarnos para una caminata por el pueblo donde buscaríamos algo de cenar y un par de souvenirs para mi madre y amigos del trabajo de mi papá, entramos a la habitación y mientras mi hermano corrió para acaparar el baño mi padre se tumbo sobre el sofá (recuerden que los bungalows intentan replicar una casita) mientras que yo me iba al cuarto para preparar mi ropa, Carlos por su parte no espero mucho y en cuanto entramos me tumbó sobre una de las camas y me bajó el short lo suficiente para dejar mi culo al descubierto, no sería mi primera vez por ahí, pero tampoco quería que fuera así de brusco por lo que forcejee un poco con él hasta soltarme, lo convencí de dejarme cuando le dije que le gritaría a mi papá que quería violarme y solo así se alejó.
Todos nos arreglamos y salimos a caminar, mi papá parecía perdido en su cabeza como si sintiera culpa por haberse follado a esa mujer, encontramos un lugar lindo para cenar y después de una buena cena caminamos en busca de cualquier cosa, mi papá quiso volver para descansar, pero yo sabia que lo que quería era buscar a esa zorra para volvérsela a coger, mi hermano parecía no inmutarse por lo que hicimos en el baño esa tarde o pareciera que no le quería dar importancia por que fue un error para él, pero Carlos se veía un poco ansioso, como si deseara algo con todas sus fuerzas y yo sabia que lo que deseaba era penetrarme, pero estábamos en la playa y puede encontrar a quien quiera, yo por mi parte decidí volver con mi padre y cuando llegamos a la habitación él se tiro a ver la tele un rato, me acosté a su lado y queramos o no la tensión sexual se sentía entre los dos, pero ninguno quería sucumbir ante el otro para no parecer demasiado urgidos, además que él ya había tenido sus queveres esa tarde.
En medio de una película de acción a la que no le estaba poniendo la debida atención note un movimiento en mi padre, uno que es mundialmente conocido para iniciar el cruising en donde sea que estes y es que mi padre bajó su mano y dio un ligero apretón en su pene sobre el short que traía, yo lo vi por el rabillo del ojo, pero no voltee sino hasta la segunda vez que lo hizo, giré mi rostro y pude ver su pene saltando debajo de su short, miré el rostro de mi padre y tenía sus ojos clavados en mi con lujuria, sus mejillas estaban enrojecidas por el sol, pero más por la calentura que estaba teniendo sin mencionar que había empezado a sudar, me acerque lento prediciendo sus movimientos y después de pensarlo un momento estampe mis rostro al de él, era la primera vez que lo besaba o al menos así lo sentía, en ese momento no pensé si fuera la primera o la milésima solo quería disfrutar de sus labios tan hermosos que ya me llamaban, me tomó de la cintura e hizo que me subiera sobre él poniendo si pene mi culo, sentía su dureza y la longitud que aunque no era mucha si podía calcular diecisiete centímetro (años después lo medí y si media eso, que buen tino tuve) actualmente mi pene mide un centímetro y medio más que el de mi padre, pero en ese momento solo tenia catorce años y yo lo sentía como un monstruo que me partiría a la mitad, no como el de mi amigo Andrés que aquella vez del trio solo alcanzaba los trece, tal vez catorce centímetros de largo en su estado más duro, pero mi padre en ese momento era todo un semental para mis ojos aún sin experiencia.
Continuamos con la sesión de besos hasta que el oxigeno nos obligo a separarnos y fue ahí que optamos por quitarnos la ropa, mi papá se quitó la camisa y luego el short dejando ver que no tenia ropa interior, yo me quite mi camisa, el short y el bóxer, los dos nos quedamos completamente desnudos uno frente al otro con los penes muy duros, yo me baje directo a sus pies pues como era de esperarse no quería desaprovechar la ocasión, lamí sus plantas hasta dejarlas super húmedas, metía mi lengua entre sus dedos mientras él se masturbaba viendo como su propio hijo le comía los pies, pero yo sabia que lo que quería era que de una buena vez atendiera su erección como en el autobús y sin demora subí mis caricias por su pierna hasta llegar a sus testículos que colgaban con majestuosidad, no lo tuve que pensar dos veces cuando ya estaba lamiéndolos, quería que fueran míos para siempre y fue ahí que me vino el recuerdo de mi papá fallándose a la tipa, pero no dije nada y solo procedí a meterme su pene a la boca, chupe y lamí con ímpetu demostrándole que yo también podía hacer lo que ella y hasta mejor, estaba celoso y ahora no me importa admitirlo porque mi padre es solo para mí, pero en ese momento no quería decirlo en voz alta porque sería una realidad.
“Oh si” gimió “sigue”
Decía mientras que usaba sus manos para marcar su ritmo.
“Ya casi…” cuando dijo eso me detuve sacándole una sonrisa burlesca “Eres un niño travieso, síguele ándale. Haz feliz a tu papá”
“Quiero que me la metas” le respondí con seguridad.
Él quedó completamente impresionado por lo que dije, pero su mirada de asombro cambio rápidamente por una maliciosa.
“Quieres que te ponga como esa zorra que me cogí en el baño”
Esa respuesta parecía más una afirmación que una pregunta, pero no había tiempo de especulaciones por que ese comentario me dio pie a saber que él sabia que yo estaba espiándolo.
“Aún eres muy joven para esas cosas” me respondió.
Yo no dije nada y continue con mi labor.
Si él no quería metérmela entonces seria a mi modo, lo lubricaría bien y luego me daría de sentones, no podrá detenerme.
“Puta madre” gruñó para luego levantarse y tomarme de la nuca.
Me puso con la cabeza en la almohada y entonces sin previo aviso hundió su cara en mi culo, sentí su húmeda lengua invadiendo mi entrada, fue la sensación más increíble de todas porque era la de mi padre y era la de un hombre de verdad ¿Qué otra cosa podía pedir?
Él siguió con su labor mientras que usaba una mano para abrirme el culo con la otra acariciaba mi pene colgando, estaba dándome todo el placer que yo le di en el autobús, aún no sé disfruta de mis caricias a sus pies o solo se deja hacer para complacerme, pero de que estaba deseoso tanto como yo de coger conmigo de eso no cabía duda.
Se detuvo haciendo que mis dudas aparecieran por que entonces se estaba arrepintiendo, miré a donde iba y de su maleta sacó un condón.
“No te voy a meter la verga después de metérsela a ella, no quiero contagiarte de lo que sea que ella pudiera tener”
Tal vez muchos no lo crean, pero ese gesto fue el primero romántico que hizo por mí, mi mente de catorce años comenzó a volar imaginándome una vida con él como si fuéramos una pareja real, lo dejé que se lo pusiera y después de seguir dilatándome paso lo mejor.
Sentir su miembro abriéndome por dentro me hizo querer arrepentirme, era una sensación horrible de ardor con dolor combinados, con Andrés no me dolió tanto por que no era tan grande como la de mi padre, pero ahora estaba partiéndome en dos, literalmente me estaba llevando la que me trajo.
“Si quieres la saco” dijo
Negue con la cabeza, yo había pedido eso y no me iba a arrepentir en el ultimo momento. Además, tarde o temprano debía soportar ese dolor si quería estar con mi padre.
Después de un rato entró toda, lo supe cuando su pelvis golpeo contra mis nalgas, la dejó ahí un momento para después comenzar a mover su cadera, era lento y constante que poco después se convirtió en uno más agresivo hasta volverse salvaje, en mi mente no existía nada más solo él y yo disfrutando de nuestros cuerpos.
“Debemos hacer esto rápido, Carlos y tu hermano están por llegar” dijo jadeando.
Demonios, no recordaba a esos dos, no quería que todo fuera muy apresurado, pero tampoco quería que nos descubrieran en esta posición por lo que un par de embestidas más y el gruñido de mi padre resonó en la habitación indicándome que había terminado, yo hice lo mismo sobre la sabana al sentir el caliente semen llenando el condón.
Ambos caímos en la cama, mi padre sobre mí con la respiración agitada.
“Hoy en la tarde sabía que estaban en el baño” dijo “¿fuiste bueno con tu hermano?”
como sigue
Esta historia me pone mucho, espero que dure bastante