EL PRIMER NEGRO QUE ME LLEVO A LA GLORIA

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por caballobrego.
Desde hace varios días trabajo en el campo recolectando fruta. Tengo varios compañeros, pero entre ellos, un negro de físico más bien atlético. Los primeros días observé que la bragueta de su pantalón presentaba un gran bulto (a mi me gustan los pollones negros bastantes grandes). Cada vez que se acercaba no podía evitar echarle un vistazo a ese bulto. En las conversaciones que mantenía con él procuraba sacar el tema de la fama que tienen los negros y le preguntaba si era verdad que todos la tienen grande. Él sonreía y me decía que él si, que si yo quería que me la enseñara, que tenía pija para mi culo, y reía.

Hoy, al terminar la faena, cuando todos los compañeros se marchaban, he observado como el negro se adentraba en la finca para hacer un pis. Yo, discretamente le he seguido a distancia. Se ha parado en un ángulo entre dos ribazos lleno de matorrales (creo que el sabia que le seguía). Dándome la espalda se ha abierto la bragueta. Yo le observaba desde atrás imaginándome el pollón que iba a sacar. Mientras escuchaba el sonido del chorro de orina, me he acercado por detrás y le he dicho: -Ahora si que quiero que me la enseñes. Me he puesto detrás de el y le he rodeado con mi brazo hasta llegar a cogerle la polla con mi mano. El sin inmutarse me ha dejado que se la toque. ¡¡Que polla tiene el negro parece un antebrazo de los míos!! Se ha dado la vuelta y he visto una maravilla de polla. Totalmente recta con cabezón rojo más grande que el resto (se veía que estaba circuncidado) y con dos huevos como el puño. Le he mirado a los ojos diciéndole: -¡Quiero chupártela! -Chupa, chupa –me ha contestado sonriendo- toda polla para ti.

Sin dudarlo me la he metido hasta la garganta. La primera vez me ha sabido a orina pero después a delicia. Le he repasado los huevos que los tenía afeitados para seguidamente pasar a la punta de su polla. Me costaba, incluso me dolían las mandíbulas de tanto abrir la boca, pero entraba. Notaba su estado de excitación. Cogiéndome por la cabeza me ha dicho –Tu español mucho maricón yo quiero darte polla para ti. –Siii yo mucho maricón y quiero polla por el culo. Me he quitado los pantalones y me ha puesto de frente a él, al acercarme me ha metido su polla por delante entre los muslos, he abierto un paco las piernas y el a empujado llegando sin dificultad hasta la entrada de mi culo. Me ha rozado así durante un rato. Yo estaba excitadísimo, con unas ganas locas de que me follara. Justo en ese momento se ha oído cerca el arranque de un tractor. Nos hemos separado rápidamente agachándonos para ocultarnos. Yo me he quedado mirando a través de lo matorrales por si se acercaba alguien.

No me ha dado tiempo de nada. De pronto me ha entrado un capullazo por el culo que me ha arrancado un ¡¡Aaaaah!!. El cabrón del negro me ha metido todo el capullo de golpe. He notado como chocaban sus huevos con mi culo. Se ha vuelto loco me ha echo el mete-saca a velocidad increíble. Sentía mi culo reventado y un gran placer en el fondo del recto. Luego me ha colocado boca abajo en el suelo sin dejar de darme porculo. Yo solo he podido abrir la boca diciendo -¡¡Aaah, siii, aaah, fóllame, fóllame, toda para mi, hasta el fondo. Me la ha sacado tan rápido que el culo me ha sonado como una ventosa -¡¡No la saques!!, No he podido decirle más, me la ha metido en la boca hasta casi ahogarme.

Me ha puesto de costado a su lado y me ha follado otra vez de forma frenética ¡¡Que forma tan espectacular de follar!! Nunca me habían dado porculo con tanta fuerza. Me la ha vuelto a sacar y después de mamársela de nuevo, me ha hecho cabalgar sentado sobre su polla. He aprovechado al máximo la postura machacándole los huevos con mi culo sintiendo todo el falo dentro de mi.

Creía que se iba a correr pronto, pero no. Ha dejado la rapidez para pasar a la suavidad me ha colocado boca arriba se ha echado sobre mi despacio y lamiéndome el cuerpo con su lengua, ha llegado hasta mi boca y me ha besado con suavidad entonces ha deslizado su lengua hasta mi garganta. Al mismo tiempo ha separado mis piernas levantándolas por encima de sus hombros, he sentido como la punta de su polla se posaba en la entrada de mi ano deslizándola hacia el interior con tanta suavidad que cada centímetro me parecía una eternidad. He sentido como me subía hasta el estomago. Entraba y entraba polla por este culo que ya tenía tan abierto y donde sus grandes testículos han echo tope, aun así a seguido empujando aplastando sus huevos contra mi consiguiendo meter un poco más de polla.

¡¡Que feliz sintiéndome tan clavado por el culo por un negrazo con tan enorme polla!! Me he sentido un gran mariconazo viéndome tan bien follado por un negro. Le he pedido que se corriera dentro de mi para que me dejara preñado. Ya no ha podido aguantar más, ha empezado a empujar más fuerte y, mientras él jadeaba yo sentía el calor de su leche en mis entrañas. Una vez acabado el polvo le he pedido que me dejara limpiársela con mi lengua, mientras tanto él me ha hecho una paja. Ya vestidos le he preguntado si le ha gustado. –Tú español maricón culo muy bueno,