El primito de mi amigo III
Morrito de 9 me calienta..
Después de la primera vez que cogimos bien, nos seguimos viendo pero poco, cuando me veía llegar a casa de mi amigo, el entraba y ahí estaba chingando como todo morrillo a esa edad.
Comencé a tomar en casa de mi amigo a invitarle las chelas una vez que el estaba pedo ponía al morrito a mamarla como becerro, vamos a ponerle Luisito, aunque ese no es su nombre.
Sin embargo no siempre llegaba, cuando su padrastro bajaba tenía que atenderlo, un día tomando ahí con mi amigo, llegó su padrastro, tomábamos los tres, mi amigo se getio y lo lleve a su cuarto y medio cerré la puerta, me quedé un rato ahí y alos 20 minutos el padrastro comenzó a bajarse el short para que Luisito le chupara la verga.
Obviamente me calenté y cuando ya se lo comenzó a coger pensando que yo dormía junto con mi amigo salí, se puso súper pálido, jaja y le dije tranquilo síguele pero invita, al principio se sacó de onda pero yo me saque la verga y Luisito me la estaba chupando, ahí estaba el recibiendo verga de dos hombres, hacía como putita y le gustaba, finalmente ese wey se vino y yo se la metí, me exito tanto batir sus mecos en el qlo de Luisito que me vine rápido.
Su padrastro me comenzó a sacar plática y me sincere le dije que había escuchado cuando le daba verga y que yo también le daba que ese podía ser nuestro secreto. Solo era cuestión de emborrachar a mi amigo.
Luego le dije que un día podía llevar a Luisito a mi casa para darle verga con confianza y no hacerlo a escondidas. Luego me dijo que Luisito le chupaba la verga a su compadre y otro amigo flaco mayaton que tiene.
Desde entonces cuando el iba a sus «partidos» llevaba a Luisito y nos veíamos en mi casa. Ahí en la casa Luisito comenzó a tener más confianza. Ahí comenzamos a darle más seguido, el solito ya sabía ensartarse aunque intentamos un dos romano y no se pudo ya que no aguanto ma verga. Se hizo costumbre comenzar a vernos seguido, el se «lleva al campo» a Luisito todos los sábados a las 8 AM y a esa hora le dábamos su lechita.
Lo que sorprende es como un morrillo le gusta ensartarse en la verga bien rico y solito, daba saltitos y le gustaba brincar como conejo, mientras le meter la verga diciendo «ay mi culo que rico siento» y uno dándole duro hasta llenarle las tripitas de leche.
Su padrastro y yo nos hicimos amigos, ambos somos hermanos de leche y le damos a Luisito aunque el lo disfruta más que yo, pero alv no mamen se siente rica la boquita calentita y lo suave que lo hace como si fuera su paletita.
Seguiré escribiendo más pero no me manden mensaje para pedir fotos o video, no tengo y no mandaría. En el próximo capítulo hablaremos del cuarteto y como Luisito se quedó a mi cuidado una noche gracias a una boda.
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