El profe de educación física
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por javy98.
El sábado un par de compañeros y yo quedamos de ir a la universidad para ayudar a mover unas colchonetas que iban a tirar.
Cuando llegue me recibió el profe Julio y me dijo que mis compañeros no iban a llegar por diversos contratiempos, así que solo seriamos él y yo.
Estuvimos un par de horas yendo del fondo del gimnasio hasta la puerta principal, arrastrando colchonetas viejas sin descanso, mi camiseta estaba empapada y me sentía exhausto, el profe Julio no se veía mejor que yo, al inicio se había quitado la camiseta dejando al descubierto un pecho cubierto de vello, sus pezones rosados estaban duros, cada vez que tomaba una colchoneta resoplaba exhausto.
-¿Por qué no tomamos un descanso? – dijo el profe por fin, y se sentó sobre el resto de colchonetas que aun teníamos que mover
Yo me senté a su lado y comenzamos a comentar el último partido de futbol.
Tener al profe tan cerca de mí comenzaba a ponerme nervioso, de pronto fui consciente de su pierna rozando la mía y sus ojos azules mirándome.
El Profe hizo una pregunta y yo solo atine a sonreír pues no había prestado atención a lo que estaba diciendo.
-¿no tienes calor? – Pregunto nuevamente – deberías quitarte la camiseta.
Estamos en confianza – agrego al ver mi indecisión.
-no se profe
-llámame Julio, no estamos en clase para tanta formalidad – dijo sonriendo.
El profe Julio comenzó a quitarme la camiseta sin darme tiempo a reaccionar, sin decir nada comenzó a pasar su mano sobre mi pecho y mi estómago, sus manos eran duras y grandes, sentía como subía y bajaba por mi estómago, acariciando mis abdominales y mi pecho.
Cerré los ojos mientras sentía como su mano bajaba lentamente hasta mi pantalón, comenzó a desabrocharlo, dejando al descubierto mi bóxer, su mano comenzó a jugar contra mi bulto, bajaba y subía recorriendo toda la silueta de mi verga ya dura.
Después de unos minutos el profe me quito el pantalón para después hacer lo mismo con el suyo.
Los dos estábamos en bóxer, el profe puso una mano sobre mi pecho y me recostó contra las colchonetas, se puso sobre mí y comenzó a besar mi cuello y mis labios, para después bajar por mi pecho, estuvo un rato besando mis abdominales mientras nuestras vergas se rozaban bajo el bóxer.
-uffff profe que caliente me está poniendo
El profe solo bajo mi bóxer como respuesta y comenzó a lamer mi verga, la recorría de arriba abajo, pasando su lengua entre mis huevos y deteniéndose de vez en cuando para chupar la punta de mi verga.
-ahhh Javy no sabes cuantas pajas me hice después de los entrenamientos pensando en ti
El profe se quitó el bóxer dejando al descubierto una verga de 17 cm totalmente dura y un culito redondo y peludo.
-mmmm que rico culito tiene profe
-quiero que me lo llenes con tu verga uffff
El profe se puso encima de mí y dirigió la punta de mi verga contra su hoyito, comenzó a bajar poco a poco mientras yo sentía como mi verga entraba, abriendo cada vez más el culito de mi profe.
-ahhhhhhhh Javy – soltó el profe cuando mi verga entro totalmente en su culo – cógeme Javy
-si profe – dije conteniendo un gemido
Tome al profe de las caderas y comencé a moverme clavándole mi verga, el profe gemía sin parar moviéndose a mi ritmo.
Ver su cara de placer cada vez que mi verga entraba entera me tenía muy caliente.
El profe cerro los ojos y se mordió los labios mientras comenzaba a pajearse, su verga estaba roja por la excitación, sentía los estremecimientos de mi profesor cada vez que su mano rozaba su verga, sabía que estaba a punto de venirse por lo que sin pensarlo aparte su mano, y en su lugar fui yo el que comenzó a pajearlo, su verga estaba caliente y completamente dura, sentía sus venas hinchadas cada vez que mi mano rosaba esa rica verga, acelere mis embestidas al ritmo de la paja.
-ahhhhh Javy, si asiiii, no pares Javy, no pares de follarte a tu profesor, ahhhhhh
Con un grito el profe Julio comenzó a venirse sobre mí, mi mano se llenó de su leche caliente, su venida fue tan abundante que lleno mis abdominales y mi pecho.
El profe cayó agotado sobre mí con la respiración acelerada.
Cuando de pronto escuchamos como la puerta del gimnasio se abría.
Habíamos olvidado asegurarla.
El director entro y clavo su mirada sobre nosotros, en su cara había un gesto de sorpresa.
No sabía qué hacer, mi verga seguía clavada en el culo del profe Julio y ambos estábamos ahora llenos de leche.
como sigue