El Profe Genaro y Don Norberto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Jacobo1994.
Si me conoces soy un chavo normal, ni siquiera adivinarias que me cojen hombres.
Al principio fue por menso, despues por ocioso y en las ultimas semanas, desde que me puse a escribir, me siento mas ecualizado..
La verdad he hecho muchas pendejadas este año.
Tengo la sensación de que desde que me sali de la comunidad he tenido un pito metido en la cola.
El Profe Genaro dijo que seguira pasando mientras que no me salgan bellitos en la cara.
Aunque tengo diesiocho nadie me lo cree.
Solo papa y a veces se le olvida cuando me da un cinchazo.
Que me cojan ya no es problema, no como era antes, porque ya aprendi.
Don Norberto me llevo a que platicara con un amigo suyo que es cura locos.
Segun los cura solo es platicar.
Cuando me estaba sacando mis verdades le pregunte si pensaba que soy muy puto.
El Doctor se rio y me dijo que soy de esos a los que la adolecencia les dura mas, y de ribete muy hiperactivo.
Segun la proxima vez le voy a salir con que soy Marxista, agnostico o globalifobico.
Pero yo se que son mas que ideas adolecenticas.
Por otra parte tengo la opinion del Profe.
El dice que soy exacto el chavo que los tios que buscan quieren encontrar.
Al Profe digo que no lo quiero nadita, pero creo que si lo quiero, y me enseño que la mejor manera de evitar sufrimiento es aprendiendo a sentir placer.
Despues de que estuve en esa ciudad en la que me violaron y quise olvidarme de lo ocurrido, sacudí mis pretensio de ser artista y busque a papá.
Quería era que me recomendara para trabajar en el rancho donde el estaba.
Nunca conviví mucho con papa, el no era aceptado en mi comunidad.
Yo crecí con mi tía que leía cartas y hacia perfumes.
Dos semanas antes de cumplir diesiocho me sali de mi comunidad buscando cantar en otras ciudades pero lo que pasó fue que me fue del nabo.
Despues fue mucho discutir con papa para que me dejara quedarme con el.
Pero ya había abandonado mi comunidad y papa lo sabía.
Asi que fuimos a hablar con el patron.
Me sorprendió que Don Norberto nos atendiera porque era demasiado importante como para hacerse cargo de contratar a los peones.
Cuando nos vió caminó hacia nosotros dejando otros asuntos que estaba haciendo.
Entonce hizo preguntas a papa y su mirada se movía hacia mi constantemente.
Entonces le preguntó a papá, “Como se llama tu muchacho”, Y papa dijo “Jacobo, pero le decimos Cobo”.
Don Norberto dijo, “está muy escuicle mandalo a que se vaya a estudiar algo, a poco lo quieres de peon toda su vida”.
Papá le dijo que yo crecí con mi tía y que no tenía mas que a el.
Yo abri la boca y dije, “tengo diesiocho”, no quería que se quedara con la idea de que estoy escuincle.
Papá dijo, “Si es cierto”.
Don Norberto se me quedó mirando, la neta no me gusta que me miren asi.
Don Norberto dijo, “entonces no esta estudiando?”.
Papá dijo, “se quedo en no se que año de secundaria porque reprobo”.
“En tercero”, me metí a interrumpir ,“no reprobe, es que como me salí entonces me reprobaron”.
Don Norberto movio la cabeza y dijo, “Se puede quedar”, ya me hacía falta un asistente, pero se tiene que regularizar”.
Papá no podia creer que me hubiese aceptado tan facil, estaba mas sorprendido que yo.
Yo me he inventado una clase de intuición que me dice cosas, y mi intuición me dijo que no era de pura suerte.
Y así empezó mi historia. Don Norberto no trató de hacerme nada pero de todos modos yo sentía que le gustaba.
No era esa clase de persona mas bien era algo alivianado. Yo sentí que le gustaba pero no me lo decía y chido porque para mi mejor.
Nos llevabamos bien, como no me he llevado con nadie creo ahora.
Parecía que si fuesemos amigos pero a la hora su autoridad estaba.
Si se sacaba de onda y me regañaba era implacable, pero si platicabamos o nos reiamos se me olvidaba el regaño.
Lo que mucho haciamos eran sus entrevistas con clientes. despues el patron y yo haciamos una ecuación cuantica de lo que se dijeron.
Pero realmente no hacía nada globalmente util mas que acompañarlo.
El poblado estaba a tres kilometros del rancho.
Facil de llegar en bicicleta, mula o a pie.
Pero en su avión de dos tracciones sin cubierta y medio amolado haciamos solo unos minutos.
A Don Norberto le gustaba ese auto, aunque tenía otros que no estaban tan maltratados.
Uno de esos dias conocí al Profe Genaro.
Don Norberto y el tenían negos.
Platicaron y yo salude, pero el puso su mano para que se la besara -vaya costumbrita-.
El Profe me veía con los ojos de lado rascandose la barba y dijo, “Oye Norberto, este moco es como muy diferente no crees?”.
Don Norberto se rió y dijo, “Gitanito, es el hijo de Ramón, el encargado del invernadero”.
El Profe dijo, “Esta muy bonito no?…su piel esta blanca como esa gelatina de coco que hace Doña Miriam.
Norberto me miró y dijo, “Si, parece leche de vaca mal alimentada, le tiene que dar el sol yo creo, o a lo major ya asi es”.
A fin de cuentas no entendí de que color soy y ademas nunca he visto esa leche.
Luego dijo el Profe, “debemos tenerlo muy vigilado o te lo pueden quitar”.
Don Norberto dijo, “Quiero que lo regularizes para que haga un examen, a ver si luego puede entrar a la prepa”.
Luego el Profe me miro otra vez y dijo, “se me hace que te la chaquetas a cada rato haber. Por eso te saliste de estudiar, y por eso estas de ese color”.
Don Norberto se reía mientras el Profe esperaba mi respuesta, yo solo me alce de hombros sin responder”.
Despues supe que el Profe es de esos que tienen una religion muy estricta y dice a todo mundo como vivir y se hace como el muy puro.
Me dejaron en el jardin y entraron a platicar algo. Tuve la sensación que hablaban de mi.
Desde ese día Don Norberto ya no me tuvo todo el dia. Nos reuniamos hasta despues de medio día.
Arreglo que estudiara clases particulares y que me diera el sol.
Cuando salieron de charlar y antes de despedirse el Profe dijo, “A Cobo le va gustar nuestro equipo de futbol, y va a conocer otros chicos, aunque esos si van a la escuela, ademas tenemos un buen campo.
Le dijo a Don Norberto, “ Te garantizo que pasa ese examen”.
Las clases particulares fueron de hecho muy particulares, al cabo que no se lo podía contar ni a Don Norberto.
Al día siguiente que hablaron empece a ir al pueblo, a entrenar con el equipo y a leer libros.
Tambien tenía libritos de publicidad moralistas de una de esas religiones patito.
Me dió el uniforme del equipo para jugar los domingos, y el uniforme para la practica que era mas simple.
El uniforme chido eran unas calcetas blancas con bandita negra, el short azul.
El de la practica era short mas corto pero holgado y de tela delgada anorexica.
Nunca había tenido un uniforme de fut. En mi comunidad jugaba como estuviera y con balones de plastico.
El uniforme era tan ligero que cuando corría sentía que no tenía nada puesto. La camiseta tenia un escudo chido del lado derecho al frente.
Yo llegaba en bici muy temprano con mi uniforme limpio aunque terminara puerco.
Siempre me quedaba viendo una bicicleta nuevecita que el Profe tenia a la entrada de su casa.
Pero nunca vi a nadie que la usara. No sabía para que la tenia ahí. A lo major para que me diera envidia.
Llegaba a las seis de la mañana y empezabamos con la clase. La practica de fut empezaba hasta las ocho.
Llegando revisaba mi tarea, hibamos a los cuestionarios con cuaderno y todo y hacíamos ejercicios nuevos, algebra multi dimensional, Español de España y cosas asi.
Alguna vez escuche que el Profe había sido maestro de joven.
Luego se convirtió en negociante, tambien tuvo una casa de putas y era ya uno de los mas importantes del pueblo.
Muchos le tenian miedo pero yo estaba seguro de que Don Norbertora era mas importante que el.
La clase era en un cuartito que estaba caminando vuelta y vuelta por la casa y en donde habia un escritorio y se almacenaban cosas..
Me daba temblor pero no era frio sino nervios porque el Profe me impresionaba un poco.
Solo por un momento crei que el masaje en mis muslos era en buena fe , pero rapidito me di cuenta que era otra cosa.
El Profe Genaro estaba manoseandome los muslos dizque para quitarme el frio.
No voy a mentir diciendo que tengo musculos notables en mis muslos pero el Profe me estaba dando faje .
Despues de la amarga experiencia con el gordo de la floreria, en donde trabaje antes de buscar a papa, entendí que el profe Genaro era un especimen de la misma especie igual que aquel gordo.
Era lo ultimo que me faltaba, y no sabía como hacerle para sin ser grosero hacer que me quitara su manota de mis piernas.
Ademas, con la preocupación de poner en riezgo el empleo de papá y mi estancia en el rancho..
Su mano llegaba hasta mis ingles donde estaba la orillita de mis calzones y eso era cada clase que hiba todos los dias.
Primero decidí que no me meteria a discutir y le dejaría hacerlo, que al fin no me hacía daño, mientras que no quisera hacer nada mas que eso.
Asi me comporte indiferente pero me estaba cansando la paciencia sus manoseadas entre mis rodillas, muslos y mas tantito.
Un dia me dijo en plan directo, “a mi se me hace que Norberto te anda midiendo el aceite”.
Le dije, “eso no es cierto”.
El ya no insistió por un rato pero despues dijo, “no te creo, si te pusiera vestido y aretes serias la niña mas bonita del pueblo, a ver porque se preocupa Norberto tanto por ti?”.
Le quite la mano de mi pierna y le dije, “somos amigos”.
Tomar la lección era mas incomodo cada día.
En una de esas estaba metiendo su mano por atras de mi short.
De plano me canse, me levante y le dije, “Profe, para que se lo sepa si me han medido el aceite pero Don Norberto no y por si lo esta pensando, usted tampoco.
El Profe dijo, “lo sabía, sabia que ya te habían tendido”.
Le dije, “bueno, pues ya se lo dije y ya no este chingando porque le voy a decir a Don Norberto”.
El Profe dijo, “Hay Si!….Y que puede decir Norberto si ya eres un putito jovencito, dime como te cojieron, vente para mi casa, a Norberto yo lo mando sabes?”, cuanto te paga?”.
Entonces se me olvido eso de no ser grosero y dije cosas que no puedo repetir en mi historia porque no soy asi, pero creo que lo palido se me quito.
El Profe me escucho sin enojarse y dijo, “calmate, vamos a hablar, no te voy a tocar”.
Me sente y dije, “Perdoneme que le grite”
El dijo, “como te dieron a perder Cobo?”
“Fue a fuerza”, dije, “ y no me gusta, quiero que lo sepa”.
El dijo, “porque no te gusta?”.
Le dije, “porque no, yo que se”.
El dijo, “pero Cobo, si no soy yo o si no es Norberto va a ser otro, porque no te gusta?”
Le dije, “pues porque no, duele del nabo, que tal si podemos llevarnos bien Profe?, usted pone sus manos en otro lado y olvidamos que le dije de cosas, sale..?”.
El dijo, “Tal vez si, pero si no te gusta es porque te violaron yo no tengo la culpa de eso.
Tampoco culpo al que te lo haya hecho, la verdad se rayo, pero yo te lo quiero hacer a la buena.
“Usted que?”, dije.
Dijo, “mira, si aprendieras a que te guste nunca volverias a ser violado”.
“No puedo hacer que me guste” dije, “ademas no quiero que me guste”.
El dijo, “eres esa clase de chico, muchos te van a bajar el calzón al primer descuido y otras cosas, a poco no lo sabes?”.
Le dije, “Pues la verdad ya me he estado dado cuenta nomas de estar aqui con usted, pero que le hago?”.
El dijo, “te voy a enseñar a que te guste, esto aqui entre nos”.
Dije, “Ah si como no!”
“Una apuesta Cobo”, dijo, “si en menos de una semana no me pides tu solito que te coja, te regalo la bicicleta que viste en el jardin y nos dedicamos estrictamente a tu examen”.
“Quiere darme una bicicleta a cambio de que lo deje hacerme algo, no apuesto”.
El dijo, “No te voy a cojer mira, mi bragueta va a permanecer cerrada, solo te voy a enseñar”
Le dije, “que tengo que hacer?”
“Dame las nalgas”, dijo.
“Que?”, lo interrumpi.
“Solo dame tus nalgas por ocho dias, en poco vas a querer mas verga que chocolates”.
“Que va a pasar si usted gana”, pregunte.
El dijo, “tu vida sera igual pero ya no vas a sufrir, ademas de la cojida que te voy a dar”.
“Ah no!” –dije- “asi que no cambia nada. No me gusta, no acepto”.
Dijo, “te puedo cambiar a ti Cobo, no puedo cambiar a esos que te van a querer estar cojiendo, te aseguro que van a ser bastantes, piensalo”.
Al día siguiente que llegue el volvió a poner su mano en mi muslo y medio acariciandomelo dijo, “pensaste lo que te dije?.
Le empuje su mano, puse mis manos juntas entre mis piernas y le dije, “esta bien, ocho dias con sus cochinadas”.
“Bien”, dijo el.
“Pero no le va a decir a nadie Profe, y estoy seguro que no va a ganar”, dije.
“Trato hecho”, el dijo.
“Si no digo con todas las palabras que quiero que me coja usted me va a dejar en paz, me va a dar la bicicleta, ademas me va a enseñar lo de la clase pero no me va a seguir molestando?”.
El dijo, “hecho, entonces ahora, encuerate”.
Ya tenía mi palabra y yo la suya, asi que no chisté y me quite mi uniforme.
Encuerarme frente a el no me hacía nada feliz pero seguramente me estaría pidiendo cosas extrañas en los siguientes ocho dias.
El se quedo sentado.
“agachate”, dijo, me agache y el puso las dos manos en mi trasero.
Escuche que abrio un frasquito de plastico de donde saco un unguento grasoso con sus manos y empezo a untarmelo.
Luego separo mis nalgas y empezo a girar su dedo en la orillita de mi ano con la cosa esa aceitosa, despues se dió a meter el dedo en mi ano tambien con esa cosa.
Se sentía caliente, mi piel estaba muy caliente, tambien mi ano y por dentro en mi recto y empeze a tener un cosquilleo.
Era algo como si me irritara, pero en vez de arderme me hacia cosquillitas y esa cosa caliente empezo a estimular mi pito desde adentro.
Mi pito se paro y se puso durisimo, no era como nunca se me había parado, se puso tan duro con una sensación cosquillosa en mi puro pito.
De pronto empezé a eyacular solito, mi leche llego tan lejos que se embarro en la pared, parecía que mi pajarito estaba moviendose por su cuenta.
El Profe tenía mis manos juntas atras de mi cintura, no podia agarrarme o al menos detenerlo para que se dejara de mover.
Yo estaba en el Augh y el Ouch y diciendole, “quiteme esa cosa, quitemela, quitemela”.
Crei que despues de eyacular se hiba a calmar todo pero no.
Mi pito se quedo tan duro como estaba antes, y empece a sentir la cosa cosquillosa en mi ano.
Era tan rico que tambien era insoportable.
Yo estaba quejandome y tratando de safar mi muñecas de sus manos y el estaba metiendo su dedo en mi hoyo.
Cuando metio su dedo senti como cierta satisfacción del cosquilleo, como si eso me compensara pero era delicioso.
Empeze a empujar yo mismo con mis nalgas hacia su dedo para que lo metiera mas, era la unica forma de sentirme bien.
Entonces mi pito empezó a eyacular otra vez pero como si fuera todo mi cuerpo el que se viniera.
Cuando me fui a mi practica de fut agradeci que eso de correr me ayudaba a sentirme normal, pero uno de los chavos se agarro la nariz y me dijo que yo olía a semen.
Entonces me fije y mi pito seguía sacando lechita, parecía medio orinado.
Esa noche volví a eyacular mientras estaba dormido y cuando desperté empeze a estimularme el ano yo mismo con mi dedo.
Al día siguiente El Profe me volvió a decir que me encuerara y que me agachara, pero puse la mano en la tapa del unguento y le dije. “No Profe, esa cosa es muy fuerte, ya entendí la idea”
El Profe puso el frasco a un lado y me dijo, “dime niño lindo, le haz hecho el sexo a una mujer?
“No, la verdad no”. –le dije.
El movio la cabeza y dijo, “si te doy a escojer entre Doña Miriam o su hija a cual escojerias?”.
“A Natalia”, le dije, “a su mamá para que la quiero, pero de todos modos en mi comunidad son muy estrictos con eso, el que coje se casa a fuerza”.
“Sabias que le gustas a las dos?, dijo. “Me lo han dicho, cada una por separado claro está”.
Me lo dijo como si me estuviera contando un chisme y parpadeando a ver si captaba mi asombro.
“Yo me doy cuenta que le gusto a Natalia’, dije,
“ pero no me habla”.
“Las dos piensan que estas muy mono, pero te invito, vamos a comprarles unas gelatinas”.
“Bueno, vamos”, dije, y caminamos, no estaba lejos.
Llegamos al puesto y habló con Doña Miriam, “Hola Miriam traje a Cobo”.
“Hola Cobito, que milagro que te acercas al puesto”, me dijo la Doña.
“Hola”, conteste.
“Estoy dandole clases de regularización pero como le comenté un poquiti lo que usted me dijo la otra vez y me parece que Cobo esta dispuesto”, Dijo el Profe.
Yo le murmure cerca de su oido, “que me comentó?, no me ha comentado nada”.
“Hay no como cree, yo bromeaba, si esta muy niñito, no le creas Cobo, este hombre es tremendo”, me dijo la Doña.
“Ya lo se”, le conteste.
“Entonces que”, dijo el Profe a Doña Miriam, “no viene a tomarse un atolito a la casa?, Natalia se esta encargandose bien del puesto”, Dijo el Profe.
Doña Miriam se levanto y se quito el delantal y dijo, “bueno vamos, pero solo un momentito”.
Mire al Profe feo pero el me puso la mano en mi nuca y me apreto para que caminara.
“Que no te da frio Cobo?, andas enseñando las piernas con esos pantaloncitos tan cortitos ”. Dijo la Doña.
“Son shorts para la practica”, le dije, “en las piernas no da frío”.
Llegamos a cuartito y el Profe me dijo, “bajate el pantalón y sientate, Doña Miriam te va a enseñar algo que debes conocer”.
No tuve mas remedio, hice lo que el me dijo y Doña Miriam se inco, abrio mis piernas y metio mi pito en su boca, agarrandome por debajo de las piernas para equilibrarse”.
El Profe me presionó sobre mis hombres y dijo, “solo sientelo Cobo, se siente bonito”.
La Doña hizo que se me parara, y empezo su juego con mi pajarito una y otra vez. La vieja era una experta, yo sentía que sacaba vapor y de pronto empeze en convulsiones y la señora se trago todo lo que me salió.
“Que tal estuvo el atolito Doña Miriam”, dijo el Profe.
La señora se levanto muy sonriente y dijo, “estuvo excelente Don Genaro”, se volvió a mi y me dijo, “eres un chico precioso Cobito, cuando quieras solo pideme la gelatina que te guste o lo que se te ocurra”. Y me pellizco el cachete.
La señora se fue a su puesto y yo le dije al Profe, “Y que, a poco esto es una gran avance?”.
El Profe dijo, “No quieres el unguento, tengo que improvizar”.
Al dia siguiente el Profe me volvió a poner el unguento.
La reacción de mi cuerpo fue la misma pero esta vez el Profe fue el que metió mi pito en su boca.
Yo sentía que estallaba, la experiencia del dia anterior se metió en mi cabeza y yo quería meterle mi pito hasta lo mas profundo de su garganta.
Despues vino como cascada la sensación en mi cola, igual que la otra vez pero mas fuerte. Agarre al Profe y le dije, “Metamelo Profe, metamelo”.
El Profe no se movió y me dijo, “No Cobo, todavía no”. Entonces volvi a eyacular y no se me quitaba lo caliente.
Esa noche no podia dormir, me sali de la casa, agarre mi bicicleta y me fui al Pueblo.
Toque en la casa del Profe y de tanto ladrar los perros un empleado me fue a abrir.
“Tengo que decirle un recado al Profe”, le dije.
Entre y me fui directo a su recamara, el estaba acostado. “Que quieres Cobo”, me dijo.
Yo me quite la ropa y me meti en su cama. Senti su cuerpo caliente y sus manos acariciando mi cuerpo.
“Metamela, le dije, por favor.”.
El Profe me siguiò acariciando pero no me hizo nada.
“Tienes que esperar” dijo.
Entonces dije, “si no me lo mete me voy a buscar a la calle quien me lo quiera meter”.
“Te vas a meter con algún fulano nada mas para desahogarte Cobo?”.
“Si, le doy mi palabra”, dije.
“Bueno, pero que es lo que tienes que decir con todas tus palabras”, dijo el Profe.
“Quiero que me coja”, le dije.
:Repitelo, dijo.
“Quiero que me coja”, repeti.
“Esta bien, yo gane la apuesta entonces”, dijo el Profe.
Yo estaba acostado boca arriba, se inco frente a mi y me levanto las piernas.
Vi su cara que se sonreía como con burla, y puso la cosa grasosa en su pito.
“No ponga mas de esa cosa” le murmure, pero el no hablaba.
Su pene estaba entrando en mi culo poco a poco, resbalando con facilidad y su verga estaba rigida como de Madera, yo sentí lo mejor que nunca había sentido nunca.
La cama hacia rechinidos a cada metida, junto mis piernas y me hizo tantito de lado y siguió mete y saca.
Era tanto placer que yo sentía. Creo que yo hacía ruidos y los perros empezaron a hacer ruidos como si me contestaran.
El Profe se paro en la cama y jalo mis piernas hacia arriba, yo quede casi vertical pero de cabeza, apoyandome en mis antebrazos, y viendole los pies.
El me tenia de los muslos para arriba y para abajo como cuando me han tratado de sacar el dinero de las bolsas poniendome de cabeza.
Se canso de estar cargando mi peso y me puso de a perrito, y otra vez fue para adentro.
Entonces le dije, “me estoy viniendo Profe, me estoy viniendo”.
Pero era el el que se estaba viniendo adentro de mi y yo al mismo tiempo.
Cuando termino me dijo, “vete a tu casa, cuando quieras le seguimos, o si quieres quedate aqui pero te duermes”.
“Otro ratito Profe”, le dije, “todavía no me compongo”
Me quede otro rato y el Profe me la metió pero sin moverse ya, nada mas para que yo estuviera a gusto y me durmiera.
Antes de que amaneciera desperte, me separe del pito del Profe que estaba dormido pero con el pito duro dentro de mi.
Me fui a casa y me tape nada mas con una sabana, a la mañana siguiente no fui a clase ni a la practica de fut.
Cuando me levante fui a buscar a Don Norberto para hacer nuestra rutina.
Don Norberto me recibió con un apapacho y nos fuimos al camino. Me dijo “El Profe me llamó, dice que no fuiste a su casa, me quieres decir porque estas de flojo?”.
Entonces le dije a Don Nor, “Señor, le puedo decir algo pero no le vaya a decir que se lo dije”.
Don Norberto dijo, “que”.
“El Profe es brujo”.
“Don Norberto se rio a carcajadas y me dijo, “porque dices que es brujo”.
No le puedo decir señor, pero ya no me haga ir a su casa, por favor, es brujo y de los mas gruesos”.
“Ademas de flojo mentiroso Cobo, no acabaste la secundaria, no sabes nada, y no vas a la escuela, ademas debes hacer ejercicio para que te de el sol”, Dijo Don Norberto..
“Pero le estoy diciendo la verdad”, le dije.
“Basta, si no vas a clase mañana vamos a tener problemas tu y yo entendiste?”.
“Si señor”, le dije a Don Norberto, asi que al dia siguiente me presente con el Profe.
“Que paso con el niño caliente, todavía quiere mas?. le puedo dar gusto ahorita”, me dijo burlandose de mi.
Yo tenía pena de mirarlo a la cara.
“Es su mugre esa que me pone, si es asi como quería ganar es un truco que no acepto”.
“No, no es asi como quiero ganar, vamos a estudiar Geografía”. Dijo el Profe
“Geografía?, con todo lo que esta pasando y quiere que yo estudie Geografía?”.
“La Geografía es importante”, dijo el Profe, pero si quieres vamos por unas gelatinas”.
“No, no quiero gelatinas del carajo”.
“Estoy pensando en Natalia”, dijo, “le prometí que la irias a saludar”.
“No, no meta a Nata en esto, ya hay muere, usted gano, ademas ya se salió con lo que andaba buscando de mi”, le dije.
“Quieres algo conmigo otra vez?”, dijo el.
“Con usted nada, nunca nada”, conteste.
“Vamos Cobo, tienen unas gelatinas que son de tu color”.
“Ya le dije que no”, entonces me agarre la cara y la meti en mis manos como para ignorar todo lo que me dijera.
“Aqui les tenemos unos tamales” escuche a Natalia que había entrado, “se los manda mama”.
Natalia me dió dos tamales y cuando me los dió me toco las manos y me miro. Nunca había hecho eso de verme tan directo.
Yo le sonreí y mire al Profe como preguntando si se traía algo.
El Profe me guiñó un ojo.
Nata dijo, “Me dijo mama que puedo ver la clase que le da a Cobo, a ver si me prepara para el examen de admision que tengo en la Universidad”.
Me cayo como en seco la canción, El profe seguro había arreglado otra de sus intrigas, pero Nata me caís muy bien como para enrredarla.
Antes de que fuera mas tarde dije, “Profe, yo no quiero que vea mi clase, no me puedo concentrar”.
“El Profe dijo, “quieres estar mejor solito conmigo?”.
Y dije, “Si, la verdad si”.
Entonces el Profe dijo, “Vente al rato y vemos tus cuestionarios Natalia”.
Nata me vió como feo pero se fue despues de que nos comimos los tamales.
Despues de que Nata se fue el Profe me dijo, “encuerate , perdiste la apuesta”.
Me puse de pie y dije, “me va a poner la cosa esa?.
El Profe se bajo la bragueta y dijo, “Ya no la necesito, quiero que veas que gane a la buena, a poco no quieres mas?”.
Para mi que desde que entre a su casa esperaba que llegaramos a eso,
Era la neta que ya no me desagradaba y era verdad que esperaba mas, era como algo muy muy nuevo que acababa de descubrir.
Me agarre de la mesa para inclinarme un poco, y deje que lo hiciera. Ya no era la deseperación de la noche anterior, era solo deseo de volver a sentir eso.
Asi estaba y el Profe me estaba dando la abrochada, el ya se habia quitado tambien toda la ropa y para mi que el me estaba disfrutando tanto como yo tambien sentía bonito.
No era el Profe que había conocido siempre, me estaba cojiendo como en buena onda y me manoseba pero ya no me molestaba.
Yo no hacía nada, el hacía todo, yo solo le dejaba usar mi trasero como el quisera.
Y hubiesemos durado mucho mas, si no siento entrar a alguien al cuarto. Eran Nata y Don Norberto.
Según supe despues Don Norberto le preguntó a Nata donde estabamos y Nata lo condujo a nosotros.
No tuve tiempo de reaccionar , solo escuche “Ven acá pinche escuincle”.
Su mano en mi axila y de mi brazo y jalandome.
El Profe tenía cara de asusutado y Don Norberto cara de enfurecido.
La unica cara ecuanime era la de Nata, parecía con una actitud muy madura pero con verguenza. Me veía y luego bajaba la Mirada hacia el piso.
Don Norberto haciendome caminar de puntitas porque el es alto, y por toda la casa descalzo hasta su coche.
Me metió al coche y me avento mi uniforme de fut que lo traia Nata, con todo y mis calzones y mis zapatos.
Encendió el carro y escuche al Profe Genaro, “No fue a fuerzas Norberto, el se deja”
Luego dijo, “Veras lo podemos compartir Norberto”.
Y Don Norberto dijo, “No es pastel, aqui quedan tus clasesitas Genaro”.
Y el Profe dijo, “Lo quieres solo para ti, esta bien, lo que tu digas”.
Don Norberto piso el acelerador haciendo que rechinara la llanta y escuche al Profe decir, “te vendo el caballo que siempre me has pedido Norberto”.
Don Norberto no le respondió nada, salimos del Pueblo.
Mas allá en el camino de terracería y junto a un arbol paro el auto y quedamos ahí sentados sin hablar.
Entonces pregunté, “esta enojado verdad?…yo no tuve la culpa”. Pero el no respondió.
Finalmente dijo, “Cuantas veces te lo ha hecho”.
“Una y media” le dije, , “es por mis pensamientos, hicimos un apuesta y perdi”.
Y Don Nor dijo, “malos pensamientos mis calzones, porque te dejas?, ya estas grande Cobo, sabes lo que estas haciendo”
Me pareció que Don Norberto estaba muy enojado, como no lo había visto antes y espantaba.
Sabía que le estaba doliendo lo que dije.
Y Don Norberto dijo, “Pinche Genaro, pero que no te dabas cuenta?.
Y dije, “Pues si pero ni modo de ponermele, entonces hice un trato”.
“Un trato”, repitió Don Norberto, “que tal si lo sabe tu papá, que tal si la mama de Nata va y le cuenta”.
“No lo va a hacer”, le conteste.
“Como sabes”, dijo Don Norberto.
“Solo lo se”, dije
“Una vez me preguntó si usted tambien me coje y le dije que no, pero no me creyó”.
Don Norberto quería arrancarse los pelos delgaditos que tiene y puso los codos en el volante.
“Que le pasa?”, pregunté.
“”Me duele Cobo, me duele haber visto eso”.
Y dije, “la culpa es de estos shorts”. Y el dijo, “que estas diciendo?”.
“Le gustaban mis piernas, asi empezo todo desde la primera clase, se lo trate de decir a usted pero no me creyo”.
“Asi que tus piernas eh?”, dijo Don Norberto
“A Doña Miriam tambien le gustan y he visto a otros gueyes tambien se me quedan viendo a las piernas como si fuera yo vieja”.
De pronto Don Norberto se empezo a reir y a reir y dijo, “Es que tienes piernas muy bonitas Cobo, no te lo han dicho?”.
Y dije, “yo nunca usaba shorts, usted tambien cree que tengo bonitas piernas”
“Pues si, yo tambien”. Dijo Don Norberto riendose.
Yo me reí con la mitad de mi boca, como burlandome un poco y esta vez los dos nos soltamos a reir y dejamos de hablar del asunto.
La conversación chusca sobre mis piernas nos había cambiado el mal humor y me llevó a tomar una soda.
Recordé que no me había quedado a jugar fut y que mis compañeros me hiban a extrañar.
Mientras masticaba mi hamburguesa se me ocurrió decir, “no duele, no se siente tan mal”.
Y Don Norberto dijo “Cobo, callate”.
Cuando llegamos a rancho baje del auto y dije, “nunca lo había visto tan enojado, me asuste mas yo que el Profe”.
Don Norberto me miro y dijo, “Es que me gustas mucho Cobo”.
Y dije, “Usted tambien quiere, verdad?”.
Don Norberto se me quedo viendo y no me contesto”.
Entonces dije, “ya le dije que no me duele”.
Camine hacia la casa y me hablo y dijo, “Ven acá”.
Y dije “para que?”.
Y el dijo explicame lo ultimo que dijiste”.
Entonces dije, “Ya esta usted grandecito”.
Y Don Norberto se quedó pensando.
Asi es como Don Norberto y yo empezamos a cojer poco despues de lo que paso.
Un dia mientras le poniamos gasolina a su auto, que se había parado por exceso de combustible el acerco su cara y me beso.
Me puso boca abajo sobre el asiento del auto, mis pies fuera del auto y la portezuela abierta.
Mi barbilla estaba apoyandose en la orillita del asiento y hasta ese dia supe bien como es la palanca de doble tracción, porque no había mas para donde mirar.
Me bajo los pantalones y debo decir que hasta que termino me di cuenta que nunca solte el galon de plastico en el que traiamos la gasolina.
Lo bueno es que ya estaba vacio.
No lo habría disfrutado de no ser por las lecciones del Profe Genaro.
A papa le extraño que yo dejara de salir tan temprano, pero tambien le extrañaban otras cosas.
Los peones murmuraban acerca de mi y Don Norberto.
La señora que vivía con Don Norberto tampoco me quería porque Don Norberto me metia a su casa.
Las cojidas de Don Norberto eran de pronostico.
Tal vez no tan buenas como la que me dio el Profe en su casa porque Don Norberto no usaba un unguento magico que estimulara ano y pito a la vez.
Pero se que nadie ha usado mi cuerpo tanto como Don Norberto. Y creo que había algo entre los dos que no era solo cojer.
Algunos chicos del equipo me dijeron que yo era la nalga de Don Norberto y eso me hizo pelear un par de veces.
Despues de haberme dado de golpes con un par de chicos, o mas bien recibido los golpes que me dieron nuestras diferencias quedaron saldadas.
Seguí viendo al Profe porque el se creía el entrenador del equipo, y cuando jugabamos los domingos me miraba sonriendose como si se comunicara conmigo, y a veces me guiñaba un ojo.
Pero ya no le hablaba nada que no fuera del partido porque Don Norberto me prohibió que le hablara.
Me quedaba con la impresión de que el me trabajo para que otro me cojiera a gusto.
Me sentía un poco injusto con el Profe. Nunca tuve la oportunidad de dejar de ser altanero con el y el nunca dejo de ser burlón conmigo.
Como si el hubiese dado el gusto de verme siempre en su contra.
Un día apareció la bicicleta en la puerta de mi casa, y tenía una tarjeta. Papá me pregunto, “que quiere decir esto”.
La tarjeta decía, “Cobo, no te la ganaste pero te la regalo”. Firmaba, “Genaro”.
La leí y le dije a papa, “El Profe me dijo que si pasaba el examen me la regalaria”.
Todavia tengo la bici. La agarre para irme lejos del rancho, luego me subí con todo y bici a un camion de estaquitas que me trajo cerca de la comunidad.
Y ahora estoy aqui otra vez y otra vez estoy con mi guitarra y cantando mis canciones.
Y esa es mi historia de DonNorberto y el Profe Genaro.
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