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Fantasías / Parodias, Gays

El prostibulo infantil (Tú decides cómo sigue)

Un hombre va a un paraíso degenerado donde tendrá que decidir con quién pasar la mejor noche de su vida. Tú decides cómo seguirá .
Este relato es distinto a otros. En este tendrás la posibilidad de votar por cómo será la continuación en la sección de comentarios. No dudes en participar.

Nunca olvidaré mi primera vez en ese paraíso. Las luces tenues del local brillando en los ojos del proxeneta que me miraba con calma, sin dejar de sonreír. El no era uno de esos tipos llenos de joyas ostentosas que aparecen en las películas. Era un ser humano común, que podrías pasar por la calle sin siquiera notar.

Después de revisarme para asegurarse de que no tuviera algún arma o micrófono oculto, me requisaron el celular y me pidieron pagar un generoso adelanto en efectivo, me hicieron pasar a un salón. Ahí, me entregó un tablet. «Mira, tenemos a todos los chicos aquí. Puedes escoger al que quieras», dijo el proxeneta.

Mi corazón latía a mil por hora. Navegando por las páginas, descubrí a cada niño que me ofrecía el infame dispositivo. Cada uno con su edad, su aspecto y sus habilidades «especiales» enumeradas en detalle. La inocencia de sus rostros me atraía, la idea de ser la persona que les mostrara el placer era emocionante.

El primer video era de un querubín con el nombre Miguelito y en la descripción del video aparecía la siguiente descripción: «Con solo 7 años, este angelito ya sabe lo que le gusta. Su piel clara, sus ojos café y su inocente sonrisa son capaces de derretir un corazón de piedra. Tiene un talento natural que hará que tus sueños se hagan realidad. Disfrutará cada toqueteo, cada caricia y cada beso que le des en su tierna y suave entrepierna.»

La descripción venía acompañada de unos videos en los que el mismo proxeneta aparecía haciendo lucir las habilidades del angelito. Se encontraba sentado en un sillón mientras estimulaba los pezones del niño desnudo sentado en su regazo, y al ver la reacción del niño, mi verga no pudo resistir la tentación de endurecerse. «Elija con calma, no hay prisa», repetía el proxeneta, disfrutando cada instante de mi indecisión.

El video se tornaba cada vez más caliente. El niño que aun conservaba casi todos sus dientes de leche tenía 10 veces más experiencia que casi todos los adultos. No daba esos besos torpes que suelen dar los pequeños de su edad que suelen no entender lo que hacen Este si lo hacía. Lo hacía con pasión. Chupaba los pezones del adulto mientras se tocaba su diminuto miembrito. El tipo le metía la punta del dedo suavemente sin causarle dolor. Por el contrario, le gustaba, se podía ver en cada uno de sus muecas.

«Ya aguanta la cabeza de un pene adulto», continuaba leyendo la descripcion del video de «Miguelito: El Expertito» en el catálogo digital. Mi mente no podía evitar imaginar la escena, cada detalle que se me describía era cada vez mas gráfico y morboso. El niño se movía con una gracia que no correspondía a su edad, sus ojos café se cerraban cada vez que su mentor le acariciaba. Sus piernitas temblorosas se abrían más la punta del dedo se movía von delicadeza.

Aunque la calentura me decía que bastaba con elegirlo a él, tenía que ver qué más tenía para elegir El siguiente video era el de un chico de once que ya era todo un aficionado a las caricias. «David: Su primer eyaculación fue la semana pasada, y ya anhela más», decía la descripción.

El chico aparecía solo frente a la cámara desnudo con una firme erección que no superaba los 810centímetros. Era negro como la noche y sabía perfectamente como despertar el deseo de cualquier degenerado como yo. Mientras se mordía los labios de forma seductora, acariciaba su pene, sus ojos verdes se clavaban en la cámara,.

David era alguien que traía recuerdos de esos momentos de despertar sexual cuando descubríamos el placer por nosotros mismos. El video era pura tentación, su piel negra brillando al tenue resplandor de la habitación. Sus once años se veían reflejados en cada centímetro de su ser, en cada músculo inmaduro que se tensaba. Su miembrito ya era mayor que el promedio de los niños de su edad, y el brillo de la luz en sus ojos delataba la avidez que sentía.

«Está impaciente por probar cómo se siente entrar en un cliente, su primer cliente», decía la descripción del video mientras tomaba su miembro en desarrollo con sus dedos suaves, moviéndolo con entusiasmo.

Si bien, ya había penetrado un montón de culitos infantiles, nunca había sido penetrado por un niño, y la idea de ser el primer culo que David probara era demasiado excitante. Se me hacía agua la boca al ver como el pequeño exploraba distintas velocidades hasta que finalmente unas tímidas gotas de semilla se deslizaron por su miembrito. Su cara de satisfacción al terminar era la imagen perfecta de la inocencia.

Pensando en la posibilidad de ser la primer experiencia del chico, de marcarle el camino a la depravación, la elección se me hacía cada vez mas dificil. Cada video me sumergía en un mar de perversas emociones. El proxeneta se acercó y me susurró al oído, «¿Te gustó lo que viste?» Con la respiración cortada, le asentí.

Pasando a la siguiente opción, el siguiente video era de un adolescente algo mayor. Quizás un poco viejo para mi gusto, pero tan provocador que no podía dejar de verlo. «Juan: Un jovencito de catorce con la actitud de un adulto», leí en la pantalla. Su foto lo presentaba con un aire desafiante, sus primeras vellos en la cara, un uniforme de colegio y la polla mas grande que la de la algunos adultos.

El jovencito se quitaba lentamente el uniforme, mostrando cada centímetro de su piel tersa, la cámara se acercaba a cada detalle. Sus ojos, llenos de deseo, desafiando a la cámara y a mi, que lo observaba detenidamente. Su miembro estaba duro como roca, imponiendose delante de esa suave mata de pelos que recién comenzaban a asomarse.

Juan se movía con la seguridad de un adulto experimentado, sus manos acariciando cada rincón de su propio ser. Me sorprendió la facilidad con que se tocaba, la confianza que desprendía. Se acercó a la cámara y me mostró la punta de su pene, la precum ya empezaba a gotear, la excitación se palpaba en el ambiente. «Garantizamos que este joven con hormonas explosivas no se conformará lanzando sus chorros solo una vez», prometía la descripción.

Con habilidad, el adolescente insertaba un vibrador en su ano mientras continuaba acariciando su miembro ya húmedo por la precum que se escurría. Sus movimientos, lentos y sensuales, no parecían provenir de alguien que acaba de cumplir la mitad de la adolescencia. Sus ojos, que brillaban con el deseo, me atraparon, me atrajeron a la pantalla del tablet. Sus manos cada vez más frenéticas se movían en de atrás hacia adelante mientras gruñía como animal fuera de control. Finalmente un chorro monumental salió disparado de su verga, seguido de unos más pequeños que seguían levemente. Sin sacarse el vibrador aun, pasó la punta de sus dedos por su miembro sucio y se llevaba sensualmente a la boca los restos de su propia leche. Se notaba que ya no había nada que este no hubiera hecho

Pasé al siguiente video que era muy distinto a los otros. Este no era un experto. «Felipe: Recien traido, inexperto y asustado», decía la leyenda. Un niño de siete con la cara deshecha por el llanto, ojos enrojecidos y la nariz tapada.

El pequeño estaba vestido con pantalones cortos y una camiseta de Mario Bros que le daba una inocencia contrastante con su situación. Al lado de el se encontraba el proxeneta quien se agachaba para lamerle el cuello y las orejas al pequeñín que no entendia nada y trataba de escapar sin exito. Sus pantalones inmediatamente se mojaron, y gotitas de su orina se escurrían por sus piernas temblorosas.

«Ideal para los que les gusta sentir la verdadera inocencia», me decía la descripción al pie de la foto de Felipe. Su rostro angelical, sus ojos llenos de miedo, su piel sin un solo vello. La tentación de estimular mi verga rodeado del sonido de inocencia rota era demasiado grande.

El video continuaba con el proxeneta quitandole bruscamente la ropa palpando sus calzoncillos mojados y pasando su mano por el rostro del niño asqueado, y luego se los bajó haciendo que Felipito instintivamente tratara de cubrir su pequeña cosita con sus manos, la desnudez del angel me pusó la verga mas dura que la roca.

Violar a un niño con malicia no será lo más correcto del mundo, pero el morbo que me provocaba la idea era inigualable. Los ojos de Felipe, llenos de miedo y desconocimiento, me atraían cada vez más. Me sentí tentado de corromperlo, pero habían otras alternativas preciosas.

Finalmente, apareció el video de una creaturita que debía tener solo un poco más de dos años. «Gabrielito: La inocencia personificada. Todo es un juego en su inocente cabecita. Con sus manos y su boquita te hará sentir en el cielo. Su sonrisa te envolverá en la ternura que solo la infancia posee».

En el video, el niño se divertía como si jugara con un autito o un peluche mientras tomaba la verga del proxeneta acostado boca arriba. Con la ingenuidad que solo los angelitos de su edad poseen, se la metía en la boca, la chupaba y se reía al escuchar los ruidos que salian del adulto. Su pene era diminuto. Más pequeño que una arveja.

Mis manos temblorosas aprietan el tablet. El proxeneta se acercó a la cama y me dijo: «Este es nuestro producto mas joven. Con solo dos, ya sabe lo que le gusta. Te aseguro que no te arrepentirás si lo eliges.» La idea de que la vida de un ser inocente jugara tan tiernamente con mi cuerpo me volvía loco. Veía en el video cómo el hombre acariciaba la entrada de su anito sin entrar, causándole cosquillas y haciéndolo reir a carcajadas. Su sonrisa era la mas bella que podia existir.

El proxeneta en el video tomó al niño y lo subió a la altura de su cabeza para tener su entrepierna en la boca. Envolvía con dulzura al chico con su brazo derecho al mismo tiempo que su lengua gozaba la entrepierna del pequeño, como si fuera un caramelo. A la vez, con su mano izquierda se masturbaba con entusiasmo.

El niño no paraba de reír mientras el adulto sudaba y temblaba de placer. Un chorro de semen saltó hacia su abdomen y soltó al niño, permitiendo que gateara hacia el charco, jugando con curiosidad y llevándose la leche a la boca con la inocencia de cualquier niño pequeño que prueba lo que sea.

«¿Ya sabes cuál es tu elección?» Me interrumpió el proxeneta, despertándome de mi ensoñación. Le sonreí, apreciando la tensión sexual que se respiraba en el ambiente. «Voy a ser sincero contigo, me gustan todos», dije, intentando mantener la calma. Mi mente en su interior debatia entre cada una de estas bellezas. Miguelito, el prescolar con la experiencia del adulto más promiscuo; David, el preadolescente en pleno despertar; Juan , el adolescente de hormonas revoltosas; Felipe el corderito asustado listo para perder la inocencia; o Gabrielito el bebecito curioso y juguetón. La decisión no era fácil, pero tenía que elegir.

Te invito a ti mi degenerado lector a que me ayudes a tomar mi decisión. Escribe en la sección de comentarios con cuál te gustaría que pase la mejor noche de mi vida El niño mas votado será el protagonista de la continuación de mi relato.

 

  • Aunque estaré siempre feliz de conversar por Telegram, sólo se aceptarán votos en la sección de comentarios.
  • Se puede votar por más de un niño
  • Es opcional decir las razones de tu votación, pero si lo haces, estaré agradecido.
  • La votación se cerrará el 1 de agosto de 2025

tl: p0588s

91 Lecturas/22 julio, 2025/6 Comentarios/por pisofshet
Etiquetas: colegio, culo, joven, jovencito, mayor, metro, recuerdos, semen
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6 comentarios
  1. Jhonparr1 Dice:
    22 julio, 2025 en 12:00 pm

    Gabrielito, para que le rompas el asterisco

    Accede para responder
  2. vandell Dice:
    22 julio, 2025 en 12:01 pm

    Que le permita coger con Felipe y con gabrielito

    Accede para responder
  3. Adan1159 Dice:
    23 julio, 2025 en 3:26 am

    Gabriel 7u7

    Accede para responder
  4. CarPer Dice:
    23 julio, 2025 en 4:19 am

    Votos:
    1) Felipe
    2) Gabrielito

    Accede para responder
  5. rxxa53 Dice:
    23 julio, 2025 en 5:26 am

    Mi voto es para Miguel y David. Jeje.

    Accede para responder
  6. Ash_ketchum Dice:
    23 julio, 2025 en 6:08 am

    Que sea con David, juan, y Felipe, primero individual y acaba en un cuarto
    ♥

    Accede para responder

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