El putito de la oficina
Hola, les voy a contar como fui el pasivo de Miguel, mi compañero de trabajo .
Hola a todos.
Por esos días, cuando tenía 26 años, anda buscando mi identidad sexual, había tenido algunas experiencias con hombres siempre en el rol pasivo (ya no era virgen), me consideraba bisexual-pasivo, era una persona varonil, pero deseaba, en la intimidad y de manera discreta, adoptar un rol más femenino con un hombre.
Había entrado a trabajar hace poco en una constructora, trabajaba en la oficina técnica, mi rol era ayudante de oficina, algo así como un junior. Cómo yo era una persona varonil, nadie sospechaba de mi inclinación sexual hacia los hombres, tampoco me interesaba hacerme una fama de pasivo en mi trabajo, no quería estar en boca de todos, ni menos ser considerado el putito de la oficina, pero andaba con hartas ganas de estar con un hombre.
Había un tipo (el encargado de seguridad de la empresa, se llamaba Miguel) de unos 28 años más o menos con quién había entablado una buena relación en el trabajo, conversábamos en las horas de colación, era simpático y me daba la impresión que me tiraba los cortes con algunas indirectas, como que me coqueteaba y se mostraba algo cariñoso conmigo, todo siempre en buena onda y de manera discreta. Tal vez eran ideas mías y en realidad no pasaba nada, pero yo ya me había pasado rollos y quería tener algo con él, me gustaba y no sabía cómo hacérselo saber.
En la oficina, a veces se hacían fiestas o reuniones e iba haber una comida de fin de año en un restaurante, pensé que ahí podía decirle o esperar si él se me insinuaba.
El día de la comida estuvimos compartiendo todos, pero yo especialmente estuve conversando mucho con él, hablamos de hartas cosas, pero no encontraba el momento para decirle que me gustaba.
De a poco la gente se fu retirando y los que quedábamos eramos pocos, ya estábamos con unos tragos dentro del cuerpo y yo ya me sentía mas desinhibido. En un momento ví que Miguel iba al baño y yo lo seguí, adentro nos pusimos a orinar uno al lado del otro en los urinarios, cuando él desenfundó su verga para orinar yo inmediatamente me quedé mirándole el pene (lo tenía bonito, no era muy grande, pero estaba bien), el se dió cuenta y se sonrió, y mientras yo lo miraba me dijo en tono de broma si quería probarlo, yo me puse nervioso, estaba avergonzado, le dije:
Yo: «disculpa, no quería incomodarte, no era mi intención mirar tu pene, se me fue la vista»
Miguel: «jajaja, tranquilo, no te preocupes, es una broma, mira todo lo que quieras, jajaja. Tú igual tienes buen pene, jajaja», me decia mientras le daba una mirada a mi verga.
Yo estaba avergonzado, creo que me puse rojo. Igual nos reímos los dos. Él salió del baño mientras yo me lavaba las manos y antes de salir me dijo.
Miguel: «Voy a estar en el bar del restaurante para tomarme el último trago, si quieres te invito uno, no te demores»
Una vez que salí del baño y entre al lugar del bar ví que solo estaba Miguel, se habían ido todas las otras personas de la oficina, yo fuí y me senté al lado de él.
Miguel: «qué tomas?»
Yo: «Para mí está bien un aperol, algo suave»
Él pidió mi trago y estuvimos ahí tomando y conversando los dos. Hablamos, nos reímos de lo del baño y de otras cosas. Él me tiró algunas indirectas y me molestaba un poco, todo en buena onda sí.
Miguel: «Si quieres podemos ir al baño, jajaja, si quieres recrear la vista, jajaja»
Yo: «jajaja, no me molestes, lo del baño fue algo involuntario, no seas pesado, a mí no me gustan los penes, jajaja»
Miguel: «yo decía nomás, si quieres mirar penes, yo no tengo problemas, te lo puedo mostrar cuando quieras, jajaja»
Yo: «ya cortala, bo


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