El putito de Mario 3

Paseo y encuentros peculiares con papi..
«Fin de semana:Paseo (2/3)»

 

Hola gente de sst aquí les traigo la continuación de esta serie de relatos, lamento la demora pero espero y lo disfruten 😉

 

En el camino a la plaza comercial Mario caminaba de una manera peculiar y extraña que hacia que las personas voltearan a verlo extrañado de su rara forma de caminar. Esto lo ponía rojo pero no quería quitarse el vibrador qué tenía dentro suya, le gustaba la sensación que le provocaba su juguete.

 

Por otro lado a su padre Alejandro le gustaba y daba morbo la forma en que su hijo se retorcía e intentaba disimular su aparente incomodidad, viéndolo un rato así decidió ayudarlo con su pequeño y problema y lo haría también «disimuladamente». Pasaron a un puesto de helados y se compraron un par, se fueron a sentar en una banca en un parque cerca y comenzaron a comer pero un punto Ale dejo caer su helado en el short del niño «accidente» manchando lo por completo.

 

Alejandro:Ups! Parece que te ensucie un poco, dejame ayudarte con eso..

 

Ale le bajó los pantalones a su hijo quien a todos lados para que no estuviera nadie cerca además veía con ojos apenados a su padre. Ale no solo le quito el short sino también la ropa interior dejándolo solo con su camisa qué apenas y le cubría sus muslos.

 

Mario:¡Papá! Que estas haciendo, la gente me está viendo..

 

Alejandro:Tu no te preocupes, la gente está tan metida en sus asuntos que no seguramente no les importara mucho lo que hagamos, además tu ropa esta sucia y no quiero que vayas incómodo aún que.. Ya lo estabas, ¿no? El juguete que tienes no te hace caminar tan bien.

 

Mario:No estoy tan acostumbrado a estos juguetes.. Pero.. ¿Que voy a usar ahora?

 

Alejandro:Mmm..

 

Ale miró a su alrededor y vio una pequeña tienda de ropa para niños en una de las calles, eso fue perfecto, tomo a su hijo de la mano y comenzó a caminar con el mientras en la otra sostenía su ropa sucia.. Antes de ingresar a la tienda una ráfaga de viento levantó ligeramente la camisa del niño provocando que algunos de los hombres que pasaban por la zona se asombraran ante ese trasero tan joven y aún más por lo que tenía en su entrada. Mario se percató y se cubrió la cara con sus manos ocultando ls vergüenza que estaba pasando. El trabajador de la tienda de ropa saludo a padre e hijo y les preguntó en que podría ayudarles.

 

Alejandro:¿Tiene de causalidad camisas para niños más grandes qué la que trae puesta mi pequeño?

 

Trabajador:Por supuesto, iré a traerlas vuelvo en unos momentos.

 

Mario:Papá.. ¿No venimos por un short y un bóxer limpios?

 

Alejandro:¿Para que? Solo te estorban y no te dejas de retorcer por el vibrador.

 

Mario:Pero es porque no estoy acostumbrado, mi ropa no tiene nada que ver..

 

Alejandro:Bajo mi punto de vista es culpa de la ropa y no del vibrador, además vi como caminabas del parque a la tienda y ya no te movías tan raro, así que estarás así hasta que llegamos a casa.

 

Antes que Mario dijera algo más el trabajador volvió y trajo una playera era de color negro con un diseño de tiburones y otra era de color blanca con estrellas amarillas, Mario miro ambas playeras un poco más animado.

 

Alejandro:Mira que bonitas, ¿tendrá de causalidad probadores?

 

Trabajador:No disculpa no contamos con eso.

 

Alejandro:¿Y no le molestaría que mi hijo se las probará aquí mismo? Aún que no tenga short, sufrió de un accidente con su helado hace rato.

 

Trabajador:No para nada.. Me gusta ver a los pequeños en su más pura esencia.

 

El trabajador le dio un guiño a Ale y le correspondió con otro, se acercó a Mario y le quito su camisa dejándolo completamente desnudo enfrente del trabajador y de él, Mario se tapaba su parte y la cara de la vergüenza que estaba sufriendo en esa tienda mientras el ruido del vibrador se escuchaba ligeramente al no tener algo que lo cubriera.

 

Trabajador:Sabe por ambas camisas son 500 pesos pero si su hijo le da una atención a mi «amiguito» se las dejo gratis.. ¿Qué opina?

 

Alejandro:Con gusto..

 

El trabajador de la tienda se bajo el pantalón y su ropa interior dejando al aire una gran verga bien dura soltando ya precum, en ese momento que vio tremendo trozo de carne a Mario se le olvido ls vergüenza y comenzó a chupar ese manjar tan duro y venudo. Ale tomó algunas fotos con su teléfono del momento y subió la intensidad del vibrador en el trasero de su hijo para que gima más fuerte. Tras unos momento la cara y boca de mario se llenaron del semen de trabajador, la polla salió de su boca mientras él intenta recuperar el aliento y su respiración se oiga bastante agitada.

 

Limpió un poco a mi hijo y le puso la camisa de tiburones, la camisa ya le cubría hasta la rodilla aún que claro si había un fuerte viento seguramente más de uno verían sus partes mas privadas. Ambos se despidieron del trabajador y se continuaron su paseo.

 

Mario:¿Por qué me haces esto papá?, ¿Es acaso por mi castigo? , creí que ya lo había cumplido con la noche anterior.

 

Alejandro:Reprobaste varios exámenes y por cada uno te daré un castigo cada vez peor, será mejor que me escuchas y obedezca o te quitaré ahora mismo esa camisa y no haré nada si los hombres pervertidos de por aquí quieren tocar tu cuerpo.

 

Mario se callo y agachó la cabeza, Ale levantó su mirada con triunfo, cuando pasaba por un bote de basura tiró el short y el boxer de su pequeño quitándole la posibilidad de ponerse sus prendas al completo. Llegaron al centro comercial y comenzaron a realizar algunas compras, unas eran para una pequeña parrillada por el buen comportamiento que tuvo Mario ante el reciente castigo de su padre. Mientras Ale explotaba y compraba algunos artículos nuevos en una sex Shop, él estaba en un área de niños con las maquinistas jugando para intentar sacar un peluche de lobo que le parecía simpático pero tras varios intentos se rindió.

 

Un hombre alto se acercó a la maquina para meter una moneda y en su primer intento sacó el peluche que Mario intentaba, el hombre se había girado en dirección a él y se lo dio.

 

?:Esto era lo que querías? Pues tomalo, es un lindo peluche para un niño igual de bonito.

 

Mario:Gr-gracias señor..

 

?:Me llamo Carlos pequeño, ¿Cuál es tu nombre?

 

Mario:Me llamó Mario.

 

Carlos:Que bonito nombre el tuyo, sabes te estuve viendo un rato y dejame decirte que buenas nalguitas tienes, veo que te gusta mucho tener algo entre las piernas.. Tu vibrador casi ni se nota pero apuesto a que lo disfrutas, ¿no?

 

Mario sé tapo la cara con el peluche e intentaba evitar el contacto visual por las palabras del hombre.

 

Carlos:No tengas vergüenza pequeño, ¿porque estas tan sólito?, ¿Con quien viniste?

 

Mario:Vengo con mi papá pero el está dentro de esa tienda.

 

Mario señaló a la sex Shop, Carlos sonrió maliciosamente y tomó de la mano a Mario dirigiéndose a dentro de la sucursal. Una vez que entraron buscaron al padre de Mario el cuál estaba buscando trajes para su hijo, al verlo entrar con un hombre desconocido se pone a la defensiva, toma a Mario del brazo y lo pone detrás suya.

 

Alejandro:¿Quién eres tú?, ¡¿Qué haces con mi hijo?!

 

Alejandro observaba al hombre molesto y volteo a ver a Mario preocupado por si estaba asustado o tenía algún signo de agresión pero en cambio el pequeño estaba bien, lo único nuevo era el lobo de peluche que abrazaba.

 

Carlos:Mi nombre es Carlos y su hijo estaba preocupado por usted así que lo acompañe a buscarlo para que no estuviera solo.

 

Carlos se acercó a la oreja de Alejandro susurrando le.

 

Carlos:Debería agradecerme vi a muchos otros hombres que veían lacivos a su hijo por su falta de ropa..~ y quizás no serían tan considerados con él.

 

Alejandro miró al hombre de pies a cabeza observando que el también parecía que estuvo tendiendo pensamientos con Mario, en su pantalón se podía ver un gran bulto al notar esto sonrió con malicia.

Alejandro:Bueno, supongo que eres bastate considerado por eso.. Talvez incluso merezcas una recompensa con este pequeño.

 

Carlos:Ooh.. Me encantaría~..

 

Ambos hombres de metieron a uno de los probadores de ropa cerrando con seguro, Mario estaba en medio de ambos hombres mirándolos un poco nervioso y asustado, veía como su padre y Carlos se tiraban una mirada cómplice con lujuria para luego voltear a verlo a él, las manos de Ale comenzaron a quitarle la camisa a Mario mientras Carlos amasaba las nalgas del niño.

 

Carlos:Mierda.. Tienes el vibrador bien atascado, dejame sacarte lo para mostrarte una verga de verdad.

 

Con rudeza Carlos sacó de un tirón el vibrador provocando que Mario de un grito que fue silenciado por su padre con un beso en la boca, mario al ser interrumpido soltó unas pequeñas lágrimas de los ojos cayendo por sus mejillas.

 

Los dos hombres comenzaron a bajarse el cierre de sus pantalones dejando sus vergas ya duras y bien grandes cerca de la cara de Mario quien estaba completamente desnudo ante ambos. Sin dudarlo comenzó ah acariciar y masturbar ambos miembros y a chupar los intentando darles la mejor atención a ambos. Ale y Carlos jadeaban y gemian ante la húmeda y buena boca que el putito tenía.

 

Carlos:Dios.. Esto es demasiado bueno, tu hijo es todo un chupa pollas increíble.

 

Alejandro:Gracias, desde temprana edad le enseñe a darle atención al miembro de un macho.

 

Mario miraba a los dos de reojo chupando y mamando los grandes trozos de carne qué tenía en ambos lados. Los gemidos de los tres no eran para nada discretos, afuera del probador algunas personas quedaban intrigadas por los sonidos y se imaginaba la sucia escena sin imaginar que entre los hombres había un niño.

 

Ale cargo en brazos a Mario en sus brazos para besar la boca de su hijo mientras Carlos se agachó y comenzó a lamer la entrada del niño que estaba ya bien abierta y maltratada por el vibrador que tuvo por varias horas. Sin previo aviso introdujo su miembro dentro del trasero del niño, los gemidos y jadeos resonaban en el pequeño cuarto mientras seguía con el beso de lengua con su padre. Las embestidas de Carlos eran fuertes y sin piedad alguna, «Slap, Slap» era lo único que sonaba entre las cuatro paredes, Ale bajo despacio a su hijo mientras Carlos lo sujeta de las caderas continuando con las embestidas y sin querer despejarse de su entrada, dirigió a Mario a su polla para que le chupara y continuará con lo suyo.

 

En poco tiempo fuertes gemidos y gruñidos despertaron de ambos al liberar toda su carga en ambos orificios del pequeño, el trasero y su boca se llenaron de la leche de los dos hombres los cuales estaban recuperando el aliento e intentaban tranquilizarse después de su extasis.

 

Limpiaron a Mario lambiendo el esperma de su cuerpo además de embarrarlo por todas partes, Mario seguía gimiendo teniendo su respiración aún alterada. Vistieron al niño con su camisa y tenis y salieron del probador viendo a varios hombres viéndolos con morbo y sonrisas lacivas en especial a Mario. Ale pagó los artículos que había seleccionado y se retiraron del centro comercial con las compras pero antes de repetirse Carlos y Ale intercambiaron números para estar en contacto y talvez en un momento planear otro encuentro.

 

Ya se había hecho de noche y las calles eran muy oscuras y poca gente caminaba, sin dudarlo Ale forzó hizo un poco de forcejeo con Mario para quitarle la camisa y dejarlo desnudo en plena calle.

 

Mario:¡Papá, no me hagas esto! Por favor..

 

El tono triste del niño se podía escuchar en sus palabras entre cortadas por el llanto.

 

Alejandro:Tranquilo, casi no hay gente aquí talvez además.. Me gusta mucho verte desnudo así en mitad de la calle..

 

Un tono salvaje y despiadado resonaban en las palabras que pronunciaba, sin más que aceptar esto ambos fueron a su hogar tomados de la mano con algún que otro momento incómodo para el niño al pasar con algunos hombres que lo nalgaban y hacia sonar su gran culo.

 

Al llegar a su hogar Mario fue directo a bañarse y quitarse ese olor a semen de macho que tenía desde temprano, Ale se puso a cocinar su parrillada hasta que recibe un mensaje de su esposa Betty diciendo que llegaría pronto a casa, enfurecido aventó el teléfono al piso.. Quería que esa noche fuera solo entre su hijo y él pero parecía que sus planes se había arruinado.

 

O talvez.. No?