El que me quitó a mi novia me inicia en el mundo Gay
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Durante mi tiempo en el gimnasio, un chico que asistía con frecuencia, llamado Israel, no me caía nada bien porque hace años me quitó a mi novia y justo unos meses después resultó que era gay; pero no solo eso, él sabía que tenía un buen cuerpo y era deseado por muchos y muchas, razón por la cual que era un engreído.
Pero a pesar de que no me agradaba nada, no podía dejar de observarlo, en ese entonces creía que era por mi odio y porque la verdad si tenía un cuerpo envidiable, uno que a pesar de todo el tiempo que pasaba entrenando, no podía tener, aunque ahora se que simplemente me gustaba, pero no podía saberlo porque era heterosexual o eso creía yo.
Un día, sin que me lo esperara, se acercó a uno de los aparatos que estaban al lado del mio y comenzó a hacerme una conversación.
Yo contestaba de manera cortante, sin llegar a ser grosero, actuaba como si no me conociera e incluso me preguntó si iba frecuentemente o era la primera vez que lo hacía, cosa que me enfadó ya que solo se hacía el tonto porque siempre estaba cuando él venía, cosa que él notó.
-No te enojes Eros, es broma -me dijo con un tono burlón-.
Yo se que vienes siempre, te he notado mirándome varias veces.
-Eso quisieras, idiota, no todos somos como tu- repliqué pero se rió.
-Si tu lo dices -simplemente comentó y se quitó la playera dejando su torso desnudo y siguió haciendo sus ejércicios.
Ese idiota lo sabía y se estaba burlando de mi.
Pasó cerca de media hora en la que intentaba no mirarlo, pero me era imposible.
Al final se volvió a acercar a mi.
-¿Qué te parece si salimos algún día? -me preguntó cínicamente sacando su celular-.
Pasame tu número y nos ponemos de acuerdo.
-¿Crees que soy un marica como tu? -cuestioné.
-No, claro que no -noté el sarcasmo en su voz-.
Solo una salida de amigos.
Yo estúpidamente se lo dije.
-Adiós, nos ponemos de acuerdo después.
Al instante me arrepentí.
Esperaba que no me llamara pero lo hizo y quedamos en salir el fin de semana.
Me arreglé demasiado ese día, como si fuera a salir a una cita y no con un amigo, era obvio que yo sabía que era una cita pero tal parece que me quería engañar aunque no funcionaba mucho.
Pasó por mí ese día porque él tenía carro, me subí y estuve muy incómodo.
Él hablaba y yo intentaba continuar la conversación pero me resultaba dificil seguirlo, estaba nervioso.
-Esto es la peor cita de mi vida -comentó.
-¿Qué? -cuestioné molesto, quien se creía él.
Y después comenzó a reirse.
-Me gusta cuando te enojas.
Hace que no pueda resistirme y te quiera quitar la ropa aquí mismo.
No respondí nada, pero mis nervios aumentaron.
Él quería tener sexo hoy, sin que nos conociéramos, y yo no.
Siguió conduciendo hasta llegar al Motel, y se estacionó.
-Bien , llegamos -comentó pero no podía decir nada.
Yo no esperaba esto, y menos ahora.
No podía, yo no era así, nunca lo cogería.
-Israel yo no quiero.
En ese momento se acercó hacia mi y me besó, yo le respondí el beso, uno que poco a poco fue haciéndose mas intenso hasta que mi erección comenzaba a doler.
-¿Y bien? ¿Te llevo cargando o tu caminas?
Me bajé deprisa del vehículo, eso había sido tan excitante.
Y solo había sido un beso.
Él caminaba delante de mi, podía observar su trasero.
Tenía buen cuerpo, bien trabajado, en realidad él era hermoso.
cogerse a una mujer, o a un hombre, no había diferencia.
Me dejaría llevar como con cualquier otra chica.
No tardamos mucho cuando ya ibamos a la habitación, entramos en ella y cerró con seguro.
Era una habitación increíble, me sorprendió que haya pagado por esto.
-¿Te gusta? -Me dijo al oido abrazandome por la espalda y comenzando a besar mi cuello.
Se separó y fue hacia la mesita al lado de la cama y puso un pequeño paquete que traía.
Se acercó hacia mi, y comenzó a desabrocharme y bajarme el pantalon mientras me besaba.
Metió su mano dentro de mi boxer y tomó firmemente mi miembro, comenzando a masajearlo.
Creció rápidamente, 17cm, no era una medida exageradamente grande pero tampoco pequeño.
Se arrodilló frente a mi y me bajó el boxer dejando libre mi erección.
Acercó su boca y comenzó a chuparlo.
Tenía experiencia en esto, se notaba y eso me encantaba, jugueteaba con él, la sensación que sentía cuando metía y lo sacaba era inigualable.
Nunca había tenido una mamada igual.
Perdí la noción del tiempo que estuvo, hasta que estaba a punto de venirme.
-Israel, voy a.
Y se detuvo, si hubiera seguido, seguramente hubiera terminado en su boca.
Pero no, aún me faltaba ese rico culito que tenía.
Se levantó y continuó besándome, sentía un sabor raro que me excitaba mas, seguramente era por el líquido preseminal.
Eso encendió algo en mi, ¿A qué sabría el pene de un chico? No pensé las cosas dos veces y me arrodillé frente a Israel, bajé todo de una vez dejando libre su pene sin erección.
Lo acerqué y me lo introduje completamente en la boca para notar como iba creciendo, no supe cuanto medía pero era mas grande que el mio.
Me lo saqué de la boca y comencé a lamerlo, pasé mi lengua por su glande, desde la punta, hasta la base de su pene, deteniendome a chupar sus testículos.
No sabía muy bien que hacer, solo me dejaba llevar, intentando recordar que me gustaba que me hicieran.
Seguí chupando, como un niño con su caramelo.
Despues comencé a meterlo y sacarlo de mi boca me llegaba hasta el fondo.
Israel me tomó de la cabeza y me quitó el control, comenzó a embestirme la boca, me llegaba hasta la garganta y casi me hacía vomitar, pero me encantaba, necesitaba mas de esta verga, si esto se sentía por mi boca que se sentiría por otro lado.
Se detuvo y me levantó.
Me quitó el resto de la ropa, dejándome completamente desnudo, al igual que él.
Me llevó hacia la cama, seguiamos besandonos, él no dejaba de rocarme el trasero y yo de tocarle el pene.
Se sentó en la cama y me senté sobre él, sentía su pene chocar contra mi trasero mientras continuabamos basándonos.
Me sentía desesperado, necesitaba tener esa verga dentro de mi y él lo notó.
Me puso en cuatro y comenzó a pasar su lengua por mi culo, me sentí en la gloria, no quería que dejara de pasar su lengua por mi ano.
Después metió su dedo, fue una sensación incómoda al principio pero me acostumbré y la sensación una vez fue placentera, repitió esa acción hasta que podía meter tres de sus dedos en mi ano.
Para ese punto yo gemía como una vil puta, quería su verga, la deseaba, pero no quería pedírselo, solo faltaba eso para haber votado mi dignidad a la basura.
Continuó por otro momento y ya no aguantaba mas, lo necesitaba, quería su verga dentro de mi.
A la mierda la dignidad.
-Cógeme Israel, métemela por favor.
Te quiero dentro de mi.
En ese momento se apartó y se dirigió hacia el paquete que dejó cuando entramos, posteriormente sacó de ahí un frasco con lubricante y condones.
Se colocó el condón mientras yo lo admiraba, era la mejor escena ue había visto en mi vida, en unos momentos todo eso estará dentro de mi.
Colocó lubricante en el condón y se acercó y también me embarró en mi trasero.
Sentí la punta de su verga contra mi trasero y comenzó a empujar lentamente abriéndose paso en mi culo.
No sentí nada de placer, al contrario, sentía como si me desgarrara a cada centímetro que entraba.
-Detente, Israel, me duele.
-No te muevas -me detuvo evitando que me moviera-.
Relájate.
-Me duele.
-Ya se te va a pasar.
Continuó adentrándose en mi, hasta que su pene quedó completamente dentro de mi.
Estuvo un tiempo, sin moverse, dejando besos por mi espalda.
Comenzó a moverse poco a poco, metiendo y sacándolo.
Seguía siendo incómodo y doloroso pero poco a poco ese dolor iba desapareciendo hasta convertirse en placer.
Sus movimientos movimientos comenzaron a tomar velocidad y fuerza que con cada embestida gemía de placer.
-Si, Israel.
Dame mas.
Gritaba y gemía como loco pero eso ahora no me importaba, solo importaba el placer que me estaba dando.
Sacó su verga de mi solamente para que me recostara en la cama boca arriba.
Tomó mis piernas y las levantó para volver a metermela, mientras me cogía me estaba besando.
Separó nuestros labios para poder aumentar su velocidad y con una de sus manos tomó mi pene y comenzó a masturbarme mientras me cogía.
Eso me hizo entrar en un estado de éxtasis, me sentía en la gloria, sentía que me venía, quería decírselo pero casi no podía ni hablar.
Terminé, chorros de semen salieron de mi verga cayendo sobre mi abdomen.
Israel sacó su verga de mi culo, y se quitó el condón.
Comenzó a masturbarse para terminar y sentía la necesidad de quere mas, había visto muchos videos porno en los que las chicas se tragaban el semen y lo diafrutaban, así que puse mi rostro frente a su pene y abrí la boca, quería probarlo y eso le gustó porque continuó masturbandose con mas prisa y terminó lanzando chorros de semen, algunos cayeron en mi boca y otros solo en mi cara, me los tragué sintiendo un sabor extraño y saldo, pero me encantó.
Me limpié el rostro, quería meterme a duchar para irme, pero Israel no quiso, dijo que nos quedaríamos toda la noche y acepté.
Volvimos a coger a pesar de que estaba un poco adolorido, pero mi placer y ganas de él eran mas grandes.
Este es mi primer relato, espero que les guste.
También es el principio de mi historia de sexo con Israel, tengo otras historias con él que pondré próximamente.
como sigue