Él quería tomar mates, pero se terminó tomando mi leche

Está experiencia la tuve a principio de año con un chico que conocí por redes sociales. Me invitó a tomar unos mates en un parque, pero lo que se terminó tomando fue algo completamente diferente….
Nos habíamos conocido por redes sociales. Tenía 18 años pero parecía más joven, tenía cara de nene. Me escribía todo el tiempo, era muy insistente con que quería salir conmigo. Al principio, hablábamos de temas «normales» pero a medida que pasaban los días, las conversaciones se tornaban sexuales, de a poco.

Tiró la idea de ir a tomar unos mates en un parque del pueblo, una tarde de verano. Le dije que sí, él me dijo que llevaba el equipo de mate y algo para acompañar, que no me preocupara. Acepté y fuimos al parque. Nos encontramos, charlamos un rato y decidimos adentrarnos en una reserva natural (que estaba cerrada, por cierto) para estar más cómodos. Mi objetivo era más que claro.

Nos sentamos en un banco, uno al lado del otro. Él estaba muy nervioso desde el momento en el que nos encontramos. Abrió la mochila y empezó a sacar las cosas para preparar el mate, tembloroso. Pero yo lo interrumpí y le dí un beso. Se sentía muy bien besar esos labios más jóvenes que yo, era literalmente un twink. Se notaba que era bastante inexperto, así que con mi lengua lo guiaba para que nos diéramos un buen beso. Mi pija no tardó en ponerse dura y en empezar a chorrear pre-semen. Lentamente llevé su mano a mi bulto duro y le indiqué que lo tocara, agarrara, manoseara. Que no sea tímido. Lo sentía nervioso, jadeaba, temblaba, pero no para de besarme y de tocarme la chota.

Le preocupaba que alguien nos viera, pero yo lo tranquilizaba diciendo que nadie iba a venir. Saqué mi verga de los shorts y se sorprendió por el tamaño. Admiraba mis 17 cm de verga, una verga gruesa, venosa y peluda. Seguramente nunca había visto una así. Lo guié para que me pajeara y eso hizo. No tardó mucho en arrodillarse frente a ese banco, delante de mí. Me bajé los shorts para estar más cómodo y empezó a chuparme la verga. Parecía que sabía perfectamente lo que hacía aunque un poco torpe. Intentaba metérsela lo más adentro que podía, pero no lo lograba. Se ahogaba, le daban arcadas, pero no paraba un momento. Estaba desesperado por chuparme la verga. De vez en cuando, miraba hacia arriba y me dejaba hipnotizado con sus ojos de twink sumiso y sediento de pija.

Yo agarraba mi pija y se la pasaba por la lengua, los labios, la cara. Empujaba su cara contra mis huevos para que también los chupe y lo hacía sin quejarse. Le encantaba. Mientas los chupaba y lamía, me pajeaba y después se volvía a meter mi verga en la boca. En un momento le pregunté si estaba listo para tomar la leche y me dijo que sí. No tardé mucho en acabar porque estaba demasiado caliente por la situación, estábamos en un parque público, era un twink medio virgen, era lindo. Todo me calentaba. Finalmente acabé sobre su boca, lengua y parte de su cara y demasiado. Habían salido unos cuantos chorros de leche muy espesa. Ver su cara con mi verga y acabada encima era un espectáculo. En su cara cansada veía que estaba orgulloso de haberme hecho acabar, él sabía que lo había hecho bien.

Lo ayudé a limpiarse, nos fuimos y más tarde me escribió. Dijo que había sido su segunda verga y que la primera había Sido una chiquita, que no lo había disfrutado. Esa noche me mandó algunos videos mostrándome su culito lampiño y virgen, pidiéndome para que lo desvirgara. Lamentablemente perdimos el contacto y no nos volvimos a ver, pero estoy seguro de que ya debe haber recibido varias vergas en esa colita y que debe estar haciendo a muchos machos como yo gozar.