El querido sobrino
ATENCIÓN: Éste es un relato FICTICIO, romántico y detallado sobre una relación incestuosa entre un tío y su sobrino.
Un jóven se encuentra en una situación complicada al enterarse de las intenciones de su querido sobrino.
Noah es un chico de 22 años. Un cuerpo a destacar debido a su constante entrenamiento físico, no era sumamente robusto pero sí tenía una fuerte figura definida, con músculos bién marcados y dotados de gran fuerza. Tenía un lindo cabello sedoso de color negro, era corto pero con volúmen. Una cara simpática que es típica de un buen sujeto como él. Y claramente tenía una buena «técnica» en la cama. Suena como un hombre ideal, aunque por más sorprendente que parezca, nunca tuvo una pareja a quién amar con pasión. Es proveniente de una familia común y corriente, solo que con la diferencia que su hermana mayor Abby (En el presente de 35 años), tuvo un hijo a sus 20 años, y el supuesto «padre» desapareció apenas se enteró de ello.
Desde ese entonces Abby era criticada por su madre, quién nunca apoyó a su hija ni por un instante. No parecía tenerle rencor a su nieto, sino más bien a su hija por dejar que ese niño viniera al mundo. Por lo que Abby debió mantenerse casi sola por todo éste tiempo. Cosa que no resultó ser tan mala, ya que pudo salir adelante luego de mucho trabajo y esfuerzo.
El hijo de Abby, se llama Damian. Y desde el momento en que su tío Noah (De 7 años en aquel entonces) lo vió, se rindió completamente ante él. Le tenía un cariño enorme y se hizo notar.
Abby vivía trabajando casi sin descanso, y no tenía tiempo para revisar a su bebé, por lo que su hermanito Noah se encargó de eso.
Noah iba todos los días a la casa de su hermana Abby para cuidar a Damian, ya que lo amaba como si fuera su propio hermano pequeño.
Luego de muchos años, la situación económica de Abby mejoró muchísimo, pero Noah nunca dejó de visitar a su querido sobrino, ya que hacerlo se había vuelto una costumbre.
Damian creció viendo a su tío más como un padre, ya que siempre estuvo con el, y confiaba más en él que en su propia madre, cosa que lo llevó a desarrollar ciertas actitudes.
Volviendo al presente…
Damian tiene 15 años, y su cuerpo tiene una figura curiosa, ya que se ve mucho más femenino que la mayoría de chicos de su escuela. Tiene una hermosa cabellera de color castaño brillante que le llegaba hasta el cuello. Es delgado y de piel suave. Y a pesar de su delgadez, cuenta con una cintura que muchas chicas envidiarían, y que para colmo rematan en unas firmes nalgas esponjosas. Cualquiera que lo viera a primera vista pensaría que entrena mucho en el gimnasio, cosa incorrecta ya que Damian no es un chico que entrene mucho; todos esos «atributos» son pura genética heredada de su madre.
Es un buen chico, amable, amoroso y respetuoso. Aunque con muchas dudas, cosa normal en un adolescente hormonal como él. Aunque esas dudas irían más allá de las simples hormonas.
Una tarde, mientras Abby trabajaba, Noah y Damian compartían tiempo juntos en su casa, jugando juegos en la PlayStation.
Noah: – ¡Ja! ¡Gané! Otra vez jeje… –
Diría Noah burlandose de manera amigable de su sobrino
Damian: – ¡Hey! ¡¿Como es posible que seas tan bueno en éste juego tío?! –
Noah: – ¡Es cuestión de práctica Damian jaja! Llevo jugando ésto desde ántes que nacieras ¿Sabes? –
Diría Noah acariciando jugetonamente el cabello de su sobrino, y sonriéndole de manera amigable
Noah: – En algún momento serás incluso mejor que yo descuida. –
-Aunque creo que ya sería hora de dormir ¿No crees? Ya es tarde jeje –
Noah se levantaría para apagar la consola
Damian: – Ohh… Pero yo quería seguir jugando… –
Noah: – ¿Enserio vas a hacer berrinches? Estás un poco grande para eso jaja –
Luego de esa pequeña burla y una carcajada por parte de ambos, Noah se dispondría a apagar todas las luces y cerrar las puertas ya que era hora de dormir. Y luego de ésto, iría a la habitación de su hermana Abby, donde hay una 3er cama para él, pero ántes de entrar se vió interrumpido por su sobrino, quién le hizo una petición.
Damian: – Tío espera… Puedes… dormir en mi cama si quieres…-
Damian intentaría disimular lo aleatoria que fue la propuesta, cosa que no le funcionó porque Noah enseguida notó que su sobrino le pedía eso para algo
Noah: – ¿Hm? ¿En tu cama? ¿Te da miedo dormir solo o qué? Jajaja. –
Bromearía Noah, haciendo que Damian solo suelte una incómoda risa, teniendo que revelarle la razón
Damian: – Jejeje… No tío es que… Quería hablar contigo de algo…
Eso le dió curiosidad a Noah, que accedió sin darle muchas más vueltas al asunto, no era algo tan raro, Damian ya le había hecho consultas de ese estilo, se tenían mucha confianza, más de la que ellos mismos se esperaban…
Ambos se prepararon para dormir en la habitación. Era un día de mucho calor así que ambos acordaron en quedarse en ropa interior, cosa normal para ellos hasta cierto punto. Esa noche Damian estaba más tímido y avergonzado de lo normal, Noah lo notaba sonrojado y algo inquieto, y a cada rato parecía que Damian bajaba la vista para ver el gran bulto que su tío guardaba en sus boxers.
Luego de acomodarse bien, Noah le preguntó a su sobrino sobre el tema que quería hablar, y Damian procedió a contarle, con mucha mas verguenza de lo normal, que se sentía fuertemente atraído hacía un hombre, y que tenía mucho miedo de ser rechazado por el mismo. Noah se mostró comprensivo y lo consoló, diciendole que es algo normal que pase eso, y que si sentía que podía ser correspondido, que tuviera la valentía de decirselo, porque guardárselo no le iba a hacer bien. Y luego de esa conmovedora charla, en la cuál Damian parecía haber aprendido algo, ambos se acurrucaron y se prepararon para dormir. O eso pensaba Noah
Aproximadamente una hora después de eso, Noah estaba completamente dormido, pero Damian no lo estaba.
Damian estuvo esperando una hora para que su tío se durmiera, y cuando por fin lo hizo, puso en marcha su plan.
Se acercó lentamente a su tío, más específicamente a sus piernas, teniendo cuidado de no despertarlo. Damian estaba respirando agitadamente y tenía una notable erección, sabía que se arriesgaba mucho pero ya no podía contenerse.
Damian acercó lentamente su mano a los boxers de su tío; que incluso sin estar excitado, tenía un enorme paquete; y suavemente empezó a manosearlo, volteando a ver a su tío para confirmar que no se había despertado. Continúo así un buen rato, sintiendo con sus dedos la calidez por encima de la tela, hasta que decidió hacer su siguiente jugada. Lentamente, bajó los boxers de su tío, y se mordió los labios al contemplar por completo su verga. Estaba flácida pero parecía una anaconda, gruesa con un fuerte olor, sumada a unas enormes bolas colgantes que dejaban al pequeño Damian sin aliento.
Puso sus manos suavemente alrededor del pene, acariciándolo y sintiendo su calor, Damian lanzaba pequeños gemidos mudos mientras su tío se retorcía un poco, aunque sin despertarse por completo
Damian, estando completamente exitado, no pudo contenerse y agachó su cabeza, para empezar a lamer la verga de su tío. Le daba lenguetazos a sus testículos y se refregaba en ellos, le daba tiernos besos en la punta, pasaba su lengua por todo el largo desde la base, sin darse cuenta que de a poco su tío estaba abriendo los ojos
Noah: -¿Hm?… ¿Damian?
Noah voltearía para ver bién que estaba ocurriendo, y lo primero que vió, fue a su sobrino acomodandole su pene, para empezar a darle una mamada a su tío. Noah de inmediato intentó levantarse y tratar de parar a Damian, pero éste fue más rapido al colocarse el pene en la boca, succionandolo con pasión, cosa que hizo que Noah se estremezca, lanzando un gemido ahogado, aún estando confundido por la situación.
Damian no paró, continuó chupándosela a su tío, pero de una manera tan sensual que parecía que lo había practicado miles de veces, su tío quería detenerlo pero la sensación era tan placentera que ni lo dejaba moverse de la cama. Damian continuaba, llegando cada vez más profundo, usando cada vez más su lengua, acariciando sus huevos, mientras que Noah solo gemía y pedía que parase.
Todo ésta situación llevó a Noah a que descargara una inmensa cantidad de semen en la boca de su sobrino, moviendo involuntariamente sus caderas hacia arriba para hacer que se tragara su verga aún más.
Damian se sorprendió por esto, e intentó tragarse todo el semen que su tío había dejado salir, pero era tanta cantidad que rebalsaba de su pequeña boca.
Luego de unos segundos de respiración agitada por parte de ambos, Noah se recostó sobre su espalda, mirando el desastre que había hecho sobre las sábanas, y mirando con mucha confusión a su sobrino, lamiendo los restos de semen que quedaron en su mano.
Noah: – D-damian… ¿Q-que has hecho?…
Damian daría un largo suspiro, y se acercaría a su tío, montándose encima de su cintura, y mirándolo diréctamente a los ojos.
Damian: – Tío yo… Yo te amo… Siempre lo hice, pero tenía miedo que me dejaras de hablar por eso… Yo solo quería, saber qué se sentía… Lo siento tío… –
Los ojos de Damian se humedecían mientras pedía disculpas, cosa que conmovió a su tío, que luego de dar un largo suspiro, puso sus manos en las mejillas de Damian, acariciando su rostro para consolarlo
Noah: – Hey no llores, mírame… Entiendo que te sientas así, es en parte mi culpa… Nunca pensé que podrías llegar a sentirte así, y es de hecho halagador, eres un chico muy dulce y, yo también te amo pero… No podemos hacer esto y lo sabes… –
Damian lo interrumpió, tomandolo de las manos, y acercando su rostro al de su tío
Damian: – Tío… Solo ésta vez… Por favor… –
Noah dudaría sobre que responder, se sentía un tanto excitado por todo lo anterior, pero con miedo de los riesgos de tener una relación así con su sobrino, por lo que se negaría, pero Damian no iba a aceptar un «no» por respuesta, por lo que éste se lanzó sobre su tío, dandole un beso en la boca. Noah se resistiría, pero Damian seguía insistiendo, incluso metiendo lengua en sus besos.
Poco a poco Noah iba cayendo en la tentación, y su pene empezaba a pararse nuevamente, por lo que en un último acto de consciencia, tomó fuertemente a su sobrino de la cintura, y se separó de su beso.
Noah: – Solo será esta vez… ¿Vale? –
Eso era todo lo que Damian necesitaba oír, sonrío de alegría y nuevamente le dio un tierno beso a su tío, quien ésta vez lo correspondió con pasión, abrazándolo fuertemente, y dejándose llevar por la lujuria. Su forzoso beso se convirtió en un besuqueo apasionado, donde Damian estaba encima de su tío, abrazado de su cuello, mientras que Noah acariciaba la espalda baja de su sobrino, y de vez en cuando se separaba para besar su cuello
Noah poco a poco fue subiendo la intensidad, bajando sus manos hacia las grandes nalgas de su sobrino, y empezando a apretarlas por encima de sus boxers, mientras Damian gemía con una tierna voz delicada
Ambos procedieron a desnudarse, y Noah puso a su sobrino boca abajo en la cama, y apretó sus nalgas con las manos, separandolas con sus dedos para dejar el pequeño ano de Damian al aire. Ante tal imágen, Noah no dudó en poner su rostro en medio de esas bellas nalgas, y empezar a lamerle el culo a su sobrino, quién se sorprendió ante la rudeza de su tío, gimiendo y jadeando mientras sentía la lengua de su tío recorrer sus interiores.
Luego de dejar todo su ano ensalivado, Noah se recostó suavemente sobre Damian, dejandole la verga apoyada sobre sus nalgas, mientras se acercaba a su oreja y le susurraba…
Noah: – ¿Estás listo?… –
Damian asintió con la cabeza, gimiendo de placer en voz baja, para luego sentir los 20cm de su tío rozar su ano. Al principio costó que entrara, pero luego de una fuerte embestida, Noah logró metérsela a Damian, quien dejó salir un gemido ahogado mientras agarraba fuertemente las sábanas de la cama. De una manera lenta pero fuerte en cada embestida, Noah empezó a cogerse a su sobrino, golpeando sus bolas contra las temblorosas nalgas de Damian. Noah besaba su cuello y lo sostenía fuertemente contra la cama, preguntándole si le gustaba, a lo que Damian solo respondía a gemidos que sí.
Noah aumentaba la intensidad y velocidad de las estocadas, siendo cada vez más agresivo, los gemidos de Damian se incrementaban, hasta que empezó a sentir como su verga palpitaba adentro de su culo, por lo que rápidamente la sacó sin avisar, gruñiendo un poco, y terminandose de correr en las nalgas de Damian, aunque su disparo llegaría hasta su espalda también.
De la excitación del momento, Noah, mientras aún seguía echando semen, le dió una gran nalgada a su sobrino, provocando un muy sensual temblor de carne en el culito de su sobrino. Para luego desplomarse al lado de él, abrazando a su sobrino de cucharita, ambos estando super cansados y agitados.
Noah: – Perdón por la nalgada al final jeje… –
Ambos reirían en ese momento, y Damian se daría la vuelta, para darle un último beso a su tío antes de acurrucarse en su pecho para dormir, en donde Noah lo abrazaría para que descansara feliz.
-Lo siento por si hubo algún error en todo ésto, es mi primer relato aquí. Espero que hayan disfrutado, quizás en un futuro saque más capítulos de ésta historia
Necesito que subas mas capítulos de esta historia, me ha dejado muy cachondo.
Como sigue? quiero mas.
Que delicia de relato y de historia, quiero saber como sigue, para poder seguir disfrutando de ella.
Me gusta mucha la historia, espero que la sigas continuando y que nos sigas contando como se desarolla esta maravillosa y caliente historia.