El Regalo Prometido II. Fin de la Historia.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pasaron meses antes de tener otro contacto con mi padrino, pues sencillamente después que me pasó el ratón como llamamos en Venezuela a la resaca dejada por el licor me invadió nuevamente el sentimiento de culpa y evitaba cualquier contacto con su persona, me llamo varias veces a mi móvil, fue a la casa pero siempre corrí con la suerte de verlo llegar y decirle a mis familiares que le dijeran que no estaba. Mi madre un poco confusa me pregunto un día que me pasaba con mi padrino para terminar con el tema le dije:
-Me anda pidiendo plata prestada y no quiero dársela.
-Habla con él y dile que no tienes y ya.
-No mama, lo que pasa es que yo de bocón le dije que sí, y ahora estoy arrepentido.- Ella negó con la cabeza pero lo creía por lo mensos.
Así pasaron muchos días hasta que el dejo de buscarme y dejarme mensaje por teléfono, me empecé a sentir más tranquilo y a encontrarme con la vida heterosexual que en un momento pensé que se me había fracturado en aquella ocasión pero siempre estaba allí la duda y las ganas de volver a verlo aunque un poco vaga pero estaban.
Una noche saliendo de la universidad caminando a mi auto repentinamente otro vehículo se me atravesó en la calle, casi me atropella, cuando me dirigí a la ventanilla del chofer para reclamar el susto que me hizo pasar mi sorpresa casi me paralizo el corazón cuando el conductor bajo el vidrio de la ventana y allí estaba mi padrino con una cara de seriedad que si bien no me mato con el coche casi lo hace con el susto que me pego cuando nuestros ojos se tropezaron. Mirándome friamente me dijo:
-Quiero hablar contigo.- Yo cruce los brazos y en señal de inconformidad le dije:
-Lo siento pero no tenemos nada de qué hablar.
-Si tenemos de que hablar, quiero que te montes en tu carro y me sigas.- Vacile un instante antes de preguntarle:
-¿Para donde vamos?
-A tu casa.
-A mi casa.- Pensé que estaba bien, allí estaban mis sobrinos y mi hermano de seguro la calle estaba alegre porque casi todos mis amigos toman los viernes después de su jornada laboral. El fue arrancar el carro pero freno, mirándome a los ojos me dijo:
-A tu casa, no a la de tu mama. Y no quiero que te desvíes ok porque si no mi esposa y tu novia se van a enterar de lo que paso.
Arranco el carro y me dejo confundido en medio de la calle, ahora me estaba amenazando y por la forma en que me hablo no dude en que no bromeaba, entre a mí vehículo y antes de arrancarlo me dije:
“Que tanto quiere hablar conmigo, no creo que me vaya a matar pero lo mejor será hablar con él y salir de todo esto de una vez, antes llamare a mi hermano y le diré que ando con él para que alguien sepa de mi paradero”.
Así lo hice llame a mi hermano, le pedí que exactamente en una hora me llamara y enrumbe con destino a mi casa, entre a la urbanización y el vigilante me aviso que hace pocos minutos entro un carro con destino a mi residencia, que si todo estaba bien, le dije que sí, que no había problema que él era mi padrino y que solo le mostraría la casa a ver si quería comprármela. El asintió con la cabeza y en cuestión de minutos estaba abriendo la puerta de entrada de la casa mi padrino me siguió serio, entramos a la casa, encendí las luces de la sala y el aire acondicionado, se sentó en el sofacama y mirándome a los ojos su rostro cambio de inmediato echándose a llorar, yo me confundí aun mas y como tonto le pregunte:
-¿Qué te pasa, tienes problema?.- Tiernamente me contesto.
-Sí, tengo problemas.
-¿Cuál es tu problema a ver si puedo ayudarte?.- Casi ahogando sus palabras me dijo:
-Estoy enamorado de ti.
Yo respire hondo y exhale el aire que había almacenado en mis pulmones, con ese aire arrastre una corriente de sensaciones que brotaron de lo más hondo de mi ser, me pase las manos por la cara, me estruje el cabello, colocándome las dos manos en la boca decidí guardar silencio por un instante y nuevamente broto aquel sentimiento que me dejo el día que mantuvimos sexo, no sé que me paso, pero me fui acercando a él y en segundos estaba sentado a su lado, seque sus lagrimas y sin decir nada se volteó y me miro tocando mi cara, yo me deje llevar y el empezó a besar mi cuello, pasaba con pasión su lengua hasta llegar a mis orejas, allí me perdí, luego bajo a mi boca, al principio la cerré sin embargo él con su lengua bordeaba mis labios y poco a poco la pasión hizo que la abriera dándome un tremendo beso, su lengua era grande, la sentía áspera pero muy viril me revolvía todo mi ser con cada choque de nuestras lenguas sin darme cuenta me empezó a tocarme las nalgas, con una mano me apretaba y con la otra soltaba mi correa, logro abrirme el pantalón, levantándome del asiento quedamos frente a frente y el comenzó a quitarse la camisa, me quitó la mía y de un tirón me bajo el pantalón, yo me quite como pude los zapatos.
El mundo empezó a retroceder para mi, tomándome por los hombros me bajo hasta su cintura y yo le desabroche el pantalón, haciendo lo mismo que yo, quedo solo en interior, a esa altura su polla latía como si tuviera inteligencia propia se bajo el interior y sacó su tremenda pieza de carne, un poco más pequeña que la mía pero mas derecha y gruesa, en ese momento tenia abundante vellos alrededor de la verga, lo acercó a mi boca, jugueteo con ella un momento, al sentirlo en mis labios, primero lo besé con la boca cerrada, pero el olor que emanaba su verga era exquisita, mi excitación estaba en los más alto de la inconsciencia y el frio de la sala que se empezaba a sentir hicieron que le empezara a dar una buena mamada de campeonato, en busca de calor, se lo hacia como si tuviera experiencia en chupadas, ni en la peor de mis contrariedades había pensado en mamarle la pinga a un hombre, pero allí estaba yo como una vulgar puta chupándole el machete a mi padrino, le lamía con ganas la cabeza, el sentía arqueadas en su cuerpo, le lamía los testículos, quería tragármelos enteros, sentí que estaba a punto de llegar pero aparto mi cabeza.
Yo me levante del piso para hacer que se recostara en cuatro patas en el mueble dejando a mi antojo sus nalgas blancas, le dije que abriera un momento sus posaderas para mirar su culo, pude constatar que no estaba roto y que aparentemente era solo mío después de aquella salvaje cogida, acaricie su escroto con mi lengua, hasta llegar a su ano, deslice mi lengua por esa área tan valorada por el hombre, su esfínter tenía un color rosado claro y se contraía con cada lengüetazo, yo sentía que me estaba comiendo el mejor manjar pero cuando quise introducir un dedo el no me dejo.
Todo ocurrió en un instante y ahora el subía y bajaba su mano a placer por mi verga que estaba a punto de reventar, echaba saliva en mi pene y lo masturbaba con una delicadeza única, de momento se introducía solo la cabeza de mi palo en su boca haciendo remolinos con su lengua, que sensación más rica, como un loco de repente se la devoraba toda, así estuvo como diez minutos, no hablábamos solo nos mirábamos, cuando sintió que estaba próximo al orgasmo abrió mis nalgas y llevo su lengua a la raja de mi culo, nuevamente me perdí, la sensación y la excitación estaban haciendo de las suyas conmigo trate de cerrar mis piernas, pero él con fuerza me las abría, y para que evitar lo inevitable me abandone a él y empecé a girar mi cintura en círculo alrededor de su boca. Entonces metió un dedo en mi culo pero yo se lo saque diciéndole:
-Si me vas a coger házmelo para recordarlo, no tengas piedad de mi que yo no la tendré contigo.
Esto lo volvió loco, al verse con luz verde me hizo poner en cuatro y colocándose detrás de mí y con el miembro completamente tieso dirigió su falo a mi gruta virgen, mi padrino escupió en mi raja introduciendo delicadamente un dedo sin hacerme daño casi no lo sentí de no ser por las sensaciones que me provoco, llevo saliva abundante a su asta y se la restregó a todo lo largo y ancho, sin decir nada, pues todos lo decían sus gemidos, colocó su pene en la entrada de mi ano. Y comenzó con mi desvirgacion, al inicio intentaba meterlo y se le salía porque mi apretado culo se resistía a recibir el invasor, yo temblaba de miedo y de deseos, el volvió a escupir su verga y apoyándola nuevamente en la entrada de mi culo lo empujo con fuerza y la resistencia de mi esfínter cedió ante semejante mástil de carne, abriéndose paso en mis extrañas y termino por entrar de un solo golpe, pegue un pequeño grito de dolor pero aguante, estaba plenamente consciente que me estaban enterrando un machete poderoso por el culo.
Mirándolo a la cara le grite:
-Dame duro desgraciado, quiero que partas mi culo.
Eso lo animo mas a seguir con la penetración y en un abrir y cerrar de ojos me estaba dando con ganas, el dolo empezó a ceder y yo a gozar como un loco, mientras me penetraba sentía que el paraíso se abría a mis ojos, la mezcla de dolor y placer era inimaginable para mí en ese momento.
Comprendí que era un hombre fogoso su pene estaba bien templado creo que al máximo ya mi culo estaba abierto y el entraba y salía sin ninguna dificulta, aguante su cuerpo por un instante al mío y lo inmovilice, sentí sus bolas entre mis piernas, me levanto un poco y pego su pecho contra mi espalda y no pude más que sentirme completamente suyo, me lo saco un momento y al salir me dejo un vacío, se sentó en el mueble y me indico que me colocara encima de su verga, la mire más linda que nunca y entonces comprendí porque todas las chicas del barrio lo deseaban, sin perder el tiempo me subí en ella y me deje caer poco a poco para que volviera a llenar mi culo de esa carne tan sabrosa, me iba penetrando lentamente pero de repente con una sola estocada la enterró hasta el fondo, sentí como resbalo su miembro completamente por mi extrañas hasta golpear sus bolas con mis nalgas.
Si, si, que apretadito y sabroso lo tienes – Me susurraba al oído y para mí era la gloria, yo empecé un sube y baja por todo el tronco y sin querer mi leche se salió solita y fue a parar a su cara, tome parte de ella sin dejar de menearme y se la introduje en la boca, eso basto para que mi padrino soltara en mis entrañas grandes chorros y chorros de leche caliente, se aferro con fuerza a mí y me beso, en ese momento yo me saque su vergajo que aun escurría liquido y pude sentir como su semen resbalaba por las orillas de mi culo, estuvimos abrazados por un largo rato hasta que me levante y lo guie al baño. Al tocarme mi culo mis manos salieron llenas de leche y sangre.
Nos bañamos, el me ayudo a mi aseo personal porque estaba molido y roto, cuando tome mi celular tenía varias llamadas perdidas de mi hermano y algunos buzones de voz, inmediatamente lo llame y me pregunto:
-Que paso algo anda mal?
-Sí pero ya lo resolví, quede adolorido pero todo está bien.-Le guiñe un ojo a mi padrino.
-¿Adolorido porque?.- Insistió mi hermano.
-Porque tuve que prestarle dinero a mi padrino y el bolsillo me quedo doliendo.
-Ok….nos vemos en casa de mama entonces.- Me dijo, pero enseguida le aclare:
-Hoy no voy para allá, salgo a comer y me devuelvo a mi casa pero mañana nos vemos para hacer una sopa, yo te llamo cuando vaya bajando.
-Ok.
Colgamos el teléfono, yo estaba montado con mi padrino en su carro, esa noche cenaríamos los dos en un restaurante y luego nos vendríamos a casa porque si algo falto en esa movida escena de sexo, fue que yo le partiera el culo y no estaba dispuesto a que se fuera liso esa noche…..pero esa será otra historia que me reservare para mí, porque la próxima ocurrió con el esposo de mi tía.
Mis historias son 100 % reales.
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