El regreso de Jorgito y su deseo de ser poseído.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por camaron64.
Jorgito.
Alberto no te quieres despertar, me decía?
Alberto.
¿Ya llamaste a Edua o ya se levantó?
Jorgito.
despierto y levantado esta, hace rato me respondió él.
Bueno la mañana comenzó activa, me digo para mis adentro, me levanto y comienzo a describir lo que veía.
Mi primo Edua que en el patio de la casa estaba, desnudo y a plena mañana sus dientes cepillaban, en el campo era algo muy normal que los muchachos al despertar en el patio se aseaban.
La mañana era cálida y en su cuerpecito formado en las labores el sol le daba y no dejaba de ser algo muy lindo y un contraste de claro oscuro entre sus nalgas muslos y espalda, sus contornos bien definidos.
Yo que de la ciudad venia me resultaba algo inapropiado desnudarme para dormir o desnudo salir al campo.
Mi tía que ruda era, puesto que cuatro muchachos más tenían, un vaso de leche tibia que en la mesa esperaba y una hogaza de pan.
Después del desayuno hacia el campo nos fuimos los 3 y sin mayor interés desde que comenzamos a andar me dice Eduardito, hoy sí que vamos a gozar.
Jorgito se sonrojaba y en sus cachetes notaba que el rojo se le subía, no duro mucho el andar el sol fuerte se sentía.
Fuimos a dar a unos panales de abejas, Edua que con destreza lo hacía, un pedazo saco con su manito cubierta y sin pensarlo dos beses, debajo del short de Jorgito lo mete, él lo sabía y con premeditación, se baja rápido el short, para con el brillo deleitarme, en el blanco de sus nalgas y el dorado de la miel se hizo la combinación perfecta, Edua le detiene para comerle las nalgas y delante de él me quedo yo parado y era tan bello lo que veía que frente a él me agacho y comienzo a contemplar como su miembro chiquito se comenzaba a erectar, sus huevito y su miembro estaban perfectamente formados no había bellos ni nada, para mayor deleite me meto en la boca todo aquello que veía y comienzo a chupárselo y de esa forma le arranco suspiros de mucho placer.
Por entre sus muslos meto mi mano y tomo de esta manera los huevitos de Edua, acariciándolos suave mente me dice:
_Que hacemos ahora?
_Despacio, ben ahora donde estoy yo.
_me tiro al piso, como tú?
_Si adelanta que esto está hecho.
En el suelo se acuesta para dejar al descubierto completamente toda su virilidad y después de mamarle yo su miembro y al igual que Jorgito comienzo despacito a depositar mi ano en su miembro para sin re quejo, sentarme completamente en él y le digo a Jorgito que haga lo mismo sobre mi miembro que igual de despacito se metió para entre los dos formar algo que era delicioso para aquel momento.
Mi primo a mí me cogió y a Jorgito lo cogí yo.
Era tanta la lujuria que entre los tres se desato que terminamos eyaculando yo y a mi primo que no habíamos cogido sentado en el miembro de Jorgito y gozando despacito, algo que él no había sentido.
Quiero decir que, aunque mi primito era muy reacio a darse a coger, ese día fue para los tres algo que él bien había dicho gozaremos los tres y de eso no quedo duda pues tal fue la lujuria que se desato que no hubo un día que no lo hiciéramos de cualquiera que fuera la posición.
A mí primo me lo cogí, con recelo o sin él pero les puedo decir que cuando las ansias brotan cualquier cosa se puedes hacer siempre que el deseo sea el mismo y muestra de ello fue que la semana que estuvimos juntos, fue cada día algo nuevo que entre los tres aprendimos y fueron muchas las veces que en las vacaciones de veranos hicimos los tres hicimos lo mismo sin levantar sospechas pues con mis otros primos había que estar muy a la derecho con el asunto del homosexualismo.
Espero les allá gustado y de ustedes espero lo mismo.
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