El relato: Por fin juntos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola.
Soy C, un chico de 21 años blanco, bajito, lampiño y versátil.
La historia empieza hace unos dos años cuando vi por primera vez a R, un hombre que estudia en mi misma universidad que describiré más tarde.
La primera vez que lo vi fue por un amigo que quería caerle, y aunque logró hablar con él, nunca concretaron nada.
Tiempo después fui a hablar con una amiga que estaba con un grupo de gente, entre ellos, R.
Lo conocí mejor, me dijo que yo era su tipo, y él era completamente el mío: unos años mayor, grande, velludo, no muy musculoso pero se notaba que se mantenía en forma; además es igual de friki que yo.
Hablamos los dos toda esa tarde, e hicimos muchos planes juntos después de eso.
El vivía cerca de la universidad, así que a veces lo visitaba a su casa y dormíamos juntos, pero solo eso, dormíamos.
Un día, en esas visitas, decidí confesarle que sentía algo más por él, a lo que contestó con un abrazo y un "hablamos después de eso", cosa que nunca sucedió.
Luego se volvió el novio de otro muchacho de la U y ahí me olvidé de tener algo con él.
Aún así, hablábamos de vez en cuando por chat.
Hace un mes estaba yo usando Grindr cuando veo dos nuevos mensajes: eran él y su novio, tratando de fastidiarme (entraron en una relación abierta y ahora cada uno podía tener sexo con quien quisiera).
Con el novio solo hablé ese día, pero con R, entre chiste y chiste, me propuso que nos viéramos para tener sexo.
Quedé extrañado, no sabía si me lo decía molestando o no, pero de igual forma le seguí el juego; tuvimos una conversación muy caliente y quedamos de vernos esa semana, cosa que no pasó.
No quise insistirle y me olvidé de eso.
Esta semana tuve un taller de danza por la noche, dejé mi celular fuera de mi alcance.
Cuando volví, tenía dos mensajes de él:
– Podemos vernos hoy?
– Está bien, no (casi una hora después).
Me apresuré a contestarle:
– Perdona, estaba ocupado, si quieres podemos vernos, pero tiene que ser ahora mismo.
Me respondió de inmediato:
– Dónde estás? Voy para allá.
Quedé estupefacto.
"Por fin voy a estar con el hombre que he querido desde hace un año?" pensé, y lo llamé de inmediato.
A los 15 minutos nos encontramos.
Estaba tan nervioso como yo.
Como su casa estaba ocupada, tuvimos que buscar un lugar dentro de la universidad.
Encontramos un pequeño rincón detrás de unos arbustos donde la oscura noche permitía que ese espacio fuera perfecto para los dos.
Empezamos a besarnos apasionadamente, abrazados como si esperáramos ese momento desde hace años.
Entre caricias y besos, ambos teníamos nuestros pantalones bajo las rodillas; me pidió que bajara y empecé a hacerle un oral.
Su pene era grueso, más de los que había tenido entre mis manos y boca antes, así que lo comí tanto como pude.
Él se movía alternando movimientos leves y bruscos, cosa que me encantaba.
Unos minutos después, me levantó y me hizo oral a mí.
Sentía tanto éxtasis que no lo podía creer.
Después me volteó y mi trasero quedó a su disposición.
Él estaba dispuesto a follarme como nunca, podía verlo en su sonrisa maliciosa.
En la primera entrada tuve que frenarlo y sacarlo, era demasiado grande.
Después, con un poco de paciencia y mucha calentura, logré tener dentro mío todo su armamento.
Trataba de gritar pero el me ponía la mano en la boca, a lo que respondía mordiéndolo.
Estuvimos ahí por varios minutos, yo arrinconado contra una pared y él dándome embestidas como si llevara un verano de varios meses.
Hasta que finalmente terminó, y se quedó quieto por algunos segundos.
Sacó su pene de mí trasero y procedí a masturbarme para también llegar a la eyaculación.
Luego de contemplar lo que habíamos acabado de hacer, nos reímos, nos vestimos y salimos del lugar con el mismo sigilo con el que llegamos.
Mientras me acompañaba a coger el bus, R me dijo que le encantó, y que aún estaba excitado por tener mi pene y mis nalgas a su disposición.
Apenas podía contestarle con una sonrisa.
Nos despedimos con un fuerte abrazo y me fui a mi casa, pensando en que finalmente pude tener un momento íntimo con el hombre que tanto había esperado.
Lo mejor de todo? Sé que esa no será la única vez.
Gracias por leer esto.
Es mi primera publicación.
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