El resultado es que como perdí, y soy una persona de palabra, les dije que cumpliría con la apuesta.
Un a de las tantas estrategias usadas para conseguir un macho, que lo penetre..
Otras Estrategias.
En otra ocasión y desde luego en otro lugar que me encontraba, había asistido a una celebración de una compañía, la que terminó cerca de las nueve de la noche, dos de los empleados de esa firma, se fueron junto conmigo a seguir la fiesta por varios bares de la ciudad.
Ya le había puesto el ojo a uno de ellos que se llama Luis, mientras que al otro que se llama Francisco y le dicen Paco, aunque nos acompañaba, ni me había fijado en él como prospecto.
Ya serían como las doce de la noche, cuando el tal Paco, nos invitó a su apartamento, para seguir compartiendo, supuestamente. Ya en su apartamento, puso un CD. De música vieja y variada, mientras seguíamos bebiendo.
Estábamos hablando de lo vieja que eran esas canciones, y aproveché para usar una estrategia con el fin de acostarme con por lo menos uno de ellos. En medio de la conversación sobre sexo, y de los chistes de doble sentido, se me ocurrió hacer una tonta apuesta, de que sabía los títulos de todas esas canciones nada más con escuchar las primeras estrofas.
Cuando me preguntó Luis, qué apostaba le dije de manera bien arrogante, lo que ellos quisieran ya que estaba bien seguro que no perdería, y para asegurarlo les empeñaba mi palabra de que cumpliría sí es que llegaba a perder.
Entonces fue Paco al que yo no tomaba en cuenta quien propuso, que si me equivocaba en alguna de las doce canciones que tenía el CD me convertiría por lo que restaba de la noche en su esclavo.
Al escucharlo actué como sí la apuesta no me agradase, pero como yo decía saber tanto de esa música vieja, no debía tener miedo a perder, por lo menos eso fue lo que dijo Paco. En el fondo se me alegró el corazón, ya que no esperaba que me lo pusieran de esa manera, tan fácil.
Como parte del teatro, entre trago y trago, las primeras cinco canciones las identifiqué bien sin problema alguno, pero la sexta, y la onceava canción, equivoqué los títulos con toda intención, pero sin que ellos así lo pensasen. El resultado es que como perdí, y soy una persona de palabra, les dije que cumpliría con la apuesta.
Aunque sabiendo que no lo harían, traté de que me perdonasen, pero finalmente acepté que había perdido en buena ley, por lo que como había dado mi palabra haría lo acordado.
Por lo que les dije que sería su esclavo por lo que restaba de la noche, y tomando una servilleta, y colocándola en mi brazo, como si fuera un mesero le pregunté a los dos. “¿Los señores que desean para seguir tomando?”
Los dos me observaron, y se vieron mutuamente, luego se dijeron algo al oído el uno al otro, y de inmediato se pusieron a reír a carcajadas. Mientras que yo de pie ante ellos, con mi cara muy seria, esperaba que me diesen una orden. Luis fue el primero en pedirme que les sirviera a ellos una cerveza y que yo me tomase un trago seco de ron.
Al terminar con su orden fue Paco el que me dijo ahora te quitas toda la ropa. Yo por no parecer tan evidente, comencé a protestar, pero de inmediato Luis me recordó que la apuesta era, que yo fuera su esclavo, y los esclavos solamente obedecen a sus amos, sin importar lo que se les órdenes. Además, Paco me volvió a decir que les había empeñado mi palabra de cumplir con la apuesta. Lo que supuestamente me calló la boca.
De inmediato comencé a desvestirme, pero como parte del vacilón Luis me ordenó que lo hiciera de manera como si yo fuera una bailarina nudista. Por lo que, aunque actuaba como si estuviera molesto con la situación, me seguí quitando toda la ropa, como si fuera una, insinuando mis nalgas, moviéndome lentamente al compás de la música que sonaba de fondo.
Finalmente me quedé del todo desnudo, y Paco observó que mi cuerpo no tiene ni un solo vello. Luis comentó en tono de broma. “Tiene las nalgas más lindas que tu mujer verdad Paco.” a lo que este le respondió. “Pero no tan lindas como las de tu madre.” y ambos se pusieron a reír. Yo con toda intención me había quedado de espaldas a ellos, y de momento me incliné para recoger el vaso donde estaba tomando, para supuestamente darme otro trago.
Casi de inmediato sentí una mano acariciando mis nalgas, mientras Paco me dijo. “Prepara ese lindo culo que esta noche te lo vamos a comer entre Luis y yo.” Yo reaccioné viéndolos a ellos dos, con cara de asustado. Pero Luis siguió diciendo. “No te asustes, acuérdate que eres nuestro esclavo, y estas para servir las ordenes de tus amos, así que como dijo Paco prepara ese culo.”
Debido a lo que me terminaban de decir, solo se me ocurrió preguntarles “¿Cómo lo hago?” A lo que Paco agarrándome por una de mis manos me condujo hasta el sofá, diciéndome en tono de broma. “No te asustes, que no te va a doler. Lo peor que puede pasar es que cuando seas grande, te guste que te den por el culo.” Como ya todos éramos adultos, no entendí el chiste, pero de toda manera me comencé a reír nerviosamente.
El mismo Paco fue el que me indicó que me acostase boca abajo, sobre un par de cojines. Mi culo quedó completamente levantado, mientras que yo como parte de mi estrategia les preguntaba haciéndome el que tenía miedo. “¿Pero eso no me va a doler verdad?” A lo que Luis respondió. “Solo si ofreces resistencia, así que sí te quedas completamente quieto, no vas a sentir nada.”
Al levantar mi vista por sobre mi hombro vi a Paco, aun completamente vestido, pero con su verga entre sus manos como se dirigía en dirección a mi desprotegido culo.
Lentamente sentí como su miembro comenzaba a penetrarme divinamente, la verdad es que como siempre al principio me duele un poquito, pero ese dolor rápidamente se va transformando en la experiencia más divina y gratificante para mí. El sentir que un hombre me penetre. Paco ya me tenía bien calzado, comenzaba a sacar, y meter su verga dentro de mi culo, cuando Luis también sin quitarse la ropa, y con su miembro entre sus dedos me lo colocó frente a mi rostro.
Yo con toda la intención puse cara de que la idea no me agradaba, y la reacción de Luis fue la de colocar una de sus manos en mi cara, y obligarme a que abriese la boca a la mala.
De inmediato me penetró la boca con su caliente verga, y para él a mí no me quedó más remedio que ponerme a mamar. Al tiempo que Paco me daba por el culo sabrosamente, yo comencé a mover mis nalgas al compás de sus ricas embestidas. Al tiempo que Paco me sonaba una ardiente nalgada, que me dejó de seguro toda la nalga derecha colorada.
Yo seguí mamando divinamente la verga de Luis y moviendo mi culo para mayor satisfacción de Paco y mía desde luego. En cierto momento paco le dijo a Luis. “Mejor te aguantas, para que también le comas el culo, lo tiene bien rico.”
Por lo que Luis sacó su verga de mi boca, pero me ordenó que le siguiera chupando y lamiendo las bolas. Paco comenzó a darme con mayor fuerza, al punto que finalmente se vino dentro, y fuera de mi culo ya que sacó su verga y con el resto de su leche me la tiro sobre mis nalgas.
No bien había Paco terminado cuando escuché a Luis decirme. “Esclavo, ve al baño y lava bien ese culo por dentro y por fuera, que cuando regreses te lo quiero seguir comiendo.”
Después de asearme, regresé a la sala donde ellos dos se encontraban, paco hablaba por teléfono, mientras que Luis me ordenó que les sirviera otras cervezas a ellos dos y que yo me tomase otro trago de Ron. Al terminar de servirles, Luis me indicó que me sentase entre él y Paco. Lo que hice tras darme el trago.
Como su verga ya se encontraba en reposo, me indicó que se la volviese a mamar, y sin demora le obedecí, fue cuando escuché a Paco decir a la persona con quien hablaba, bueno vente te esperamos, que no te vas a arrepentir. En cosas de segundos la verga de Luis ya se encontraba bien parada, el detalle era que tanto Luis como Paco aún seguían sin quitarse la ropa, lo que me provocaba más morbo.
Yo completamente desnudo y ellos dos completamente vestidos. Luis a diferencia de Paco me ordenó que me acostase boca arriba, me tomó por los tobillos, y sin perder tiempo dirigió su verga contra mi culo, el que en cosa de segundos se la ha tragado por completo.
Al dejar de hablar por teléfono, Paco fue al baño, debió lavarse de seguro su verga, pero al regresar la metió dentro del vaso de ron que yo tomaba, y de inmediato la colocó en mi boca. Yo no perdí tiempo con remilgos y de inmediato me puse a lamérsela para luego, dedicarme a mamársela completamente.
Mientras Luis con bastante saña me bombeaba con su verga dentro de mis nalgas. Paco seguía disfrutando de la buena mamada que yo le daba, mientras que yo movía mi culo como una rumbera, Luis dijo, de seguro este ya le han comido el culo con anterioridad, porque lo mueve como toda una puta profesional.
Tras decir eso aceleró sus embates, y se vino completamente dentro de mí cuerpo, juro que hasta sentí su leche brotando de su verga como me llenaba por dentro. Mientras que Paco a los pocos segundos también se vino, pero con esa mala costumbre de comenzar dentro de mí y terminar regándome su leche, en esa ocasión sobre toda mi cara.
Yo terminé bien agotado, pero feliz. De haberme acostado con dos hombres en una misma noche. Ellos me dejaron tranquilo sobre el sofá, hasta que sonó el timbre de la puerta, Paco la pensaba abrir, pero Luis le recordó que tenían un esclavo, por lo que me ordenaron que la abriese tal y como yo estaba. Aunque muerto de vergüenza, así lo hice. Fue cuando me sorprendí al ver a Riqui el hijo del dueño de la empresa, con la que estaba haciendo negocios, él también me observaba también algo sorprendido, de que fuera yo quien le abriese la puerta y en esas condiciones.
De inmediato Paco me ordenó que le sirviera un trago, al recién llegado y que luego me fuera asear nuevamente, para que lo atendiese como debía hacerlo un buen esclavo. Tras obedecer a Paco, al regresar a la sala a diferencia de Luis y Paco, Riqui se encontraba completamente desnudo, mientras Luis y Paco lo besaban y acariciaban por todo su cuerpo, el joven se me quedó viendo y les dijo. “Ya dejen de estar con ese tonto juego de amo y esclavos, así que también desnudasen.”
Lo que ellos dos hicieron de inmediato, mientras ellos se quitaban todo me hizo señas de que me sentase a su lado, y me dijo así que también te gusta, quien lo diría tan serio que te vi en la fiesta, jamás me imaginé que fueras de los nuestros.
Pero qué bueno que lo hiciste así, si te hubieras puesto loquita desde el principio, lo más seguro es que te hubieran abandonado en el primer bar. Al tiempo que me comentaba esas palabras, sus manos comenzaron a tocar mi cuerpo, delicadamente su boca buscó la mía, y así seguimos besándonos y acariciándonos los dos, mientras que Luis y Paco hacían lo mismo entre ellos dos.
Al poco rato ya Riqui también me penetraba divinamente, a nosotros se sumó Paco que le dio por ponerse a mamar mi verga, mientras Luis le daba por el culo a él. De esa relación ha surgido una gran amistad entre ellos tres y yo.
Excelente relato me encantó, espero más relatos de lo que vieron los cuatro
Ssludos