El Sacerdote, el placer y dolor del engaño
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por soyrayo87.
La siguiente descripción es importante para comprender el desarrollo de la Historia. En aquella época yo tenia 18 años recién cumplidos, siempre aparenté menos edad, muchos creían que tenia 16. soy de Tez blanca, cabello castaño oscuro, ojos grandes y pestañas Chinas como buen tapatio, me ejercitaba bastante y tenia un cuerpo atlético.
Desde muy pequeño, tendría yo al rededor de 6 o 7 años, recuerdo que me gustaba verle el paquete a los hombres mayores, me gustaba sentarme en las piernas de mi papá, tíos y hasta vecinos amigos de mi papá; me enamoré de una niña a mis 10 años pero jamás se lo declaré, crecí con muchas frustraciones y creyendo que ser Gay era malo. así pasé mi adolescencia.
Cuando recién cumplí 18 años, comencé a trabajar en una empresa de exportaciones, en cierta ocasión me mandaron a que me sellaran unos papales en una dependencia de Gobierno, de regreso a casa, me dieron ganas de ir al baño y como iba pasando por un centro comercial decidí buscar un sanitario ahí, preguntando a diferentes personas sobre la ubicación de los mismos fui a dar hasta el fondo del centro comercial, un lugar retirado de los locales y con poca afluencia de personas. cuando ingresé había pocas personas, entré a un cubículo y para mi sorpresa tenían tremendos agujeros las paredes divisorias de los costados, yo estaba totalmente perplejo, confundido y apenado, pues aún era demasiado inocente y jamás me pasó por la mente para que servían esos agujeros, sólo recuerdo haber pensado que estaban muy descuidados esos baños y que no había privacidad, lo que yo no quería era que me vieran las personas que se encontraban a mis dos lados.
Me empecé a desahogar silenciosamente y muy incomodo por la situación, pero para mi sorpresa, el que se encontraba a mi lado derecho se empezó a masturbar, yo podía escuchar los ruidos y podía ver los movimientos de su sombra en el piso, eso me dio mucha curiosidad de asomarme por el agujero, lo hice y me percate de que me estaba viendo, pude verle semejante pedazo de pene que me sorprendió por sus medidas, jamás en mi vida había visto un pene tan grande y grueso mas que en los videos pornos del Internet. Me asusté y pensé que se había molestado el tipo por haberlo estado espiando. pero cual fue mi sorpresa que el chavo de aproximadamente 25 años y de buen cuerpo que acaba de ver masturbándose, metió su pene por el agujero, yo no supe que hacer mas que admirarlo con la boca abierta. me asusté y me fui rápidamente del lugar.
Mi curiosidad que había estado dormida durante muchos años me llevo a una segunda etapa, donde me dio por querer buscar y conocer personas de "ambiente". fue así como entré a la famosa página de "El Chat", Metroflog y Sexyono. Fue por ésta Ultima página "Sexyono" como conocí a Humberto, me mando mensaje privado diciendo que era muy guapo y que le gustaría platicar conmigo, le pasé mi Msn (jaja si, ya estoy viejo hablo de hace 9 años). comenzamos a platicar y el se hacia pasar como trabajador de gobierno en el sector salud y me dijo que tenía 28 años, se me hizo un poco grande pero como tenia una platica muy amena con el, no le dí importancia y lo seguí tratando, paso al rededor de un mes cuando por fin se mostró por cam, la verdad no me gustó, era flaco y moreno, tenia rasgos en la cara que no me llamaban la atención, pero el me decía que le interesaba como amigo, que le gustaba platicar conmigo y que era muy maduro para mi edad. Yo era un completo inocente con las personas mal intencionadas.
a los dos meses quedamos en conocernos y dar una vuelta en su carro, salí, me arreglé y me perfumé, fui a esperarlo en el jardín y en el camino me encontré con un Regidor del Municipio, era Joven de aproximadamente 25 años, me invitó a cenar, era bien parecido pero vi sus malas intensiones en sus ojos y lo rechacé. Estuve esperando al rededor de 15 minutos a Humberto pero como no llegaba estuve a punto de irme, y en eso alguien me habla a mis espaldas y me dice:
H: Hola, ¿Eres Manuel?
M: Hola, Si soy yo, mucho gusto; supongo que tu eres humberto.
H: si, vente vamos platicando por el camino, de éste lado dejé mi carro.
Caminamos aproximadamente una cuadra cuando de pronto nos paran unas señoras y saludan a Humberto con un "Buenas Tardes Padre" y le besan la mano, Yo me quedé anonadado y confundido, pues no entendí en ese momento el porque del saludo. Llegamos a su carro, dimos la vuelta por horas, me invitó unas cervezas y me divertí mucho con su compañía. Así pasaron los meses y día con día me estaba enamorado de la forma de ser de ese hombre varonil, alto, delgado pero feo a mi gusto.
Cada que salíamos a dar la vuelta en su carro era en día Lunes, pues era el único día de su descanso, algo raro según yo para un trabajador de gobierno, quien me inventó mil y un mentiras para que creyera en su juego.
como ya era costumbre, un Lunes me invitó nuevamente a dar la vuelta, pero como nunca me decía a donde íbamos, en esta ocasión me llevó a su casa ubicada en otra ciudad a 40 minutos de mi ciudad de residencia, ciudad en la que el trabajaba, al pasar me gustó su casa, estaba bien amueblada, tenia calefacción y velas aromáticas, como soy muy curioso empece a observar los detalles de la casa y pude ver un cuadro que parecía un diploma y fue donde pude ver efectivamente un Diploma que decía: al Presbítero "José Humberto de la Torre García" y venía su fecha de nacimiento, al momento comencé a sacar cuentas y entré en razón de que el me había engañado, no solo en su trabajo también en su edad, el se dio cuenta de mi impresión al ver su cuadro que me jaló para que desviará mi vista, me saqué y le dije:
M: tu no trabajas en gobierno ¿Porque me mentiste?
H: Porque me gustas y tenía miedo a que me rechazaras y perderte.
Me miró fijamente a los ojos y yo solté una pequeña risa picara y lo abracé, pues bien, yo no congenio con la religión católica.
Fue entonces cuando comencé a comprender el porque aquellas personas le habían llamado "Padre" y le habían besado la mano.
Ciertamente yo estaba enamorado de el y pude perdonarlo al instante, y ahí me encontraba yo abrazado de un hombre de 32 años que me había mentido y al cual yo acababa de perdonar.
Nos seguimos frecuentando, y después de un mes yo me sentía desesperado si no lo veía, por lo que empecé a buscarlo en la Iglesia en la que daba las misas.
El momento había llegado, Un Lunes por la noche después de ponernos ebrio me llevó a su casa, casi cargando me llevó y me recostó en su cama, me quitó los zapatos y me comenzó a dar un ligero masaje en mis pies que me excitó y relajó demasiado, me sacó el pantalón y la camisa y comenzó a acariciarme, a besarme y decirme que le gustaba mi cuerpo, que estaba muy guapo y que no podía vivir sin mi, con esas palabras, el pobre niño ingenuo de mi cayó redondito a sus pies. Me dejé hacer, pues bien, yo no tenia experiencia sexual y jamás había tenido sexo con nadie (eso le dije aunque en verdad esa noche sería mi segunda vez, la primera no me gustó porque no la disfruté).
Sacó un bálsamo relajante de uno de sus buró y comenzó a frotarme todo el cuerpo, yo lo disfrutaba mucho y me retorcía de excitación y placer con el solo hecho de sentir sus manos y escuchar su boca diciendo cosas bonitas de mi, se sacó la camisa, se quitó el pantalón y continuo con el masaje, bajó por mi abdomen y me daba besos desde mis tetillas hasta mi pubis, me daba masajes muy ricos al rededor de mi pubis y fue cuando me quitó el boxer, mi pene que si bien no es grande, ya estaba erecto y duro mostrando mis 16 cms de placer, comenzó a chuparlo suavemente provocando que me retorciera de placer hasta llegar al punto de alejar su cabeza de mi falo, pues no soportaba las sensaciones que me provocaba, a el no le importó y continuó con su tarea de darme placer, yo me arqueaba y acariciaba su cabeza, tenia los ojos cerrados mientras disfrutaba del placer que me estaba dando con su boca, le comencé a gritar que me venia y a el no le importó por lo que con todo y pena me vine en su boca, pues entendí que el así lo quería, jamás me había venido tan rico como con una de las miles de jaladas que me había hecho en mi vida. Se comió mi semen y me besó, me dio un poco de asco pero le correspondí el beso en gratitud por lo que acababa de hacer.
Nos recostamos cansados por lo que acabábamos de hacer, minutos mas tarde comenzó a acariciar mi pene y volvía recobrar fuerza, comenzó nuevamente con la tarea y me volvió a succionar completamente mi pene, se lo introducía por completo en la boca y me provocaba sensaciones placenteras, me soltó y se puso boca a bajo y me dijo, ahora tu dame un masaje, tome el bálsamo y comencé a frotar su cuerpo, disfrutaba recorrer su esquelética espalda, me gustaba escuchar como suspiraba y hacia sonidos de excitación y placer, me acosté encima de el y continué dando masajes en sus hombros mientras besaba su cuello y sus orejas, el solo agarró mi pena y lo guió hasta su agujerito, comencé a frotarlo entre sus dos nalguitas, el apretaba con fuerza y eso me gustaba, apenas estaba comenzando el juego sexual, mientras yo chupaba su espalda, subía y baja con mi pene erecto rosando por lo largo de sus nalgas, debajo de la almohada sacó un frasco medio vacío de lubricante, lo cual me dio desconfianza al verlo casi vacío, eso quería decir que en días pasados había tenido una aventura con alguien pero no me importó, continué con la seducción y el me dijo que le pusiera un poco en su ano y que pusiera otro poco en mi pene, el me ayudo a ponerlo con una ligera masturbación, el continuó recostado boca abajo y yo comencé a tratar de insertar por primera vez en alguien mi virgen pene, se abrió las nalgas con ambas manos y fue cuando sentí que entró, paro sus nalgas y se puso casi de rodillas, yo lo tenia ensartado y comencé con un torpe mete y saca, sentía muy apretado su ano, el se dio cuenta de mi inexperiencia y se salio,
Me recostó boca a arriba y el se sentó encima de mi y comenzó a cabalgarme, me gustaba ver su cara de placer mantandose el solo, mientras galopaba encima de mi me acariciaba los pezones y pujaba disfrutando de mi pene en su culito. me vine pronto, me limpio y me invitó a meternos a bañar. En la regadera me empezó a enjabonar y yo me puse duro nuevamente, me recostó en el piso y se volvió a montar encima de mi, ahora duré un poco mas, me vine dentro de nueva cuenta y el permanecía con mi pene dentro mientras me besaba al saber que yo ya me había venido en su interior.
Pasaron tres meses en los cuales comencé a aprender ciertos movimientos, pues cogíamos bastante por semana, confieso que yo estaba perdidamente enamorado de el …. no fue sino hasta pocos meses antes de que yo cumpliera 19 años y casi un año con el cuando empecé a notar cierto comportamiento extraño en el, pues ya no me llamaba a diario, ya no me decía cosas bonitas ni lo guapo que era ni lo mucho que disfrutaba estar conmigo, ahora era yo quien se lo decía. Cometí muchas tonterías por el, mas de una vez me habló a media noche diciendo que me quería ver y yo tomaba el carro de mi mamá diciéndole una y otra mentira como pretexto para poder ir a su casa y dormir junto a el.
Una tarde de catecismo me presentó a un joven muy apuesto y simpático al cual abrazaba mucho y a mi me provocaban celos, pero no podía decir nada, era el padre muy querido por los feligreses de la colonia.
En un lunes que yo sabía era día de su descanso, le pregunté que si íbamos a salir y el me dijo que no, porque lo vendría a visitar de Zacatecas un ahijado de su mamá al cual el quería como si fuera su hijo, me enojé porque comenzaba a rechazar y a cambiar por otras personas.Al día siguiente, el Martes fui a buscarlo a su casa, toqué y me abrió un jovencito, era guapo, moreno y delgado, me hice pasar como un encuestador, saqué mi sujeta papeles de madera y comencé a hacerle preguntas de Turismo, le pregunté su edad y me dijo que tenia 16 años!, que venía de Zacatecas a pasar sus vacaciones con un amigo. yo muy calmado y astutamente me contuve y le saqué toda la información que pude de forma cautelosa.
Me dirigí a la iglesia y Humberto se encontraba confesando a los feligreses pecadores, quizás menos pecadores que el. esperé mi turno en la fila y pasé, me hinqué y el se sacó de onda al verme y como el sabía que yo no era católico me dijo:
H: ¿Qué haces aquí? ésto no es un juego, por favor respeta la fe de las personas
M: Creo que el único que no sabe respetar a las personas eres tu, les mientes todos los días y te haces pasar por una persona que no eres, eres más pecador que todos ellos.
H: Callate y mejor dime ¿a que veniste?
M: Vine a decirte que ya se que me engañas con otro, traicionaste nuestro noviazgo
H: jajajaja (con risa burlona) ¿Noviazgo? JAMÁS!! te pedí que fuéramos novios
Sus palabras me dolieron, pues sabía que solo me había utilizado y había sido engañado.
M: Entonces no me vas a negar que me engañas
H: ¿Cómo lo supiste? Fui a tu casa y me lo confesó Antonio, el ahijado de tu mamá
Con evidente furia al escuchar lo que le acababa de decir creyendo que lo había descubierto ante Antonio su amante, me dijo:
H: No tenias derecho a decirle nada, entiende ésto, lo que hubo entre tu y yo YA PASÓ!! ahora vete que tengo que dar misa.
Me levante y me salí, sentía un nudo en mi garganta, sentía coraje, dolor, tristeza, sentía que el mundo se me venía encima.
Una Hora después me marcó a mi celular para decirme que me arrepentiría por lo que había hecho, solo le respondí que no me importaba y que el ya estaba viejo y estaba horrible, en cambio yo era joven y guapo y podía conseguirme los hombres que yo quisiera (jajaja, eso le decía mi tía a mi papá) y me di el gusto de colgarle. Me Marcó nuevamente y muy molesto me dice:
H: JAMÁS!! debiste haberme colgado!! … a lo que respondí:
M: Soy libre y hago lo que yo quiero y tu no tienes la calidad moral para reclamarme nada, y le volví a colgar.
Me sentí tan bien de haberle dicho eso, pero fueron tres semanas de depresión, tres semanas para olvidarlo.
Tiempo después por medio de mi amigo Regidor conocí a Marcos, un tipo de 35 años, complexión atlética, moreno, alto y trabajaba como paramedico, quien resultó ser hermano del Humberto el Sacerdote.
Marcos me comentó que odiaba a su hermano porque era un patán, se la vivía engañando a menores guapos y vigorosos para que le dieran duro y después los cortaba de forma canalla.
Tiempo después su hermano me contó que Humberto Adoptó a un niño de la calle que tenia 16 años, Marcos es bisexual y me decía que envidiaba a su hermano pero que sentía mucho coraje para con el, tiempo después al cumplir 20 años el jovencito, también fue abandonado por humberto, dejandolo a su suerte.
De ésto ya hace 9 años, y hace aproximadamente un mes volví a ver a Humberto acompañado de un joven muy apuesto de aproximadamente 18 años, me dio mucho gusto verlo y le di un abrazo y el me lo dio a mi y me remolineo el cabello. Ya no siento rencor y obvio no sigo enamorado de el, me dio gusto verlo porque pude comprender que ya había cerrado mi ciclo con el y no sentí mas que envidia por cargarse a un chavito tan guapo jajaja.
Comenten si les gustó. no soy escritor experto pero espero que les guste mi historia real, es algo que recuerdo como si lo hubiera vivido ayer. mi Twitter @SoyRayo87
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