El Scout y el Reten
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Osmar, soy mexicano de nacimiento y actualmente tengo 25 años, soy moreno de complexión algo gruesa no soy el modelo que mi tierra esperaba pero tampoco estoy tan tirado a la calle tengo piernas gruesas y un carácter tan “hot” que a veces mis amigos se asustan por que tiendo a ser bastante directo en ocasiones, además de mi doble vicio, las muchachas guapas y los jóvenes bien parecidos y sexys tengo por ahí otro secreto no tan secreto, soy scout.
Todo esto vengo a decirlo por que pues nunca me he sentido menos por usar un uniforme de “niño” cada sábado e irme al parque a jugar con los chicos por que además de traer buenas experiencias e podido conocer chicas y chicos guapos de mi edad, en fin todo esto viene a que fue por los scouts que viví una de las experiencias mas traumáticas y a la vez excitantes de mi vida. Me ocurrió una ocasión, aprendía a manejar y sobra decir que aun tenia mucha desconfianza en mi pericia, por lo tanto no se que hacia a media noche transitando por una oscura carretera regresando de un campamento y con mi primo dormido en el asiento trasero, habíamos ido a visitar a unas amigas a una fogata y regresábamos ya a casa cuando delante de mi pude ver uno de esos ya famosos retenes policiales, esos que la policía federal monta muchas veces solamente para fregar gente; aun mucho antes de llegar pude ver a un par de policías bastante amenazadores con los rifles y un par de lámparas haciéndome señas, por lo que pare el coche.
–Buenas noches joven—me dijo uno de ellos—a donde tan tarde—pregunto era moreno bastante esbelto tenia una cara de cabrón que no podía con ella.
–nada oficial, regresando a casa de un campamento—le comente tratando de sonar lo mas natural posible, dicho sea de paso me moría de nervios puesto que no tenia mi licencia de conductor.
–ah que bien joven—parecía que me haría una seña para que siguiera mi camino pero en ese momento su compañero le silbo y le hizo una seña— ¿puede estacionar de ese lado por favor?—me indico una vereda que se salía de la carretera y daba al monte directamente, ahí estaba mas oscuro debido a la crecida hierva. Una vez ene se lugar me hizo bajar del coche.
–¿Que pasa?—pregunto mi primo Alan que venia en el asiento de atrás, Alan igual que yo es scout, tenia 15 en ese entonces y con su uniforme se veía a un mas lindo de lo que ya es, blanco de color, ojos claros esbelto y Unas Piernas delgadas que rematan con unas nalguitas bien respingonas, además de una espalda un tano ancha y una cara de niño que lo hacia la delicia de muchos.
–nada, chino es solo la policía nada de que preocuparse—le comente y cerré la puerta.
El policía me contaba mientras me ponía de espaldas contra el auto que el igual había sido scout aunque su uniforme había sido de un color diferente al que yo tenia puesto en ese momento; mientras me comentaba esto me cateaba de una manera un tanto extraña mas que buscando algo estaba solo pasando sus manos deteniéndose demasiado en la entrepierna y las nalgas, yo lo note raro pero no dije nada.
–este no parece traer nada—le dijo a su compañero el que le había hecho la seña
–revísalo bien—le ordeno
–no para nada si quieres revísalo tu de nuevo—le dijo y el compañero del policía tomo su lugar haciendo lo mismo que su predecesor, este policía era alto musculoso igual bastante moreno por el entrenamiento bajo el sol me imagino, sus facciones eran duras y tenia una ligera sombra de bigote se veía fuerte de los brazos y muy rudo—luego tu no buscas bien—comento y me sobo las nalgas con bastante descaro a lo que yo hice por retirarme de la posición, grave error—mira niñato, a mi me gustan así como tu con cara de niño bueno y ese uniforme que traes te hace ver mas tentador—dijo mientras me torcía una mano tras la espalda y me presionaba contra el auto, yo solo pensaba en que Alan no viera nada para no preocuparle—así que tu me dices o te dejas o vamos tras esa cosita que esta dentro del coche—se me puso la piel de gallina tan solo pensar que esos dos hijos de puta pudieran hacerle algo a mi primo.
–Esta bien—dije con mi voz temblorosa, me moría de miedo
–bien chavo—me dijo el policía y me soltó el brazo para morrearme el culo de una manera agresiva—de todas formas este culo se ve delicioso—
–como sea—dije y me volvieron a apoyar contra el auto esta vez mas fuerte el golpe me dolió bastante
–Mira chaval no te quieras pasar de vivo, que si no ya sabes, donde me como a uno me como a dos—dijo y se relamió los labios.
–De acuerdo, de acuerdo Haré lo que me pidas, pero no toques a mi primo—
–bueno una vez aclarado todo—me hizo una seña hacia mas adentro de la vereda donde había estacionado, querían que me internara en el monte donde estaba mas oscuro. Yo hice una señal de que me esperaran un momento cuando me dirigí hacia el auto me alcanzo el primer policía y me apunto con su rifle.
–no te quieras pasar de vivo que los accidentes pasan—me dijo bastante amenazador,
–para nada solo quiero ir por una cosa mi auto—llegue al auto y abre la puerta del pasajero, por lo que Alan se sentó en el asiento de atrás ya bien despierto
–¿Qué pasa Osi?—me pregunto bastante inquieto en parte por la hora y más que nada por el lugar.
–No pasa nada Alan, tú vuelve a lo tuyo—le dije y abrí la guantera buscando algo.
–¿Que buscas?—pregunto
–los documentos del coche, me los están pidiendo—al ver su cara de preocupación le volví a decir—todo esta bien, pero mira pero cualquier cosa tu no salgas del auto, pase lo que pase no salgas del auto ¿Entendido?—con su cara de preocupación asintió pero podía ver el nerviosismo en sus ojos, cerré la guantera llevándome unas cosas y cerré la puerta del carro con el control de la alarma le puse seguro a las puertas para evitar “accidentes”; luego me dirigí a donde me esperaba el policía.
–te has tardado—me dijo el que me amenazo con el rifle minutos antes
–buscaba algo—le dije llegamos caminando a un pequeño claro estaba oscuro pero por momentos se podía ver gracias a la luz de la luna, ahí ya nos esperaba el musculoso que dejando su rifle apoyado junto a unas piedras se acerco a mi.
–¿Qué esperas? Quítate esa camisa pendeja que traes puesta—me hizo una seña para que quite la camisa azul cielo de mi uniforme scout, cuando iba a quitar la pañoleta el otro policía me pidió que se la de y así lo hice me quite la camisola, tenia ahora solo una delgada playera de algodón, sentía el fresco de la hierba y por momentos tiritaba de frío.
–Mira—me dijo el policía que tenia mi pañoleta agarrada—te enseñare algo que me enseño mi jefe de tropa—dijo y me tomo de los brazos pasándomelos por la espalda yo me moría de miedo temblaba ya del frío y de los nervios de no saber que harían conmigo, pero sospechaba ya que me esperaba, con mi pañoleta el policía ato mis manos a la espalda dejándome mas indefenso de lo que ya me sentía luego me tumbo al suelo—que esperas ponte de rodillas—dijo mientras me jalaba del pelo, difícilmente me pude poner en la posición que me pidió, luego paso su compañero ya estaba frente a mi con la verga de fuera.
–a chuparla—me dijo y la unto en el rostro, yo vire mi cara hacia otro lado pero me volvieron a tomar del pelo tan fuerte que casi grito.
–sin bromitas niño, que ya sabes lo que puede pasar no nos gustan difíciles—dijo el que me jalo el pelo, por lo que accedí, comencé a mamarle la verga a ese compañero, la tenia grande circuncidada, se sentía que era un verga gruesa venosa pero aun así podía entrar en mi boca con bastante facilidad, yo la chupaba lo mejor que podía, no era mi primera mamada, pero los nervios que traía encima me hicieron golpearla con los dientes sin querer, grave error que me hizo recibir una gran bofetada de parte de uno de mis agresores.
–como jodes cabron, mamala bien sin dientes—me dijo bastante molesto luego me volví a poner en posición y continúe mi labor ya podía sentir como esa verga se iba excitando cada vez mas tanto que ya empezaba soltar liquido lubricante el cual si soy sincero no me desagradaba su sabor, pase un tiempo en mi labor mamando esa verga cuando de un momento a otro cambiaron de lugar el que me amarro las manos se había bajado los pantalones y ya estaba listo para que se la mame, así lo hice su verga era aun mas grande que la de su compañero a duras penas cabía en mi boca era bastante gruesa, me tomo de la cabeza y empezó a metérmela hasta el fondo, me cortaba la respiración y me atragantaba con cada embestida, me sentía impotente por que no sabia que hacer, con cada embestida a mi boca de esa gran verga pensaba en mi primo, en lo que le podían hacer y me ponía mas inquieto.
–mamame los huevos—me dijo y dirigí mi lengua a sus huevos llenos de pelo, olían a macho sin bañar se veía que llevaban todo el día sin bañarse o quien sabe cuantos días sin tocar el agua. Estaban perdidos en lo suyo cuando el radio de uno de ellos sonó, escuche unas palabras que no entendí, luego el que contesto solo dijo donde estaban y dio un código.
–Ahora si compañero, este maricón sabrá lo que es bueno—dijo el que había hablado por radio y se hecho una carcajada, yo no entendí nada pero lo vire a ver con cara incomoda, lo que me hizo recibir otra bofetada.
–¿Quién te dijo que pares pendejo?—la bofetada me dolió pero mas la jalada de pelo para regresar mi boca a los huevos que estaba mamando, me tomo con fuerza con las dos manos y me hundió el rostro en su entrepierna yo comenzaba a lagrimar por la impotencia que sentía, cuando en ese momento se oyó una voz diferente.
–¡¿Qué carajo pasa aquí?!—el que me tenia en su entrepierna me soltó de golpe y se puso casi en posición de firmes, parecía que era su superior el que había llegado y tras de el venían 3 hombres mas siempre de la misma corporación policial.
–Nada jefe aquí inspeccionando a un sospechoso, traía uniforme de niño bueno, pero ya sabe que esos son los peores—dijo uno de ellos. El jefe camino hacia a mi y me hizo levantarme aun así con las manos atadas.
–Ustedes dos y sus mamadas, chingandose a los chavitos—dijo y se paro tras de mi—son un par de cabrones, pero por no avisar a sus compañeros ¡Pendejos!—dijo y me sobo las nalgas mis esperanzas habían desaparecido, sabia que ahora se pondría peor.
El jefe era un hombre bastante robusto tenia algo de panza y de verdad era bastante feo, me sobo el culo de una manera agresiva y yo me asuste intente dar un paso fuera de su alcance, mis dos agresores iniciales corrieron con sus vergas de fuera y me tomaron de los brazos
–calma pendejo que el jefe quiere probar también, esa boquita deliciosa que tienes—me obligaron a inclinarme y no se por que mi impulso fue forcejear por lo que me dieron un golpe en el estomago para que me doble, cuando estaba en esa posición me metieron una verga en la boca era nueva y esta si era asquerosa, apestaba y además era gruesa aunque no muy larga era la del jefe de esos policías trataba de safarme pero ello me empujaban el rostro—dale cabrones que este wey se quiere escapar—dijo uno de ellos—se puso brava la perra—dijo uno y todos rieron, otros tres cabrones se me acercaron y me tomaron de las piernas sentí que uno empezó a buscar el broche de mi cinturón y comenzó a abrirlo, abrí los ojos ante lo que me podía esperar, me desabrocharon el cinturón y mi pantalón corto, yo como pude me saque la verga que tenia en la boca—no por favor—dije desesperado al sentir que me bajaban los pantalones, intente forcejear mas pero recibí otro golpe en el estomago, luego sentí algo metálico en mi mejilla, uno de mis agresores iniciales me apuntaba con un arma pequeña a la vez que me decía—mira pendejo o cooperas o aquí te quedas, total que para gozar tu culo no necesitamos que respires—dijo y le quito el seguro, yo temblé de miedo, pero luego volví a temblar de miedo al sentir que ya me habían quitado el pantalón y mi ropa interior (que no se como lo hicieron por que tenia yo puestas mis botas), para ese momento tenia yo de nuevo la verga del jefe en la boca, sentí como entre 4 me agarraban y me medio levantaban el culo y me abrían las nalgas, sentí como escupieron en mi agujero, de una sola envestida uno de esos 5 cabrones me estaba ensartando, yo derrame unas lagrimas por que hacia mucho rato que no entraba nada ahí además por la falta de lubricación y la agresividad la entrada me dolió.
–puta esta bien apretada esta madre cabrones—exclamo el que me estaba metiendo la verga, comenzó a bombearme y me tomo de las nalgas por lo que los otros me soltaron estaba en eso cuando el jefe se salio de mi boca—si sigo aquí me vengo y quiero probar ese culito, ¿quien sigue?—pregunto y otro tomo su lugar, en tanto dos mas comenzaron a jalársela, hubieron unos que de plano se quitaron los pantalones para tener mejor movilidad, estaban todos a mi alredor turnándose entre mi boca y mi culo, cuando al jefe le toco cogerme me tumbaron al suelo boca arriba estaba en una posición incomoda acostado sobre mis manos atadas dos cabrones me levantaron el culo y luego el cerdo del jefe me penetro yo grite por lo grueso de su verga, pero no grite mucho por que uno de esos cabrones me puso mis propios interiores en la boca, esa cogida fue la mas molesta por que el cabron no conforme con tirarme al piso intentaba besarme y acariciarme, recuerdo que el toque de sus manos era molesto y yo me retorcía debajo suyo, cosa que solo aumentaba su placer por que me decía cosas como:–así me gustan mis zorritas—, me cabalgo como unos 15 minutos y luego se vino dentro de mi, pero mas tardo en sacarme su verga que en que otra lo reemplazara ya para ese momento mi culo estaba bien abierto por que casi todos habían pasado por el, solo un cabron había faltado por probarme, el solo se la jalo mientras veía el “show”.
–Échatelo cabron—le comenzaron a decir sus compañeros
–venga cabron no sabes que culito es este—dijo el que me estaba cogiendo en ese momento, aquel otro solo negaba con la cabeza—no me va aguantar—dijo el cabron—que te valga madre, total esta perrita no puede quejarse o sino aquí se queda—le recordaron; el que estaba dentro se quito de mí y sentí un ligero alivio, cerré mis ojos un segundo, pero luego sentí como algo grande golpeaba mi hoyo, el cabron alto y delgado que para nada me la había metido en la boca o en el culo estaba ahora en el suelo buscando con su verga la entrada de mi hoyo, sentí un gran dolor y pude comprender por que dijo que no lo aguantaría era gruesa su verga, súper gruesa tanto que a pesar de que mi culo estaba ya abierto podía sentir como al metérmela me desgarraba el ano, grite de dolor y abrí los ojos por el dolor, los cabrones me alumbraron con una de sus lámparas el rostro solo para ver como me quejaba, se reían y se la jalaban mientras veían como salían unas lagrimas de dolor, no creo que haya entrado toda por que además era una verga larguisima fácil unos 23 cm, pero empezó a cabalgarme, pero este maricón además de tenerla gruesa era el mas salvaje, me pellizcaba y me golpeaba en un momento me rompió la camisa que aun tenia puesta, después me tomo de los hombros y no se como me sentó sobre su verga sentí como topo con algo dentro mío que hizo que al instante se me pare.
–mira se ha excitado este cabron—dijo uno apuntando a mi verga.
–no seas culero, has que se venga esta zorra—le dijo el jefe a uno de ellos y me la empezó a jalar, luego me la mamo para ese momento ya estaba yo perdido en el éxtasis total sentía que iba a explotar y entre las envestidas del “pollon” de abajo y las mamadas del otro no tarde mucho, me vine muy profusamente soltando chorros de semen.
–puaj, este puerco se vino en mi boca—el que me la mamo me escupió lo poco que tenia en la boca, el “pollon” que me cogía me volvió a tumbar al suelo, me embistió con mas fuerza metiéndome toda la verga de un solo golpe sentí como algo en mi culo se rompía y pude sentir como comenzaba a tirar s leche dentro de mi se la saco y una parte de su semen cayo encima mío, los que estaban a mi alrededor se la terminaron de jalar dejando caer sus mecos en mi cuerpo desnudo, aun con el semen de todos esos machos encima mío me hicieron limpiarles las pollas con l aboca hasta que no quede ni una gota de semen, una a una chupe esas 6 pollas flácidas hasta no dejar nada que pudiera chorrear, luego me volvieron a dejar en el suelo mientras se vestían y tomaban sus cosas; me sentía impotente y raro aunque fue una situación bastante humillante debo admitir que igual fue excítate mi cabeza era una mezcla en ese momento no sabia que pensar, no se cuanto tiempo había tardado toda esa semi-pesadilla y en ese momento recordé que mi primo estaba en el auto, me levante con el dolor que sentía del ano, los golpes, pellizcos y bofetones y uno de los policías me desato las manos que aun llevaba en la espalda.
–la pasamos bien—dijo mientras me desataba las manos—mejor que un campamento ¿no “scoutito”—me dijo con una pequeña carcajada, luego me soltó y se fue—como pude busque lo que quedaba de mi ropa me limpie y me vestí lo mejor que pude, no podía dejar que Alan me vieja en fachas y sospechara algo, si el no se daba cuenta de nada todo estaría bien.
Corrí hacia el auto ya casi llegando sentí que alguien me jalaba por el hombro.
–¿Ya te vas putito?—me dijo una voz conocida, uno de aquello dos que me habían hecho que me pare en el camino—ni adiós me dijiste maricón—me dijo y me torció el brazo tras la espalda mientras me hacia caminar hacia el auto.
–no ya basta por favor me lastima—dije mientras trataba de no sonar molesto o lastimado
–que si no acaba la diversión—me dijo
–pero ya han hecho lo que quisieron conmigo y coopere—dije casi suplicándole—déjenme ir ya, por favor—
–si, pero me toca mi privadito—dijo, me dirigió hacia el auto y apoyo a una de las ventanas laterales del asiento del pasajero—abre las piernas—
–No, por favor aquí no—le dije y trate de darme la vuelta, pero me empujo con fuerza contra el vidrio—por favor—le dije mientras sentía como torcía mas mi brazo.
–¡Cállate!—me dijo y me dio otro empujón contra el auto, para ese momento alana estaba ya sentado en el asiento muerto de miedo—abre las piernas—me ordeno y usando las suyas me hizo abrir las piernas, con su mano libre me desabrochó el pantalón de nuevo y me dejo las nalgas al aire—ahora si será solo mío—
–Por favor no frente a el—le dije casi en un susurro y suplica
–¡Me vale madre!, que vea lo maricón que eres—dijo y golpeo el vidrio por lo que Alan dio un Salto en su lugar–¡Hey tu mira que puto es tu pariente!—dijo gritando—acércate a ver el show—dijo y le hizo una seña Alan negó con la cabeza–¡Que te acerques o aquí se queda!—dijo y saco un arma apuntándome, con miedo mi primo pego su rostro al vidrio, yo cerré mis ojos, escuche el ruido del cierre del policía, se había sacado la verga, después lo inevitable de un solo golpe me volvió a meter la verga yo grite de dolor, pues aun sentía adolorido mi ano después de tantas cogidas, eso mezclado con la humillación me hacían sentir pésimo; me comenzó a coger y con cada embestida salían mas lagrimas, un momento abrí los ojos para ver a mi primo lo vi lagrimar, estaba petrificado y con la boca abierta de la impresión, mientras mas gestos hacia mas se excitaba el policía tras de mi; en un momento Alan hizo señas de querer abrir la puerta pero yo le negué con la cabeza, cuando vio eso intento salir por la otra puerta.
–¡Quédate donde estas!—le grite con rabia y regreso a la ventana donde estaba–¡Quédate donde estas pendejo!—le dije y el policía se rió de mi, me soltó el brazo y me pude apoyar en el vidrio, mi primo solo puso sus palmas en el mismo sitio que las mías y bajo su cabeza, yo sabia que después de ese día, le daría asco.
–¡Uf! Ya me vengo cabron—me dijo y apresuro su paso—hay te va pendejo—me la metió de un golpe y yo grite fuertemente el nombre de mi primo; después de eso me dio un beso en la boca a la fuerza y me saco la verga—puede irse joven, todo esta en orden—me dijo sarcásticamente a la vez que me señalaba por donde debía salir.
Me deje caer en el suelo con el pantalón aun abajo, me había humillado por completo, me había cogido por la fuerza delante de mi primo, me sentía muy mal no solo por lo físico sino por lo emocional, me sentía bastante humillado y bastante mal conmigo mismo por que muchas partes de esa experiencia las había disfrutado.
Después de ponerme en pie acomode mis ropas y seguí mi camino, Alan no dijo ni una palabra y no me dirigió ni una mirada el resto el camino, al llegar a su casa solo se bajo del auto y hecho a correr yo comprendí que todo entre nosotros había cambiado.
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