El secreto de la cabaña abandonada 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de la tremenda cogida que me dio Rubén en mi primera vez, a los tres días me volvió a buscar en la calle para ir a la cabaña abandonada. Yo todavía tenía el anito adolorido y sentía punzadas en el recto, así que le dije que mejor otro día. Me prometió que no me la iba a meter, pero que de todas maneras fuéramos a la cabaña para jugar a otra cosa.
Como siempre me pasa, y hasta la actualidad, no pude decir que no, además sentía un cosquilleo recordando el juego del “Come niños”, y el tremendo gusto que había sentido luego del dolor del desvirgue. Nos encaminamos por el mismo lugar descampado, yo iba reconociendo el camino, hacia bastante calor por estar en el verano. Al llegar a la cabaña todo estaba como lo dejamos, nos sentamos en una tarima que era como una cama de madera maciza, cubierta con cartones y alguna ropa vieja amontonada en una de sus esquinas, no era muy alta unos 30 cm del piso.
Rubén me contó que la cabaña la utilizaban los obreros que trabajaron en la instalaciòn de las enormes torres y cables de electricidad que pasan por la zona y que al terminar el trabajo la dejaron abandonada. Nadie la habitaba, ni siquiera los vagabundos o drogadictos por estar muy alejada de todo.
Rubèn me daba mas detalles de la cabaña.
– Mi primo Manuel y yo la encontramos hace dos años y entonces la utilizamos para que sea nuestro escondite secreto, para leer revistas de mayores, y hacernos pajas, hasta que un dia se le ocurriò a Manuel invitar a un chico más pequeño para que aprendiera a jugar con los dos a ya sabes que Pablito.
-¿Al “Come niños”?
-Si, y también a otros juegos interesantes. El primer chico que trajo Manuel fue Josete, tenía 11 años y le gusto mucho lo que le hicimos, luego este trajo a Martin que vino con su hermano Jesusin, éstos convencieron al poco tiempo a Tomasito y luego de varios dias èste consiguió que vengas tú Pablito. Ahora ya sabes que tú también debes traer un amiguito a la cabaña.
-¿A qué vamos a jugar hoy Rubén? le pregunte.
-Hoy vamos a jugar a la chupadita-
¿La chupadita? Dije con asombro.
-Claro, todo niño de tu edad debe saber chupar la pinga a los chicos grandes, ¿ya la chupaste Pablito?
-No, todavía no.
– Bueno, Josete, Tomasito y los hermanos nos chupan la pinga siempre. Josete es el mas goloso no la quiere soltar nunca y Tomasito recién está aprendiendo a veces se atraganta el pobre ja ja . Los hermanitos también son buenos en especial Martin, pero Jususin que tiene 8 años es mejor dejándose meter la pinga por el culito, ¡Ese carajito se traga las pingas enteras!
– ¡Vaya, no lo sabía!- le dije muy sorprendido de escuchar actividad en la cabaña.
Entonces se arrimó mas a mí, pasó su brazo por mi cuello y me dijo:
– Mira Pablito, hoy no te la voy a meter por la colita porque la tienes muy adolorida, pero vas a aprender a chuparme la pinga- Decìa y se agarraba el bulto que ya levantaba la tela de su pantalón con la otra mano.
-Vamos a jugar hoy a “El bebé y su biberón” tú serás el bebé que está hambriento y yo será el papá que te dará el biberón lleno de leche para que crezcas fuerte y sano-
-¿Pero me va a doler como el otro dìa?, le dije con tono de voz quejumbroso.
-Ja, ja, no seas tontito, por la boca no duele.
Se incorporo, se puso frente a mí quedando su bragueta a la altura de mi cara, se bajo el cierre del pantalón y sacó su enorme pinga que yo conocía muy bien de la otra vez. Se me acercó más, yo no dejaba de ver la punta brillosa moviéndose ante mi cara hasta que me rozo la nariz y los labios, entonces me dijo:
– Se que lo harás bien con tu linda boquita , primero vas a lamerla como si fuera un helado, pues el primer paso en tu educación como mama vergas es saber usar la lengua. Saca tu lengua y empieza .
Entonces saque mi lengua, y le di tímidas lamidas al glande, y eso lo éxito mucho , su pinga se empalmò mas apuntando al techo, me dijo que lamiera toda la pinga desde abajo, entonces saque mi lengua lo mas que pude, mis ojos también se abrieron mucho y desde la base comencé a subir mi lengua hasta la punta, lo repetí por otro lado y así seguí dandole buenas lamidas como quería.
– Ahhhh Ahhhh lo haces muy bien Pablito, ya te pareces a Josete el campeón de los chupavergas.
Lami un poco mas , hasta que parè, descanse alejándome un poco, mis manos se apoyaron en la cama detrás mio. Ruben me dejo descansar un poco mientras frotaba su pinga con la mano, su cara mostraba una gran excitación, luego de un rato, me agarro la cabeza con la mano libre que tenia y me acerco otra vez a su pija y me dijo como si fuera una orden:
-¡Abre la boca!-
Yo obedecí, abri la boca lo mas que pude y metió la cabeza del miembro, luego de unos segundos metió un poco mas , sentí mi boca llena, con el grosor del miembro, comencé a atragantarme y tuve dos arcadas, me la saque. Respire agitado mirando la pija que me producía todo eso trague saliva , tome aire levante la vista y lo mire a Rubén que dijo:
-¡Qué esperas, sigue chupando, y ten cuidado con los dientes!,- es un rico y dulce chupete , chupa como cuando tienes uno en la boca-
La agarre con mi manito, todavía torpemente empecé a darle la chupada que me pedia. Chupe y chupe un buen rato, cuando levante la mirada mire su cara llena de placer, tenia los ojos entrecerrados y sacaba la punta de su lengua para relamerse. El deseo de complacer mas a mi primer marido pingon de 14 años me hizo esmerarme y seguir chupando cada vez con mas ganas.
De pronto apartò mi mano de su pinga , agarro mi cabeza con las dos manos y comenzó a empujar despacio su miembro hasta penetrar a mi garganta, me atragantaba, sentí ahogarme, mis ojos lagrimeaban por el esfuerzo , mis manos empujaron sus muslos hacia atrás pero no retrocedió un milímetro, solo podía respirar a medias, entonces me la sacò, descanse un poco muy agitado. pero Rubén estaba imparable y muy excitado por su dominio sobre mi, insistió metiéndomela otra vez hasta lo profundo de mi garganta tuve que controlar mi respiración, me la había tragado toda, la tenia en la profundidad de la garganta, sus pocos pelos pubicos chocaban mi nariz , mis ojos parpadeaban y lagrimeaban por la cogida oral. Me la saco para respirar, descanse un rato y èl volvía ansioso a meterla, ahora la tenia el tiempo justo para no ahogarme, ese chico me había convertido en el tragasables del circo; pero como me ocurre siempre, las incomodidades y dolores de las primeras veces pasan y uno se termina acostumbrando.
Ya acostumbrado a tenerla senti que no podía dejar de chupar su pinga. Mas aun cuando presenti que algo iba a ocurrir, porque lo veía a Rubén muy exitado jadeando y diciendome.
-¡ Ahhh que rico, Ahhh asi puto asì chupa tu biberón, eres un putito goloso chupa, chupa, chupa…!!!!!!
¡¡¡Ahhhhh que rico chupas, mariconcito ahhhh ahhh ahhhh te vas a tomar toda tu leche bebe!!,
Empece a chupar y chupar con mas ganas el ahora me agarraba de los hombros , después de varios segundos, sentí que un liquido inundaba mi boca, no me aparte `pese a la sorpresa lo mire a los ojos como diciendole ¿Qué hago?
-¡ Ahhhhhh que rico….tragate la leche bebe trágatela toda ahhhh que riiiico…¡
Comence a tragar la leche
– ¡Tomatela hasta la ultima gota baby, para que crezcas fuerte y sano!!
Trague como tres veces antes de sacármela. Me limpie con la mano y vi de cerca como era el semen.lo había probado, ahora lo olia era la leche de hombre, de mi hombre.
Con ese juego del bebe Ruben me había enseñado todas las técnicas para chupar la pinga a un hombre, que luego aplicaría en los años que siguieron a mis amantes.
Regresamos al barrio y me dijo que volviera a la cabaña cuantas veces quisiera.
A los dos días y decidí ir solo a la cabaña a pesar que era peligroso el descampado porque había los vagabundos y drogadictos delincuentes que aparecían a veces , creo que me salve de pura suerte de aparecer como noticia en el periódico: “Hallan niño violado y muerto en el descampado” felizmente no me ocurrio esa desgracia. Cuando llegué escuche ruidos y al entrar encontré a Manuel y Josete totalmente desnudos en la tarima cogiendo en una posición extraña para mi. Ambos ni se inmutaron con mi llegada, es mas Manuel me miro sonriendo y dijo:
– mira Pablito asi se mete la pinga patitas al hombro, efectivamente las piernas de Josete estaban en los hombros de Manuel, comenzó a clavarlo mas fuerte incentivado por mi presencia, la cara de josete pasaba del dolor al gozo total, me acerque muy curioso para ver como la verga estaba totalmente metida en el culito de josete que gemia y gemia gozando mucho.
Luego de largo rato cambiaron de posición Manuel miro una revista porno y Josete se ponia en la pose que le gustaba a Manuel su marido. Esta vez Manuel se sentó sobre sus talones y vi que tenia la pinga mas grande que la de mi Rubén, pues tenia ya 16 años .Josete que tenia solo 13 años se arrodillo dandole la espalda y se fue sentando sobre la verga que le entro fácilmente , su espalda quedo pegada al pecho de Manuel que le comenzó a besar el cuello y acariciar el pecho las tetillas, los costados, las piernas. Josete con los ojos cerrados estaba entregado,le agarraba el pelo con una mano y decía
-¡Ayyy Manuel mi amor, mi hombre ,que rica pinga tienes ayyy ayyyy!-
Yo me sente en una silla destartalada para seguir viendo el espectáculo y sentía que envidiaba a Josete y quería ya que Manuel jugara conmigo asi..
Entonces Manuel volvió a cambiar de posición volvieron a las patitas al hombro a si lo cogió un buen rato pero después Manuel le cogió de las piernas detrás de las rodillas y las llevo hasta ponerselas al costado de su cabeza , josete estaba de cabeza quedo apoyado sobre sus hombros y rodillas y su culito apuntando el techo , manuel se puso de pie abrió sus piernas a los costados de Josete y agarro su pinga y fue bajando doblando sus piernas, la puso en la entrada del ano, sus manos agarraron ambas nalgas abriéndolas lo mas que pudo y comenzó a penetrarlo, poco a poco,manuel iba bajando y su vara se hundia sin detenerse en el huequito, le dio una clavada total la cara de josete estaba muy cerca a centímetros viendo su culito atravesado, no se veía nada de lverga porque toda estaba adentro pero si los huevos del macho subiendo y bajando , así termino echándole mucha leche.
Cuando se la saco, Josete quedo sentado y Manuel arrodillado
-¡Ay . que bruscote ha sido Manuel, eres un salvaje, como me coges asi!- la voz de Josete sonaba muy afeminada.
-No te hagas putita se bien que te ha gustado-
-Bueno, siii eso es cxierto – dijo Josete agarrándole la pija todavia semi erecta de su joven amante.
En eso llego Rubénmucho. yo me alegre , Manuel y Josete se vistieron y se despidieron de nosotros, yo les prometí que iba a jugar con ellos la próxima vez.
Ya a solas le conté a Ruben lo que habían hecho Manuel y Josete y eso lo calentó mucho, así que nos quitamos la ropa y esa tarde me la metió en todas las poses en que Manuel cogió a Josete, mi culito esta segunda vez recibio toda la energia de ese joven macho y quedo otra vez maltrecho pero yo quede muy contento porque aprendi a soportar el dolor a cambio de un placer que cada dia crecia mas y mas.
Asi vinieron muchos dias en esas inolvidables vacaciones en la cabaña abandonada, Manuel también me llego a penetrar varias veces haciéndome lo mismo que me hacìa Rubèn.
Con el tiempo terminé siendo como Josete, es decir un putito de todo servicio para Ruben y Manuel, y cuanto más me cogían a mí más me gustaba el asunto, no era consciente que me había vuelto maricon, lo único que sabia era que me gustaba lo que me hacían. Nunca después me cogieron tan seguido como a esa edad , con esos machos adolescentes aprendí a hacer muchas cosas y también siguiendo los consejos de Josete, que me alecciono como hablar para seducir como moverme y como usar mi boca y mi culito para dar gusto a los varones.
No era consciente de mi homosexualidad, solo sabía que la pinga me tenìa hechizado, que me atraía mucho y ni bien llegaba a la cabaña mi mirada iba hacia el bulto de Rubén o de Manuel, luego mi manito iba en busca del deseado y delicioso miembro que levantaba la tela de sus pantalones, y los jóvenes machos me correspondían agarrando mi culito.. En nuestros encuentros la pasión lo dominaba todo, a pesar de ser solo adolescentes mi primer marido y Manuel eran apasionados como hombres, en especial Ruben que me mordía y besaba la nalgas apasionadamente y luego me daba cogidas increíbles. Siempre me la metía completa y yo sintiendo toda la barra de carne en mi interior me sentía como completo y asi muy bien. En las cogidas me bombeaban y sacudían tan fuerte que yo pensaba de que me iba a romper el culo, a veces me hacían suplicar que se detuvieran, lo hacían solo unos segundos, pero luego volvían a empezar, siempre estaban los dos jovenes machos muy excitados y no paraban hasta satisfacerse, yo aceptaba su actitud de machos dominantes, su brusquedad era lo que me tenia subyugado, a pesar de que me dejaba ardiendo el anito yo iba a la cabaña en busca de las caricias que me faltaban en casa; tres o cuatro veces a la semana recibía pinga, salía de allí a veces escaldado , pero nunca me quejé y guarde el secreto de la cabaña.
Asi pasaban los dias siempre calurosos y resulta que un dia llego un nuevo niño al barrio, era muy lindo, rubiecito de 9 años se llamaba Miguel. A los pocos días de conocerlo lo encontré solo sentado en la acera me acerque y comenzamos a jugar canicas, luego nos sentamos juntos, vi que nuestras rodillas estaban sucias por la tierra, entonces me acerque a su oído y le dije susurrante:
¿Miguelito, quieres que te cuente un secreto?……
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