El secreto es un cristal. By Kenwoodf.
De pronto sentí que salía a toda prisa de mi cuerpo, provocando que me arquera del dolor aun con los ojos cerrados, parpadeé… ahí estaba… Mi padre de cabeza o bueno así lo vi , con una mirada de furia..
Un saludo a todo como siempre. Por razón fuera de mi control el relato anterior se publicó el sábado en vez del viernes, por lo que tratare de que se pueda publicar jueves o viernes de igual manera lo pueden leer en mi blog. https://kenwoodf.blogspot.com/
Esa noche regrese a casa con la cola ardiendo y con sentimientos encontrados, no había sentido el gran placer, pero si una gran satisfacción de haber aguantado esa gorda verga en mi interior y haber logrado complacer a mi tío.
No encontré a nadie camino a mi recamara, me acosté a dormir como un bendito sintiendo el pulso de mi ano que se contraía como si extrañara la dureza del falo que hace unos momentos estuvo dentro de él.
Pasaron unos 2 días cuando mi tío ya quería repetir la “fechoría” todo fue un poco más de lo mismo, me desnudaba me inclinaba en la mesa del comedor o en algún mueble, incluso la pared servía de cómplice para que me penetrara con su pene de macho maduro.
A los quince días la mujer de mi tío apareció arreglando las cosas, volvió a su casa como si nada y los encuentros se redujeron considerablemente a uno por semana, por esas fechas mi padre acordó con su hermano abrir una tienda de abarrotes modificando la cochera de la casa de mi tío, con el apoyo financiero de mi papá.
Cada vez se complicaba más tener encuentros sexuales, ya que o estaba ocupado, tenía que atender a su mujer o estaba cansado, pero el diablo tiene larga cola, la mercancía de la tienda empezó a desaparecer, un día mi tío le comento a mi padre que no le salían las cuentas, acordaron llevar un libro contable, en el cual yo colaboraría; en vista de que era muy bueno con los números.
Con el paso de los días me di cuenta de que en verdad faltaba mercancía, pero no producto de las ventas, mi tío se dio a la tarea de marcar la mercancía y señalar como las dejaba en la bodega, descubriendo que era su mujer quien tomaba los víveres para obsequiárselos a su hermana.
Volvieron a pelear y se volvió a marchar de la casa, ya con más libertad podíamos tener sexo 3 o 4 veces por semana, siempre a la hora que cerraba para comer, solo bastaba que bajara la cortina de la tienda para diéramos paso a nuestra pasión.
En cierta ocasión estaba poniendo la mesa de la cocina para que comiéramos, creyendo que no me cogería, pues el día anterior me había penetrado, me sorprendió tomándome de la cintura, apretando su erección a mi espalda, pues era más alto que yo.
- ¡Sabes! desde hace varios días una mujer me viene a provocar para que me la coja
- ¿Sí? ¿ya te la cogiste?
- No, ¡cómo crees! si me encanta más cogerte a ti, con ese culo tan rico que tienes. Me pone bien caliente su coqueteo y como se contonea para prenderme, así como estoy ahorita, no sabe para quien trabaja la tonta jajaja
No espero ni un momento más, me giro hacia él, desabrocho su cinto dejando caer sus ropas al piso, tomo mi cabeza con mano gruesa, llevándome a su miembro erecto y húmedo por la excitación, deslice mi lengua hacia abajo, terminándome de comerme la totalidad de su carne dura y palpitante, acunando sus testículos con mis dos manos, succionando al mismo tiempo su pene para que hacerlo sentir rico ¡cuánto me gustaba darle placer!
Tomando mi cabeza por los costados metía y sacaba su pistón de mi boca, tal parecía que me estaba cepillando la lengua con su pene, mi boca ya salivaba en cantidades industriales, mis ojos lagrimeaban, sus testículos se comenzaron a humedecer con mi fluido bucal, golpeaban en mi mentón, dejándome más babeado. ¡ Definitivamente si estaba más excitado que en otras ocasiones!
Me tomo del cuello poniéndome de pie, me dio vuelta y me sentó en la mesa de cedro de la cocina, termine de desabotonar su camisa dejándola caer al suelo, me quite la playera y el pantalón con rapidez. Me tomo por los muslos tirando de mi interior hasta sacarlo, dejándome a su merced.
Me hizo girar dejándome en posición fetal con mi trasero fuera de la mesa, guio su pene a mi cueva de placer y lo intento introducir sin éxito, giro un poco tomando aceite de cocina, lubricando su pene empujo despacio, pero constante hasta donde la posición permitía su ingreso en mi ano.
Tomo con una mano mi cadera, iniciando su bombeo, lento hacia fuera, luego fuerte hasta el fondo, el roce era intenso se podía sentir como se doblaba su verga en momentos y se atoraba en mi carne anal, parecía gustarle más así, para mí; el dolor era mayor que en otras ocasiones. Me quejaba y gemía por el dolor, tome uno de mis glúteos buscando aminorar el dolor por el ingreso intenso de su miembro.
Continuo con el mete y saca haciéndome subir una pierna para dar mayor libertad de movimiento a su pene, ahora entraba y salía a toda velocidad, su cuerpo se balanceaba de adelante atrás y las gotas de sudor empezaba a parecer en su cuerpo y en el mío, humedeciendo nuestras partes sexuales, por primera vez tomé mi pene estimulándome mientras me penetraba mi pariente, el calor aumentaba gradualmente y por primera vez en mucho tiempo conocí la sensación del placer por ser penetrado.
En uno de sus movimientos su pene salió de mí, aprovechando para cambiar de posición me tomo de los muslos y me giro quedando mis piernas abiertas y el entre ellas, acomodo estas en sus antebrazos y como pudo con una mano regreso su verga a mi agujero, claramente pude percibir como su glande entro doblado estirándose en mi interior generándome un dolor/placer que no había sentido, quizás por la dilatación anal que ya tenía en ese momento o porque estaba excitado de verdad al igual que él, incluso por ser la primera vez que me masturbaba al mismo tiempo del coito.
Como en esta ocasión no entro como él quería lo saco, puso mi piernas en sus hombros, dirigió su pene con la mano y de un solo golpe de cadera me lo dejo ir a fondo, sujeto mi costados con firmeza, para retomar la cogida que me estaba dando.
Su pecho velludo estaba totalmente empapado de sudor, adhiriéndose a su cuerpo, su frente goteaba, humedeciendo mi abdomen, mientras se escuchaba su jadeo de placer y el mío al unisonó, armonizado por el golpeteo de nuestras carnes, aplaudiendo la proeza de darnos placer.
No sé determinar el tiempo que permanecimos unidos, por la posición en la que me encontraba podía masturbarme con mayor libertad mientras era penetrado, en algún momento yo empecé a convulsionar sobre la mesa como muestra del placer que me invadía, descargando mi esperma en el aire, mientras mi tío seguía penetrándome con furia, los estremecimientos de mi cuerpo no cedían, era como si me dieran toque eléctricos desde dentro de mi ano, cuando estos estímulos pararon abandone a mi cuerpo laxo para el goce de mi tío, que no cesaba de clavarme su verga con furia del fondo a la superficie de ida y vuelta, sus dedos se clavaban en mis muslos y su cuerpo se tensó como caña que atrapa un pez, descargando su orgasmo dentro de mi cuerpo.
De pronto sentí que salía a toda prisa de mi cuerpo, provocando que me arquera del dolor aun con los ojos cerrados, parpadeé… ahí estaba… Mi padre de cabeza o bueno así lo vi , con una mirada de furia.
- ¿Qué diablos hacen? ¿Así me pagas todo lo que he hecho por ti? ¡Cogiéndote a mi hijo!
- ¡Espera! ¡Cálmate!
- Que calma ni que nada te voy a romper el hocico.
La escena para mí era surrealista, no sabía si era un mal sueño, solo veía a mi tío rodear la mesa con los pantalones en los tobillos, mi padre queriendo alcanzarlo, yo desnudo, traspirado sobre la mesa en medio de ellos.
Me arrodille sobre la mesa y tome a mi padre del brazo, tratando de impedir que diera alcance a mi tío, cosa que por mucho no paso, mi padre un hombre de 1.89 con 95 kilos bien repartidos, huesos gruesos y brazos de hierro me levanto como servilleta de papel de la mesa y me deposito en el suelo.
- ¡Tu veté a la casa que luego hablamos!
- ¡Pero no se vayan a pelear!
- ¡Que te vayas he dicho!
Tomé mi ropa del piso y vi a mi tío subiéndose los pantalones, Sali quedándome detrás de la ventana a escuchar que pasaba o si podía hacer algo.
- Tranquilo ya sé que te puede parecer un abuso, pero no es así yo no fui el primero, ya estaba estrenado.
- ¡Y eso que chingados te importa!
- ¿A poco te gustaría andar en boca de todos?, que se enteren, que a tu hijo le gusta ¡que se lo cojan!
- ¡Ese no es tu problema!
- ¿Como no? si somos hermanos, además de que lo maltraten y le pueda pasar algo mejor lo tranquilizo yo, además no te espantes que no es la primera vez pasas por algo así.
- Pero no es lo mismo ¡eres un cabrón! Esta es sangre de tu sangre
- Y que la Julietita ¿No? ¡Y te la cogiste! así que no te hagas de la moral elevada ¡y recapacita!
Ya no pude escuchar más, me dio temor que salieran y me descubriera mi papa, castigándome más de lo que ya de por sí, me iba a castigar, corrí con mi ropa en la mano. Entre hasta mi cuarto, vistiéndome ahí. estaba en lo correcto no termine de ponerme los zapatos y el pantalón cuando mi papá cruzo la puerta de mi cuarto.
- ¡Ven acá!
Me quede helado parado junto a mi cama y con mi playera en la mano.
- ¡Que vengas he dicho!
- ¿Me vas a pegar?
- ¿Cuándo te he pegado?
Me acerque cauteloso, mi papá nunca me había golpeado, pero siempre hay una primera vez, me tomo de una mano y dirigiéndome al escritorio donde hacia mis deberes, se recargo en la mesa sentándome en la silla con la cabeza agachada en señal de culpa.
- ¡Mira! No quiero que tengas miedo, debes de ser muy sincero, no te voy a castigar porque lo que hicieron no es de castigo.
Dime ¿tu tío te obligo o te amenazo para hacerlo?
- No papa
- ¡Dime la verdad!
- No, en serio papa
- ¿Lo has hecho con alguien más?
No sabía si decir que si o que no, cuando recordé la plática y ni modo de descubrir a mi tío, finalmente con Carlos no pasó nada en serio.
- Si
- ¿con muchos?
- ¡No! Solo con uno, pero mi tío nos descubrió
- ¿Y por eso fue?
- Si, pero no te enojes, ya no lo voy a volver a hacer.
- ¡Como no me voy a enojar! si esto no debió pasar así, de alguna manera es mi culpa y eso de que no lo vas a volver a hacer, no me lo creo.
- Si en verdad papá ya no lo voy a hacer me voy a portar bien, tampoco le vayas a contar a mi mama, ya vez como es ¡me va a matar!
- ¿Como crees que le voy a contar a tu madre? ¡capaz se lo corta a tu tío!
Nos ganó la risa a los dos y en ese momento volví a respirar, mi padre me veía con ternura, preocupación y cierta molestia, pero en ningún momento me rechazo por ser así ¡Diferente!
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Bueno a mi mi madre me acepto y papa pues se enojo y hizo un gran berrinche pero ya me acepto es buena onda conmigo y nunca me a preguntado nada sobre eso creo que ya se imagina lo que hacen los gay y buen relato amigo sigue contando ok y saludos..:) 😉 🙂 😉
Yo soy maricon desde el vientre de mi madre se lo chupaba a mi papá 😂 pero siempre supieron que era afeminado y después les dije que no me gustaban las mujeres y comencé a vestirme con ropa de mi hna y ahora somos 2 hnas felices y mis padres me aman como soy y nunca me han recriminado. Muy bueno el relato.
Muy buen relato amigo, bueno a mi me matan aunque ya tuve relaciones con mi tio y tambien tengo uno tio gay, mas 6 menores q les quite el virgo y aun me veo con mi ultimo ex q aun nos queremos y amamos y tenemos relaciones hasta 5 veces al dia tiene un cuerpo q me mata.
Sigue asi amigo me encantan tus relatos !