El Secuestro 2 “Cautivos del Sexo”
El guevo gordo del teniente abría camino en mi virginal culo, mis gritos eran callados por el guevo de Antonio en mi boca y yo era el medio que daba placer a ambos mientras yo sufría un dolor descomunal..
No se cuánto tiempo había pasado desde nuestro secuestro, pero si sabía que ya eran varias semanas de estar en cautiverio con el teniente al mando, durante todo ese tiempo el teniente se satisfacía con mi boca e incluso Antonio involuntariamente por órdenes del teniente tenía placer gracias a mi, yo por mi parte empecé a sentir satisfacción al darles placer a ambos machos.
Pero más al teniente pues el era quien mas disfrutaba de mi boca me lo dejaba saber con su lenguaje obsceno mientras que Antonio solo lanzaba unos gemidos a la hora de deslecharse en mi boca, el teniente caredeaba mientras lo mamaba para intensificar la sensación mientras que Antonio solo permanecía inmóvil mientras lo mamaba, el teniente me hablaba y me decía cosas sucias cuando se lo hacía y Antonio solo permanecía callado esperando deslechar su guevo, sin embargo Antonio claramente se excitaba, el tamaño y textura dura de su guevo me lo confirmaban y yo disfrutaba de la leche de ambos, había aprendido a disfrutar de esa miel, teníamos una comida por día y esa leche era como una proteína más o un postre que calmaba en algo mi hambre.
Pero el teniente quería más y más cada día ya no le bastaba mi boca deseaba mi tesoro más Preciado ( el culo virgen de un niño) el teniente debió notar que yo ya no estaba tan renuente al abuso claramente veía como me saboreaba su gordo guevo moreno cuando lo mamaba y por eso también se preocupaba por mi placer, pues todo el tiempo que teníamos sexo oral los tres ponía a Antonio a darme placer en mi culo con su lengua mientras yo mamaba el guevo del teniente que comenzaba a sentirlo mío.
Yo balbuceaba en el guevo del teniente mientras Antonio lamía y comía de mi guevo, pues era una sensación indescriptible la que sentía cuando Antonio jugueteaba con su lengua en mi culo, nunca imaginé que lo que el teniente hacía con eso, era preparar mi culo para El.
T-Esssoooo Leonardo disfruta de esa lengua, porque tú culito pronto va a dejar de ser virgen!!
Antonio por su parte chupaba y lamia como perro mi culo incluso sentía cómo raspaba su barba en mis nalgas pues por estar tanto tiempo en cautiverio su barba había crecido y espesado como si fuera un estropajo.
Casi a diario después de comer nos convertiríamos en un trío sexual y el teniente siempre nos manejaba a su antojo siempre El y Antonio en el roll de activos y yo en el roll de pequeño pasivo a punto de iniciar su vida sexual, pues mientras yo ejercía mi trabajo oral con el teniente, El le ordenaba a Antonio a dedearme y comenzar a dilatar mi culito ensalivado por su propia lengua.
Pasábamos mucho rato jugando con nuestros cuerpos, el teniente recorría mi espalda con sus ásperas manos hasta alcanzar con sus dedos mi culo y verificar si Antonio ya lo había dilatado lo suficiente, no puedo negar que me gustaba mucho sentir como el teniente estrujaba y deseaba mi culo mientras yo continuaba degustando de su guevo carnoso, mientras estábamos haciéndolo me olvidaba del secuestro, la hombría del teniente me hacían olvidarme de ello, me comenzaba a acostumbrar a ese guevo que la mayoría de las veces apestaba a sudor y orines, tal vez eso era lo que más me atraía su fuerte olor me drogaba.
El teniente ya no podía esperar más, sus ansias por tener mi culo lo estaban volviendo loco y un día nos lo dejo saber.
T- Ya estuvo bien de juegos esta vez voy a culearte carajito!!!
El teniente había traído consigo unos frascos y mientras me puso a mamarlo le ordenó a Antonio que me dilatara como de costumbre y comenzara a lubricarme con uno de los frascos, mientras yo saboreaba del guevo del teniente sentía como los dedos de Antonio resbalaban con gran facilidad en el interior de mi culo, era una sensación nueva y placentera la que Antonio me daba.
L- Aaaaayyy!!!
T- Esoooo putitaaa ya casi estás listaaa sigue mamando guevo y deja a Antonio hacer su trabajo!!! Prepárame bien ese culito Antonio!!!
Antonio como siempre permanecía callado sin embargo en ocasiones yo volteaba a ver a Antonio mientras me dedeaba y lograba ver su guevo duro y babeando después yo regresaba a mamar a el teniente.
Despues de un buen rato de lubricación el teniente me cambió de posición.
T- Voltéate y ponente como perrito Leo!!
Yo obedecía a sus órdenes y me puse como perrito quedando frente a Antonio y su guevo y dándole la espalda al teniente, el teniente tomó otro de lis frascos y lo abrió, para untarme en mi culito que ya estaba lubricado.
A- Que es eso señor?
T- Es una crema para hemorroides!!
Yo a mis 8 años no sabía lo que era eso, pero el teniente untaría mi culo con eso para adormecer un poco mi culo y suavizar el dolor que sentiría según El, después untó su guevo con esa misma crema, aquel guevo tan moreno se veía blanco de tanta crema que se untó, al terminar de untarse, el teniente se bajo sus pantalones militares a la rodilla y con sus manos abrió mis nalgas para poder ver su objetivo.
T- Afloja el culito Leo que te lo voy a romper.
Sentí la cabeza de su guevo rozar mi culito y comencé a sentir como ponía presión en el.
L- Aaaaaaaaaayyyy señor me dueleeeeee!!!!
T- Aguantaaa mariscooo que te debe entrar todo el guevo y apenas va la cabecita!!!
L- Aaaaaaaaayyyy noooo por favooooor pareeeeee!!!
T- Antonio callaloooo!!!
A- Shhhhh calmateeeeeee Leo no griteeeesss!!!
Plaaaaaaazzz Plaaaazzz!!!!
T- Que te calleeeees mariscooooo!!!!
El teniente me nalgeó para aplacar mis gritos sin siquiera parar de meter su guevo, pero eso no me calmaba sentía como un monstruo se adentraba en mi y no lo podía detener.
T- Callalooo Antonio metele el guevo en su boca para que se calle!!!
A- Sshhh Leo no llores!!!
Antonio metió su guevo en mi boca para callarme tal y como le había ordenado el teniente y lloraba sin parar al igual que el teniente no paraba de entrar en mi, aquel guevo tan grande que tantas veces saboreé me estaba causando mucho dolor, tanto dolor que mi cuerpo dejó de luchar y terminó cediendo a la fuerza del teniente.
T- Uuuuufffff ya te lo tengo a dentro carajitooooo!!! Mirá como te tengooo todo mi guevo dentrooooo, no jodaaaa que calientitooo lo tenes!!!
De pronto el teniente sacó de golpe su guevo dentro de mi para verme el hueco que su gordo guevo me había dejado.
T- Uuuuuuufff no jodaaaa que bonito huequito tenes Leo!!!
El teniente se endereza y se acerca a donde nosotros.
T- Mira Antonio como tengo el guevo!!!
Yo saco el guevo de Antonio para ver y el guevo del teniente estaba blancoso y con rastros de sangre en el.
T- Ya te rompí el culito bebé!!! Ya ese culito es mío!!!
El teniente regreso a mi culo y antes de que el hueco se cerrara me lo metió de nuevo.
L- Aaaaaaaay teniente dueleeeeee muchoooo!!!
T- Chupaaaa el guevo de Antonio y déjame a mi domar este culitoooo Leo!!!!
El teniente empezó a hacer su tradicional cadereo pero esta vez no era en mi boca sino en mi culito que había dejado de ser virgen, Antonio me acariciaba mi cabeza con sus maños atadas mientras yo lo mamaba y el teniente golpeteaba sus bolas en mi culo, cada vez el teniente intensificaba sus cadereos intentando domar mi culito y yo sentía como el peso de su cuerpo se apoderaba del mío.
T- Que delicioso culitoooooo!!! No hay nada mejor que un culitooooo virgen Aaaaaaagggghhhh!!!!
Antonio me empujaba la cabeza hacia adentro de su guevo para callar mis gritos y después de un rato…
A- Aaaaaaaaaaaaggggghhhh Siiiiiiiii!!!!!
Antonio me inundaba la boca con su abundante leche, yo débil y adolorido me tragaba su leche y lamía su guevo para dejarlo sin ninguna gota, como si quisiera reanimarme con su leche mientras el teniente continuaba cabalgándome con todo su cuerpo.
T- Te voy a dar a probar de este culito Antonio para sepas lo que es bueno!!! No jodas está más rico que el papo de cualquier mujer, pero hoy no, hoy este culito es solo mío!!!
El teniente parecía no cansarse se daba gusto cadereando sobre mi, no me di cuenta cuando pero el dolor había disminuido sólo sentía como aquel trozo de carne entraba y salía de mi culo continuamente, provocando ruidos de roces húmedos y viscosos, el teniente tenía sus manos en mis nalgas y las guiaba hacia su guevo hasta que las apretó tan fuerte que me di cuenta que su clímax se aproximaba.
T- Aaaaaaaaaaaaggggggghhhhh Aaaaaaaaaaahhhhh que ricooooooo!!!!
Sentí como el guevo de mi secuestrador pulsaba dentro de mi culo como si fuera un órgano vivo, por primera vez estaba siendo preñado por aquel macho, sentía como su leche rellenaba mis entrañas y el teniente se estremecía con cada chisguetazo, empecé a sentir un ligero alivio pues el cuerpo pesado de el teniente ya no ejercía fuerza en mi pequeño cuerpo, completamente agotado el teniente sacó su guevo de mi, se levantó su pantalón militar y con el guevo aún afuera de el, se dirigió a la cubeta para tomar papel y limpiarse frente a nosotros, yo aún débil veía como arrojaba los papeles con que se limpiaba el guevo a la cubeta, el papel terminaba lleno de suciedad y sangre.
T- Fuiste muy valiente Leo aguantaste como un hombrecito mi guevo!! Te voy s dejar descansar unos días tu Antonio curarás ese culito hasta que esté listo.
Y asi pasó por un par de días Antonio me curaba con agua tibia y ungüentos mi culito pero eso no impedía que yo le diera placer al teniente con mi boca, el teniente era insaciable no podía dejar pasar los días sin darle placer, pero tal y como lo había prometido, el teniente le daría de probar a Antonio de mi culo, en una ocasión el teniente se sacó su guevo y se acercó a Antonio para tomar con su mano su guevo,
T- Tienes el guevo grande Antonio, pero no está tan gordo como el mío, culeate a Leo y afloja ese culo para mi!!
El teniente me puso a mamar a Antonio para ponerle el guevo duro mientras el teniente lubricaba mi culo, Antonio se mostraba intranquilo pero no se atrevía a contradecir al teniente, después de un rato me ordenó que lo mamara a el y desató los pies de Antonio para que me metiera su guevo, Antonio con cuidado iba metiendo su guevo.
L- Aaaaaayyy Antoniooooo despacitooooo por favooooorrrr!!!
Antonio iba metiendo lentamente su largo guevo mientras yo sostenía con mis manos el guevo del teniente.
T- Chupaaaaa guevo carajitooooo!!!
Chupaba el guevo del teniente mientras Antonio cada vez estaba más adentro de mi, después de un rato Antonio logro estar por completo dentro de mi y lentamente cadereaba con cuidado de no lastimarme.
T- Culea bien Antonio necesito ese culo más y más flojo!!!
Antonio acentuó sus movimientos que al ya no ser virgen, el dolor era menos hasta podría decirse que era un dolor bueno.
L- Aaaaaayyy Aaaaaaayyy!!!
T- Esoooo así prepárame ese culitooooo!!!!
A- Aaaaaaaahhhh!!!
Los movimientos de Antonio empezaban a gustarme el dolor ya casi era nulo, el teniente me miraba a mi mientras Antonio me culeaba.
T- Jejeje miraaaaa carajillo lo estás gozandooo!!!
Antonio empezó a moverse con más confianza al escuchar al teniente decir eso, y yo me sentía como en un transe de placer que nunca había sentido, no se cuánto tiempo paso pero Antonio empezó a preñarme el culo tal y como lo había hecho antes el teniente.
A- Aaaaaaagghhhhh siiiiii siiiiii!!!!
Antonio sacó su guevo después de preñarme, sentía la leche de Antonio como me escurría en mi culo, el teniente se paró de el catre que compartíamos los tres para dirigirse a mi culo, bajo sus pantalones y empuñó su guevo para ensartarlo en mi culo, la leche de Antonio serviría como lubricante natural para el guevo gordo del teniente, al contrario de Antonio el teniente era más tosco y brusco y sin cuidar de mi culo comenzó a culearme con desesperación.
T- Asiiiii Asiiiiii se culea este culitooooo Antonio!!!! Aaaaaahhh que ricoooooo!!!
L- Aaaaaaaayy Tenienteeeeee Aaaaaayyy!!!!
El guevo del teniente nuevamente me ataladraba sin compasión y yo gemía como una pequeña puta que le gemía a su macho, el hecho de ser culeado por ese guevo inmenso sin sentir dolor me llevo a una excitación que solo podía demostrar con gemidos y por medio de esos gemidos que le daba entender al teniente que no parara, que me diera mas de su guevo, el teniente entendía mis mensajes pues su ritmo danzante de cadereos se intensificaban provocando los rechinidos del catre que parecía que se desplomaría por semejantes movimientos del teniente.
L- Aaaaaay Tenienteeeeee sigaaaaaaa!!!!
Era tanto el placer que el teniente me daba con su guevo que no podía ocultarlo no me importaba si Antonio me juzgaba yo solo quería sentir ese guevo embonarse en mi culo, yo voleaba mi cara para ver como el teniente entraba y salía de mi culo y veía al lado como Antonio nos miraba y acariciaba su guevo con sus manos atadas.
T- Ves carajillo como lo estás gozando???
L- Siiiiii Aaaaahhhh!!!!
T- Te voy a hacer un carajitoooooo Aaaaaaahhhh Siiiiiiii!!!!
El teniente me preñaba nuevamente, logrando mezclar la leche de Antonio con la suya, y yo me sentía en total relajación, sacó su guevo y sentía como si tuviera el guevo de el sun dentro, escurría leche por el, no podía detenerla pues era evidente que aquel guevo me había dejado un hueco.
El teniente se mostraba triunfante y vigoroso, ese había sido el inicio de un cautiverio sexual entre los tres, había más confianza entre nosotros, Antonio seguía mostrándose menos participativo pero aún así era parte de ese trío y a mi cada vez me era más difícil fingir desagrado pues no podía negar que me gustaba el guevo de ambos aunque prefería el guevo del teniente, pues el me culeaba con desenfreno.
L- Aaaaayyyy Teniente que ricooooo!!!!
T- Te gusta Leo???
L- Siiiii teniente muchoooo Aaaaahhhh!!!
Como no lo iba a disfrutar si el sabía como hacérmelo.
L- Maaaaaaaasss Antonio dameeee maaaaasss!!!
Pero con Antonio también lo disfrutaba y ya no podía fingirlo pues mi cuerpo también sentía la satisfacción de Antonio.
A- Me vengooooooo aaaaaaagghhhh!!!!
L- Daaaameeee lecheeeeee Antonioooooo!!!!
Eran días llenos de sexo donde los tres nos dábamos placer, el teniente había dejado su pasamontañas para mostrarnos su rostro y es que su rostro lo usaba para besarme, jugar con mi lengua o escupirme y comerme el culo, siempre con la rudeza que lo caracterizaba.
Mientras mis padres sufrían por no saber de mi yo comenzaba a sentirme cómodo estando en cautiverio, pero el secuestro era un negocio, un negocio que debía sellarse, después de muchos momentos sexuales el teniente hablo con nosotros.
T- Se acaba de llegar a un acuerdo para pagar su rescate, en unos días se les dará instrucciones a tus padres para dejar el dinero del rescate.
A- Y que pasará con nosotros?
T- No les voy a mentir, yo no soy el jefe de este trabajo, a mi se me di el trabajo de cuidarlos, pero también me dieron la orden de en cuanto tengamos el dinero yo me encargué de matarlos.
L- Por favor teniente no nos mate!!!
T – La verdad después de lo que hemos pasado no me gustaría hacerlo, tu carajito me haz dado mucho placer, incluso más que el placer que me da mi mujer, así que tengo tiempo pensando en un plan y lis voy a dejar con vida pero solo con una condición!!
A- Cual es esa condición?
T – Si todo sale bien con mi plan y los libero, no se les ocurra denunciarnos, no se atrevan a decir que quienes los secuestraron son militares, porque si lo hacen se mueren todos ustedes, recuerden que sabemos todo de ustedes y donde viven.
L- No diremos nada se lo prometo teniente!!!
T- En cuanto me den a mi la parte que me toca del rescate yo debo de matarlos, pero lo que voy a hacer es llevármelos a otro lugar y ustedes deberán quedarse ahí hasta que yo me haya largado del país, entonces serán libres y si llegan a abrir la boca se mueren!!
A- No diremos nada pero por favor no nos haga daño!!!
Ese sería el plan del teniente para dejarnos con vida, sin embargo no estábamos seguros si el teniente cumpliría su palabra, aquellos momentos de placer habían terminado y la angustia regresaba pues había que esperar que todo saliera bien con el rescate…
CONTINUARA…
Instagram: mando_gg
Buen relato amigo sigue contando mas y saludos… 🙂 😉 🙂 😉
Ocupo leer que pasa entres Leo y Antonio
yo igual kiero saber digo