El seminarista caliente III: El desconocido del Cyber (de vacaciones)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Borgia85.
Esto que les voy a relatar paso justo hoy 14 de julio del presente año.
Disfrutando de mis vacaciones del seminario y queriendo salir a dar la vuelta a ver que encontraba, decidí ir a la ciudad.
Necesitaba descargar un poco de música y andaba algo caliente, así que me dirigí al Cyber donde iba con frecuencia en tiempos pasados (aun lo visito, pero con menos frecuencia).
Después de que me cambiaran como de 4 máquinas (en ninguna de ellas estaba el programa que necesitaba para descargar la música) por fin me colocaron en una donde quede cómodo.
Ya acomodado en esa máquina y después de 15 minutos, decidí hablarle a un amigo, así que salí de mi cabina y cruce el pequeño pasillo y me acerqué a la ventana para hablar con mi amigo, por desgracia no respondió mi llamada así que pues me dije, aprovechando el viaje le hablaré a otro amigo y mientras buscaba su número en mi lista de contactos, alce la mirada y alcance a ver que otro usuario del cyber tenía la cortina de su cubículo a medio abrir (maquina 9); el aun no notaba mi presencia.
Cuando logré encontrar el número de mi amigo y le marqué (este sí que contesto), al responder mi amigo pues mi llamada llamo la atención de aquel cliente que, al igual que yo, buscaba acción.
De un momento a otro, cuando me di cuenta aquel usuario del cyber estaba de pie con la verga en la mano y con la mirada me llamó hacia su cubículo; con un gesto de la mano y la mirada le hice entender que esperara a que terminara mi llamada.
En cuento colgué el teléfono, me dirigí a su cabina y cerré la cortina, comencé a masturbar su deliciosa verga que estaba muy caliente y durísima.
Le preste algo de atención a aquel desconocido, guapo no era, pero feo tampoco, en cambio su verga era otra historia, unos 18 cm, más o menos gruesa, algo cabezona y lo mejor es que estaba como me encantan las verga: circuncidada.
Lo estuve masturbando algunos minutos, le indique con la mirada que se levantara y yo me senté en la silla donde él estaba, así que como imaginaran quede a la altura de las circunstancias y comencé a mamar aquella verga que sabía delicioso, con ese olor característico de una verga y por supuesto estaba muy bien aseada.
Por razones de una reciente visita con el ortodoncista no pude mamar aquella verga como me gusta y como vuelve locos a quien tiene la dicha de meter su verga en mi boca.
Después de algunas lamidas a aquel trozo de carne, haciendo énfasis en el glande, me paré y me abrazo por la espalda, al parecer mis mamadas lo habían excitado más de lo que ya estaba.
Mientras, yo con mi mano seguía masturbando aquella verga durísima como hierro caliente.
En un movimiento bastante ágil, desabotone mi cinto y lo saque de un jalón, abrí el botón de mi pantalón y baje un poco el zipper, sólo baje un poco mi pantalón para dejar mis nalgas un poco libres, pero sobre todo, la idea era dejar mi culo libre a la entrada de su verga.
Unte un poco de saliva en mis dedos y los pase por mi culo, el también echo un poco de saliva a su verga y la coloco en la puerta de mi culo.
Con mi mano le hice una seña de que la metiera despacio para que entrara sin problemas y no hiciéramos tanto escándalo (a veces el que esta de encargado se pone mamon a pesar de saber que tipo de gente vamos a ese lugar) y el solo afirmó con la cabeza.
Relaje lo más que pude mi esfínter y lentamente ese pedazo de carne comenzó a abrirse paso entre los pliegues de mi culo, pff la verdad lo estaba disfrutando tanto, sentir como lentamente una verga va entrando cm a cm me pone súper cachondo.
Cuando estaba poco más de la mitad de su verga dentro de mí, solo me deje caer hacia atrás para que entrara de un solo jalón hasta el tope y así fue, el emitió un ligero gemido; con sus dos manos abrió un poco mis nalgas y empujo los cm que aún estaban fuera.
Aquel momento estaba siendo genial, comenzó a bombear lento y poco a poco fue acelerando sus arremetidas, ambos sólo mordíamos nuestros labios para no gemir y hacer notar que estábamos gozando como locos.
Susurró a mi oído que si quería que se viniera dentro, yo sólo asentí con la cabeza (ya se, ya se con la pinche calentura me valió madres que estábamos cogiendo sin condón) entonces yo comencé a mover mi culo y eso lo prendió más y dejó de moverse, lo cual entendí como señal que el trabajo lo haría yo, coloque una mano en la pared del cubículo y la otra en la pared posterior y apretando mi culo me comencé a mover de manera frenética, aquella verga se comenzó a sentir más caliente y cuando se iba a venir, sólo me tomo de las caderas para hundirla lo más profundo posible y estallo en un riquísimo orgasmo, podía sentir cada palpitar de su verga de los chorros de semen que lanzó dentro de mí, no sé si hace mucho que no cogía o estaba tan excitado que fue bastante considerable la cantidad de lechazos en mi culo, eso creo por que sentí vibrar en más de tres veces aquella verga.
Poco a poco fue perdiendo fuerza aquella erección y lentamente se fue saliendo su verga de mi culo, hasta que salió completamente.
Tan rápido como pude fajé mi pantalón y mi camisa y el hizo lo mismo, sólo giro mi rostro y me beso, después se acercó a mi oído y me dijo: coges muy rico y yo sólo sonreí un poco y con un gesto de la mano le dije adiós.
Salí de la cabina y me dirigí a mi cubículo, casi en seguida salió aquel hombre del cyber y yo con el culo lleno de leche comencé a escribir esta historia.
Espero sus críticas para mejorar.
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