El señor de las computadoras
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me acuerdo de la primera computadora tipo notebook que me compró mi papá. Siempre me hacía muy feliz usarla y aprender mucho en internet hasta una vez que se me cayó de la mesa por andar jalando el cable de los auriculares.
Esa vez un primo me recomendó ir con un técnico especialista en computadoras personales que vivía en el mismo barrio que nosotros, él mismo me llevó. Cuando llegamos, su casa tenía un aroma a humedad, que no me gustaba nada, él era un hombre mayor que vivía solo. Ese día nos recibió y me dijo que tardaría mucho, si quería podía quedarme a ver o regresar al siguiente día.
Mi primo dijo que tenía que ir con su mamá al súper y no podía quedarse pero yo sentía que si me iba el señor le iba a hacer algo raro a la computadora, robarle piezas o algo de ese tipo, pero a la vez no quería quedarme solo con él, después de pensarlo decidí esperarme y mi primo se fue.
El señor de las computadoras me pidio que me sentara con él y mientras él reiniciaba una y otra vez la computadora, apretando algunas teclas, en eso me pide que le traiga unas cosas de otro cuarto, al ver que hacía todo lo que me pedía me dijo que arreglaría rápido mi computadora, que ya nadamás se instalaba un programa y me la podía llevar, que serviría pero tenía que comprar un nuevo disco duro, mientras se instalaba me enseñó un cuarto en su casa donde tenía muchos carritos y cosas de colección, me dijo que si quería uno que me lo regalaba, que es más, me regalaba el que yo quisiera pero si hacía algo a cambio.
Yo acepté y me regalo una especie de pez dorado de metal, entonces me tomo de la cintura como si yo ya fuera algo de él, eso a mi no me molestaba pero cada vez me acariciaba más, le dije que por quélo hacía y me dijo que no me asustara que solo quería estar conmigo.
No entendí mucho pero me dejaba, me empezó a abrazar y me preguntó si alguna vez había besado a alguien, le contesté que no, y me preguntó si quería que me enseñara, accedí y comenzó a besar mis labios, así fuimos poco a poco hasta que de alguna manera termine mamandole la verga.
Me daba miedo y asco pero seguía haciendolo pues el me decía que era parte del trato, así estuvimos mucho tiempo, me preguntó si me gustaba y le dije que no, entonces fue a la cocina, trajo un danonino y empezó a ponerselo en la verga, me dijo que probara, así lo hice y me gustaba más, estuve mamando toda la tarde, él prendió la tele y yo mamaba bastante tranquilo.
Más tarde vino mi primo, tocó la puerta y rápido se guardo la verga y deje de mamar, mi primo preguntó por mí, mis papás me estaban buscando, el señor le explicó que así siempre era con las computadoras por eso decía que regresaramos después a recogerla pero que ya estaba lista, le pregunté cuanto era y me dijo que le pagara mañana pues quería que regrese para platicarme lo del disco duro.
El siguiente día fui, solo, mis papás sabían que me tardaría, llegué y lo primero que hizo fue abrazarme como si ya fuera su amante, me quito la ropa, nos besamos y como el día anterior yo mismo empecé a mamarsela, él me enseñaba y yo sentía muy padre tener sus pelos en la cara, me gustó la sensación de complacer a un hombre, yo aún no tenía vello púbico, para mí fue delicioso, y mientras el trabajaba yo le mamaba la verga, los huevos, las piernas y los pies, eso a él le gustaba mucho.
A partir de entonces, cada que podía buscaba una excusa para ir con él o lo hacía a escondidas, sentir su verga en mi boca era lo mejor que me pasaba, entre la sensación de misterio y placer. Un día incluso mi papá consiguió su número y como era tarde y yo no regresaba le llamó por teléfono, los dos estaban platicando sobre mí y yo de rodillas frente a él, me acuerdo que el señor de las computadoras decía que yo era un niño bien listo y quería que le ayudara con unas labores en la casa, al parecer mi papá decía que si, yo intenté sacarme su verga de la boca para escuchar mejor pero el señor más la metió, sentía que me atragantaba, con una mano tenía el teléfono platicando con mi papá y con la otra me empujaba bien fuerte la cabeza contra su verga, así estuvimos hasta que ellos se despidierón y el señor puso su teléfono en una mesita.
Me dejó descanzar un poco y me dijo bien contento que iba a trabajar con él todos los días, que saliendo de la escuela me iría a su casa, él me daría de comer y estaríamos juntos un par de horas, mientras me hablaba de eso y me explicaba bien, yo seguía incado, acariciando su verga con mi cara y chupando de repente sus huevos, parecía que no le ponía mucha atención, luego volvió a hundir su verga en mi boca y me la metió de nuevo hasta el fondo, sentía ahogarme, me gustaba mucho sentir arcadas, en una de esas se vino y me trague su semen, no sabía a nada pero se le hizó blanda la verga y me pude meter todo en la boca, la verga y los huevos, el se aburrió después de un rato y me fui a mi casa, pensando en lo que habló con mi papá, luego en la casa mi papá me lo confirmo y al siguiente día fui por primera vez a trabajar a su casa.
Les cuento en el próximo relato cómo fue mi primer día.
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