El slip blanco de mi sobrino de 10 años durante la cuarentena.
Mi pene en contacto con su periné, subiendo y bajando desde su hermoso culito hasta sus hermosos huevitos rosados, mi boca y mi legua jugando con los suyos hicieron de mi cuarentena una aventura caliente..
Seis meses de cuarentena parece mucho y lo es. En especial, sin eres alguien de 24 años, soltero y si tu trabajo consiste en trabajar desde un ordenador. Es decir, podría estar todo el año de cuarentena sin salir de casa generando ingresos desde mi habitación, salir solo de allí para ir al baño o recibir al delívery que me traía los pedidos del supermercado o de comida un par de veces al día.
Ese hubiese sido el caso, si al momento en que el Gobierno decretó “la cuarentena total” no me encontrara cuidando a mi sobrino. Sus padres habían viajado a realizar un trámite al otro lado del país, motivo por el cual no iban a poder regresar hasta no levantada (en principio) las dos semanas de cuarentena. Dos semanas que se fueron transformando en meses, hasta llegar al medio año.
Mi hermana, Sabrina, con sus 29 años es arquitecta y su marido también. Ambos, recorren el país vendiendo sus proyectos. Claro que tienen sus recursos para pagar una niñera, pero en esta oportunidad, la sociedad estaba alterada por el brote de coronavirus que se desparramaba por el mundo y la niñera (una señora mayor que solía cuidar a Tomy, mi sobrino) no aceptó el encargo hasta que no bajara el alboroto.
Buena decisión la de la niñera, es que al día de haberse ido mi hermana de viaje, el gobierno decretó la cuarentena total. Nadie podía poner un pie en la calle hasta nuevo aviso. Un estado de sitio que no permitiría, siquiera, que la gente que estaba de viaje retorne a su hogar. Mi hermana era una de esas personas que, junto a su marido, debió permanecer en un hotel hasta que terminen las restricciones de circulación.
En fin, sé que fue mucha introducción, pero me gusta escribir mis relatos con detalles.
Tengo 24 años, pelo castaño claro. Blanco, de 1,85 de altura, ojos miel. Cuerpo nada atlético, pues soy informático. Pero en buena forma. A mi Tomy, no lo veía seguido. Pero nos llevábamos bien, a él le gustaba visitarme porque en casa tengo videojuegos y le encanta jugar partidas de fútbol o peleas en general.
Mi sobrino tiene 11 años, al momento de iniciada la cuarentena, tenía 10. Siempre fue el típico nene bien, un niño hermoso, blanco, ojos marrones claros, pelo rubión, labios carnosos, simpático. Y un cuerpo llenito… De esos niños que no son raquíticos, pero que tampoco tienen sobre peso. Lo que les permite presumir un hermoso cuerpo con buenas nalguitas. Redondas, con piernas con carne para morder… Pero no nos adelantemos.
Jamás vi a mi sobrino con ojos de perversión, ni a ningún chico. Pero, la falta de relaciones por un tiempo prolongado previo a la cuarentena, y la cuarentena misma, creo que dispararon el morbo en el momento en que pasó lo que tenía que pasar…
Mi hermana me llamó de urgencia porque no encontraba niñera, me pidió que cuide a su hijo, Tomy (mi sobrino), en lo que ella iba a trabajar al otro lado del país una semana. Aunque no tenía ganas de tener a mi sobrino en casa, porque, como todo soltero sabe, uno quiere andar como Dios lo trajo al mundo y sin preocupaciones cuando se encuentra en casa. Y tener una visita, por más que sea un niño, te condiciona el relajo.
Pero a Tomy le encantaba la idea, amaba venir a casa porque tengo una buena sala de estar con una buena pantalla grande, y videojuegos. Sin hablar de la piscina, pero como era otoño, y el frío venía, no vale la pena nombrarlo. Mi trabajo me permitía alquilar una bonita casa, y darme pequeños lujos.
Cuando Tomy llegó, tenía una remera negra, un pantalón de algodón negro y largo y unas zapatillas blancas. Es por eso que no presté atención en ese momento del caramelo que tenía en casa.
¡Adión! Saludamos los dos a Sabrina, su madre. Mientras se alejaba en su camioneta rumbo al aeropuerto con su marido.
¿Qué hacemos ahora? Me consultó Tomy inmediatamente, con cara de incertidumbre. Bueno, ven, dejemos tus cosas en… Un pequeño detalle, Tomy nunca se había quedado a dormir en casa. No sería un detalle si no fuese que no tengo más habitaciones que la mía… En principio, dejemos tus cosas acá en el linving, al lado del sofá, aquí nadie te las va a tocar. Después vemos dónde dormís. Eran las 3 de la tarde en ese momento.
Tío, ¿Puedo ir al baño?. Tomy, es tu casa, haz lo que quieras pero no rompas nada jaja. Le contesté y me fui a mi habitación a trabajar con el ordenador, mientras escuchaba a Tomy caminar hacia el baño.
Así inició su estadía, luego fue al living y se puso a jugar al fifa en la play. Yo escuchaba sus partidos mientras diseñaba algunas webs, y creaba contenido. El tiempo pasó volando, y de pronto quité la vista de la pantalla de la computadora, observé hacia la ventana y vi que era de noche. Vi hacia la pantalla nuevamente, eran como las 8 p.m. Y me di cuenta de que no había ruido en la casa. Me levanté rápido y fui hacia el living a ver dónde estaba mi sobrino.
Se encontraba durmiendo en el sofá, vestido como había llegado, lo noté incómodo. Pero a su vez, me dio ternura. Nunca lo había visto dormido, parecía un angelito. Me acerqué y le toqué un hombro…
-Tomy, despierta… Le dije despacito para no asustarlo.
Él abrió los ojos y me miró.
-Es de noche, quieres comer algo?… Le consulté.
-Si tío… me contestó.
-Lávate la cara y vamos a comer algo. Le dije mientras pensaba a dónde ir.
-Okey!. Me contestó alegre y se fue al baño a lavarse la cara.
En ese momento me fui a vestir, me alisté para salir y pedí un Uber para ir al Burger más cercano… No soy fan de comer hamburguesas, pero es un lugar limpio e interesante para llevar a un sobrino.
El Burger estaba repleto de gente, era un loquero. Me arrepentí ni bien llegué. Pero ya estábamos ahí, pedimos cada uno su combo. Y nos sentamos en una mesa…
Tío, siempre comes aquí?.. me preguntó. No, vengo a tomar un café de vez en cuando. Le contesté. Tomy, si quieres llámame por mi nombre, me llamo Sebastián, sabes? Le pedí, porque me hacía sentir extraño que me llamara tío todo el tiempo jaja.
Tomy, al terminar de comer, me preguntó si podía ir al pelotero con juegos que había ahí. Con sus 10 años, todavía estaba en edad de meterse en esa maraña de túneles. Lo dejé ir, me senté a tomar un café frente a los juegos mientras miraba mis redes sociales y lo miraba a él jugar con otros chicos. No sé, qué pensé, no era un pensamiento sexual. Era un pensamiento de orgullo, Tomy era el chico más lindo de los juegos. Los demás o eran muy flacos, o muy gorditos, o tenían cara fea. Él tenía una linda sonrisa, y una linda voz. En un momento, todos los chicos gateaban por un túnel transparente, y se les veía la forma de sus traseros, por sobre la ropa. Ver que el que mejor trasero tenía era Tomy me hizo atragantar con el café… Solo pensé eso, aunque mi cabeza entró en cortocircuito porque no comprendí si estaba bien ese pensamiento o no.
Terminé mi café, y aproveché que Tomy justo miró hacia mí y le hice una seña como para que nos fuéramos. Cuando salió de los juegos, Tomy, estaba acalorado, transpirado. No sé, los niños no tienen olor a transpiración como el de los adultos. Es distinto. Y fue ese el momento donde Tomy comenzó a despertarme sensaciones que jamás hubiera pensado. Pero tenía una limitación, desde que llegó por la tarde, mi sobrino solo vestía con una remera negra y un pantalón negro también, y largo que lo cubría todo. No podía apreciar nada más que su carita. No sé qué me pasaba, quería verlo con menos ropa, no desnudo, solo con algo que me permita apreciar más su forma de niño prepuber. Mientras mi cabeza explotaba en pensamientos contradictorios.
Paré un taxi en la entrada del Burger, y regresamos a casa. ¿Sebastián, dónde voy a dormir? Me preguntó sonándome extraño que me llame por el nombre. Mejor llámame Seba, ve a bañarte porque estas desastroso, luego vemos. Le contesté mientras observaba el sofá y pensaba prepararlo para que duerma ahí. Pues, es mi sobrino y me pareció mal que duerma conmigo.
Al rato escucho un grito desde el baño… Sebaaaaaaa! Me llamó Tomy, me acerqué sin abrir la puerta. ¿Qué pasó? Le dije, no hay toalla… Lo cual era cierto, como vivo solo la toalla la suelo llevar a mi habitación cuando me termino de bañar o lavar la cara ya que me voy secando con ella… Ahora te traigo una, y fui al armario a buscar una toalla limpia. Aquí la tengo, le dije desde afuera del baño sin abrir la puerta aún.
Hasta ese momento, nada fue anormal. Me comporté como un buen tío. Pero Tomy gritó nuevamente… ¡No puedo salir de la ducha porque voy a mojar todo el piso! Me dijo, llamándome la atención el comentario. Supuse, con sentido común, que mi hermana (la típica perfeccionista) lo retaba cuando mojaba el piso del baño. Así que respiré profundo, y me dispuse a abrir la puerta del baño preparándome para ver al Principito del Olimpo que se encontraba dentro…
Una tenue cortina de vapor deparaba la ducha entre mis pasos y Tomy. La regadera de mi baño, solo tiene una mampara de vidrio para evitar que se derrame, la cual es transparente. El vapor distorsiona la imagen, pero no lo suficiente para no verlo. Y ahí estaba Tomy, un nene bien, un niño hermoso, blanco, ojos marrones claros, pelo rubión, labios carnosos, simpático… Mirándome con cara de que no pasa nada, esperando su toalla para secarse. Con una mano se sostenía de la mampara para no resbalarse y con la otra mano extendida para recibir la toalla.
Yo me acercaba como en cámara lenta, sin perderme ningún detalle. Tratando de disimular mis ojos, para que no se pierdan en su maravillosa ingle. Una ingle totalmente lampiña, con un penecillo que, dormido era como de 5 cm. Y unos huevitos rosaditos, maravillosos que resplandecían de vida. Una cintura con unas curvas fantásticas, delatando su perfección. No sé, su cuerpo llenito exigía su derecho a ser besado y succionado. Pero mi cabeza todavía estaba en sus cabales, mi sobrinito me llegaba en altura hasta el pecho. ¡Es solo un niño! Me recriminaba mi voz interior.
Llegué hacia él, y le di la toalla. ¿Me secas los piés? Tengo miedo de caerme, me dijo tembloroso… Siempre supuse que estaba acostumbrado a que la mamá y el padre lo ayuden. Al ser hijo único, lo mimaban.
Dale, le contesté disimulando mi cara de excitación, pero con la vista perdida en su pequeña hombría… Sin embargo, quería ver más. Quería ver su trasero. De frente se notaba que era algo de otro mundo… A ver, date la vuelta y levanta hacia atrás el pie así lo seco…
¿Cómo describir ese traserito? ¿Cómo describir ese trasero pomposo, llenito, paradito, con curvas perfectas, decorando una espaldita hermosa con hombritos tiernos?… Sin avisar, comencé a secarle las piernas de apoco, subiendo disimuladamente mientras le avisaba que iba a dormir en el sofá, que se lo iba a preparar para que duerma cómodo… ¿Y si entran a robar? Mi preguntó con su hermosa voz mientras mis manos manoseaban su hermoso trasero, sólo separado con la toalla. Mi pene estaba que reventaba la cremallera del vaquero que traía puesto… No va a entrar nadie le dije, mientras disimuladamente frotaba sus nalgas en direcciones contrarias para ver su sensacional asterisco rosado… Nada pasaba, si bien la situación estaba en cámara lenta en mi cabeza, todo era bastante rápido para no despertar sospechas.
Sin decirle nada, lo di vuelta de frente hacia mí otra vez. Y vi que su penecillo estaba parado, durito era como de 7 u 8 cm. No sé, apenas se asomaba una puntita rosada por entre su prepucio rosado. Miré hacia su cara, para intentar saber en qué pensaba. Pero sus ojos se dirigían hacia la ventana del baño que apuntaba a un árbol de mi jardín. Entendí que su erección podría ser un reflejo de mi manoseo con la toalla, pero que no se dio cuenta.
Por las dudas no intenté nada. No quería asustarlo. ¿Con qué te vas a vestir para dormir? Le pregunté, para ir cerrando la situación. Como vine, me contestó… ¿ME HABLAS EN SERIO? Le contesté como fastidiado… ¿Y cómo quieres que me vista? Me preguntó, como sin entender porqué le daba importancia a su vestimenta… Bueno, ¿Cómo duermes en tu casa? Le pregunté. Solo con un calzón, me contestó. Bueno, ponte cómodo como en tu casa (mientras mi pene titilaba de la excitación). Acá nadie te va a molestar. Le dije esperando que no sea tan mamón como para vestirse con la misma ropa que estuvo todo el día. Sin consultarle, lo cubrí con la toalla y lo subí a mis brazos (como a un princesito xD) para llevarlo al sofá donde estaba su bolso con sus cosas.
Lo dejé en el sofá, y le digo que se prepare para dormir. Ya regreso con las cosas para preparar el sofá. Y me retiré para buscar un acolchado y sábanas para que se acomode.
Al regresar, no podía más de hermoso. Tenía sólo un calzoncillo tipo slip blanco. Se veía toda su forma, yo no podía más. Necesitaba hacerme una paja, así que me apuré y le armé bien todo para que se acueste. Lo tapé, agarré la toalla con la que se había secado, y me fui corriendo al baño. No sé, me metí en la ducha con esa toalla tapándome la cara, me excitaba saber que la misma recorrió toda su pequeña hombría y que ahora estaba en contacto con mi cara. No hizo falta mucho estímulo. Mi pene con dos minutos de fricción, comenzó a largar semen mientras mis testículos se contorsionaban. Ese desahogo me sirvió para pasar esa noche… Sin más, me fui a dormir.
Sonó el despertador, eran las 8 a.m. Me levanté somnoliento, en bóxer. Recordé en el corto trayecto, entre mi habitación y la cocina que estaba mi sobrino. Pero ya me encontraba a dos pasos y me dio flojera ir a ponerme pantalones. Me acerqué al sofá, y la imagen de Tomy era perfecta. La sábana y el acolchado que le había puesto para que se tape, estaba tirado en el piso. Se ve que la calefacción de la casa era suficiente (recuerden que era otoño, pues soy de Sudamérica).
Se encontraba dormido boca arriba, con su torso aún desnudo, sólo con su slip blanco que transparentaba un penecillo erecto… Típico de los hombres a la mañana. No puede evitar la tentación, acerqué mi mano y le moví el hombro a ver si despertaba. No lo hizo, hico un leve movimiento como queriendo espantar una mosca. Acerqué mi mano a su ingle, y toqué su pequeño pene por sobre el slip. No vi reacción, acaricié sus bolitas también, a ver si despertaba. No lo hizo. Mientras jugaba a tocarlo suave y descubrir levemente su ingle bajando parcialmente su slip. Observé su boca, estaba un poco abierta. Así que quise darle un beso. Acerqué mis labios a los suyos. Con mis labios le mordí los suyos. Y sentí que se despertó. Rápidamente me hice el que levantaba los tapados del suelo.
Hola Tío. Me dijo mientras se estiraba y se sentaba en el sofá. Llámame Seba, tío me hace sentir viejo le dije riendo… Es verdad, perdón, Seba… Ahí está bien. ¿Quieres desayunar? Le consulté. Si. Me dijo y lo envié a lavarse los dientes y la cara. Mientras me sentaba a su lado y lo veía levantarse y mover su hermoso cuerpito en dirección al baño. En ese momento sentí algo mojado en mi ingle. Resulta que acabé sin tocarme, la situación no era algo de otro mundo. Pero Tomy en ese momento se convirtió en algo que todavía no comprendía, aunque, algo dentro de mí me calmaba diciéndome que no haga nada estúpido, que en unos días venían sus padres y podría tener problemas.
Ya eran como las nueve y media de la mañana. Estábamos viendo la TV mientras terminábamos de desayunar. El programa que veíamos había terminado y Tommy quiso cambiar de canal. Un canal de noticias puso la placa de “último momento”… Nos quedamos viendo. El gobierno anunció que desde el mediodía no se podrá circular más por ningún lado. Que solo trabajadores esenciales podrán salir a la calle. Claramente ni mi hermana cons u marido, ni yo lo éramos. En ese momento nadie comprendía lo que pasaba. Tomy me preguntó, – ¿Seba, que es una cuarentena total?.
-Cuarentena es cuando encierran a la gente para que no se transmitan enfermedades… Pero no sé que va a pasar… Le dije subiendo el volumen de la TV.
Sonó el teléfono, Sabrina me llamó para preguntarme cómo estábamos. Le dije que bien, me contó que estaban diciendo que suspendían todos los vuelos y los viajes en autobús. Que no sabía si iba a poder regresar. Le dije que no se haga problema, mientras miraba a mi lado a Tomy que me miraba con su slip blanco aún puesto. Le pasé el teléfono para que hablara con su madre.
¿Cuándo regresas mamá? Le preguntó. Su carita decía todo, la madre le habría dicho que no sabía y no creía que fuera a ser pronto. Si, ayer fuimos a comer y ahora desayunamos. Contestó por teléfono a alguna pregunta que le hizo la madre… Estoy bien, me gusta estar con el tío… No fue su intención, pero ese comentario hizo que mi pene se catapultara nuevamente. Verlo hablar así, totalmente despreocupado, sentado con su calzoncillito blanco me excitaba. No sé, mi cabeza no estaba bien.
Fui al baño a bañarme, otra vez. Me había bañado la noche anterior, a la mañana nuevamente luego de acabar en mis calzones. Y ahora a media mañana porque no podía creer que iba a estar con este Diosito más días. Necesitaba descargarme antes de hacer alguna locura.
Cuando estaba yendo al baño, Tomy me pregunta ¿Te vas a bañar otra vez?. Si, ¿por qué? ¿Necesitas ir al baño? Le consulté. No, pero no te haz bañado hace 2 horas? Me preguntó mientras se levantaba del sofá y se inclinaba delante de la televisión para encender la play. Su trasero apuntaba hacia mí, el sol entraba por la ventana y daba directo hacia él. Esa tela blanca hasta transparentaba con esa luz. Antes de entrar al baño me acerco hacia él, me arrodillo a su lado con mi cara a la altura de su nalga derecha. Tomy, le dije y se giró hacia mí porque se asustó. Su pequeño bulto casi toca mi cara, ¿a qué vas a jugar? Le pregunté riéndome. ¡Me asustaste!, no te ibas a bañar? Me dijo con cara de preocupación. Si, pero quería saber a qué ibas a jugar. Este de Dragon Ball, ¿Querés jugar? Me preguntó. Dale, pero cuando termine de bañarme. Vos practicá así no te gano a la primera jajaja.
Y me fui a darme una buena paja, a masturbarme con la imagen de su bultito marcado en su slip blanco en mi cara. Nuevamente, la excitación que tenía hizo que terminara rápido. En solo 7 minutos ya estaba en mi habitación pensando qué ponerme. No lo pensé, no me puse calzón, solo me puse un short blanco de futbol, de esos que tienen la tela muy fina, en mi mente quería que Tomy vea mi pene, no sé qué pasaba por mi cabeza. Y no me puse nada arriba porque quería que Tomy siguiera encuerado.
Me senté al lado de mi sobrinito de 10 años, su cuerpo lampiño y suave contrastaba con el mío. Si bien no soy peludo, mi cuerpo adulto exigía demonio en esa suavidad a mi lado. Tomy me miraba, es que nunca me vio tan desvestido. Las pocas veces que vino, siempre hubo gente.
Vamos a jugar, le dije. Y nos pusimos a pelear, él con Gokú, y yo con Vegeta. Era una lucha a muerte, yo tenía decidido que le iba a ganar, eran 3 rounds. El primero lo gané yo, es que era mi juego favorito y sabía los trucos. El segundo lo dejé ganar para que se entusiasme, en el tercero lo hice sufrir, pero al final lo dejé ganar para que quiera seguir jugando.
Jugamos varias partidas, él se estaba divirtiendo con los movimientos de algunos personajes. Cuando terminamos la última partida, él se para en el sofá y se pone a bailar como Goku cuando está mucho tiempo pausado. Sus movimientos, y tener su bultito y sus nalguitas delante de mi cara, ya que yo permanecía sentado, me dieron la idea de jugar a las luchas con él. Mi cabeza ya o tenía decidido, quería penetrar ese manjar. No sabía cómo, no sabía si iba a haber consecuencias. Solo quería llegar hasta el final. Quería saborear su pene, sus huevitos, chupar con mi lengua y meter mi lengua en su asterisco rosado. Besarlo en la boca, tocándole la garganta metiendo mi lengua dentro de su boca. Mi pene palpitaba mientras el seguía bailando en slip delante de mi cara…
Me puse de pie rápido y levantándolo en el aire, agarrándolo de la cintura, lo tiré en el sofá despacio y le dije ¡Soy vegeta! Poniéndome de rodillas frente al sofá invitándolo a luchar… Tomy se levanta, con su hermosa sonrisa y grita ¡Soy Goku! Y salta hacia mí, por mi posición, lo atajo mientras su pansita aterriza en mi cara y su pequeño bulto durito aterriza en mi pecho. Muy despacio lo bajo deslizándolo hasta que su bultito toca el mío. Pude ver su cara de sorpresa cuando sintió mi pene con el suyo. Me hice el distraído y lo levante de nuevo en el aire para que no se quede pensando, esta vez su bultito quedó en mi cara mientras lo dejaba caer nuevamente en el sofá. La conquista esta desatada, Tomy se levantó nuevamente, su bultito se notaba más parado que nunca, y se lanzó hacia mi otra vez para que lo ataje. Esta vez lo atrapé en el aire, nuevamente con su bulto a la altura de mi boca. Y rápidamente me recosté en el sofá y lo senté en mi verga haciéndome el distraído. Mi pene impactó primero en la zona de su perineo, y luego se deslizó entre su rayita hasta cabecear su asterisco por cobre el su slip y mi short.
Él se reía, claramente estaba excitado, el juego le gustaba y yo no sabía hasta donde seguir. Tomy me mira un segundo, mientras siente mi pene en su culito, y rápidamente me hago el distraído mirando hacia la ventana. En ese momento, Tomy se inclina hacia adelante, quitándose el pene del culito y pone sin darse cuenta su bultito duro en mi pansa, casi tocando mi ombligo. No pude evitar tomarlo nuevamente de la cintura y girarme dejándolo bica arriba con sus piernas en mi cintura y mi pene cabeceando sus bolitas desde abajo (ambos aún con nuestra ropa interior). Es que el short de futbol era como no tenerlo, literalmente sentía sus bolitas en la punta de mi glande.
Tomy, riéndo pero claramente excitado se notaba que no sabía qué hacer. Acerqué mi boca a su cuello, y con mis manos le hacía cosquillas muy despacio en sus hermosas axilas lampiñas mientras con mi boca le saboreaba el cuello y sentía su aroma de nene riéndo.
Con mi cintura hacía pequeños meneos, sintiendo con mi pene y mis testículos, los suyos, subía y bajaba con la punta de mi pito desde su trasero hasta sus huevitos. Él reía por las cosquillas que le hacía en sus axilitas y sus costados del cuerpo. Sus hermosas, carnosas, y suaves piernas me apretaban de los costados de mi cintura. Yo no aguantaba más, necesitaba penetrarlo, pero mi conciencia me gritó que salga de ahí antes de que sea tarde.
Me senté en la otra punta del sofá, le dije que ya vengo y me fui rápido al baño a desagotar. Cuando salgo, ocurre lo interesante. Tomy me mira desde el sofá, parado haciéndome señas como que quiere seguir peleando. Claramente su bultito estaba que titilaba. El sol de la ventana permitía destacarlo. Me acerco, y salta nuevamente sobre mí. Lo atajo de manera que su bultito quede en mi boca de nuevo, y me recuesto en el sofá sentándolo en mi pene de nuevo. Esta vez no se quitó, se puso de manera que su bulto esté en contacto con mi pene y comenzó a hacerme cosquillas como le hice yo. Sin que le dijera nada, comenzó a besarme el pecho, los pezones. Claramente me estaba copiando. La sorpresa fue grande, pero la oportunidad mucho más. Me hacía reir, comencé a hacer movimientos de pelvis para que mi pene acariciara el suyo. Y con mis manos, comencé a acariciar todo su cuerpo, levanté acerqué su cara con la mía, y lo besé. Tomy se reía, abrí la boca le dije, y mi lengua literalmente le violó la boca. Se ve que le gustó porque no se quejaba y su lengua jugaba con la mía. Mis manos hacía tiempo que te habían metido en su slip por su espalda manoseando su culito hermoso. Tanta suavidad me sacó del eje. Nuevamente, lo agarro de la cintura y lo giro para que quede abajo, mi pene cabeceando su ano mientras sus piernas rodean mi cintura y mis besos lo dejan sin aire.
Me levanto rápidamente y me saco el short, le saco su slip rápido también mientras lo vuelvo a besar. Mis ojos no sabían dónde mirar, la imagen suya en esa posición, con mi pene jugando con su asterisco y sus huevitos era una locura. Comienzo a bajar con mi boca, el aprendiendo lo que le estoy haciendo. Me meto su pequeña hombría entre mis labios y ya no sabía qué hacerle. Chupar, lamer, succionar. Era lo más rico y hermoso que había sentido. Sus fantásticas piernas, presionaban mis orejas de la excitación que tenía mi sobrinito de 10 años, ese nene lampiño que quería jugar a las luchitas… Llegó el momento, comienzo a lamerle el ano, un circulito rosado que nada debía envidiarle a las super modelos de la televisión. Lo escuché gemir varias veces, su penecillo siempre estuvo duro. Subí besando por su abdomen y su pecho hasta su boca de nuevo. Entre beso y beso, mi pene se mantuvo en la entrada de su culito esperando el permiso de su hermoso y delicioso anfitrión.
Tomy.. susurré en su oído. Qué, dijo excitado… Respirá profundo le dije mientras lo besaba y metía lentamente de a uno dedos en su culito. Claramente le dolió, pero no me pidió que pare. Seguía besándonos. Metiendo y sacando 2 dedos lo tuve un rato mientras con mi boca recorría su ser… Hasta que retiré mis dedos, me puse en posición y, besando su hermoso cuello al fin penetro el cielo. Con el primer envión metí la mitad de mi pene, con la excitación que tenía, con el segundo pude sentir el momento en que mis huevos colisionaban con sus deliciosas nalgas. Tomy gemía, pero de vez en cuando se le escapaba un Ahh, Ahh con cada envión. Luego respiraba y seguía gimiendo sin emitir sonido vocal.
De pronto, comienzo a embestir más rápido, el sonido del splash, splash se podía escuchar hasta la calle, pero no me importaba nada. Un contorsión fuerte, un espasmo que me relajó la tensión en un segundo fue suficiente para acabar dentro de mi sobrinito, y ver cómo al quitar mi pene chorritos de semen amarronados caían sobre el sofá. Me acosté a su lado y le pregunté si le gustó.
No esperaba la reacción que tuvo, pero para nada me desagradó. Recostado a mi lado sobre el sofá, Mirándome a los ojos, agarra una de mis manos y la lleva entre sus piernas, introduce mi índice en su culito y me dice, qué es eso? Y me río mientras le como la boca de nuevo y mi dedo juega en el interior de su culito con mi semen.
Si te gustó y querés la segunda parte, te invito a dejar un comentario de apoyo. Gracias
Que rico relato que edad ya tiene tu sobrino actualmente si no es indiscreción continúa por favor segunda parte
Hola, la cuarentena fue en marzo del año pasado, actualmente tiene 11 y cumplirá 12 antes de fin de año.
Wow! Ni te imaginas que tremenda paja me metí con tu relato! ❤️ No puedo esperar para leer la continuación!!!
Gracias, es un honor estimular tu próstata..xD el relato aparecerá en uno o dos días. Saludos.
si segunda parte por faovr
Ya está, en breve la aprobarán.
Me gustó mucho, ojalá puedas continuar
Ya está, en breve la aprobarán.
Lleno de morbo. Muy bueno. Segunda parte.
Gracias, Ya está, en breve la aprobarán.
Ufffff!!! Me súper encantó…me trajo bellos recuerdos.
¡Continúa, por favor!
Gracias, Ya está, en breve la aprobarán.. ¿Qué clase de recuerdos te trajo? Me encantaría saber.
Muy bueno, me encantó, sigue contando que más hiciste con el
Me encanto el relato, me puso muy cachondo, estoy la próxima parte
Me ha fascinado. Delicioso relato. Solo que el momento más importante, que era el acto sexual en sí, fue muy rápido. Hubiese estado mejor si te detenías más en los detalles como lo venías haciendo.
Espero la segunda parte. Realmente es muy caliente.
Qué buen escritor sos, hermano. Paja a tu honor
sigue contando mas amigo saludos.. 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
muy buen relato, ya quiero saber como continua!
Qué ricura, espero con ansias la segunda parte!
me registre solamente para pedirte una segunda parte.
espero no tarde mucho 🙂
Me encantó en verdad tu forma de relatar y contar todo me pareció increíble ya quiero leer la segunda parte
Bien llevado el relato. Excita sobre todo cuando describes.La forma de jugar y excitarlse ambos muy bien llevada Pero en la penetración quedas corto. Ni un poco de dolor?….Inverosimil.Igual te califique con el maximo..
Es una Obra Maestra, Falto mencionar los pezones de Tomy me fascinó el Relato queremos más
Excelente relato, espero con ansia la segunda parte
Huy por favor continua, edad maravillosa para iniciarlo👍
Wow Seba, tu relato me calentó mucho. Cada detalle fue pintando la situación en mi mente. ¿Qué pasó después?
Quiero leer esta historia completa por favor
Eso estuvo divinamente bueno, por favor continúa. Tuve que hacerme una cuenta para comentar.. por fa..
Accede a responder.
Wow que historia ya pon la segunda parte
Morí por tu relato. Cómo me hubiese gustado ser ese tal Tomy. Te felicito por el relato. Besitos. Marcos.
me re contra fascino muchísimo Solo que el momento del acto sexual que es el más importante, en sí, fue demasiado rápido. me ubice gustado muchísimo que Hubiese estado muchísimo mejor si te detenías más en los detalles como al besarlo al chuparle y lamerle su mene y penetrar ese hermoso Culito por lo demás todo esta muy bueno tu relato amigo espero con ansias la segundo capitulo
Amo que seas tan detallado y uses el
romanticismo al describir los escenarios; como el del baño.
AMO.
Que rico relato me hizo acordar cuando mi tío me inicio a mis 8 años espero la continuacion
me hubiera encantado que un tio me llenara el culo de leche a esa edad ffff!
Nunca más otro relato. Ojalá este no se haya muerto en la pandemia xd