El sodero mi amante ocasional
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por morochouruguayo.
Es raro que este solo en casa, pero cuando sucede, ando desnudo
Como es su costumbre el día martes viene el sodero, golpea para ver si queremos el agua y la soda , yo por una ventana le pedí 6 botellas de agua y 6 de soda.
Dudaba en ponerme algo o dejarme ver así al natural, ya que no era la primera vez que le recibía y ya me conocía, pues opte por salir con una tohalla, – perdón pero con este calor es más cómodo andar así no crees?- claro respondió- y tu no tienes calor? -pues si pero hay que trabajar , en cuanto dejo su carga subí por el dinero, y ups¡¡ se callo la tohalla a media escalera lo que ya no me la puse y baje sin ella, su cara fue de asombro.
Primero quiso esquivar su mirada, pero de reojo miraba sin querer, mi excitación no era evidente , entre el nervio y el que sucedería pues no, pero en cuanto vi que se ponía nervioso y que su mirada por lo bajo se deleitaba con mi paquete en medio erguir, este comenzó a elevarse.
Al darle el dinero y nuestras manos se rozaron fue inevitable que sus ojos me miraran, entre con miedo, y suplica, también yo quise ver que tenia entre las piernas y claramente se noto que algo crecía ahí, le pregunte cuando volvería, y en su sonrojado rostro expreso una sonrisa, cuando gustes respondió, pues por mi si gustas puedes quedarte y ponerte cómodo para no pasar el calor de la tarde, no respondía solo sonreía, al darme el cambio miraba la erección y subía a mis ojos,¿ y los envases vacios? le pregunte cuando pretendía darse vuelta para salir dubitativo, yo estaba a un lado de los envases vacios.
Al agacharse a tomarlos acerque mi cuerpo y él ya no lo dudo se puso de rodillas y lentamente lo fue tomando entre sus manos, lo acaricio y suspiro para de un bocado meterse mis no despreciables 20 c.m.
Su boca caliente me hacia suspirar le tome la cabeza para guiarlo en su ritmo, le tome de los hombros y lo levante para apretarlo a mi cuerpo, su aroma a desodorante, a hombre sudado mm, le mire y se dejo llevar, acerque mi boca a sus labios y nos fundimos en un beso, largo pasional, nos fuimos al living y ahí en los sillones le recosté desabrochando su camisa que permitía ver ese pecho trabajado con un pequeño mechón de vellos al centro, a diferencia de sus brazos su piel era mas clara, su estomago me ofrecía un abdomen si no marcado, no-tenia panza, plano y un camino de pelitos que baja hasta sus pantalones ese camino al placer, le bese el cuello y el pecho lamí sus pezones duros redondos.
Baje por su estomago hasta desabrochar el cinturón y el pantalón que escondía un bóxer gris ajustado y una erección muy prominente, de unos 18 cm. mientras le bajaba el bóxer le mordisqueaba los costados de la cadera el huesito que tanto hace sentir, y le di la vuelta el solo se dejaba, no oponía resistencia, quedo desnudo bocabajo mostrando ese perfecto trasero que mi boca recorría de su cadera hasta el lumbar y de ahí hacia abajo por el centro de cada pómulo trasero hasta sus pantorrillas y de regreso por la parte interna de sus muslos los que abrió para darme la facilidad que requería internarme en el centro privado, caliente, con el aroma especial del hombre, del sudor pero rico, me sumí aspirando, soplando y mi lengua recorría su piel hasta tocar el preciado Tesoro.
Él que respondió con un respingo, baje hasta el perineo y le gire para saborear el par de frutos que como peras colgaban deliciosas, una por una las saboree, para dar paso al tronco que amenazante se erguía pidiendo batalla, candente, duro y libando sus jugos, solo un roce de lengua por toda su piel para seguir subiendo y colocarme nuevamente en su rostro con mi espada en su nariz, no dudo solo lo deslizo en sus labios lo engullo, y saboreaba,mientras mis dedos se humedecían para poder introducirlos sin problemas en su ya humedecido trasero aduraznado.
Deje deslizar mis dedos entre sus piernas hasta llegar y sentir como la flor se habría para dar paso e mis dedos sin miedo nobles, fui insertando uno por uno hasta llegar a tres, mi boca busco la suya para saborear sus besos, me coloque sus piernas en mis hombros y me acerque hasta besarle nuevamente coloque en la entrada y poco a poco se dejo penetrar, estábamos en un ritmo cadencioso entre besos caricias, suspiros, en ocasiones apresurando el paso, en otras sacando casi todo solo dejando la cabeza y en un momento dejarme ir hasta el fondo, jugando en círculos.
Le pedí se montara y así poder descansar un poco, ya como jinete cabalgo un rato mas, sus manos me apretaban el pecho, me tomaba de los hombros para detenerse, sudaba y mis manos recorrían su pecho con una y con la otra friccionaba su erecto miembro que no tardo en hacer erupción que me froto en el pecho con esto y sus contracciones me hicieron apremiar y soltar mi carga en su cálido espacio que albergaba mi cuerpo.
Como impulsado por un resorte se apresuro a poner sus ropas regadas por el piso, mientras yo en el sillón le miraba, – ¿que pasa? Pregunte- que mi compañero se preguntara dónde estoy ya tarde mucho- ¿y que le dirás?- pues que me pidieron echarle una mano a algún cliente para mover algún mueble pesado y que por eso me han dado una muy buena propina- reí de buena gana con esa excusa, y solo le dije- ¿gustas un vaso de agua? Para que se termine más rápido y regreses a echarme la mano con el mueble y darte mas propina.- solo tomo los envases vacios, me dio un beso y dijo- el martes a la misma hora. ¿Te parece? Ahora solo espero los martes para disfrutar la entrega. jejeje
Si les gustó mi relato, dejen mensajos o comentarios, así les cuento algunas más.
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