El sodomita pervertido se enamoró
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lo conocí unos 2 años antes, Agosto, pareciera maldición pero solo lo he visto los otoños en la ciudad de las jacarandas cdmx.
Nathaniel estudia en la misma escuela que yo arquitectura, de querétaro nato, cuando hablaba con el era en mi plan mas hetero, pues no era al principio fácil adaptarse en una ciudad tan abierta, me gustó desde que lo vi, de hecho tuve novia recién llegamos a la universidad que después fue su mejor amiga, lo cual no ayudó mucho en la relación, lo conocí en la fiesta de bienvenida, pero no hubo más que un nervioso saludo, gris y sin interés; introvertido, Natty, cómo le dicen sus amig@s no abundaba mucho en mis preguntas "curiosas" que le hacía ni mucho menos en los detalles de mi persona.
no fue hasta en Septiembre del año pasado que Nathaniel se animó a hablar conmigo, pronto empezamos a chatear todo el día por whatsapp, me moría por cojermerlo, eran sus nalguitas, pequeñas pero paradas, sus costillas marcadas con tacto a bajorrelieve lo que me volvía loco por besar, lamer y estaba ya ideando como hacer para tenerlo y cojérmelo, en una semana de estar hablando lo invité a cenar y escuchar tangos a un bar club de ésta ciudad tan cosmopolita que visitaba los sábados con frecuencia, por la forma en la que estábamos ya hablando el por lo menos ya deducía que me gustaban también los varones y que le estaba tirando el rollo.
Soy alto, guapo, moreno, tengo unas pestañas y unas cejas que me suelen chulear mucho puedo pecar presumiendo de que tengo muy buen cuerpo ya que soy delgado pero marcado, y gozo un pene que me fascina mostrar.
Medio alocado en mi vestir y a desacorde con mi edad según algunas bocas críticas me puse en la noche un traje de 3 piezas gris oscuro de solapas grandes y una corbata de estampado, unos botines negros chelsea, me peiné de lado y salí, solo para clarar, era la primera vez que invitaba yo a un muchacho a un lugar público y quería que fuera algo especial, pedí un uber y llegué por el, vivimos algo cerca así que mis ansias no llegaron lejos literalmente, me bajé por el y mientras preguntaba al portero del edificio de su departamento sí podría llamarle lo vi bajar de las ecaleras, fue bastante extraño, porque aún cuando llegué a pensar en que sería amorío de una noche sentí algo raro, algo como un acaloramiento, me quedé un segundo sin aire, y con actuada confianza hice sí acaso alguna bromita para romper el hielo e invitarlo a subirse al coche e irnos al bar, preguntas de como estabamos, y que habíamos hecho ultímamente en el camino pero un nerviosismo me carcomía las paredes del estómago cuando lo veía de reojo, al llegar al sitio, podía escuchar unas variantes de tango que estaba tocando un grupo esa noche, pasamos a la entrada del lugar y pedí en seguida 2 mezcales, esa sal de gusano fue testigo in mortis de que quería que hiciera rápido el efecto del alcohol en nuestras sangres y así fue, pronto ya estabamos riendo y platicando, atreví a darle roces a sus manos con mis dedos, de quedarme viendo fijamente sus perfiles por segundos y para cuando terminamos de cenar ya llevábamos poco mas de de lo recomendado en copas y mejor pedimos la cuenta para ya retirarnos, cuando nos trae la cuenta el mesero Natty la empieza a leer de cerca y fue un momento de valentía y de tantita borrachera mi hazaña de plantarle un beso en la mejillla, lo vi ponerse rojo y me hice tonto, como sí no hubiera pasado, tenía nervios pero seguía terco en mantener en mi rostro la sonrisa de confianza y parece que funcionó, puesto que fuimos a la terraza del lugar donde estabamos asaltandonos al momento una luna que parecía ser vista desde la cima de una pirámide, brillaba más de lo que recordaba y al estar sola la terraza empecé a insinuar mis próximos cometidos.
Lo tomé de la mano y hablábamos de mil cosas, fue entonces cuando dejé que la garganta le descansara róbandole los labios por un momento dándonos un beso que no quisiera que hubiese terminado nunca, seguimos besandonos y lo invité a ir a mi departamento, tomamos un taxi de regreso y llegamos con desespero, lo veía y era para mi fantástico que me hiciera tan feliz en ese momento, me temlaban las manos para sostener las llaves para abrir la puerta y en cuanto entramos nos comenzamos a besar como amantes de mítico cuento al tiempo en el que prenda por prenda entre diminutos forcejeos y aguantados jadeos empezamos a quitar el uno del otro, llegando a besos a la cama, me enamoré de ese muchacho desde hace quién sabe cuando o como sí en el mezcal hubiera venido una pósima lo tomé con amor en cuerpos desnudos sobre la cama, saqué de la gabeta un gel lubricante que le robé a mi roomie, y mientras no dejabamos de besarnos empecé a bajar mis labios por su nuca, tocaba con mis pies descalzos y fríos los suyos, los cuales estaban aún fríos también, arrimaba mi miembro en sus gluteos en forma de círculos, seguí bajando mis labios por un canal que se dibujaba partiéndole la espalda en un canal que llenaba con mi saliva y mi deseo y llegué a la entrada de su ano.
J- Tanny, eres virgen? Le pregunté con voz dulce, como a la espera de algo
Después de unos segundos T- No, pero tengo mucho tiempo que no lo he hecho.
En ese momento me nacio el deseo de hacercelo despacio, con cariño, mostrandole que el tamaño de mis adeptos cernirían terunra también a su cuerpo y empecé a besar su ano rosado y con olor a jabón que tenía, mientras el tomaba mi pene de 19 centimetros con ambas manos y se lo llevaba a la boca para darme un placer de lo mas exquisito pues estando de cabeza podía sentir con facilidad su garganta, duramos así sí a caso 15 minutos cuando lo volteé para ponerle el lubricante en su ano
T- no lo hagas muy fuerte
J- No te preocupes, tu me dices que quieres y que no.
Por primera ves me placía ser considerado con quién cogía, no era solo recibir placer, me placía darle placer.
T- Despacito
J- Si! Te lo prometo!!
Empecé a meter poco a poco mi cabeza y mantenía ahí para que se amoldara ese anillo lubricado a mi glande, mientras besaba su nuca y nuestras bocas volvían a encontrarse para proseguir en idílico beso.
T- Aay! Exclamó breve y quedito
J- Me encantas, me fascinas, desde que te vi.
Le decía entre besos cerca de oído
T- Tu también a mi!!!
Empecé a meter mas y mas y mas mi pene, hasta que pronto tenía mi miembro completo dentro de su cuerpo, lo veía sudar, lo veía retorcerse del placer, veía en un sus ojos un gusto increíble y yo estaba con cada ida y venida a punto de correrme dentro, nuestros pies se frotaban entre ellos, ahora sudaban, de hecho sudabamos completos, estuve haciéndoselo reservando el orgasmo por casi 20 minutos y me vinde de forma copiosa y abundante sintiendo como temblaba su prostata y su pene esta hinchadito de un orgasmo que le estaba dando sin necesidad de tocarle.
T- Mientras me daba besitos pequeños por toda la cara ¡Me encantas! J- TU a mi!!!!
Lo hicimos 3 veces esa noche, duramos poco menos de 1 mes, y acabamos de cortar, no puedo decir que no lo extraño, per puedo decir que todas las veces le hice el amor.
gracias!!!
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