El Solemne Deseo de una Mente Perturbada
Quiero compartir con ustedes mi deseo más ferviente y secreto..
Dicen que siempre se debe luchar por los sueños y darlo todo por ellos, pero ¿Acaso las pesadillas no son sueños? ¿Cómo sé que lo que sueño tener no es una pesadilla futura? ¿En qué momento mis deseos se pueden volver en mi contra? Desde que soy pequeño he tenido muchos deseos, muchos sueños y muchos ideales. Unos los he disfrutado, otros los he ignorado y otros tantos los he padecido, pero definitivamente todos los he conseguido.
Hola, mucho gusto. Soy un hombre gay, pasivo, mi nombre es «Anónimo», tengo 29 años y vivo en algún lugar de Macondo, sí, ese Macondo, el de las mariposas amarillas y gallos que cantan a deshoras. Ese mismo donde un chisme puede quemar un pueblo o donde le hacen grandes fiestas de despedida a las abuelas cuando mueren. Ese mismo.
Soy de tez trigueña, típica de mi tierra, pero con matices dorados; parece arena de playa al atardecer. Soy algo velludo en piernas, glúteos, pecho, brazos y axilas. Mido 180 centímetros y creo que peso 74 kilos. No soy musculoso, pero tampoco soy gordo. Soy algo así como de una contextura normal. Mis ojos son negros y mis dientes son blancos. Tengo voz masculina, pero no grave, creo que camino cojo del lado derecho, mis amigos dicen que no, pero no les creo, y tengo un bonito pecesito azul al que quiero mucho.
Me presento como alguien normal porque eso es lo que las personas quieren ver, un tipo normal que tiene una vida normal. No tengo grandes lujos, ni tengo grandes ingresos, a veces salgo a caminar, pero normalmente estoy en mi casa cuidando a mi pecesito azul y eso me causa alegría. Tengo un rostro normal, algunos dicen que es lindo, otros dicen que me parezco al pescado que cuido. Todo es normal… Hasta que hablo. Ahí se nota que algo en mí no está bien. Mis palabras muestran un orden que realmente no tienen, mis argumentos son vacíos y mis escritos, paradójicamente, expresan represión.
Lo que he descrito es como la gente y mi pecesito me ven, como un hombre normal con una linda cara de pescado, pero en mi interior, en el laberinto de mi mente, la historia es otra.
Estoy perdido en el caos de mis pensamientos, en el terror de mis deseos y en el silencio de la eterna apariencia. Necesito encajar, pero también quiero vivir. Solo que no puedo unir ambas porque si vivo, no encajo. Y si encajo, no vivo.
Hace poco tuve una cita con mi psicólogo el cual me recomendó que escribiera mi deseo más grande, secreto y lo compartiera con alguien que yo supiera que me podría entender, pero solo me siento seguro de hacer esto en el anonimato de esta página. Dónde lo que escribo se puede confundir con la realidad o la fantasía. Parafraseando a Zimbardo, la maldad encuentra su apojeo cuando obra desde la oscuridad.
Dicho lo anterior y felicitandote por llegar hasta aquí, por soportar esa tormenta de ideas inconexas y que aparentemente no llevaban a nada, permíteme describir detalladamente mi deseo solemne. Eso que tanto quiero vivir, pero que no puedo… ¿O quizá sí?
Deseo…
Tener una hermosa relación amorosa, larga y duradera con un hombre blanco, alto o más alto que yo, atlético, velludo, masculino, cariñoso, especial, tierno, atento y que en la cama le guste reventar culo a punta de verga. Justamente hablando de eso, que tenga una verga gruesa, grande y lechera. Que no tenga reparos en dominarme y golpearme el rostro, el abdomen, los testículos o donde quiera cuando su deseo y su placer lo indiquen, pero que luego calme mis dolores y sane mis heridas con amor, cuidado y paciencia. Que disfrute de tenerme como su esclavo sexual y al mismo tiempo como el amor de su vida. Que me vea como el hombre de sus sueños, pero a la vez como su orinal y su inodoro personal. Que le guste hacer fiisting ancho, profundo y extremo hasta el punto de prolapsar el recto y que se vuelva loco por chuparlo, morderlo y follarlo, pero que luego introduzca de nuevo en mi interior ese trozo de carne con delicadeza y cuidado. Que guste de ver videos prohibidos dónde hombres disfruten del inocente cuerpo de otros «hombres» de corta o muy corta edad, mientras yo lo masturbo con mi garganta y él acaricia cariñosamente mi cabello. Que guste también del porno con animales y siempre se reconozca como el protagonista de esas historias, como ese hombre que recibe placer de esos culitos tiernos o de esas bestias candentes. Que sepa que él es el protagonista en todo y que yo estoy a su lado para ayudarlo, amarlo y cuidarlo. Deseo que mi hombre me permita respirar cualquier aroma de su cuerpo, saborear cualquier sabor que libere y adorar todo su ser.
Deseo una bella relación amorosa, larga y duradera con un hombre inteligente, fiel, leal, de mente tan abierta que esté fisurada para poder disfrutar de todas las sensaciones que nuestros sentidos nos permiten vivir. Que guste de salir a disfrutar del mundo al lado mío, y que al final del día siempre nos quedemos dormidos acurrucados… Yo, rodeado de sus fuertes e imponentes brazos, abrazado con sus grandes piernas y con mi oído en su pecho escuchando los latidos del corazón de este hombre que me expresa su amor de una forma peculiar que adoraría vivir una y otra vez hasta que ambos terminemos juntos nuestro camino por este mundo.
Recuerda amor mío…
Recuerda esa noche en la que, en el secreto de mi mente, entraste a nuestro cuarto mientras yo dormía y sin decir nada colocaste tu pie, con tus tenis aún puestos, sobre mi rostro y presionaste con fuerza para despertarme. Recuerda que cuando desperté me dijiste con tu poderosa voz que lamiera la suela y yo obedientemente lo hice porque ese era el deseo del amor de mi vida. Recuerda cuando pateaste mi rostro tres veces mientras apretabas tu dura verga por encima de tu pantalón, luego me ordenaste abrirme de piernas y me diste otras tres patas en mis testículos.
Recuerda que sentiste tanto amor y tanto deseo por mi que inmediatamente te pusiste sobre mí y me besaste tomando delicadamente mi cabeza y pasando con suavidad tu lengua por mis labios, como si saborearas fina seda. Acariciaste mi rostro, mi miraste y me dijiste «te amo» volviste a besarme y me diste una fuerte cachetada.
Ahí sacaste tu muy dura verga, la pusiste en mi rostro y pude sentir ese potente olor a hombre que tanto adoro sentir. Inmediatamente supe que llevabas varios días sin lavarte y que esa noche mi lengua tendría la labor de dejarte impecable. Recuerda cuando introdujiste todo tu maravilloso miembro entre mi garganta y empezaste a orinar ¿Recuerdas los sonidos de ahogo que hacía? Yo recuerdo lo mucho que te reías al escucharlos. Adoro lo tierno que te ves cuando disfrutas. También recuerdo que follaste fuertemente mi garganta y que varias veces estuve a punto de vomitar y desmayarme, pero que ni así querías parar hasta que por fin llenaste de deliciosa leche mi boca, volviste a besarme y juntos saboreamos y tragamos la semilla de tu hombría.
Luego nos acostamos a dormir y agradecimos al universo por permitirnos estar juntos y disfrutar de tantos y tan hermosos momentos. ¿Lo recuerdas?
Este es el deseo que comparto con ustedes, este es mi sueño y este es mi ideal. Sé que puede parecer algo extraño o particular, pero justamente ahí es donde se encuentra el placer de la vida.
Gracias por dedicarme un poco de tu preciada atención.
Un fuerte abrazo.
Para ti, amor mío si lees esto, te deseo más que un fuerte abrazo, y espero poder encontrarme contigo pronto. Te amé, te amo y te amaré por siempre… Tuya.
De corazón espero que hayan disfrutado leyendo este escrito tanto como yo disfruté escribiéndolo.
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