El taller mecanico de mis inicios
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por maduro_morboso.
Para no alargar mucho el relato me hacian pajearlos para sacarles leche, otras veces me bajaban los pantalones y frotaban sus miembros contra mi cola produciéndome riquisimas cosquillas que endurecían mi pequeño pene y terminaban masturbandose hechandome la leche en las nalgas, alguna vez uno de ellos trató de penetrarme y me asusté así que dejé de ir unas semanas aunque ya me hacía a la idea de tener un pene en la cola; cosa que nunca pasó y supongo que ellos también tenian miedo o simplemente inexperiencia.
Después de cumplir 14 mas que nada recuerdo que me exitaba absolutamente todo y todos en cierta forma, me pajeaba 3 o 4 veces al dia y una o dos veces de ellas lo hacia pensando en mi hermana que es casi 2 años mayor que yo, en ese momento era bellísima en todo sentido y yo hacía de todo por abrazarla y hacerle sentir mi pene duro bajo el pantalón pero no hacía mas que apartarme o mirarme raro.
Todo cambió un día en que salí antes del colegio ya que 2 profesores no dieron clases y volviendo a casa la ví con una bolsa de compras saliendo de la verdulería rumbo a casa; me llevaba una cuadra y media así que no me vió y aún así apuró el paso y 5 cuadras mas adelante se metió al taller donde nuestro padre solía dejar el auto para alguna reparación.
Eso me extrañó y al llegar ví que estaba cerrado el portón grande y solo una puerta de servicio estaba entreabierta, entré por simple curiosidad ya que esos minutos que me tomó llegar no me dejaba pensar muy bien pero no tanto como para no esconderme y ver que pasaba o que estaba hacendo ella ahí.
El taller estaba lleno de autos y en semipenumbras, atras de las oficinas se veia un gran espacio abierto y se oía que hablaban dentro y supuse que era donde ella estaba, con mucho sigilo me deslicé entre los autos hasta una pequeña ventana de vidrios sucios donde podía ver lo que pasaba adentro.
Las bolsitas llenas de verduras al lado de la puerta indicaban que estaba en lo cierto y la primera visión que tuve fue la panza sin camisa de Don Julián recostado sobre el apoyabrazos de un sillón viejo mientras mi hermana en cuatro patas sobre el sillón subia y bajaba la cabeza con el pene del viejo en su boca, Don julián estiraba su mano derecha acariciando las nalgas y el sexo de mi hermana y con la izquierda la acariciaba la cabeza o su cara, se veía perfectamente los hilos de saliva que dejaba y recogía mi hermana con la boca, estuve como 3 o 4 minutos paralizado sin saber que hacer, toda mi imaginación se vió contrastada con una realidad irrefutable y lo peor fue que me ví mas exitado que nunca, no sabía muy bien si por verla a ella o estar en su lugar, estaba tan impresionado viendo como ese sr tan grande la acomodaba para penetrarla y hacerla gemir con cada embestida ella se estremecía desde lo mas profundo, los golpes la movian literalmente de lugar, no podía ver el pene entrar ya que la falda de mi hermana cubría en parte la zona pero fue impresionante y exitante, sin darme cuenta me tocaba el pene sobre el pantalon tratando de aliviar mi pene que estaba por reventar.
Don Julian le decía mil groserias entre las que podía oirse perfectamente: "que rica putita resultaste, te hierve la conchita, chiquita…"
No podía dejar de ver y calentarme cada vez mas, tan entrenido estaba que cuando sentí que se me acercaban a la oreja susurrando: "te gusta lo que ves??" me dí vuelta para ver a Jorge, un mecánico de unos 40 años que trabajaba ahí; con un dedo en señal de silencio me llevó al otro lado del taller y no solo no supe que decir ni como reaccionar del miedo que tenia solo asentía a todo lo que me susurraba, no tardamos nada en llegar afuera en un espacio mas o menos escondido entre matorrales y el edificio del taller.
Me puso una mano sobre los hombros y me arrodillé sumisamente, se bajó los pantalones y saco un pene semierecto y me dijo: "chupálo nene…" tenía muchas venas visibles y asomaba la cabeza amenazante, era de un color marrón en su exterior con aros mas oscuros que desaparecieron mientras se ponía mas duro, mi experiencia anterior no se asemejaban en nada con esa pija de unos 20 cm, mamar un pene adulto y en esas circuntancias me devolvía la previa exitación que se me había pasado absolutamente, chupaba y chupaba tratando de emular lo que ví de mi hermana pero no me dió mucho tiempo y apenas la tuvo bien parada me levantó, me dió vuelta, me bajó los pantalones y calzoncillos en una sola vez, me dijo que me abra de piernas y me agache lo mas posible, desde atras se arrodilló y me metía la lengua haciéndome sentir por primera vez que tocaba el cielo, me gustaba tanto que abría mis nalgas con las manos para que él llegue mas al interior con su lengua.
Dos o tres minutos despues metia dos dedos y hacia circulos hechando saliva para lubricarme, cuando creyó suficiente se paró y apoyó su cabeza en mi cola, me tomó de las caderas y empezó a dar pequeños empujones, en cierto momento sentí que se me aflojó la cola y entró la punta de esa pija, la dejó quieta 5 o 6 segundos y empezó nuevamente con movimientos cortitos, recuerdo perfectamente como la elasticidad de mis esfínteres eran vencidos poco a poco, el me decía aflojate nene asi no duele tanto pero yo casi no oia nada, esa sensación de querer cagar y sentir a un intruso tratando de entrar, llenándome cada vez mas me hacia imposible hacer algo mas que apretar el ano; de repente me pasó una mano bajo mi camisa y con sus dedos me estrujó la tetilla derecha, en el mismo momento en que yo trataba de callar un gemido el aprovechaba para meterlo completamente y llegar con sus piernas a mis nalgas, sentí milimetro a milimetro como se abrió mi cola para recibirlo; se me cayeron un par de lagrimas mientras trataba de frenarlo con una mano pero era imposible, después de unos minutos en que el dolor fue pasando empezó a bombear sacando y metiendo su pene de mi culito ya abierto, lo hacia recorrer de punta a punta haciendome sentir mucho mas de lo que imaginé alguna vez, me sentía muy bien y tal vez realizado teniendo a un macho entrando y saliendo de mi culito.
No se cuanto pasó pero me golpeaba cada vez que llegaba al fondo y cada vez mas rapido, hasta que me llenó de leche lo que hizo mucho mas placentera la cosa, me encantó sentir ese liquido adentro lubricandolo todo.
Una vez que acabó me la sacó y con un pañuelo se limpió la pija, yo sentía correr el semen hacia mis piernas y traté de hacerme una paja cuando Jorge me dice que todavía no lo haga, esperá me dijo; traé tus ropas y vamos adentro, me asusté y no entendía nada, le dije pero está Don Julian!, y qué?, me respondió llevandome del brazo hacia la oficina donde ya estaba solo.
Entramos y Jorge le dice:
– "mira quien te estaba espiando acá hace rato" yo estaba rojo como un tomate, sentía la sangre en mi cara y entregado, sin pantalones ni levantaba la vista; Don Julian le respondió
– "se ve que no perdiste tiempo eh"
– "éste te va a gustar vas a ver" dijo Jorge…
Don julian me dijo sentate en el sillon, se acercó y saco su pene que recordé al instante.
– "a ver como la chupas" me dijo, y abriendo la boca me lo metí todo, tenía un sabor extraño que yo disfruté mucho, realmente me llevó unos 15 o 20 minutos lograr una erección, me dolía la boca siguiendo las órdenes de Don Julian hasta que se le paró completamente, no era tan larga como la de Jorge pero mucho mas gruesa, la cabeza parecía un hongo y tambien hechaba mas liquidos que la otra, me puso la mano derecha atras de la cabeza para cojerme la boca un par de minutos, cuando vió mis lagrimas me pidio que me ponga en cuatro sobre el sillon, el abrió una gaveta del escritorio y saco una pomada o algo sí y me lo puso en la cola, tiró el envase al cajón y me apoyó la pija en el culo penetrandome sin perder tiempo, me abrio mas y me dolió tanto que no pude dejar de quejarme y pedirle que vaya mas lento, "ya está, ya está…" me dijo tomado de mis caderas entraba y salia sin parar,
podia sentir sus gemidos que se transformaban en bufidos cuando apuraba sus embestidas golpeándome las nalgas, yo acabé sin tocarme la pija, esa sorpresa fue maravillosa por la sorpresa pero ya solo rogaba que termine todo, sentía que me ardía el culo como nunca, le decía que volvería otro día lo que hacia que acelere la terrible cogida que me estaba dando.
Cuando acabó creo que casi se desmayó por como me la sacó de la cola para sentarse en el sillón junto a mí, me dijo: "vení, limpiamela", se la lamí un rato mientras me decía que me iba a enseñar mucho mas de lo que ví, que cuando tenga tiempo vaya al taller que me iban a esperar.
Jorge sonreía con malicia acariciandose la pija.
Y así por varios meses compartíamos macho con mi hermana sin que ella supiera claro.
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