El tapado 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Luis risueño se dejaba se decían algo en el oído yo a distancia miraba todo y me sobaba el pene sin que lo notaran, en un breve pestañeo que hice corrieron detrás de casa por la oscuridad seguí nuevamente esperando me estrujaba y me apretaba mi pene con desesperación me controlaba para no eyacular no pasaron muchos minutos que Pablo salía de la oscuridad algo sonriente fumándose un cigarrillo.
Al ratito salió Luis de la misma forma que Fabricio más aún metiéndose la mano por dentro del pantalón para ajustarse la trusa abría las piernas al caminar como si estuviera escaldado vi que le daba un billete a Luis al rato se le acercó Fabricio creo que por lo mismo, pasaron unos minutos y los chicos se fueron de la fiesta con sus padres, yo bailaba con las vecinas y con las hermanas de Pablo. Ya avanzada la noche yo estaba un poco alegre con la cerveza estaba aburrido y algo picado por lo que vi hacer a Pablo, ya en la madrugada se fueron a dormir a sus cuartos, ya estaba a punto de conciliar el sueño siento en la oscuridad unas manos que pasaban por mis brazos, era Pablo, se apegó mucho a mi le olí el trago.
Me levanté, me abrazó bajando su brazo por mi espalda frotándome el culo, me dijo que quería estar conmigo y me volvió a abrazar le dije dónde y el me respondió que en la bodega de la casa, entramos y nos abrazamos y nos besamos, fue la primera vez en aquella noche que le dije a un chico que lo quería y lo deseaba, nos desnudamos me acostó suavemente en el piso me mamaba el pene con locura y pasión yo mordía los labios de placer le decía que no parara me mamaba delicioso el glande apretaba las manos de gusto Pablo era un campeón en las mamadas, me lo hacía tan suavecito, me hizo levantar, él se acostó se viró y me pidió que lo penetre apunte mi pene a su culo velludo al principio entró con dificultad pero un poco lubricado iba entrando con mis pujes mi glande sintió la tibieza de su cueva, desde esa posición Pablo meneaba a todos lados la cadera se hacia para atrás y me dificultaba tener dentro mi pene porque se salía y se lo volvía a meter fue todo tan rico que dejé mi semen dentro de su culo me senté en el piso botando aire con ritmo cardiaco acelerado mis nalgas sintieron lo frío del piso, vi a Pablo arrodillarse abrirse con las manos las nalgas dejándome ver su culo rojo por la penetrada chorreando mi semen se pasó los dedos por el hoyito se puso de piernas abiertas, me dio indicaciones que acercara mi boca a su pene y así lo hice con pasión y goloso deseo, mi nariz sintió el aroma de pene macho todavía olfateaba los restos de semen que hizo de las cogidas anteriores, mis labios pasaron suavemente por el glande precioso, mi saliva llegaba a sus testículos el pelo de su pene se confundía con mis labios todo era tan rápido de gran movimiento que cerraba los ojos de gusto y deseo, los minutos transcurrían lo hacía gemir de deseo su glande chocaba con mi paladar haciéndome sentir cosquillitas deliciosas
De su pene salió liquido pre seminal que mojó mi boca le pasé la lengua por los muslos de las piernas con la idea de limpiarme los labios de semen, seguí mamándole los dedos apretaban mi espalda, era increíble disfrutar ese rico pene, hasta que me dijo que me acueste en el piso, sabía que me iba a meter el pene, al principio tuve miedo del dolor su glande entraba despacio y delicioso muy tibio como lo soñé, palpitante y mojado de semen, mi espalda se electrizó al sentir el contacto de su pecho, su respiración salía a mil, yo gemía sentía cada vez más dolor y traté de contener mi molestia, le pedía que me lo haga despacio, poco a poco iba entrando y poco a poco perdía mi virginidad anal, el esfínter se negaba a ceder me sentía otra persona, los movimientos suaves y lentos de mete a saca me hacían resignar el dolor, esa fría noche que nunca olvidaré lancé un sonido fuerte salido desde lo más profundo de mi ser, me había metido todos su pene allí lo tenia dentro de mi por segundos podía sentir los latidos y mis nalgas sometidas a los testículos velludos de Pablo, sentí miedo cuando me iba sacando me dolía cuando me metía de nuevo su pene, lubricaba y lubricaba mi culo que se hacía más mojado Pablo me daba besos en mi nuca su saliva recorría mis hombros me lo metía despacio para ser más grande el hueco de mi culo, el dolor era insoportable le pedí que me dejara que me daban ganas de botar caca pero no me escuchaba y me seguía metiendo su pene me resignaba a sus movimientos me limitaba a pujar o gemir en cada embestida, me decía que le pertenecía y en verdad así fue, me decía que le gustaba mi culo que ya era mío yo me limitaba a escucharlo y a esperar con resignación y con lágrimas en los ojos del dolor que sentía a que terminara toda esa embestida de su pene en mi culo dentro de mi sentí su tibio semen que inundaba mi culo sentí más molestia de dolor, Pablo se quedo quieto sobre mi cuerpo extasiado de tanto sexo sentí como despacio me la sacaba y me la metía muy fuerte por varias veces lo que me hacía gemir de dolor, me limpié a poquito luego corrí al baño a terminarme de limpiar la parte de atrás de mi pantalón estaba algo mojada de semen me senté en el inodoro allí me di cuenta que botaba sangre al pujar con la caca y parte del semen que me dejó dentro de mi culo, me angustié pero me resigné porque sabía que eso me iba a pasar, luego fui a acostarme en el sofá Pablo pasó por mi lado dándome un beso en la mejilla diciéndome que le pertenecía, esperé las salida de los rayos del sol con un culo adolorido de tanto sexo meditando lo que me había hecho sintiéndome desde ese momento en otra persona.
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