El Tio abusador de Cristina 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por volcomsonico.
Hola me llamo Cristina, pero me dicen Cristi o Cris…estoy escribiendo este relato en la cuenta de mi mejor amigo VolcomSonico u Orlando, como ustedes le llamen. Nosotros somos amigos desde los 12 años, y a él lo veo como un hermano, estudiamos también en el mismo colegio, junto con Mario, pero, Landi ese si es mi friend de corazón.
Se de estas páginas de relatos porque un día le comente que había leído algunos y me habían excitado, lo que no sabía era que habían relatos aquí sobre violaciones, como lo que me pasó a mi desde los diez años hasta los trece. Obviamente Landi sabe todo eso, entonces me dijo que contara mi relato aquí por mas morboso que sonara. La verdad es que aun estoy un poco dudosa para hacerlo y confieso que en estos momentos me estoy bajando una botella de vino yo sola para poder tener el valor, y tengo otra esperándome.
Entre Landi y yo nunca ha habido nada si lo desean saber, más que una simple amistad, de las mejores. Yo se las cosas que han pasado entre él y Mariela, y que hasta el sol de hoy en que ambos tenemos 21 siguen pasando, por mi madre que esos dos se van a casar. Anyways, pues aquí estoy, armándome de valor para contarles mi historia, Landi también me ha dicho que él se mete aquí cuando esta súper bellaco, y que para masturbarse un rato pues lee estos relatos.
Lo mío es más complicado, verán cuando tenía diez año mi tio comenzó a abusar de mi, y de verdad que me alegro que en estos momentos el este jodido en la cárcel. Desde los 3 años tomo clases de ballet, y como las clases eran los sábados, pues me quedaba en casa de mis abuelos ya que la academia era a 3 minutos de la casa de ellos, y así papi o mami no tendrían que levantarse más temprano para llevarme a las clases, o sea pasaba literalmente los fines de semana en casa de abuela, cosa que me encantaba hasta que mi tío había comenzado a joderme la existencia.
Mis abuelos son tremendas personas, los adoro al igual que mis padres son las personas más importantes en mi vida. Abuela y abuelo tuvieron 5 hijos, si ya se son muchos, mami es la segunda y mi tío, este el de la historia es el último, siendo el diez años mayor que yo.
Cuando me quedaba en la casa de mis abuelos los weekends el subía de su universidad, que es en un pueblo que queda a dos horas de la capital, que es de donde somos todos. El se quedaba allá se regresaba viernes y se iba domingo en la noche. Por eso era que lo veía los fines de semana. Además de que abuela ayudaba a mami, porque yo no soy hija única tengo un hermano que ahora mismo tiene 19 y está estudiando en USA, porque desde pequeño juega baseball y lo becaron, tengo otro hermano mayor que ya se graduó de la universidad y ahora mismo está comenzando su primer año de maestría el tiene 25, pero en aquel entonces también jugaba baseball y casi todos los juegos de ellos eran los sábados, así que abuela me llevaba a las clases de ballet los sábados, y si mami podía lo hacia ella, papi lógicamente siempre estaba envuelto en los deportes de los nenes, so, que él solo iba a verme a los recitales de ballet, pero a mí ni me importaba sinceramente.
Cuando tenía 10 años y mi tío 20, había comenzado todo. Recuerdo perfectamente que estaba durmiendo, había llegado bastante cansada de la práctica y tan pronto llegue a la casa me había metido a bañar, había comido algo y me tire a la cama a dormir, mami se suponía que me buscara por la noche. Mientras dormía sentía que alguien me acariciaba las piernas pues solamente tenía una T-Shirt y estaba en panties. De repente sentía esas mismas manos, o dedos haciendo presión en mí entre piernas, y por instinto las cerré. Cuando abrí los ojos vi a mi tío, sonriéndome, el tenia puesto solamente el traje de baño, y se veía bastante bronceado, dejándome saber que había llegado de la playa.
“Shshshh…” – Me había dicho el, yo sentí mi corazón latir frenéticamente. El se sentó en la cama y me invadió su olor una mezcla de palaya y cerveza, sus ojos se veían rojos, estaba borracho, en aquel entonces no entendía que le pasaba.
“¿Tío que tú me haces?” –Le pregunte otra vez nerviosa- “No hagas eso”- Le dijo, pues su mano seguía acariciándome.
“Cálmate Cristi, solo vine a saludarte.”
Yo empujé la mano de el y el comenzó a reírse. Me había sentado derecha en la cama y mientras me arropaba con las sabanas había recogido mis piernas, y me abrazaba de estas.
“¿Dónde está abuela?” le pregunté asustada, pues él seguía mirándome lascivamente.
El suspiró, e hice una mueca cuando su aliento a cerveza me llegó al rostro.
“Mami y papi fueron a misa.”
“¿Ya son las seis?” Le pregunté angustiada, porque sabía que mami me tenía que ir a buscar.
“Si se acaban de ir, me pidieron que te cuidara.”
El se me acercó un poco y me acaricio el cabello.
“Tan suave”
“Tío…”- Le dije con miedo.
“Ven acá cielo, no te voy a hacer daño. Oye soy tu tío.”
Lo miré indecisa, pero mi tío nunca me había lastimado, así que me acerque hasta el y el me sentó en sus piernas, yo le daba la espalda. Sentí nuevamente su olor a playa y cerveza, y su respiración en mi nuca, sentía mi corazón a punto de explotar de lo nerviosa que estaba.
“Que rico huele tu pelo Cris” –Dijo mientras escondía nuevamente su rostro en mi cabello.
Una mano de el se encerró alrededor de mi cintura, y sentí algo duro en mis nalgas, en aquel momento no sabía tampoco que pasaba, pero ahora entendía que era su erección. Las caderas de él se elevaban como haciendo presión entre la raja que dividía mis nalgas, lo sentí gemir. El bajó una de sus manos hasta mis piernas y las separó, yo no decía nada, sentía como mis ojos se humedecían por el miedo. El abrió mis piernas lo suficiente como para que la punta de su pene tocara mi vaginita. Entonces yo solté un grito y el con la mano que tenía en mi cintura la llevo hasta mi boca, para que me callara. Tenía bastante miedo, quería estar con mi mamá, con mi abuela, quería que ese tipo que era mi tio me soltara. Las caderas de tío comenzaron a moverse y su pene rosaba frenéticamente la rendija de mi vagina. La respiración de él se hacía brusca, y yo solo lloraba silenciosamente.
“Mmm, que rico Cris…” Me dijo entre jadeos.
“Tío…que haces” le pregunte mientras lloraba.
El se detuvo, y aun sentía su erección entre mis nalgas y mi vagina, me dolía mucho de lo dura que estaba. Mi tío se levantó y me tiró en la cama, yo pegué un gritito ahogado y había comenzado a llorar.
“¡CALLATE LA BOCA PUÑETA!” me gritó el haciendo que mis llantos fueran silenciosos.
Nunca había visto a mi tío así conmigo, siempre me consentía, y me respetaba, lo notaba muy raro, y tenía tanto miedo, solamente quería que mi mamá llegara. Lo vi como se soltaba el cordón del traje de baño y despegaba el velcro, cuando lo bajó con brusquedad su pene saltó casi en mi cara haciendo que me cubriera los ojos al instante, el comenzó a reírse.
“Ven, dame tu mano”
“No, tío, no” Le dije mientras forcejaba con el para que soltara mi mano.
“Mira Cristina abre los cabrones ojos, estoy bien bellaco, y tú tienes una boquita lo más linda, así que dame tu mano para que me la jales un rato.”
Yo no sabía de que el me hablaba, yo no entendía lo que me decía. Abrí mis ojos un poco y mis lágrimas bañaban mi rostro. Vi como tomaba su miembro en su mano, esta se movía de arriba hacia abajo, y sus ojos se cerraban cada vez que lo hacía. Yo estaba asustada, y en shock. Con su pulgar acariciaba la cabeza y recogía un líquido transparente que salía de esta. Mi tío estaba circuncidado, no tenía ningún vello, pues se depilaba. Agarró mi pequeña mano y la colocó alrededor de su miembro haciendo el mismo movimiento que había hecho su propia mano anteriormente. Su bicho estaba caliente, rojo y latía.
“Tío yo no quiero hacer esto” Sollocé
Yo sabía que eso era el pene de un chico, nunca había visto uno, bueno más bien a mi hermano pequeño que cuando éramos más chiquitos nos bañaban juntos, pero más nada. El miembro de mi tío era suave y el líquido que le salía comenzaba a mojar mis dedos.
“Oh, así Cris, muévelo más rápido cielo” Jadeo el.
“Tío, please! No quiero!”
El abrió los ojos y me miró con coraje, nunca en la vida lo habia visto de esa manera.
“Escúchame Cristina, tu vas a hacer lo que yo te fucking diga, me entiendes, si tú no te quieres morir,” –puso una mano alrededor de mi cuello apretándolo, y haciendo que me quedara sin aire. “Tú vas a hacer lo que te diga, me escuchaste bien pendejita?”- Yo asentí asustada, cuando me soltó el cuello había comenzado a toser, mi tío me iba a matar.
Volvió a moverme la mano en su bicho y abriendo la palma de mi mano pegó la cabeza regándome todo el liquido pre seminal, tenía tantas nauseas, el solo gemía.
“Se lo diré a mi abuela, a mami…” Lloriqueé
El me soltó y tomándome por los hombros me sacudió.
“Tú no vas a decir nada, porque te lo juro que te mataré y cuando abuela y abuelo estén durmiendo también los voy a matar, y será todo tu maldita culpa cabrona, que yo mate a mis papás.”
Mis sollozos se hicieron fuertes, y le dacia que no los matara, que no le hiciera daño, que hacia lo que él quisiera.
“Recuerda que puedo venir cualquier día de la universidad, y me importa un carajo, los mato, ¿Me escuchaste?” –Le dije que si con la cabeza.- “Ahora abre esa boquita, que llevo días por querértelo meter ahí adentro mami, tienes unos bembes.”
Me sentó en el borde de la cama y enredó su mano izquierda en mi pelo largo. Con su mano derecha tomo su bicho en la mano y comenzó a masturbarlo poco a poco.
“Abre…” Me dijo
Yo sacudí la cabeza diciéndole que no.
“Puñeta que abras la puta poca!”- Me gritó y yo asustada accedí.
Mi boca se formo en una perfecta “O” y el con el glande lleno de líquidos comenzó a recorrerlo por mis labios, dejándomelos brillosos, sentí en esos momentos tantas nauseas, y más lagrimas recorrían mi cara, quería gritar, tenía miedo y asco.
“Ay si mami, abre mas esa boquita” me dijo con su voz de depravador y yo estúpida e ignorante lo hice. “Saca un poco la lengua Cris” me ordenó.
Yo saqué la lengua y el comenzó a restregar el glande en esta, mi boca seguía completamente abierta, el sabor salado de su pene me inundaba la boca, tenía tantas nauseas que había comenzado a hacer arcadas.
“Ni se te ocurra vomitar ahora cabrona, que te juro que te jodes.” Me amenazó mientras me halaba del pelo en la nuca.
Solamente sollocé.
“Dale mami, abre mas esa boca y cuando te diga que chupes lo vas a hacer, no quiero, ah!!” –Mientras me daba instrucciones seguía pasando su glande por mis labios y lengua.- “no quiero que muerdas porque te voy a dar tan duro Cristina que te voy a matar, vas a chupar la cabeza de mi bicho, que es esto,” –Dijo mientras lo sacudía en mi cara.- “y vas a pasar tu lengüita por todos lados, ok?”
Solamente asentí. El me empujó su pene el cual era bastante grande para mi boca y empezó a meter y a sacarlo, mientras hacía eso me decía que lo chupara cuando lo trataba de sacar, y así hacia, el metía, sacaba y yo lo chupaba.
“MMmm, ay mami, que rico, quiero venirme en esa boquita”
Yo no sabía que era el sexo oral, pero ahora que lo sé no me podía creer que se lo estaba haciendo a mi tío, al hermano de mami, yo lo quería mucho, pero después de esto comencé a odiarlo con todo mi corazón. Me trataba como puta, como una cosa sin valor. Estaba dando mi primer sexo oral a los 10 años.
Sus embestidas en mi boca se hacían más rápidas.
“Pasa la lengua por todas partes mami” – Me dijo mientras lo sacaba y mi lengua comenzaba a recorrer todo el tronco de su bicho.- “Eres tremenda Cris, chupa la vena, chúpala” –Dijo mientras me señalaba la vena que estaba en la parte posterior. Yo comencé a chuparla, tenía coraje y lo hacía bruscamente, tenia asco, y esto lo hacía gemir con fuerzas, y hacer sonidos raros. – “Si mami abre la boca otra vez, que ya mismo van las bolas.”
Mis ojos se abrieron en shock, sabía lo que eran las bolas tenia hermanos y se pasaban haciendo luchas libres y se lastimaban sus “bolas” mami y papi odiaban que hablaran así delante de mí.
Abrí nuevamente la boca e hice lo que él me pedía, mis manos estaban en mi regazo y ni lo quería tocar, lo que no me cabía en la boca el lo masturbaba.
“Mírame mami, quiero ver esa carita mientras me lo mamas.” Me dijo y levanté la vista.
Mis ojos se inundaron en lágrimas y lo vi sonreír como un pervertido que era. Se mordía el labio inferior y sus ojos se cerraban cuando yo succionaba, algunas veces su boca abría y jadeaba.
“mami estas son las bolas, chúpalas un ratito, pero con calma, que después me voy a venir en esa boca”
El sacó el bicho de mi boca y lo alzó mostrándome unos perfectos testículos, lampiños los cuales quería patear y que el llorara de dolor. Bajé mis labios los cuales estaban hinchados y resecos a sus bolas y succione, con fuerza, quería morderlo, lastimarlo. El soltó un grito, y lloré más porque le había gustado.
“mami eres ya una experta, y cuando te tragues todo serás la mejor.”
En aquel momento no sabía de qué hablaba, de tragar. Mis labios succionaron lo mas que podían, el me pedía que sacara la lengua y los mojara y después los mamara nuevamente.
“mami me voy a venir,” –Me dijo, mientras yo mamaba él seguía masturbándose.
El me haló del pelo y me despegó de sus bolas, me dolían los labios, demasiado, no podía casi ver por el llanto.
“mámamelo un poco mas baby”- Abrí la boca y succione fuertemente, ya estaba harta, cansada. “Cris, ah! Abre esa boca y saca la lengua- gruñó excitado.
Abrí mi boca lo mas que pude y saque mi lengua, el acercó el glande a esta y sentí como el se sacudía en mi boca, su pene caliente daba un respingo y comenzaba a salir su leche, que en aquel entonces ni sabia.
“A, Ah, Ah, sí mami, que rico, AH AH AH, toma mi lechita mami, tómala!!” Jadeaba él mientras se venía en mi boca y lengua, yo sentía como esos chorros llegaban a mi paladar, otros chorros a mi garganta, y algunos salían por la comisura de mis labios, mientras él me apretaba fuertemente el cabello de la nuca y se masturbaba sacando todo el líquido posible. Mi estomago en ese momento estaba revuelto, pero no podía vomitar.
Cuando el termino de hacer sonidos guturales, de gemir, y hablar malo me soltó y se separo de mi jadeando. Yo tenía mi boca llena de su leche, no sabía qué hacer. El se acercó y rió.
“Que putita mami, como tienes esa boca llena de leche, trágatela. Eso es lo que haces cuando se vienen en tu boca mama, tragártela. ¡HAZLO!” Yo di un saltó y la trague, con tanto asco que quería vomitar.
Mis sollozos siguieron ahí, sentía mi barbilla húmeda, sabía que era la leche esa que él decía. Mi cabello estaba enredado por culpa de los dedos de el, y mi camisa estrujada.
“Vete báñate o límpiate mami, que tu mamá viene horita, y ya sabes que si hablas tus abuelos se joden Cris.”
Yo no lo pensé dos veces y fui al baño, cuando abrí la tapa del inodoro vomite bastante, no podía con mi vida, me sentía débil, y sucia, me miré en el espejo y mis labios estaban tan rojos que me dolían. Me bañe nuevamente y lavé mi boca más de seis veces. No quería volver a esa casa, amaba a mis abuelos, pero no quería volver a ir, quería estar lejos de él, lamentablemente eso no fue lo único que pasó.
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