El tio abusador de Cristina 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por volcomsonico.
12 años, perdí mi virginidad, de la peor manera.
Llevaba dos años en esta situación, mis padres me notaban rara, algunas veces cuando mi quedaba con mis abuelos notaban que caminaba mal, pero les decía que tenía cayos en los pies debido al ballet y me molestaban. Mis piernas me dolían y ni hablar de mi vagina. Mi tío siempre aprovechaba para mamármela, me decía que era tan suave, olía bien y sabia mejor, cosa que me hacia retorcer del asco y me causaba hasta nauseas.
Ya tenía los doce y mi menstruación me había llegado, el lo sabia pues, una de las veces que trató de mamármela se dio cuenta, entonces se lo tenía que decir cuando no estaba en regla y si lo estaba tenía que mamárselo muchas veces al día, era horrible, algunas veces cuando comíamos en la misma mesa con mis abuelos, el se sentaba al lado mío, y el mantel no dejaba ver como el estrujaba mi mano en su paquete. Ni hablar de cuando estábamos en la sala viendo tele, me hacia mamárselo allí sabiendo que mis abuelos podían ver.
“Bueno, me voy a dormir, ya tu papá se acostó.” Dijo mi abuela mientras se paraba de su asiento y nos miraba a mí y a mi tío, automáticamente yo también me paré, no me quería quedar sola con el.
“Cristina vamos a ver el final de la película.” Dijo el. Yo sabía que si me negaba me iba a joder, así que me senté.
“Cristina no te acuestes muy tarde que mañana tienes las clases.” Me dijo mi abuela.
“Si, lo sé…”
“Ma´ cuando se acabe la movie vamos a dormir, dale vete…bendición.”
Después de que mi abuela se despidiera de nosotros y se fuera a su cuarto el espero unos 30 minutos y me llamó.
“Vente Cristi, siéntate aquí” me dijo el mientras señalaba sus piernas.
Ya sabía yo lo que él quería. Me senté encima de el, haciendo que mis nalgas cayeran justamente encima de su erecto pene. El tan pronto me sintió gimió. Mi corazón estaba en mi garganta, estábamos en medio del family room, mis abuelos podían salir de su cuarto y vernos, pero era algo ya que llevábamos haciendo bastante tiempo, algo que el me obligaba hacer.
Yo tenía puesto unos pantalones cortos de dormir y un tank top, el tenia unos pantalones de dormir negros y una t-shirt de su universidad. Mi tío me abrió las piernas haciendo que mis pantalones me quedaran más apretados y se subieran, pareciendo panties. El me echó mi cabello a un lado y comenzó a besarme el cuello, sus manos acariciaban mis muslos y mi vagina por encima de mis pantalones, yo mordía mi labio y respiraba con dificultad, pues no quería que el escuchara ningún sonido mío.
Mi tío colocó sus enormes manos en mis caderas y me reclinó un poco haciendo que me apoyara de sus rodillas.
“Me pones loco Cristi” Me dijo cuando sus manos comenzaron a mover mis caderas y mis nalgas encima de su erección. “Ay mami” gimió el.
Sentía que me iba a partir el labio pronto, pues lo estaba mordiendo mucho, mis lagrimas estaban mojando mis mejillas.
“Muévete Cris, mueve ese culito, hazme presión.” Dijo con descaro
Así mismo hice, me moví, como el me lo pidió, quería que todo terminara, si no lo hacia el se molestaba. Moví mis caderas rápidamente, y lo escuchaba gemir, una de sus manos apretaba mi cadera moviéndome, y la otra me acariciaba el cuello, la espalda, sentía un escalofrío, asco, siempre que me hacia estas cosas terminaba vomitando.
“Más rápido Cris” me murmuró.
Sentía como su bicho hacia presión entre medio de mi vagina y mi culo, era horrible. Mi tío de vez en cuando elevaba sus caderas como si quisiera metérmelo, siempre hacia lo mismo cuando estaba a punto de venirse. Me abrazo, y sentí que iba a vomitar en ese instante. Sus manos acariciaron mis abrazos, me besaba el cuello, su respiración caliente chocaba en mi cuello, me agarraba las tetas y las apretaba, por más que tuviera puesto un sport bra. Coloco sus manos en mis muslos apretándolos, haciendo que sus dedos quedaran cerca de mi vagina, me movió tan rápido las caderas que me quejé por el dolor, sentía que algo me mojaba un poco mi pantalón, pero sabía que no se había venido, era su liquido pre seminal.
“Ah, ah, ah, Cristina, me encanta tu culo” decía mientras me movía mas rápido encima de el, mis brazos se apoyaron de sus muslos. Mis caderas se movieron involuntariamente cuando la punta de su bicho hizo presión en mi vagina, me dolía, pero a el le gustaba.
“Gime, te quiero escuchar” Lo siguiente que hizo fue pasar una de sus manos hacia mi vagina y aunque tenía pantalón y panty, sentí como sus dedos hicieron presión y se movían de forma circular, provocándome.
“Tío, no…mmm” Gemí, cuando mi vientre se contrajo, no podía evitarlo, no entendía mi cuerpo, era un traidor.
“Eso, mami gime.” Susurro en mi cuello, y me dio asco.
Yo gemía un poco cuando hacia presión en mi clítoris, no podía evitarlo, entonces sollocé porque tenía miedo, y asco y odiaba mi cuerpo por reaccionar así.
“Oh, Cris, Uh, uh” Jadeaba el mientras me movía las caderas más rápido, sabía que estaba a punto de venirse, sentía como su bicho se retorcía debajo de mi. “Arrodíllate, me voy a venir, en tu bocaaah” dijo en un jadeo.
No lo podía creer, siempre era lo mismo, siempre, no lo soportaba. Me arrodille delante de el, mientras lo veía sacarse su bicho, rojo, bien parado, y todo venoso. Abrí mi boca y me tomó de la nuca haciéndome tragarlo hasta el fondo, hice varias arcadas.
“Mami, relaja esa garganta como te enseñe, puñeta Cris.” Decía entre dientes.
Relaje mi garganta, entonces el elevó las caderas, y gruñó fuertemente, sentía como 7 chorros de leche pasaban por mi garganta, mientras estas me llenaban la boca el gemía un “AH” de satisfacción.
“Eres la mejor Cris” me dijo después de un largo suspiro. El cayó sentado en el sofá, y yo sacaba su miembro de mi boca, lleno de saliva y semen, era asqueroso.
Varios incidentes como ese pasaban los fines de semana, quería que mi abuela lo descubriera, pero nunca paso. Los peores momentos eran en verano ya que el no tenia clases y mis clases de Ballet pasaban de una día a la semana a tres días y por eso me pasaba mucho en casa de abuela. Le llegué a decir a mami que ya no quería bailar, pero ella se molestó porque había pagado mucho para el campamento de la academia.
Mi cuerpo había cambiado, estaba más alta, mis senos ya no eran AA, sino mas bien B, mis nalgas según el eran más grande, y siempre que podía me pegaba su pene en mi trasero para que lo sintiera. Me había puesto bastante flaca, me causaba nauseas el tan solo pensar en el. En las fiestas familiares me llevaba a algún lado para que se lo mamara. Me amenazaba cada vez peor hasta con hacerle daño a mis hermanos, y ellos adoraban a mi tío, sobre todo el mayor, que lo veía como un hermano, pues se llevaban unos 7 años.
Me hacia tener orgasmos tan brutales que me dolían, y mi cuerpo no los resistía, eran horribles y los odiaba.
Un día mi tío le pidió a mi abuela permiso para ver si podía ir con él a hacer unas compras, para que el no fuera solo, abuela dijo que sí, pero yo le dije a ella que no me sentía bien, el sabía que era una escusa así que se paro detrás de ella y le apoyó una mano en el cuello como si le hiciera un masaje, pero lo apretó tan fuerte que ella se quejó. Comprendí la amenaza, le dije que iba con el.
Mi tío me llevo hasta otro pueblo de donde vivimos, que era a 20 minutos del pueblo de nosotros. En ese pueblo habían varios moteles, y se metió en uno, me dijo que me escondiera en la parte de atrás y me cubriera con una sabana que el tenía ahí, así que lo hice. Cuando metió el carro en el garaje del cuarto me sacó de ahí. Nunca había estado en un motel.
La habitación era bastante fría, tenía espejos en el techo y en la pared de al frente de la cama, tenía una televisión y una mesa con dos sillas además del baño y un pequeño closet. Olía fuertemente a detergentes y mi estomago se revolvió. Mi tío me hizo sentarme en una de las sillas y me habló.
“Tomate esto Cris”
Me dijo mientras me daba una pastilla como color amarillento o verde y tenia dibujada una carita feliz.
“Qué es?” le pregunte
“Tu hazme caso y te la tomas, después metete a bañar, no te laves el pelo. Sal desnuda y te acuestas en la cama.”
Me dio la pastilla y sentía como mis ojos se comenzaban a humedecer. El se empezaba a quitar la camisa y prendía la tele. Había una botella de agua así que me tome la pastilla y después fui al baño a hacer lo que me dijo que hiciera.
20 minutos después estaba acostada al lado de el, sentía mi piel muy sensible, no podía dejar de tocármela, mi tío me daba agua, y me dio un chicle, no podía dejar de masticarlo, sentía que las luces de la habitación se distorsionaban. Juntaba mis piernas para que causara algún tipo de fricción en mi entre pierna, me sentía muy bellaca, tenía la piel erizada. No sabía porque, pero luego supimos que me había dado una rola como le dicen aquí, o como todos la conocen, una éxtasis. Mi corazón latía con rapidez, las luces parecían rayos, me reía sola, y sentía que veía cosas donde no las había. Mi tío estaba desnudo y me había abrazado. Me sentó en la cama y me hizo que se lo mamara.
“Ay mami me vengo” me dijo cuando me lo metió hasta la garganta, y sentía como su semen pasaba por esta. “tan rico que mamas Cris, cada vez mejor, límpialo.”
Me dijo, luego lo sacó y lo limpié, después me acostó y me hizo el sexo oral a mí, como estaba sensible me vine varias veces, y gemía como una puta.
“Mami lo tengo parado otra vez, te lo voy a meter Cris, eres mi mujer mami, toda mía.”
Me decía el mientras se acostaba encima de mí y separaba mis piernas. Yo quería hablar pero no podía, decía incoherencias. Estaba bastante lubricada. Una de mis piernas las colocó encima de sus hombros, mientras bajaba, y me besaba algo sensual, no sé porque pero le contesté, recuerdo perfectamente que lo hice, después me beso las tetas y yo solo gemía, y decía que no, que no, tenía miedo, sabía que me había drogado, lo podía sentir en ese momento, pero mi cuerpo reaccionaba a todo lo que el me hacía. El bajo mi pierna y las flexionó, haciendo que mis rodillas quedaran a la altura de mis costillas, ambas se quedaron así mientras el me besaba por todas partes, yo traté de zafarme, pero el con brusquedad me puso las manos en ambos lados de mi cabeza, y como una idiota me reí, esta droga causaba deseo sexual y euforia, dependiendo de la nota.
“Te gusta eso mami, voy a hacerlo con calma, pero horita vamos a estar más brutitos.”
Recuerdo que me soltó, y mientras que con una mano guiaba su huevo a mi entrada, con la otra me arqueaba levemente la espalda.
“Uh, Cristina, que rico se siente” me dijo encima de mis labios.
“No tío, no quiero, no lo hagas!!” le suplique.
“Mami tranquila” me dijo y empujó más todavía. “Mami que apretaita que rico, voy a empujar un poco mas Cris, te va a doler.”
“No, no, no tio” le lloré, le suplique
Entonces el se salió de mi y empujó con fuerza.
“NO!!!” le grité, había roto mi virginidad, me ardía, sentía que no podía respirar, comencé a llorar, mi piel estaba sensible, las luces me tenían mareadas.
“Ya, ya baby, ya” Me trataba de calmar el monstro ese.
“Tio sácalo me duele, te lo juro me duele,”
“Cálmate ya Cristina” me grito.
Me quede callada y trataba de abrir los ojos enfocarlos en algún lugar del cuarto pero no podía, me estaba mareando. El comenzó a moverse dentro de mí y el dolor era peor, le suplicaba en voz baja, pero eso hacía que el se moviera más rápido, mis uñas se estaban clavando en los hombros de el, lo trataba de empujar, pero mi tio era más fuerte al igual que sus estocadas, era demasiado.
“Uh Uh Uh” decía el entre embestidas. “tan apretada mami, me voy a venir rápido.”
Mis piernas seguían en la misma posición, ya me dolían, era horrible.
“Pon tus manos arriba de tu cabeza Cirs” Me ordeno el.
Cuando lo hice el con una de sus manos las encerró, mientras que con la otra se apoyaba en la cama y bajaba su boca hasta mis tetas, las succionaba, mordía, mi piel reaccionaba haciéndome gemir entre el dolor y no sé si era placer, pero no sentía asco, no entendía que me pasaba. Mi tio empezó a embestirme más rápido, sentía que me dolía mas todavía, era horrible.
“Cris, Cirs, mamiiiiii!!!” me gritó mientras sentía como algo caliente entraba en mi, y me molestaba, me ardía mas todavía, cerré los ojos y lloré fuertemente. El seguía embistiendo poco a poco.
“Mami, que rico” me dijo mientras me besaba. “Bésame ahora” me ordeno y yo le hice caso.
La cabeza de el cayó entre el espacio de mi hombro y cuello e inhaló fuertemente.
“Eres mi mujer”
“No…” solloce, no lo era, lo odiaba, me había violado.
Mi tio se salió de mi y gemí por el dolor, vi su miembro y tenía sangre, y solloce mas fuerte mientras lloraba.
“mami, mira como sale esa lechita de ti”
Me llene de asco. No podía más, sentía como algo salía de mí y mojaba mi ano.
“Me vine bien cabron, menos mal que tengo la pastilla esa”
Veía todo borroso, me dolía mi cuerpo. No sabía de qué pastilla me hablaba, pero no quería nada. Sentí unas nauseas horribles entonces traté de sentarme y me maree mas.
“voy a vomitar” le dije
El se levantó de la cama y me cargó hasta el baño, yo abrí la tapa del inodoro y vacié mi estomago, lo sentía acariciándome la espalda y me daba más asco.
“déjame ya” le dije
“Eres loca? Pague 8 horas para estar aquí y las vamos a usar, llevamos dos mami, así que vente vamos a bañarnos”
“Tio, no ya no…me quiero ir” Le suplique
El me levantó del piso por el codo bastante brusco y mis piernas flaquearon, entonces me tiró contra la pared de la bañera y el se metió detrás de mí.
“Ni se te ocurra mojarte el pelo, que saliste con el seco de la casa.”
Ya entendía porque me había dicho aquello. No me podía sostener mucho me dolía todo y aun seguía mareada. Lo sentí tocarme con el jabón, y lo permití, ya no podía mas, estaba débil, y la pastilla esa tenía mi piel muy sensible. Termino de lavarme mi chocho y mi culo, y me pegó contra la pared, o sea yo le daba la espalda a el mientras yo me apoyaba de la pared de la bañera.
“Abre mami” me dijo mientras se paraba detrás de mí y con su rodilla me separaba las piernas. A pesar de tener 12 años media 5 pies con 3 pulgadas, y decían que era alta para mi edad. Mi tío era muchísimo más alto que yo, así que el flexionó sus rodillas, mientras me paraba las nalgas, me inclinó más hacia al frente y yo llore cuando sentí la punta de su bicho rozar nuevamente mi entrada.
“Tio, please, ya no quiero” le lloré
“Mami, te lo voy a meter tantas veces hoy…” y luego me metió su miembro brutalmente haciéndome gritar con todas mis fuerzas.
“ya, ya…siéntelo mami, como late dentro de ti, quiero que te vengas con mi bicho adentro Cris.”
Yo dudaba que fuera a tener un orgasmo del asco que tenia y del miedo. El se dio cuenta que yo no podía, así que salió de mi, y yo gemí, pues se sentía raro. Mi tío me volteo y me pegó contra la pared. Mis ojos estaban desorbitados, y mis pupilas dilatadas, sentía mi cabeza que iba de un lado para otro.
“Escúchame Cris, vamos a gozar los dos, ven, abrázame.”
El coloco mis brazos alrededor de su cuello, y yo no quería hacerlo, pero mi mente se puso en blanco cuando lo sentí acariciarme por mis costillas, mi espalda, mi estomago, sus dedos se movían con delicadeza, y me hacia gemir, mi cabeza se echó hacia atrás chocando con la pared. Sabía que el estaba disfrutando esto, yo en ese momento estaba drogada, el estaba haciendo algo que me hiciera más efecto, tenía la garganta seca y solamente sonidos roncos salían de esta.
Sentí como besaba mi cuello, y mis gemidos se hacían más fuertes, ninguno de los dos hablaba, solamente se escuchaba mi acelerada respiración, mas nada. Sus dedos recorrieron la curva de mis nalgas, y yo jadeé, pues sentí cosquillas, sus manos se movieron a mi estomago y luego a mi vientre en donde se detuvo un rato.
“Ti…mmm…Tio” – Jadeé
“te gusta?” me preguntó con su voz ronca.
Quería llorar, gritar, patalear, pero no podía, mi cuerpo y mi mente reaccionaban a sus caricias, eran suaves y delicadas. Me hacían desearlo y lo odiaba, no saben cómo lloré después de haber pasado por todo esto.
Mi tio me besó ahogando un gemido mío. Sus manos acariciaban de mi espalda a mis nalgas, y mi reacción fue abrazarlo por el cuello fuertemente. Mis pies estaban en puntas y el estaba casi jorobado, sentí su erección entre medio de nosotros. Sentí su lengua recorrerme cada rincón de mi boca, esa misma lengua que había penetrado mi vagina horas antes, pero en ese momento no me importaba, me sentía eufórica, el sabía que estaba provocando lo que deseaba.
“Siente, solo siente Cris” Me dijo cuando besó mi barbilla.
Lo abracé fuertemente, mientras jadeaba y el flexionó nuevamente sus piernas, colocó sus manos detrás de mis rodillas y le levantó del piso, pillándome entre la pared de la bañera y su cuerpo. Mis piernas rodearon su cintura.
“Eres mia.” Quería negar, pero solamente gemí, cuando la mano de el guio su miembro a mi entrada recién estrenada.
Dio una estocada tan profunda, que cuando lo sentí, mi cuerpo reacciono completo, un grito eufórico salió de mí, y lo escuche reír. No quería hacerlo, pero sus manos estaban en todas partes, mi piel estaba erizada, el agua de la ducha caía cerca de nosotros.
“Quiero que te vengas, quiero sentirte” me dijo y después me beso.
Mi cabeza se echo hacia atrás después del beso y gemí fuertemente cuando el comenzó a embestirme. Las losetas de la pared raspaban mi espalda, y me sentía más excitada, quería llorar.
“Si, si, si” Decía mi tio entre embestidas.
“Mmmmhhm…” Fue lo único que le dije. No quería ni hablarle.
Las manos de el se colocaron en mis nalgas y lo sentí apretarlas, sentí en ese momento una pequeña oleada de placer, y jadeé. Sabía que mi orgasmo estaba cerca, y el también lo sabía.
“mami, tu chochito esta latiendo, me vas a hacer venir rápido.”
La pelvis de el hacia fricción con mi clítoris inflamado por la excitación, mis dedos le halaron el cabello, y el embestido con rapidez, volví a gemir con fuerza. Me dolía la espalda y mis piernas.
“Aaaah” gemí, parecía un gemido de película pornográfica.
Eso lo excitó y volvió a apretar mis nalgas. Sus labios buscaron mis tetas y llevándose un pezón lo chupaba, mordía y estiraba con sus dientes, hizo eso varias veces en las dos.
“Oh, oh, oooooh” decía mientras me embestía.
Sentía un calor extraño en mi cuerpo, era el peor sentimiento que había tenido, mi cuerpo reaccionaba a todo lo que el me hacía, era como si estuviera acostumbrado a el. No sabía lo que era, pero en este momento sabía que era por la droga, te hacia tener reacciones extrañas. Cuando sentía mi orgasmo llegar, mis gritos y jadeos se elevaban grandemente, y eso lo excitaba a el.
“Cris…me…voy…a…ven..iiir” – me decía casi sin voz
El me dio una estocada fuerte y yo grité, mi vagina convulsiono alrededor del miembro de mi tio, y entonces sentí como su leche se metía en mi interior, haciéndolo gritar a el también.
“Mamiii…que rico lates, mami…aaahh” Me decía mientras me seguía llenando el interior de leche.
Sus manos se apretaron en mis nalgas y el se paraba casi en puntas cada vez que embestía y salían chorros de su miembro.
Este orgasmo no me dolía como los demás, se sentía raro, mi ano latía de manera rica al igual que mis paredes vaginales, el seguía meciéndose dentro de mí, como si no quisiera salir de mi interior. Mi cabeza volvió a echarse hacia atrás, mis ojos rodaron hacia atrás, y una risa alocada salió de mi boca cuando sentí otro orgasmo.
“Wow, Cris…” Dijo el sin poder creer que me había venido nuevamente.
El se detuvo y mis piernas cayeron en el suelo, mi tío me tuvo que aguantar porque iba a caer sentada en el piso de la bañera.
“Algo sale” Le dije mientras pujaba levemente, tratando de sacar completamente lo que salía dentro de mí.
Yo me estaba tambaleando un poco, ambos miramos hacia mis piernas y el piso cuando vimos que la leche de el salía en abundancia de mi chocha, un sollozo salió de mi boca, me sentía mal, sucia, no entendía nada, solamente tenía 12 años, mi tío estaba abusando de mí, me drogaba.
“Mami me hiciste venir demasiado” Me dijo el mientras daba un beso en mi cabeza.
“Estoy cansada” Le dije
El asintió y se baño, luego, me baño a mí, me estremecí cuando sentí sus manos tocarme, no podía creer lo que había pasado, y aun mi cuerpo estaba sensible por la droga y reaccionaba ante su toque. Algunas veces me tocaba y yo reía, pero esta risa me hacia torpe, le decía cosas a mi tío, cosas sin sentido, o que no se entendían muy bien.
“Vamos a dormir un ratito mami, que estoy cansado."
“Tengo que irme”
Le dije, mientras caminaba con dificultad, desorientada y desnuda hacia la puerta, pero el me cargó y me tiro en la cama. Tenía bastante sed también, el me dio una botella de agua y me la bebí en menos de dos segundos.
Me quede acostada en la cama boca arriba, mirando mi reflejo en el espejo del techo, mi respiración estaba frenética y vi a mi tío como se acostó desnudo al lado mío, mientras me acariciaba mi estomago desnudo, el se durmió, yo sentía como el efecto de la pastilla iba acabando y como mis ojos se cerraban, me dolía todo el cuerpo, peor que como si hubiese bailado.
“No mami, …si fuimos al mall” –Yo estaba dormida, no sabía cuánto tiempo había dormido, pero me dolía el cuerpo, escuchaba esa conversación, pero no entendía bien.
Yo pensaba que todo lo que me había pasado había sido una pesadilla, pero no era así, tan pronto abrí los ojos vi a mi tío acostado al lado mío y con el celular pegado en su oreja. El me vio despertar y me sonrió, sentí la bilis en la garganta. Yo estaba acostada de lado y el también, uno de sus brazos estaba debajo de mi cuerpo y lo sentí abrazarme y halarme hasta el, rápidamente coloque mis manos en su pecho para evitar la cercanía, era asqueroso.
“Estamos en casa de Luis mami, es que le dije a Cris que me acompañara, vine a darle algo…”
Era un horror como él le mentía a mi abuela, era lo peor, una escoria de hombre. Ya no sentía el efecto de la droga en ese momento, pero estaba aun desorientada. Quería gritar para que mi abuela me escuchara, pero el pegó sus labios a los míos y comenzó a besarme.
Era un maldito descarado, me besaba y su mano subía y bajaba por mi espalda.
“Mami, ya mismo vamos… ¿Cris? Ella está en el baño,- Yo quería gritar, el se dio cuenta de mi temor y me beso de nuevo, estaba asqueada. “Ok” dijo el mientras bajaba su cabeza para llevarse uno de mis pezones a su boca. Me tuve que morder el labio para no emitir ningún ruido, mi cuerpo estaba aún sensitivo y no sabía porque. “Ya mismo vamos, bye” El tiró el celular al piso.
“Porque me haces esto? Yo nunca te he hecho nada.” Dije llorando.
El dejo de besarme el pecho, y mi cuello y me puso bocarriba, mientras el se acostaba arriba de mi, mis manos seguían empujándolo por el pecho.
“Porque eres mi mujer, siempre lo has sido.”
“pero eres mi tío, esto no me gusta tío, me da miedo…yo tengo 12 años, yo no se ni lo que hago.”
Nunca en todo ese tiempo que el estuvo abusando de mi, yo le habia preguntado esto, pero la verdad era que estaba cansada y asqueada.
“No digas eso Cristina, tu eres toda una mujer, una hermosa mujer, toda mia.”
Me dijo el mientras una de sus manos recorría mi costado, cintura y cadera.
“no…no quiero” Le dije, el me sintió temblar. El tipo estaba enfermo, era un enfermo mental.
“Si querrás, eres mía y harás lo que te diga.” Dijo estrictamente.
El movió sus caderas un poco y sentí su protuberante erección, no quería que abusara de mi de nuevo, pero en ese momento sabia que iba a suceder.
“Ya dormiste como dos horas, mami me llamó preguntando por ti, asi que te lo meto un ratito y nos vamos.”
“Tio no!” lloriqueé mientras me retorcía debajo de el.
El arrugó su rostro molesto y me quedé quieta.
“Horita estabas gozando”
“Porque tu me hiciste daño, se que esa pastilla que me diste me puso asi…tio por favor, ya déjame, por favor” Le suplique entre sollozos.
El simplemente rio y se levanto, luego me puso bocabajo y se acostó encima de mi, sentía su aliento en mi cuello.
“Te lo quiero meter asi.” Me dijo, yo me estremecí del asco.
Lo sentí levantarse y después me dio una nalgada haciendo que brincara un poco y soltara un gritito, mis ojos comenzaban a arderme por el llanto, pues no era lo mismo estar drogada que estar consciente.
“Levanta las nalgas Cris, apóyate de los codos, y dame ese culito.”
Asi lo hice, el me agarró de las caderas y volvió a darme otra nalgada pero mas fuerte, me quejé en voz baja, mi cara estaba clavada en la almohada. Había dado un pequeño respingo cuando sentí sus dedos entre medio de mis labios vaginales y recorrerlos de abajo hacia arriba, de mis labios escapó un gemido forzoso cuando metió dos de sus dedos dentro de mi chocho.
“Mami, ya estas bellaquita?” me había preguntado, tan solo estaba gimiendo mientras mas rápido movia sus dedos dentro de mi, pero no lo podía evitar, me dolia, y mucho.
“Tio,” le dijo llorando “Por favor, ya no quiero”
“cállate!!” me dijo entre dientes mientras que me daba una fuerte nalgada, yo grite de dolor.
Yo levanté levemente la cabeza y trate de mirar por encima de mi hombro hacia el, lo mas que mis ojos llorosos lo permitían. Una de sus manos se colocó en una de mis caderas y después sentí algo en mi chocha, sabia que era su bicho, lo habia sentido antes. El fue entrando la cabeza de su pene poco a poco, mientras gemía y gruñía yo simplemente lloraba.
“Mmmm…Cris, lo voy a meter todo mami” me gimió y a mi me dio asco.
El se echó hacia atrás y luego sentí como metió todo su pene en mí, sus bolas chocando mi clítoris. El grito que salió de mi garganta había sido desgarrador, la brutalidad de el me lastimaba.
“Shshsh…cállate esto a ti te gusta mami” Me dijo y me dio otra nalgada.
No se había movido, lo sentía dentro de mi, grande, caliente y latiendo levemente. Sus manos acariciaban mis nalgas, las estrujaba y halaba. Acariciaban mi espalda hasta mi cuello, sentí como movía mi cuello hacia un lado y se inclinaba para besarme. No soportaba más y solloce con fuerza.
“A ver si ahora lloras mas mami” me dijo y luego me dio una estocada, que me hizo jadear dentro de mi llanto.
Sus manos se colocaron en mis caderas y sus movimientos se hacían fuertes, se escuchaba el sonido de mis nalgas chochando con sus muslos, sus gruñidos y mi llanto. Yo simplemente me limitaba a apretar las sabanas y llorar. Mi rostro estaba enterrado en la almohada, y sentí como una de sus manos tomo mi cabello y me enderezó poniéndome en cuatro.
“Si muñeca, eso apóyate de la cama y ponte derecha.”
Tenía una mano en mi cabello y me lo halaba con fuerza, yo protestaba de dolor, no lo soportaba. Sentía como su pene rozaba mis paredes vaginales con brusquedad y me dolía. Tiro mi cabello a un lado de mi hombro y sus manos recorrieron mi espalda, una de ellas llegó hasta mi hombro y lo sentí que me lo metía más rápido y fuerte. La mano que me acariciaba la espalda, llego hasta uno de mis senos y había comenzado a apretar mi pezón, me dolía mucho, estaban lastimado por su culpa, apretaba mi teta con fuerza, después paso esa misma mano por mi vientre y me apretó mas contra el.
“Mami, quiero que te vengas otra vez, que rico” Me dijo cerca del oído, yo me estremecí del asco al sentir su aliento agitado en mi oído.
Mis manos casi se enterraban en las sabanas sucias y asquerosas de aquel cuarto de hotel, mis lagrimas mojaban mis manos o estas mismas sabanas, era una sensación horrible, cada vez que pegaba su pecho a mi espalda lo sentía sudado, y mi cuerpo estaba igual. Su mano encontró mi clítoris y yo gemí fuertemente, pero no por gusto, sino por lo sensible que estaba esa área, el había abusado bastante de mi.
“Estas tan mojada mami, me voy a venir rápido Cris”
El volvió a doblarme, haciendo que apoyara mis codos en la cama, mi cara en la almohada y mis nalgas se pararan más de la cuenta.
“Este culito también va a ser mío, me escuchaste? Todo mio” Dijo y lo próximo que sentí fue un dedo en mi ano.
“NO TIO!! No me dueleee!!” Le suplique, le llore, le pedí que no lo hiciera, pero mientras me penetraba con su bicho en mi chocha, lo hacía con su dedo en mi ano, la misma sincronización, no podía dejar de llorar, el dolor era horrible.
“Ya mami, no te lo voy a meter hoy, después te lo meto, hoy voy a gozar de esta chochita bien apretadita.” Me dijo y me embistió tan fuerte que era como si me quisiera enterrar en la cama
Sus movimientos se hacían rápido, y llevo una de sus manos a mi clítoris moviéndolo de manera circular, la mano que tenía en mis nalgas, o ano, ni sabía bien, la habia colocado en mi cadera.
“ah, ah, ah” gemía sin cesar cuando sentía que mi orgasmo forzado se acercaba.
“eso mami, ya siento como me aprietas el bicho Cris, y me voy a venir rico.” Me decía entre embestidas, lo sentía frenético, ansioso. “Uh, uh, uh, uuuuhhggg!!!!” Gruño mi tío cuando se vino nuevamente dentro de mi.
Sentí como sus chorros me llenaban por dentro, del mismo orgasmo, me pinchó el clítoris provocando el mío, mis paredes apretaron su bicho y el gruñó mas fuerte, sentí mas chorros de semen en mi interior, yo solamente jadeaba, estaba cansada, ese orgasmo se sintió raro, me dolía el cuerpo.
“Wooow” Dijo y luego me dio una nalgada. “Me hiciste venir bien rico otra vez!”
Se inclinó y me dio un beso en mi espalda, yo me estremecí nuevamente con el asco. Me quedé en la misma posición, con mis nalgas hacia arriba, mi cabeza hacia un lado, casi hundida en la almohada, mis manos enredadas en las sabanas, el asco que sentía era horrible, sentía ganas de vomitar. Las lágrimas en mis ojos no me dejaban casi ni ver, lo sentía aun dentro de mí.
“Mmmm” Dijo él cuando se enderezó y saco su bicho dentro de mi poco a poco, yo sentía una molestia, algo como cosquilla, que me hizo trincarme, y gemir de dolor.
“Agh” dije cuando sentí que algo salía de mi.
“Diablo! Eah carajo, me vine con cojones, toda la leche que está saliendo.”
Sentia el interior de mis muslos mojarse.
“Mami, puja un poquito” -y asi lo hice-
“ Wow, hasta en la cama cae la lechita mami” Me dijo con esa voz asquerosa, luego me dio una nalgada, y yo me queje.
El se levantó de la cama y yo acomodé mi cuerpo en posición fetal, la vergüenza me consumía, mi tio me habia utilizado como una puta, drogado, me hizo mucho daño esa noche, y todas las que le siguieron hasta mis 13 años. Era tan asqueroso.
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