El tío Jaime me quiere meter la verga después de que se dio cuenta que me gusta
La noche que cambió el rumbo de mi vida sexual y que le dijo a mi tío Jaime, que podía hacerme lo que quisiera.
Después de mis primos, Lino e Hilario y que apareció el tío Jaime como un poderoso depredador, todo indicaba que tarde o temprano tendría que lo que buscaba desde hacía mucho.
Hoy les contaré la noche que estoy seguro le dio todo el poder. Era una noche de sábado, como casi siempre, fui a casa de mis primos a jugar y ahí me iba a quedar.
Comenzó a llover en la noche, mi tía estaba por hacer hot cakes, mis dos primos siempre han sido comelones y eso implicaba un buen rato haciendo la cena. De pronto se fue la luz, mi tía decidió seguir en la cocina con velas.
Mis dos primos y mi tío Jaime nos fuimos a su recámara, que tenía dos camas. en una mis primos hablaban de cualquier cosa, mi tío me dijo «siéntate». Eso hice y de pronto se sentó a lado, y pasó su brazo por mi hombro, a modo que su mano quedó por mi lado izquierdo.
Comenzó a charlar de que si me daba miedo la oscuridad, de que él me cuidaba, y de pronto sacó temas sexuales, me preguntó que si ya se me paraba el pito, le dije que no (mentira, obvio sí, pero me daba pena). Ya tenía 9 años, comenzó a hablar de sexo, muy explícitamente me dijo cómo se hacían los niños y que en poco tiempo iban a salirme pelos.
Mientras me contaba, su mano ya estaba acariciándome mi pezón, como lo dije en otro relato, en Veracruz siempre andamos en short y playerita de tirantes. Mi pezón estaba duro de la excitación.
Me dijo: «cuando crezcas te van a salir pelos y te va a crecer el pito como a mí, mira», y se abrió el short para dejar al descubierto su verga, ustedes pensarán, y los primos, ellos en su rollo hablando tonterías, aunque estaba oscuro, se alcanzaba a ver y sobre todo a sentir, porque por supuesto que la toqué.
La luz no llegó, mi tía llamó a cenar, cenamos. Yo me quedaba en un colchón individual en medio de las dos camas, él hizo lo posible por quedar en la orilla. Mi tía dormía contra la pared y mis primos juntos en la otra cama.
Ya «dormidos», me despertó la caricia en mis piernas, que era la verdad lo que más me gustaba. Sentir sus manotas en mi cuerpo. Ahora sí no puse resistencia, me bajó poquito el short, eso sí, yo haciéndome el dormido, claro que él sabía que no lo estaba.
Comenzó a querer meterme el dedo en mi culito de 9 años, era muy cerradito, me gustaba cómo se sentía el abrirlo. Metió un dedo, hasta donde pudo, yo solo me quejé quedito, pero me gustaba lo que hacía. Esa noche sin duda quedó claro que yo no diría nada a nadie, él comprobó que yo sí quería y que sí me gustaba lo que hacía…
Y eso dio pie a que en una próxima fiesta de xv años de una tía, quisiera meterme su vergota…pero eso en la siguiente historia. Si cuento todo en un solo relato, no tiene mucho chiste.
Pueden escribirme a TG, @York85n
Que bien relato tengo la fantasía de ver videos del tema con otro chico
buen realto como sigue p`ro faovr
😋😋😋