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Gays

El triste actor porno

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pepecst8.
Hablaron muy temprano para decirme que a la una de la tarde comenzaremos con las grabaciones del siguiente vídeo. Ayer terminamos de grabar un episodio y hoy toca empezar uno nuevo, ¿Que podría ser mejor que esto? ¡Mierda!
Mi trabajo, consiste en que yo grabo vídeos pornográficos…si, sobre eso trata. Soy un camarógrafo. Trabajo para una compañía bastante famosa llamada “Hard G”. Solamente pornografía gay.

Estoy muy cansado, mis ojos están rojos y pesados. Estoy demasiado cansado, pero no me queda de otra, trabajo es trabajo y debo de cumplir con ello, debo de seguir con mi asquerosa rutina.
Hoy que me han llamado para avisarme de que grabamos hoy me han dicho de que el vídeo iba a tratar sobre el
“La dominación”. Se me eriza el bello un poco al pensar en eso ya que las tomas que hacemos cuando tenemos que hacer vídeos relacionados con el sadoquismo, las tomas pueden llegar a ser desagradables y difíciles de ver. Oh por lo menos así lo considero yo.

Rápido me alisto, me pongo unos jeans, una camisa blanca y mis tenis. Voy hacia la cocina y en mi termo vierto el café… el café negro, como mi alma.

Me dirijo hacia la puerta para salir de mi fría y oscura casa. Quizás antes de irme deba despedirme de mi mujer, y de mis hijos, pero… oh, recuerdo que no tengo ni un perro que me ladre. Mala suerte la mía.

Voy en mi vehículo, por la carretera, en la ciudad, y el día parece lindo, es un día soleado, con una pequeña brisa que me indica que se aproxima la primavera. Miro por la ventanilla y todo parece felicidad, todos se ven felices, excepto yo. Mi amargura me opaca, y mi cara larga refleja la poca felicidad que llevo hoy. La vida me parece tan oscura, tan simple, tan infeliz, tan desalentadora, tan abrupta mente rutinaria que simplemente hacen que quiera volar hacia la luna y quedarme haya solo… con mi soledad para no contagiar a la gente con mi amargura.

Recuerdo cuando apenas era un estudiante de diecinueve años, tan lleno de motivación, tan estudiante y dando todo de mí en la carrera de cinematografía. Estaba muy ilusionado, y no miraba la hora de empezar a trabajar, grabando películas, o vídeos musicales, o cualquier otra cosa. Pero mírenme donde estoy, en una industria pornográfica gay. No digo que sea un mal trabajo; La paga es buena y todo eso pero, no es lo que me miraba algún día. Pero así son las vueltas de la vida, y a uno no le queda de otra más que acostumbrarse a eso, y seguir adelante. Es la única forma

Al entrar al set doy un respingón, siento como sale el aire de mis pulmones, y se me erizan los bellos. La forma en la que han decorado el set para la grabación es… atemorizan te. Todo el set está a oscuras, con unas cuantas luces tenues bastantes escalofriantes, un sofá pequeño de cuero, una mesa negra con una vela en el centro que poco a poco se consume. Y una cruz negra en la pared. Oh dios.

Estoy preparando mi cámara para comenzar a grabar, mis compañeros también. Por lo que veo será una tarde larga.
Escucho a gente acercarse, con muchos parlamentos. Las puertas se abren de repente en el set, y entra un hombre con una bata blanca que dice el nombre de la compañía. Vaya, el pequeño hombre ha hecho que voltee rápidamente y me quede completamente boquiabierto. Él es de piel muy blanca, la cual parece suave, muy suave. Su cabello es de color claro, casi rubio diría, pero es más claro. Sus ojos, son azules y grandes para su rostro. Es bajo de estatura. Diría que tiene unos veinte años de edad, oh quizás un poco más.

Jamás pensé que me atrevería a decir esto pero… es muy lindo, quizás uno de los más lindos que haya visto en el set. Por lo general todos son altos, morenos, muy fornidos, pero este, es más normal creo. Mas lindo.
A los dos minutos entra otro hombre, este es rubio, con pelo largo y oscuro, muy alto, y parece la mole. Esta demasiado musculoso y fornido. Creo que ya se quien será el activo y quien será el pasivo.

El productor llega rápidamente a paso apresurado, parece que está muy desesperado.
-Prepárense que comenzamos en tres minutos- Nos indica en tono autoritario y por demás molesto.
El actor alto y rubio se quita la bata, dejando ver sus grandes músculos. Lleva puesto unos pantalones de cuero bastante ajustados, lo cual dejan notar su mástil pene que aún se encuentra dormido.

Seguido el chico de ojos azules y piel clara lleva solamente puesto como un calzoncillo de cuero que deja ver la parte trasera de él, ya que está abierto de atrás. Me sorprendo a ver su trasero, vaya, es muy lindo y blanco.
El director se acerca hacia los actores, y les indica el cómo deben de empezar.
Sinceramente yo no reconozco a ninguno de estos dos, no sé si será porque no eh visto pornografía gay, o porque no trabajan para la compañía, no sé. Pero a ninguno de los dos los reconozco.
Leo, un compañero de trabajo mío se acerca sigilosamente hacia mí con cara de pocos amigos, y rápidamente pienso… este es de los míos.

-Parece que hoy abra más trabajo duro- Dice soltando un silbido entre sus dientes.
-Eso parece- Digo desanimadamente.
Aún sigo tratando de balancear la cámara. Y recuerdo.- ¿Quién son estos actores? Nunca los había visto por aquí,
– ¿No son de la compañía?- Pregunto, y no me percato de la manera tan rápida en que lo hago.
El me mira dudoso.
-¿Que no te avisaron?- Se le escucha sorprendido.
Frunzo el ceño y muevo la cabeza hacia los lados, diciendo que no.
-Estos dos son unas joyas para la compañía, son de los mejores actores por el momento. Y si con vídeo nos va bien, quizás firmen para nosotros los dos- Su voz es clara y fuerte.
Vaya, así que estos dos son muy conocidos.

-¿Cómo se llaman?- Pregunto sin hacer contacto visual tratando de sonar de sonar desinteresado.
-Este- Dice señalándolo discretamente para que no nos vea- Se llama Patrick Ross- Se señala al sujeto rubio, alto y de grandes dimensiones.- Y este- Dice señalando discretamente al joven de tés clara, bajo de estatura, y ojos potentemente azules.- Este se llama Emmanuel, pero lo concen mas como ‘Em’.
Oh, Em. Me gusta como suena.
Yo asiento con mi cabeza sin saber por qué.
-¿Y tú como sabes tanto?- Pregunto con ironía.
-Mi trabajo aquí es mantenerme informado- Dice entre risas.
-Ya veo- Le doy un pequeño golpe juguetón en el hombro.
El director le indica cómo ponerse a ‘Em’ para comenzar con la escena. El queda hincado en el frió suelo, bajo la oscura cruz de una forma en la que su cabeza esta agachada, y sus brazos se encuentran atrás de su espalda.
-Todo un sumiso -pienso mientas estoy mirando tras la cámara.

Después el joven rubio y alto, entra con una vela en su mano derecha. ¡Dios!
Em en ningún momento levanta la vista. El joven rubio, se le ve en su rostro furor, y rudeza. Sus cejas están fruncidas, y sus labios perfilados, como todo un dominante. Se acerca sigilosamente hacia él, hacia Em, lo toma de la barbilla y levanta su mirada hacia él, haciendo contacto visual entre ambos. Parece que será suave con él, pero cuando menos me lo espero, el joven rubio y alto, le acaricia la mejilla con delicadeza y gentileza, y en un mili segundo… le da un fuerte bofetón en la mejilla, haciendo que Em, solloce y ahogue sus gritos. ¡Por dios!
¿Cómo es que aceptan a esto? Ah esta humillación, a este dolor. En este momento me siento afligido y compadecido por Em, el cual ahora tiene en el momento su mejilla blanca y suave, una gran mancha roja, roja como un tomate por el golpe. El trata de sobarse, pero el sujeto lo detiene rápidamente de la mano, de una forma muy brusca.

-No te toques- Grita fuertemente. Haciendo que todo el set despierte.
Em, lo miro con ternura. Casi puedo ver en sus lindos ojos azules una lágrima que está a punto de desbordarse. Mi corazón late con mucha fuerza, y mis ojos están sumamente abiertos, como los de todos. Esta podría ser una de las escenas más fuertes que jamás hayan echo aquí, y eso que aun va comenzando todo esto, espero y pueda soportar ya que no me queda de otra. Mi corazón esta conmovido por Em. No sé qué es, no sé. Lo único que se es que no quiero que le sigan haciendo más daño.

Después de casi ocho horas en el set, ya por fin acabamos. El final para mi gusto, fue sumamente asqueroso. El sujeto Patrick, hizo que se tragara todo su semen ah Em. Después de azotarle, decirle obscenidades que jamás creí poder escuchar, después de quemar lo con la cera caliente de la vela, ni siquiera él pudo correrse. El sujeto Patrick solo se vino y esto termino. Uno de los peores finales.
Ya no hay nadie en el set, solo los sujetos de seguridad. Tengo que pasar un largo y oscuro pasillo para poder llegar a la salida, e ir al estacionamiento a por mi carro. Estoy muy cansado, mis ojos se encuentran enrojecidos, y siento un ligero presentimiento de que me va a doler la cabeza. Lo único que quiero en este momento es llegar a mi casa, a mi fría casa y tirarme en mi grande y fría cama. Paso por unas cuantas puertas del pasillo. Mi hombro choca contra algo, de manera que me sobresalto, y doy un respingón. Levanto mi vista rápidamente y mi cara cambia completamente cuando miro quien está aquí, esta Em.

-Discúlpeme- Murmura el joven apenado. Su piel se ve tan pálida en este momento que podría decir que parece un fantasma. Lleva puesto unos jeans y un suéter azul el cual combina a la perfección con sus hermosos ojos azules. Pero hay algo que no encaja, hay algo que no me cómbense, y hace que se mire extraño, sus ojos se ven tristes y decaídos, quizás cansados, pero hacen que sientas una enorme compasión por él y por esos ojos.
-No hay problema- Consigo decir aun estudiando sus ojos. No me había percatado de sus largas pestañas que hacen que esos ojos se vean aún más preciosos, como dos diamantes.
Aun no sé qué hace el aquí ya tan tarde, creí que ya se habían ido todos.
-¿Va de salida?- Pregunta cálidamente haciéndome despertar.
No puedo evitar sentirme viejo debido a que me habla de tal forma.
-Sí, si- Palidezco.
-¿Salimos juntos?- Las palabras resuenan en mi cabeza. Trato y trato de procesarlas pero solo me quedo parado mirándolo como un completo idiota.
-Si- Mi voz se escucha en un hilo.
En el rostro de Em, se dibuja una sonrisa forzada, la cual yo tomo como un ‘‘¿Es un retrasado?’ Pero lo ignoro y le forzó una sonrisa igual.
Los dos caminamos hacia la salida, vamos muy callados los dos, nadie dice nada, lo único que se escucha son nuestros zapatos resonar contra el suelo.
Cuando llegamos a la salida, siento un alivio muy dentro de mí, y no sé cuál es su porque.
-¿Cuál es su nombre?- Pregunta introvertido.
-Cesar- Digo claramente. -¿Y el tuyo?
Aunque ya lo se me gustaría escucharlo salir de su boca.
Levanta su vista, clavando sus ojos en mí haciendo perderme en ese mar, ese increíble mar tan azul.
-Emmanuel- Murmura.- Pero me conocen mas como Em.
Yo asiento.
Al llegar a la salida Em me voltea a ver de una forma que hace que mi corazón lata fuertemente. Sus mejillas se ven rojas.
-Bueno… me tengo que ir- Dice simplemente.

Mis labios se fruncen de una forma extraña, y hay algo raro en mí. Es como algo que no quiere que se vaya, y no sé ni por qué.- apenas acabo de conocerlo- Me reprendo a mí mismo.
-¿No quieres ir a comer? Conozco un… un buen lugar- Palidezco.
Su rostro parece ahora afligido.
-La verdad es que hoy no, estoy muy cansado y por el momento lo único que quiero es descansar.- Miro como Em se ruboriza.
Claro, claro, ¡Mierda! Había olvidado que acaba de hacer un vídeo. Seguramente esta exhausto.
Ahora mis mejillas son las que se encuentran rojas, ¿Esto es lo que se siente ser bateado? Vaya, pues si es así, es penoso. Mi cara arde.
-Oh cierto, lo olvide- Balbuceo tontamente.
El me mira confundido.
-Si- Dice relajado.- Pero puede ser para la otra, ¿Qué tal?
En mi rostro se dibuja una sonrisa victoriosa, pero rápidamente la borro de mi rostros antes que él pudiese notarla.
-Claro, me parece bien.
-Okey, entonces ya está. Hasta luego- Se despide.
-Hasta luego- Me despido con voz más ronca de lo normal.
Em se dirige hacia su automóvil. Su caminar me parece raro, seguramente debe de ser por lo de… por lo de hoy.
Yo camino hacia mi automóvil que está un poco más retirado. Todo está oscuro, lo cual ahora combina perfectamente conmigo, con mi persona. Estoy solo de nuevo como siempre lo eh estado, pero muy aparte de estar solo… estoy confundido, muy confundido.

Acabo de tomar una ducha fría, siempre son mis favoritas. Ahora estoy listo para descansar. Apago las luces de la habitación y me dirijo hacia mi fría y angosta cama. Me gustaría tener alguien con quien compartirla, pero no, ni siquiera tengo a un gato o ah un perro, ya que por mi trabajo, y el tiempo que debo pasar hay, sería imposible tener una mascota.
La oscuridad de la habitación es reconfortante, es lo que me acobija y por lo menos me hace sentir que algo está bien,
aun que no se sobre qué. ‘’Solo’’ es la palabra que mejor encaja conmigo y la que siento que debió de haber sido mi nombre mejor. Todo el tiempo eh estado solo, desde que tengo memoria, jamás eh tenido un amigo en verdad, ni tampoco uno de mentiras, oh por lo menos uno que diga que diga que le agrado aunque no sea cierto. Todo el tiempo solo, en la penumbra.

Hoy el joven Em ha despertado algo en mí, algo contundente mente extraño. Siento que fue como el más pequeño rayo de sol, el más pequeño de todos, pero el que podría iluminar, el iluminarme de mi oscuridad. Lo que borraría mi soledad. Pero eso es algo completamente absurdo, ya que pues… yo no siento atracción hacia alguien del mismo sexo que yo. No podría. Creo.

Mi curiosidad me pica como el suéter que me regalo mi abuela hace ya un buen tiempo. Tengo que saber sobre Em, tengo que conocerle un poco más. No quiero morir solo, no quiero eso, no quiero eso. No me importa lo que suceda, no me importa nada ya a estas alturas.
Rápido saco mi ordenador, y la enciendo.
Entro al buscador, rápidamente escribo: ‘’Em’’.

Aparecen unas cuantas páginas que ni al caso. Así que mejor opto por poner al lado de su nombre una palabra que estoy seguro sé que lo encontrare.
Efectivamente, así tenía que escribirlo. Aparece rápidamente una página pornográfica, y hay están muchos vídeos de él. Lo que más me sorprende, es que en todos sus vídeos el aparece como el ‘’Pasivo’’, o como el ‘’Sumiso’’. En todos parece que lo tratan con desprecio, como una cualquiera. Eso me entristece un poco y me pongo a pensar.
En el set, la mayoría de los actores que son los pasivos, pareciera que no les duele, o por lo menos, no mucho, sinceramente diría hasta que lo disfrutan, o algunos solo hacen lo que hacen porque ese es su trabajo. Pero jamás he visto que les duela, o que se quejen. ¿Por qué? No lo sé, solo pienso que si a mí me metieran algo por esa parte… me dolería, y mucho. Yo no podría someterme a eso, no es lo mío.

Jamás había sentido cosas así por una persona de mí mismo sexo, nunca. Pero con Em, es diferente, desde que lo vi, me cautivo, no sé si fueron sus ojos, o su hermosa cara, que se ve tan delicada, tan suave, tan blanca, tan tersa, tan… tan todo. Quizás es porque tiene ligeras facciones de una mujer. No lo sé, lo único que si se, es que me ha cautivado. ?¿Quizás solo quiero pasar un rato con él?. La verdad es que no puedo verlo a mi lado, o como mi pareja a Em. Admito que me ha cautivado, pero… solo pasar una noche.
Aparece en la lista de vídeos un vídeo, el cual no se ve tan espantoso como todos, hasta parece que lo tratan bien, como a una persona.
Rápido le doy clic al vídeo, y aparece.

Em se encuentra dormido en la cama, se ve sereno y relajado, esta acostada boca abajo, y se encuentra cubierto con una sábana blanca. A su lado está un sujeto, se encuentras desnudo y sentado en la cama, reposando su cabeza en la cabecera, él lo admira con dulzura mientras que Em duerme. Al sujeto le comienza ah despertar su miembro, al cual, el empieza a tocarlo lentamente. El sujeto con su mano derecha, comienza a tocar Em, primero por su cabeza, acariciándole sus orejas dulcemente. Comienza a bajar su mano lentamente hasta llegar a su espalda. Em aún se encuentra cubierto por esa sábana blanca, y ligeramente dormido.

El sujeto se aproxima hacia él, acercando su cabeza, a la cabeza de Em, donde comienza a besarle lentamente hasta seguir bajando, y bajando, pasando por su espalda blanca y al parecer igual de suave que su bello rostro. Hasta llegar a su trasero. El sujeto comienza a besarle hay por encima de la sabana, lo besa lenta y suavemente. Lo acaricia de forma delicada para no despertarlo. Toma con sus manos la sabana y la baja despacio, dejando al descubierto su hermoso trasero.

Él se acerca y le comienza a besar cada muslo, primero está en uno, y luego pasa a otro. Con sus dos manos separa sus muslos, pasando su dedo índice por ahí… por su ano, haciendo que Em se remueva en la cama, pero no se despierta. El sujeto se acerca a su ano, y comienza a lamer cada rincón, saborea cada espacio con su larga lengua. Em comienza a despertar entre gemidos. Parece que lo goza. El sujeto lame como si fuera la última vez que lo haría, mientras sus manos de largos dedos acarician de Em delicada y tiernamente, llegando hasta su espalda, bajando hasta sus mulos de nuevo para acariciarlos y abrirle paso a su lengua.
Em gime, y gime. Y puedo decir que lo está disfrutando.
El sujeto es moreno, muy fuerte y dominante. Tal parece que es el único tipo de sujetos que le saben poner a Em.
El joven moreno disfruta lamer ah Em. Se ve que le gusta, lo disfruta. El sujeto comienza a darle pequeños azotes a Em, al mismo que tiempo que disfruta de su trasero.
Em solo gime, y pide que no pare.
El sujeto deja de lamer y se acerca a la boca de Em, dándolo un muy apasionado beso, es un beso demasiado caliente, diría que se quieren tragar. No sé qué decir del hecho de que el sujeto después de estar pues… disfrutando el trasero de Em, lo bese. ¿Es higiénico? Es lo mismo que me pregunto todo el tiempo en el set. Sé que los actores tienen que estar sumamente aseados para las grabaciones, pero aun así a mí no me llama mucho la atención eso. Diría que yo soy más tradicional.

Después de que dejan de besarse, oh más bien comerse. El sujeto comienza a restregarle su mástil pene en el trasero de Em, haciéndolo pasar entre hay… entre sus dos glúteos por la línea que los divide. Recorre todo su trasero con su pene, mientras le da besos, besos delicados y apasionados en la nuca, haciendo que Em gima. Lo disfruta.

Después Em se libera de los fuertes brazos del sujeto, zafándose de el para después con un movimiento rápido y sigiloso lo avienta hacia la cama haciéndolo quedar boca arriba. Em sube por sus pies, pasando su bello rostro por las muy gruesas piernas del sujeto moreno y fuerte. Hasta llegar a su pene, que sin previo aviso se lo mete a la boca. Parece que Em está desesperado, chupa ese pene como si fuera una paleta de hielo que está apunto de derretirse en pleno verano y la tienes que comer lo más rápido antes de que se descongele, de esa forma lo chupa. Saborea cada parte, desde la punta hasta los testículos del sujeto. El sujeto gime de placer, dando pequeños gritos ahogados, pero se nota por demás que son fingidos, creo que ya puedo reconocer muy bien cuando no son muy sinceros.
Mi pene comienza a despertar de su siesta tan eterna. Lo noto, lo puedo ver resaltarse dentro de mi pantalón de chándal, y está más despierto que nunca.
Y sé que Em fue el culpable… pero no le culpo.

El sujeto avienta a Em hacia la orilla de la cama haciéndolo que quede acostado boca abajo, lo que más me sorprende es que quedo con su trasero hacia arriba-¡Que trasero!- Es un trasero tan magnifico que no puedo explicarlo, en serio. Son tan blancas y redondas y lampiñas que me gustaría mucho poderle devorarle el trasero de la manera en el que lo hizo el otro sujeto. Mis pensamientos impuros me asustan, y más siendo hacia un hombre pero… la calentura es muy fuerte y mejor bajarle oh ya saben, de lo contrario podrías morir.
Saco mi pene de mi pantalón de chándal, y para mi sorpresa sale disparado casi pidiéndome a gritos que lo libere. Ya está soltando el líquido pree seminal, lo noto en la punta de él. Y no dudo en comenzar a masturbarme mirando el firme trasero de Em.

El sujeto lo pone en una posición muy común, en cuatro. Y comienza a introducirle su pene lentamente. Qué raro, no vi cuando el sujeto se puso el condón, y ahora lo tiene puesto. Por lo regular oh por lo menos en la compañía a la que yo trabajo, se ponen el condón y aparece en el video.
Em gime, mientras le da el paso al sujeto para que entre en lo más profundo de él. Em lo mira por sus grandes ojos azules mientras lo penetra y lo único que miro en su mirada es placer y satisfacción. Su boca esta ligeramente abierta y deja escapar pequeños gemidos, gemidos que son música para mis oídos.
Acabo de comenzar a masturbarme y siento que ya me vendré. Em es magnífico.
Mientras lo penetra, el sujeto le da azotes a Em, haciendo resonar por toda mi habitación los sonidos que hace su mano al chocar contra el trasero de Em. Dios.
Em gime, y grita.

Ahora lo están haciendo más rápido, mucho más rápido. Ah Em parece gustarle, se ve que lo disfruta, y esto es mil veces mucho mejor que la mierda que tuvimos que filmar ahora. Ah algunas personas les será muy placentero hacerse daño, pero a mí no.
Em toma la mano del sujeto y comienza a besarle y lamer le los dedos. Metiéndose una por uno a la boca chupándolos. El sujeto se inclina y le comienza a dar besos en la nuca mientras lo penetra. Mi pene agradece esa imagen y por un momento me veo yo en el vídeo haciéndola del activo, yo siendo el que penetra a Em, el que le da placer.
-Oh Em.
No resisto más y de mi pene salen disparados cuatro chorros de semen. Yo pierdo el control, y gimo. Entre dientes comienzo a gemir y sacar aire por la excitación. Con mi mano tomo la sabana con la que antes me cubría y la aprieto mientras que mi pene aún sigue expulsando un poco de semen.
Manche toda mi camiseta blanca de semen. ¡Mierda!
Rápido voy y me la cambio, y me limpio el demás semen que aún tengo en mi pene.
Al llegar a mi habitación aun el vídeo sigue. Ya sé, ya se, me vine muy rápido, pero es que tenía ya muchas ganas.
Cierro el vídeo, y también cierro el ordenador. Lo coloco a un lado de la cama en la mesita, y yo me tumbo en la cama muy feliz y satisfecho.
Es mejor que descanse, estoy agotado. Mis ojos comienzan a cerrarse, ya no los puedo mantener abiertos. Hasta que caigo en un sueño profundo.

-Házmelo- Susurra.
Yo lo miro perplejo y asustado.
Muevo la cabeza hacia ambos lados. Me nievo. ¡Me niego!
-Em…- Murmuro mirando al suelo. No puedo.
-Hazlo- Sube su tono de voz. Es casi un grito.
-No… Em
Em se encuentra parado, frente a mí, en un cuarto oscuro, con muy poca luz. Solo la que entra por la ventanilla de la luna, la fría luna.
Quiere que le golpee, quiere que le haga saber que lo quiero. Quiere que de esa forma se lo demuestre, pero… yo no puedo hacerle eso. Esos ojos entristecidos que tiene, esa mirada tan… decaída y tierna. Se ve mal, parece necesitar ayuda, y yo se la quiero dar. Siento unas inmensas ganas de abrazarlo, de calmarlo.
Me acerco sigilosamente hacia él, mientras que me mira confundido. Intento enrollarlo mis brazos por su cintura, pero el retrocede. Ahora su mirada parece asustada… como la mía.
Levanta su mano derecha y sin pensarlo me da una bofetada. Una muy fuerte, haciendo que se me ponga roja la mejilla. No siento dolor por mí, lo siento por él.
Intento de nuevo acercarme a él para abrasarle. No me importa que él no quiera. Lo miro a los ojos, a esos grandes, suaves ojos azules entristecidos. Trato de calmarle. Inclino me cabeza hacia su mejilla para darle un beso, un beso que le tranquilice. Pero el de nuevo me vuelve a dar otro bofetón. Esta vez aún más fuerte. Rápidamente me llevo mi mano hacia mi mejilla. No estoy enojado, no me siento así. La mirada de Em ahora es vengativa, sus cejas gruesas ahora están muy cerca de sus ojos, haciendo que choquen contra sus largas pestañas.
Em… mi niño triste.
Se acerca hacia mí y me toma fuertemente del cabello, haciendo bajar mi cabeza hacia su rostro, quedando muy cercas de sus labios, esos labios tan carnosos.
No hace falta que ninguno de los dos hable. Todo es silencia en la habitación, habitación de no sé dónde mierda es, oh donde se encuentra. Lo único que escucho son las respiraciones agitada de Em.
El hace que nuestros labios se unan, pero solo eso. No abro mi boca para besarle porque siento que eso no es lo indicado, no ahora. Y Em tampoco abre su boca, solo une nuestros labios. Quedando pegados, unidos.
Mueve sus labios, haciendo abrir su boca, sintiendo su aliento, su aliento fresco en mi nariz. El sentir el rose de sus labios contra los míos es tan…. Es tan inexplicable, es como si sintiera que beso a un ángel. Son tan suaves, tan tiernos que no dudo en plantar le un beso en sus labios, un beso suave y delicado tan delicado como el, como Em. Introduzco mi lengua lentamente en él, sintiendo su su lengua contra la mía. Siento en mi labio inferior un dolor fuerte, muy fuerte, Em me está mordiendo de una manera impresionante, pareciera que me lo quiere arrancar, trato de separarlo aventándole cuidadosamente hacia atrás. Yo me quejo, y ah como puedo le pido que por favor pare, pero él no se ve dispuesto a parar. Levanto mi brazo derecho y en un movimiento involuntario le doy un fuerte golpe en la cabeza haciendo que Em caiga derrotado.
-¡No! ¡Em!- Grito con mi labio desangrándose.
Pero él no responde. Lo asesine.

-¡Noooo!
Me despierto sobresaltado, abriendo mis ojos de repente. Estoy sudando a chorros, la almohada esta empapada y pegajosa. ¿Qué mierda acabo de soñar? En este momento me siento como si estuviera en otro mundo diferente, oh mejor dicho en otro universo, me siento como perdido, como si fuese la primera vez que duermo en mi habitación, como si conociera nada.
Rápido muevo mi cabeza hacia los lados haciendo que vuelva a la realidad. Doy un suspiro y me siento en la cama masajeándome mi frente.
¿Qué fue todo eso?

Mi café esta amargo y frió, sabe de lo peor. Estoy sentado en la grande y solitaria mesa. Frente a mi tengo el periódico del día de hoy. Estoy leyendo un artículo sobre lo mal que esta la economía. No puedo evitar sentirme muy viejo para mi edad, sumamente viejo. Lo cual me parece irrelevante ya que tengo veinticuatro años, oh bueno ya casi veinticinco, en mayo los cumplo.
Quizás este muy necesitado de afecto, o no lo sé pero ni siquiera a mí me queda claro el por qué Em me llama tanto la atención. Nunca había sentido algo así por una persona de mí mismo sexo, y eso que miren donde trabajo. Pero Em, no lo sé hay algo que me cautiva. Con el ya no pienso como pensaba hace una semana que solamente quería sexo, quería satisfacerme y darme placer. En sus ojos miro tristeza, miro lo mismo que miro en los míos cuando me paro frente al espejo, veo la soledad en él, veo que en su vida hay algo que le hace falta como a mí, quizás no sea lo mismo, pero puedo apostar a que es casi lo mismo.
Puedo notar que él quiere tratar de ocultarlo, pero no lo logra. Esos grandes ojos azules solo reflejan tristeza. Tal vez él y yo nunca podamos ser… nunca podemos ser como una pareja. Pero puedo ser su amigo, puedo ayudarle, puedo salvarle y seguramente el igual a mí. Necesito a un amigo en el mundo, necesito ah alguien con quien platicar, con quien reír, con quien… lo que sea, pero lo necesito. Si estoy solo por más tiempo voy a enloquecer. Hace cinco años lo único que quiera era estar solo, quería que el mundo me dejara en paz, que nadie más se preocupara por mí, quería desaparecer y solamente tener un poco de privacidad, y hoy, hoy simplemente me siento sumamente feliz cuando llegar los mormones ah hablarme de religión.

Tengo que pasar frente al espejo quiera oh no quiera por que se cruza en mi camino. Es un espejo grande muy grande que está colgado en pared, no sé qué estaba pensando cuando lo compre, pero hoy solo quiero sacarlo de la casa para yo no ver mi triste y fría cara.
Trato de caminar lo más rápido que puedo y pasar al espejo sin mirarlo. Pero fallo solemnemente.
Me quedo hay parado frente a él mirándome como estúpido.
¿Qué es lo que veo? ¿En qué me eh convertido? ¿Quién soy ahora?
Mi mente se bombardea de preguntas, preguntas que hace que se me ericen los bellos de la piel. Lo único que veo frente al espejo es a un joven ya no tan joven. Ni pareciera que tengo veinticuatro años, parezco ya de cuarenta. Se supone que debería de estar en mis mejores años, pero al parecer ya me pasaron y nunca los pude ni siquiera reconocer. Mi cara esta ceniza, mi tés antes la miraba como un bronceado, un moreno muy, muy claro, según como me decían algunas personas, mi tono de piel era perfecto. Ahora… ahora parezco un fantasma. Mis ojos tienen bolsas que les cuelgan, como las del señor Willy, él era un anciano que le gustaba sentarse en el parque y mirar a las mujeres pasar y decirles incoherencias. Tengo un poco de barba ya que van tres días que no me afeito. Mi cabello está un poco despeinado, oh mejor dicho un mucho, y esta largo haciendo que me caiga el copete por la frente. Ya no soy quien era antes.
Subo al automóvil y comienzo a conducir. Hoy es un día soleado de marzo, el clima parece que es perfecto, y para mi suerte no hay tanto tráfico. Pero todo sería sumamente hermoso si no fuera por mi rostro que arruina todo. Mi amargado y frió rostro.
Al llegar al set nos avisan que hoy tomaremos unas fotos a los actores de ayer. Y no puedo evitar sonreír internamente el saber que le tomare fotos a Em. Mi estómago se revuelve pero no de una manera mala, si no buena, como de ansias.
Al paso de unos quince minutos llegan los actores ya listos los dos para las fotos. Hay esta, hay esta Em, se ven bien, todo sería perfecto, su piel se ve tan perfecta. Su cuerpo simplemente es inexplicablemente sexy, su sonrisa se ve radiantes y sus dientes muy, muy blancos. Es como ver a un atleta combinado con un ángel. Todo sería perfecto de no ser por dos cosas que hacen que mi corazón tiemble. Sus ojos que se siguen viendo tristes y solitarios, y su atuendo. Que es como un bóxer de cuero muy apretado y lleva una correa, una correa como de perro que tiene picos en la parte de enfrente. No me gusta eso, me aterra.
El director da la señal de tomar las fotos, y Em se arrodilla frente a él, frente al sujeto rubio y alto… Patrick recuerdo que se llama. Em baja la vista hacia sus pies, mientras que Patrick lo mira dominante.
Los bellos se me erizan y siento los fuertes latidos de mi corazón. Em… mi pobre ángel.
Una flashazo hace que me encandile.

La sesión ya ha acabado. Y en la primera oportunidad que tengo de poder irme lo hago. Ya no soporta más esto. La cabeza me da vueltas y estoy encandilado debido a tantos flashazos.
Voy a paso rápido hacia la salida.
Al llegar a la salida debí abrir la puerta de cristal, pero escucho pasos, oh más bien, como si alguien viniese trotando.
-Cesar- Escucho en un eco mi nombre detrás de mí.
Yo conozco esa voz, esa dulce voz. Es Em.
-Cesar- Me grita para que me detenga.
Yo me quedo helado solo mirándole aproximarse. Mi corazón late fuertemente.
Al llegar al mío Em respira profundamente.
-¿Recuerdas lo que me dijiste ayer? ¿De lo de salir?- Pregunta en un tono tan dulce, casi empalagoso que hace que me ponga rojo.
Siento un alivio al escuchar que ya no me habla como si estuviese hablando con un anciano.
Yo asiento como estúpido.
-Sí, sí. Lo recuerdo- Balbuceo.
Acabo de perderme en sus ojos. Oh mejor dicho en su mar, su mar tan azul.
-¿Podes hoy?- Pregunta impasible.
También él se ha puesto rojo, lo noto. Tampoco sabe a dónde ver, así que desvía su mirada de la mía hacia sus pies.
Oh… Em.
-Si- Murmuro.
Una sonrisa aparece en mi rostro. Como cuando sacas a un niño al parque.
-Pues vamos.
También aparece una sonrisa en su rostro, haciendo que se le marquen unos hoyuelos, en su hermoso rostro.
Y los dos salimos por la puerta de cristal.

No puedo explicar cómo me siento ahora, pareciera que eh vuelto a ser un niño… un niño feliz.

3152 Lecturas/1 octubre, 2018/0 Comentarios/por sexosintabues
Etiquetas: abuela, joven, parque, semen, sexo
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