EL VALENCIANO Y EL LINDO MARACUCHITO 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de recibir varias veces al maracuchito de 19 años en mi ciudad (dos de esas detalladas en mis relatos) venía la Semana Santa, que en Venezuela es una fecha para viajar, pensaba ir a la playa con mi novia y su familia, pero el maracuchito tenía otros planes, dijo que su residencia iba a estar sola, así que por qué no pasaba la semana santa con él, allá en Maracaibo, sólo imaginarme nueve días con ese chamito a mi total disposición era alucinante. Como mi novia había planeado todo sin mi consentimiento (cosa que hacia cada vez) le dije que este año yo cuadraría las vacaciones y tomando en cuanta que mi tía de Guárico (un estado llanero de Venezuela) estaba enferma nos iríamos para allá (sabía que ella odia el campo y también a mi tía) así que como era de suponerse armó el señor lío, nos molestamos y para mejorar la cosas cedí diciéndole que ella se fuera a la playa y yo me iría a casa de mi tía. No le gustó mucho la idea, pero sólo por no ir al campo accedió.
Hecho esto mi novia se fue a la playa (Margarita) y yo en vez de ir a Guárico me fui a Maracaibo, llegué a allá recibido por el maracuchito, y nos fuimos a su residencia ubicada en una zona céntrica de la ciudad, era una casa grande dividida en anexos, en uno de ellos vivía él… al entrar vi que era cierto, todos se habían ido de vacaciones, así que teníamos la casa sola para los dos. Ese primer día fue la primera vez que tuvimos sexo fuera de aquel hotel del centro de Valencia, todo más cómodo y sin límites de tiempo, en Maracaibo hace muchisimo calor y aún con la presencia del aire acondicionado, se siente la alta temperatura, por tal razón andábamos los dos sólo en boxer… yo me sentía tan desinhibido que no perdía oportunidad de tomar sus nalgas, y de ponerlo a mamar a cada momento, y a él le encantaba… lo que más me gustó fue ver televisión mientras él placenteramente me hacía sexo oral… iban dos días fenomenales de sexo básico, es decir, mamadas y penetraciones de mi parte.
Las vacaciones iban bien, pero al tercer día todo cambió, eran como las diez de la mañana yo andaba cómodamente en boxer por la casa, cuando alguien llegó, era un chamo como de 18 años, moreno claro, muy delgado, cabello rapado, huecos en ambas orejas y cara de serio, vestido con franelilla negra y bermudas caídas que dejaban ver su ropa interior. Al ver que entró me sentí invadido, mi vida gay era exclusiva con el maracuchito, ahora un extraño me encontraba en esa situación. El chamo entró me miró como si nada y luego saludó al maracuchito, este último me explicó que ese chamo se llamaba Miguel y que vivía ahí, se había ido a la playa pero se peleo con alguien y volvió. Ya yo no me sentía tan cómodo, Miguel era de poco hablar, aunque vi como trataba con confianza a mi maracuchito, el primer día casi no lo vi, el segundo conversé con él casi por diplomacia, me dijo que no era de Maracaibo sino de Barinas, y que estaba estudiando, también me preguntó si me gustaba cogerme al chamito, yo le dije muy cortado que sí, y él respondió que igual, creí que quería molestarme, así que evadí la conversación y me fui, esa tarde estaba molesto (internamente creo que celoso) vimos televisión los tres y vi la confianza entre ellos dos, entre detallar vi que Miguel era muy simpático, su cuerpo bronceado, atlético y su cara de bravo bien característica pues tenía el rostro fino adornado por cejas muy gruesas, sin haber terminado la película me levanté y le dije al maracuchito que nos fueramos a dormir ya que tal vez me iría mañana temprano… él se levantó preocupado y se fue conmigo.
Al entrar en la habitación me preguntó que por qué me iría antes, sin decirle nada lo tumbé sobre la cama y comencé a besarlo, le quité el boxer, lo puse boca a bajo le tomé las nalgas que tanto me gustan, las amasé un rato y luego comencé a comer ese rico culo que ya era tan familiar para mi, me desnudé y lo penetré de un sólo jalón produciendo un leve grito en el chamito, lo penetré con fuerza hasta acabar dentro de su culo, me derribé sobre él mientras mi pene salía lentamente acompañado por una gran carga de semen. Estaba cansado y algo contrariado, cuando de pronto Miguel se acostó justo al lado de nosotros y comenzó a besar el hombro del maracuchito (él lo había visto todo desde la puerta) cuando yo estaba a punto de sacarlo del cuarto, se quitó el boxer mostrando un pene mucho más grande que el mio totalmente erecto, comenzó a acariciar al chamito rozándome levemente, luego se paró de la cama, levantó al maracuchito y lo puso a mamar delante de mi, el chamito me veía de vez en vez y seguía con su trabajo, mientras Miguel no paraba de verme con su cara de malandro, hasta que me dijo "quieres probarlo tú" ya yo se lo había mamado al chamito pero era diferente, esta vez estaba en una posición menos ventajosa, aún así accedí me agaché junto al maracuchito y se lo mamé a Miguel un buen rato, luego tomó al maracuchito inclinado levemente con las manos en la cama y lo penetró suavemente, ya que estaba lubricado por mi semen, mientras lo penetraba contemplé su cuerpo largo y definido penetrando a mi maracuchito, y él disfrutaba y me veía.
Después de un rato penetrándolo me dijo que deseaba penetrarme a mi, yo me negué y me dijo que de dejarme, él se dejaría penetrar por mi, en el fondo quería probar esa experiencia también, así fue como imité la posición del maracuchito, Miguel se salió del maracuchito a quien le pidió que me lamiera el culo, este lo hizo de una forma riquisima, mi pene seguía super parado, hasta que sentí como el pene de Miguel comenzó a entrar, poco a poco, me dolía mucho pero aguanté, entraba y lo dejaba, luego lo metía un poco más y lo dejaba, así hasta que entró la mitad, lo sacó y volvió con la mitad, hasta que diez minutos después ya tenía todo adentro, el dolor era impensable pero sólo aguantaba, hasta que lo sacó y comenzó con el bombeo penetrándome primero suave y luego como un desquiciado, cuando ya estaba acostumbrado el maracuchito comenzó a besarme, se veía que estaba disfrutando todo, pasado un rato Miguel se detuvo y sentí como se corría dentro de mi (no lo voy a negar fue placentero)
Aún cuando estaba cansado y adolorido debía ir por mi recompensa, me puse de pie y comencé a besar a Miguel, acaricié todo su cuerpo incluyendo su pene dormido, y sus nalgas que no eran tan ricas como las del maracuchito. Lo acosté en la cama y comencé a comerle su culo hasta dejarlo bien mojadito, luego lo puse boca arriba con sus piernas llegando hasta mis hombros y lo penetré duramente, comencé a moverme en círculos sintiendo el segundo culo masculino que penetraba, mientras el maracuchito comenzó a mamar su pene que ya volvía a la vida, luego saqué mi pene, puse a Miguel boca a bajo y lo penetré más fuerte acabando un rato después. me acosté sobre él mientras besaba su cuello y le metía mano por todas partes. Al cabo de un rato se paró y se fue, esa noche no podía dormir, me dolía un poco el trasero y no dejaba de pensar en lo sucedido, así que a horas de la madrugada me desperté abracé al maracuchito, metí mis manos en su boxer y me dormí acariciando sus ricas nalgas.
El resto de la semana fue alucinante, tuve sexo con el maracuchito, con Miguel y con ambos a la vez. El problema fue que olvide avisar a mi tía de Barinas, así que mi novia llamó y ella le dijo que yo no había ido para su casa, inventé mil excusas pero hasta hoy mi novia cree que tengo otra mujer y la engaño, que equivocada está hehehehe…
Relato 100% real, espero su comentario.
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