EL VALENCIANO Y SU MEJOR AMIGO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Al volver a casa de mis padres estaba medio melancólico, pues pasar la navidad solo es difícil, y aunque la chica con la que vivía era una odiosa, tenía sexo con ella siempre, además tengo meses sin ver al maracuchito y por ende no he tenido encuentros gay tampoco. Durante la navidad me reencontré con mi amigo del liceo Victor, somos muy panas pero durante mi noviazgo nos distanciamos un poco, él tiene como 27 años, cabello medio largo, buen cuerpo aunque no hace ejercicios, y con cara de no saber nada, aunque es medio listo. Aclaro que nunca había tenido deseos sexuales hacia él, y eso que nos conocemos desde los 15. Yo estaba recién separado de mi pareja, él andaba detrás de una chama que no le paraba bolas, así que los dos estábamos solos en navidad, durante el mes salimos varias veces a tomar cervezas y hasta donde las putas.
Pero el 24 yo andaba más deprimido, pues durante la cena vi a todos mis hermanos acompañados y yo solo, lo llamé y a eso de las 2 am. estaba en mi casa, seguimos tomando y jugamos play un rato, luego quité el play y encendí la televisión en esos canales de pornos de muchacho, con escenas censuradas pero cachondas. Mientras veíamos la película le dije "quiero tener sexo" el ni se inmutó y me dijo que un 25 de diciembre a esa hora era imposible conseguir unas putas, luego le hice saber que estaba muy ebrio, no lo estaba pero quería justificar mis futuras acciones, y después le dije "en serio quiero sexo, yo tengo como un mes sin sexo de verdad y tú también, qué tal si le damos" él dejó de sonreír, se levantó y me dijo "coño Santiago, sí que estás curdo" creí que se marchaba, no haría nada para detenerlo tampoco estaba tan desesperado, pero él mismo se detuvo y preguntó muy serio "¿no lo sabrá nadie verdad?" yo le hice ver que ambos teníamos mucho que perder si eso pasaba, le invité a mi cuarto para cuadrarlo mejor, ya todos mis hermanos se habían ido y mis padres estaban dormidos. Entrando a mi cuarto Victor se veía nervioso pese a que había entrado ahí miles de veces, nos sentamos en mi cama y le dije que debíamos plantear ciertas reglas, todo esto para hacerlo más infantil y sentirnos como cuando eramos chamos. La primera era que nadie nunca debía saberlo, la segunda que ambos seguiríamos nuestras vidas heterosexuales ya que sería sólo una probadita, la tercera era que lo que uno hiciera el otro también lo haría pues ambos somos varones, a todas estas el no sabía ni sabrá que ya yo había tenido sexo con tipos, y la última era que si nos gustaba la cosa jamás volveríamos a pasar hambre, es decir que cuando uno quisiera el otro estaría disponible, esa última la plantee yo jejeje.
Al ambos haber aceptado las reglas procedimos a sentarnos en la cama, le dije que iniciáramos con caricias, y así lo hicimos para romper el hielo, yo estaba relajado pero él medio tenso. Luego nos quitamos las camisas, y seguimos con las caricias, le dije ahora fuera los pantalones, y así lo hicimos ya yo estaba erecto, Victor no mucho, ya quería volarle el boxer pero se me acerco y me dio un tímido beso, eso sí me tomó por sorpresa pues nunca un hombre me había dado un beso tierno, eso me asustó un poco, así que lo tomé y le di un beso profundo para restarle sensibilidad al momento, entre ese beso las caricias se intensificaron, tanto que lo toqué sobre el boxer y estaba a reventar como yo, ahí nos detuvimos y le dije que era momento de quitarnos los boxer, sería primera vez que nos viéramos en cueros, ambos lo hicimos a la vez y pude ver el pene de mi amigo, de tamaño era como el mio pero medio curvo, nos quedamos un rato contemplando nuestros penes y acariciándonos la espalda, ya ahí no había vuelta atrás. Le dije que era raro pero quería hacerle sexo oral, Victor no podía ni hablar sólo afirmó con la cabeza, al principio fui tímido, no quería mostrarme como un experto, pero a los segundo ya tenía todo su pene en mi boca, era delicioso, pero sentí que mi amigo estaba a punto de correrse, así que me detuve y cuando lo vi a la cara estaba todo en éxtasis, me pidió que no parara, pero le dije que era su turno, él iba a hacérmelo ahí sentados pero me paré e hice que se arrodillara en el piso, al parecer no quería pero apenas metió la cabeza yo lo tomé por la nuca y se lo metí hasta el fondo, no lo hacía muy bien pero yo estaba gozando un mundo, sólo al ver a mi amigo de toda la vida mamandomelo, pasó un rato y yo mismo lo puse de pie.
Ya a estás alturas las caricias eran más intensas, Victor tiene muy buenas nalgas, él evita tocarme el pene, pero yo no disimulo mi entusiasmo y le meto mano por todas partes incluyendo su par de nalgas, le dije que era el momento de tener sexo de verdad, que por mi parte no quería parar ahí. Preguntó qué haríamos ahora y le dije que penetrar, yo había mamado primero así que me tocaba penetrarlo primero, no le gustó mucho la idea, pero aceptó, lo acosté en la cama boca abajo, y comencé a acariciar sus nalgas lindas y gorditas, luego lo limpié con unas servilletas, y le dije que ahora estaba muy seco, como quien no quiere la cosa comencé a lamerle su culo, toda una delicia, él estaba inmóvil pero pude ver como ante algunas lamidas se estremecía un poco, al tenerlo bien húmedo le metí poco a poco un dedo, lo oía quejarse pero por pena no decía nada, al cabo de un rato le metí dos y le daba durísimo, al tenerlo así me paré subí sobre él, besándole toda la espalda, lo bese en el cuello y se lo comencé a meter poco a poco y sin condón, él sólo arrugaba la cara sin abrir los ojos, al tenerlo todo adentro me quedé un rato ahí, sintiendo el calor y la estreches, mientras tanto lo besaba y le acariciaba sus gorditas nalgas, al verlo más relajado comencé el mete y saca, yo estaba super excitado y Victor lo estaba disfrutando, no voy a mentir, no aguanté mucho era irreal la situación acabé dentro de él y me quedé tirado sobre su espalda hasta que mi pene solo salió. Al levantarme sentí que me había corrido como diez veces.
Mi amigo inmediatamente se levantó con el culo lleno de mi semen, y mientras yo intentaba hacerme el loco, me dijo "Santiago es mi turno" me acostó en la cama e imitó mi procedimiento, al cabo de un rato lamiendome el culo me lo metió de un solo golpe, e inmediatamente inició sus envestidas, yo fui mucho más considerado con él, me dolió un poco pero saber que era Victor al que tenía encima me calentó mucho, tanto que mientras el acababa en mi culo yo ya tenía otra erección, él acabó como un litro en mi culo, y se lanzó al lado en la cama, yo me di vuelta y sin preguntarle lo incliné para que me lo mamara otra vez, medio confuso lo hizo y acabé rápidamente en su boca, el se molestó un poco y le aclaré que estaba en las normas, que si quería yo también lo haría, pero él estaba muy cansado.
Me quedé dormido muy feliz hasta que veinte minutos más tarde me despertó y comenzó a hablar sin parar de lo que habíamos hecho, de cómo nos habíamos atrevido a tanto, si eso nos transformaba en gays, y que era raro lo que sentía. Yo le dije que era sólo sexo, que no eramos gays pues seguiríamos teniendo sexo con mujeres, y que a mi me había gustado para ser la primera vez con un tipo, el me dijo que también, y yo agregué que mas bien habíamos perdido mucho tiempo. Dormimos un rato más, luego el se levantó se duchó en mi baño, yo quería entrar pero me pareció mucho para la primera vez, luego se vistió y se quedo sentado aún en mi cuarto, yo me levanté me bañe, me vestí y me senté a su lado diciéndole "Creo que ahora si somos los mejores amigos" me vio como incomodo, yo no podía dejar que se fuera creyendo que jamás conversaríamos sobre eso, así que me levanté, lo abracé, sujeté fuertemente sus nalgas y lo besé, al principio no quería pero luego me correspondió. Se fue a su casa mientras yo cambiaba las sabanas que estaban hechas mierda.
Mi navidad mejoró gracias a ese encuentro, aunque estuvimos dos días sin vernos, el 28 nos volvimos a ver esta vez en su casa donde la pasamos muy bien. En menos de diez días hemos tenido sexo como 12 veces, ya es excelente mamador y sus nalgas siguen siendo ricas. Si desean cuento más.
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