EL VARÓN DEL ASCENSOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno empiezo contándoles que me llamo, Anderson actualmente vivo acá en la ciudad de Bogotá tengo 23 años, soy de tez clara, y el frio hace que siempre tenga las mejillas rojas, gracias al gym he obtenido un culo bien formado, y duro, antes era una tabla.
Pero bueno uno es feito pero hay que ayudarse un poco.
No soy afeminado ni pretendo serlo, soy todo un varón, tal cual me criaron, y me gusta portarme así.
Pero no puedo pelear con mis gustos, preferencias deseos.
Para eso del 2014 me vine a vivir a Bogotá porque empezaba mis estudios de universidad, entonces me vine a vivir con una tía, a su apartamento acá en el norte, vivíamos muy cómodos, mi tiempo pasaba entre la universidad, trabajos con compañeros y estar con mi primo en el apto, ese era mi diario vivir, lo normal de un universitario.
Cada vez que regresaba de la universidad, y llegaba al conjunto, saludaba al vigilante y subía al ascensor, siempre me encontraba a una estampa de hombre, no sabía su nombre pero era un tipo muy elegante siempre vestía de chaqueta negra con el logo de la empresa donde trabajaba, tenía una barbita de ensueño y unos ojos color miel de ataque, él era frio no saludaba cuando entraba, siempre estaba hablando por celular, nunca le dirigí la palabra siempre lo veía ocupado y nuestros encuentros eran en el ascensor.
Así iban pasando los días llegaba un diciembre más, me regresaba a mi ciudad de origen, todo normal, después de pasar esa vacaciones y de oxigenarme un poco con la familia y amigo debía devolverme a la fría Bogotá a retomar mis estudios, un tercer semestre que parecía prometedor, pero al llegar donde mi tía, ella me tenía una noticia, mi otro primo regresaba a la casa por lo tanto el curato que yo tenía debía desocuparlo porque él se iba a tomarlo nuevamente, esa noticia me dejo sin opciones, pero mi tía sorpresivamente me tenía una solución, me dijo que unos de los vecinos del piso de arriba está buscando para que ocupara un cuarto, y pues en la tarde me acompañaría a ver cómo era la cosa, en la tarde cuando regrese mi tía me dijo que subiéramos para ver lo del cuarto llegamos a la puerta 211 (jamás en mi vida olvidaría ese número) tocamos la puerta y abrieron, y hoooo sorpresa el macho enorme del ascensor, no lo podía creer, que era él.
Nos hizo pasar ahí por primera vez escuche son tono de voz claramente era todo un varón, mi tía le explico todo y lo que necesitaba ellos dos hablaban mientras yo me queda mirándolo.
Era inevitable.
El acepto todo y entonces dijo: -por mi te puedes venir hoy mismo-.
Yo no lo dude ni un segundo, esa misma tarde me mude, me dejo la llave y me dijo que regresaba en la noche, que me fuera acomodando.
Su apartamento era muy elegante y mi cuarto me era mejor que el que tenía donde mi tía era más grande y más cómodo.
Ya en la noche estaba cenando en la mesa yo solo, estaba cansado por lo del trasteo, cuando escuche que abrieron la puerta, era él acababa de llegar del gym, Dios ese man estaba realmente bueno, me saludo y me dijo: oye yo si decía que te había visto, eres el muchacho que siempre veo en el ascensor cierto?
Yo: claro soy yo
Él: y que tal como estuvo el trasteo
Yo: pues ahora es que estoy descansando y comiendo algo, y ya casi me voy a bañar
Él: ha bueno! Yo si me voy a dar una ducha de una.
Acto seguido se quitó la camisa en frente mío.
Uffff quería morirme ahí mismo, es el fitness boy más marcado que haya visto, tenía un par de pectorales enorme acompañados de unos pezones rosaditos, ni hablar de su grupo de abdominales y una línea de vellos finos que bajaba hasta su paquete que se marcaba con la sudadera que tenía puesta, su brazos estaban bien trabajados y eran gigantes, y cuando dio la vuelta vi su tatuaje de una brújula en su espalda, les confieso que casi me atraganto con lo que estaba comiendo, sabía que de ahora en adelante íbamos a estar los dos solo, pero también sabía que no pasaría nada pues él era todo un macho heterosexual así que no tenía, esperanzas con él.
Solo me limitaba a mis pensamientos.
La convivencia con él fue trascurriendo, los fines de semana lo veía hablando por su el con su torso desnudo y en ocasiones lo vi abriendo la nevera en boxers y a él no le importaba nada, pero casi no hablábamos.
Un sábado por la noche lo escuche llegar en la madrugada, abrí un poco la puerta y lo vi venia borracho y en el sofá una chica muy hermosa que había traído, como a él no le importaba nada ni que yo estuviera ahí, se follo a la chica en el sofá esa faena la puede ver solo de reojo, luego la cargo y la llevo a su habitación y allá le dio bien duro, el sonido que producían se escuchaba en todo el apto.
En los meses siguientes me acostumbre al desfile de mujeres que llevaba al apto.
Y las faenas sexuales de ese macho incasable.
Un sábado por la noche, llovía mucho en Bogotá como siempre estaba solo en el apto, veía televisión en la sala, de pronto llego Samuel ese era su nombre.
Me saludo puso las llaves en la mesa, fue a la cocina y saco algo de la nevera se sentó en el sofá.
Él: que ves?
Yo: nada aquí pasando el rato, y eso porque usted regreso temprano.
Olía alcohol.
Él: la maldita lluvia no me dejo concretar la vuelta.
Yo: alguna chicha
Él: una hembra que tengo pendiente por ahí, pero la desgraciada, me dejo con el wuevo parado.
Yo: jajajajajajaja (este man no tenía reparos en decir la cosas, le importaba nada)
Él: pero ahora me bajo esa arrechera, lo malo es que a mí no me gusta pajearme siempre busco a alguien que me saque mis flemas.
No podía creer que ese man tan serio, un empresario como el hablara de esa forma, pues lo veía muy formal.
Yo simplemente me reía haciéndome el loco.
Y después empezó con la preguntadera que yo sabía para donde iba.
La típica charla del macho heterosexual que quiere ver que pesca.
Él: y tu que no tienes novia, si tienes puede traerla al apto, yo no me molesto.
Yo: no, no tengo novia, estoy solo.
Él: uy chino si usted se ve que es repinta porque no tiene novia, o es que acaso le gusta probar otras cosas.
Yo: jajajaja si puede ser yo siempre estoy abierto a cualquier cosa.
Él: osea que usted es el que me a bajar el fierro.
Y sin pensarlo me mando un beso, yo quedé perplejo, lo seguí besando ese man creía que yo era una hembra me besaba fuerte el cuello orejas y se me acerco al oído y me dijo:
El: uyyy mono hace rato te tenía ganas, siempre quería hacerte mio.
Ufff empezamos quitarnos la ropa, lo tire al sofá y empecé a mamar su pezones, baje hasta sus abs y ufff el me decía: vamos bebe mamamela, aquí esta lo que quieres.
Su verga era enorme había entendido porque tenía tanta suerte con las chicas, votaba mucho liquido preseminal, estaba todo depilado, le lamí sus bolas mientras ese macho resoplaba de placer, no olvidaría nunca su cara de placer, luego rápidamente me abrió de piernas y dijo:
El: papi déjame verte ese hoyito… ufffff bebe tienes un culito bien pechichón así como a mí me gusta, me empezó a darme lengua y rosaba su barba uffff me quería morir del placer, que delicia (mis experiencias con manes había sido tan frustrantes que le había perdido la ganas al sexo con chicos), así duramos un buen rato hasta que se paro fue a su cuarto y trajo un lubricante, se lo untó.
Yo: espera y el preservativo?
Él: cual preservativo? Vas a llevar verga de la buena y esa es la que es sin condón así que no pienso usarlo me gusta más asi.
Yo pensé, pero la calentura me gano y lo deje, boca arriba en el sofá, lo veía como la metía suavemente hasta que la metió toda, dolía mucho, pero ver su cara de placer despejaba cualquier dolor, y empezó con el mete y saca hasta que empecé a sentir ese placer anal me decía que gimiera que nadie me iba a oir, yo le hice caso y gritaba para él
Él: eso bebe así, que rico culo tienes, vas a ver cómo vas a quedar bien preñada.
Su vocabulario sucio me daba más placer.
Después me puso en cuatro ahí si me dolió mas esa posición fue dolorosa así que le dije que mejor lo cabalgaba.
Y lo monte, el retorcía los ojos del placer y agarraba mi cintura bien fuerte.
Yo no podía creer que le estaba dando placer a ese macho, luego me cargo y me llevo a su habitación ahí me dio bien duro hasta que se me acerco al iodo y me dijo: – me voy a venir.
Y de repente sentí las contracciones fuertes de su miembro y sentí algo caliente dentro, entendí que ya había eyaculado, y se quedó un rato adentro mientras se ponía flácido.
Me lo saco y se acostó con los brazos abiertos.
Él: uffff man culeas igual que una mujer, me sacaste toda la leche.
Mi culo derramaba su leche, el me beso mientras me restregaba el semen que salía de mi culo, con sus dedos.
Él: me encanta como me lo haces, esta va a ser la primera de muchas.
Al día siguiente en la mañana amanecí en su cama, me di la vuelta y lo desperté con un beso, el me correspondió.
Él: como amaneces, mono te duele el culo, porque voy por un mañanero así que prepárate.
Y de una me la metió ya mi culo estaba bien abierto así que el dolor fue menos intenso, yo lo disfrutaba mucho mientras él me penetraba le chupaba sus pectorales, el de nuevo eyaculaba dentro de mí.
Bueno y los meses siguientes fueron así, me follaba cada vez que podía y yo nunca me le negaba, como no le iba a dar placer a ese macho insaseable me había convertido en su mozo, cuando llegaba ebrio de tomar con sus amigos, entraba a mi cuarto y así brusco como era él me hacia el amor en mi cuarto y dormía conmigo.
En las mañanas como había días que coincidíamos en levantarnos temprano me iba a buscar y me llevaba a su baño.
Él: mono porque no me das una mamada antes de irme al trabajo.
Yo obedientemente le succionaba hasta las huevas y él me decía, uffff bebe eso trágate toda mi leche es toda tuya, así estuvimos hasta finales de años.
Luego a él lo llamaron de unas de la sedes de la empresa para la cual trabajaba debía radicarse en Medellín, asi que se fue, luego me mude a otro lugar y por un tiempo, supe de él, me daban ganas de escribirle pero lo vi ennoviado y me dije a mi mismo es el momento de dejarlo y que viva su vida, no lo moleste más ni he vuelto hablar más, si él quiere algo de nuevo, será él quien lo venga a buscar de lo contrario no pasara.
Pero créanme que nunca olvidare cada culiada que ese hombre me dio, su seriedad su aspecto varonil, su crudeza y el hecho de que después que todo fuera bajo perfil y discreción el resto le importaba.
El si era un verdadero macho follador, todas mis pajas son inspiradas en aquellos momentos de placer que me hizo vivir.
Espero que le haya gustado mi relato, disculpen que sea largo, pero les conté todo lo que ocurrió, y me gustaría por favor que dejara su comentario.
Y nunca pierdan las esperanzas con aquel que se ve imposible, recuerden que siempre hay oportunidades que no debemos desaprovechar.
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