El vaso de agua y Pedro
Como una simple caída cambió la relación que tenía mi amigo conmigo.
Llevo conociendo a Pedro como por un año. No es ese típico amigo de toda la vida que lo viste crecer y el te vió crecer a ti. Pedro mide 1,80, tiene pelo castaño, tiene ojos claros y es blanco. La verdad es que era de los chicos más guapos que había conocido.
A los dos nos gustaba el baloncesto, así que jugábamos mucho. Si han jugado baloncesto saben que es un deporte de mucho contacto.
Un día cuando estábamos jugando algo cambio en mí. No se porque pero ese día lo vi mas lindo, con esa sonrisa contagiosa y ese pelo descuidado que tan hermoso se le veía.
No podía creer lo que me pasaba, estaba alterado y nervioso, sin saber por qué. El lo noto y me pregunto que pasaba. Me invente que se me habia olvidado descongelar una carne del refri que mi madre me había mandado y se lo creyó.
Después me dice:
– Bueno ya, si no descongelaste la carne antes no lo harás ahora, a jugar que te quiero ganar
– Yo:- Ni en tus sueños me ganas hoy, vengo inspiradisimo.
– Pedro:- O sea que desobedecer a tu madre te inspira jajaja, bueno vamos ya.
Me terminó dando una paliza, de 5 juegos que jugamos me gano 4 y en el último creo que se dejo.
Le dije:
– Cabrón pero porque jugaste tan duro
Note que se puso nervioso y no sabia porque, despues se despidió rápidamente y se fue. Antes de ir, le vi lo duro que estaba. Yo cuando le dije porque jugó tan duro me refería a porque jugó tan bien. Al parecer el creyo otra cosa.
El otro día nos saludamos y le pregunte porque se fue asi tan raro. Dijo que se le habia olvidado la carne también pero obviamente no le creí.
Ese mismo día la profe de Biología nos mando a hacer una maqueta de un ecosistema en parejas o individual. Como los dos somos muy vagos para hacerla solos, decidimos que yo iba a ir a su casa con algunos materiales a hacerla ya que sus padres no iban a estar allá hasta la noche.
Cuando llegue a su casa me abrió la puerta sin camiseta y con unos shorts blancos muy cortos. Se veía muy bien, demasiado bien que mi mente le comenzó a dar vueltas de manera extraña, muy extraña.
El caso es que fuimos sorprendentemente efectivos. Hicimos la maqueta en una hora. Cuando terminamos dije:
– En una hora lo hicimos, que se joda la de biología.
– Pedro:- Si pero tiene un culo
– Yo:- Solo piensas en eso jajaja
Nos fuimos a jugar a la play el FIFA los 2 en el suelo.
Aquí comenzó todo. Acordamos que por cada partida que uno gane, el otro tiene que cumplir un reto dicho por el ganador. Como le gane la primera le pedí un vaso de agua. El se me quedó mirando con cara de idiota y yo le aplaudía para que se diera rápido. Cuando me lo trajo dijo:
– Como desperdicias esa chance cabrón, me podrías haber puesto algo más difícil
– Agradeceme mejor.
– Bueno gracias Mister Amable, pero a mi no me lo vas a agradecer.
Cuando me lo iba a dar se tropeco y cayo encima de mi polla tanto el como el agua. Sentía pequeñas vibraciones en mi pene, como si estuviera a punto de tener una erección. Se me estaba parando y lo sentía pero junto antes de que se notará el se paró y lamentando el desastre busco el trapeador.
Cuando fue a buscar el trapeador ya se me había parado completamente, y ya como estaba mojado en esa zona era imposible esconder la erección, asi que fui al baño e intente hacerme una paja para que se me baje pero obviamente no lo conseguí.
El me llamo y yo me asuste, intenté enrollarmela o ponermela entre las piernas pero parecía un pingüino caminado, por lo que cuando sali me acoste sobre su cama, opuesto a el para que no me vea mientras el limpiaba el suelo.
Después me fuí al suelo nuevamente con el y seguimos jugando, pero no me bajaba y lo mire de reojo. No podía creer que había tenido una erección porque mi mejor amigo se cayó encima de mi. Creo que él noto mi erección porque lo oí soltar una pequeña risa que él creyó que no oí.
Le dije que cambie el juego que me estaba aburriendo de ese. Se apoyó en mi hombro enseñandome su gran catálogo de juegos. Me enseñaba cada juego como si fuese un presentador de subastas pero con una voz muy grave que me encantaba oír. Sin embargo yo seguía duro y a la vez nervioso y alterado.
¿Qué era esa sensación? ¿Por qué me ponía tan nervioso que me trababa en todo lo que hacía?
El me tocaba en ciertos momentos para señalarme algo o para que lo vea muy frecuentemente, cosa que me resulto un poco extraña pero no le dije nada.
En el otro juego el me ganó y me tocó la pierna diciendo:
– Ahora no soy tu dueño. Ve tu a buscarme un vaso de agua.
– Yo:- Ah te crees muy gracioso.
Se lo busque y el estaba de espalda solo con su bóxer. Se le marcaba el culo y yo me imaginaba de todo. El supuestamente se estaba cambiando el pantalón porque el otro estaba mojado por lo de ahorita, algo completamente extraño (porque espero tanto para cambiarselo ahora).
Le dije:
– Que pantalones de mierda, te hubieras quedado con los otros.
– Los otros eran mas cortos, no quería provocar a nadie.
Sabía que era para mi, pero no sabía si era una broma entre amigos o no, por lo que no dije nada.
El se me queda viendo, a lo que nervioso digo:
– Que ves?
– Nada, solamente a un tipo que entiende pero no actúa, o que directamente no entiende.
– ¿De que hablas?. Le dije sabiendo perfectamente a lo que se refería.
– Por favor Tomás, no crees que he notado lo duro que te pusiste desde el incidente. Yo también me puse durísimo así al ver tu paquete.
– Debes estar alucinando porque yo no estab…
Me puso los dedos en la boca en forma de silencio y susurrando al oído me dijo:
– Los dos queremos esto, que tal si dejas de hacerte el tonto y vamos a la acción.
Me quede en shock. No lo podía creer, ¿mi amigo quería ir a la acción?, ¿que tal si esta bromeando y hago algo estúpido?, ¿que tal si provoco un momento incómodo?.
Mientras yo estaba congelado sin saber que decir ocurrió la magia. Pedro se lanzo a mi y beso mis labios. Se despegó y se me quedo viendo y al yo no hacer nada, el siguió. Me sentía en el cielo. Y mira que he besado a muchas mujeres, pero nunca tan apasionadamente como lo estabamos haciendo Pedro y yo. Era una situación hermosa, quería congelar el tiempo, no quería saber de nada mas que no sea sobre Pedro y sus hermosos labios.
El siguió besándome, bajando hacia el cuello y a mis pezones, dándome pequeñas mordidas que me provoco uno que otro gemido. Siguio así pasando por mi abdomen y llego hasta mi pene, donde me bajo el pantalón de un solo tirón dejando mi pene al descubierto, donde el dice:
– Pero vaya que lo deseabas.
Comienza besando mi glande que ya estaba húmedo de la excitación y después de algunos lenguetazos, se metió mi pene en su boca completamente. Siempre había escuchado que las mamadas se sentían super bien y aunque a mi no me llamaban la atención, no se sí Pedro era experto pero yo me sentía en otro planeta en ese momento.
Cada vez iba aumentando la velocidad a un punto en el que yo ya no podía más avisandole que me corría. Solte como cuatro o cinco trallazos de semen en su boca como en su cara, el cual el trago sin preocuparse. De pronto me susurro:
– Tu turno.
Asi que le di varios lenguetazos y me la entro a la boca y vaya que me costó mucho. Mi pene no era pequeño, pero el de el era mucho mas gordo y como 5cm mas grande. Era el pene más grande que había visto hasta ese momento. Comence a acelerar el ritmo de la mamada y el rápidamente me detuvo.
Me hizo señas para que fueramos a la cama y ahí sentados nos besamos. El me dice que levante el culo y cuando lo hago me mete un dedo suavemente. Nunca me había estimulado esa zona, pero se sintió sorprendentemente bien. Después metió dos dedos más y vio mi expresión de dolor/placer donde me dijo que ya se me aflojaría la zona.
Cuándo estaba mas relajado me saco los dedos y me dije que me pusiera en 4 patas. Yo tenía mi dudas pero no me podía negar así que cuando lo hice, el metió su lengua y me estimulaba. Cuando le digo que estoy listo, saca su lengua y mete su pene lentamente.
Cuando iba por la mitad yo ya estaba destrozado. Sentía como ese gran pene que tan bien sabía me iba a partir a la mitad. Cuando lo metió entero me dijo:
– Espera unos minutos así y relájate, no te arrepentirás.
Cuando ya no me dolía tanto le dije que podía continuar, por lo que comenzó lentamente. Al ver mi cara de placer comenzo a acelerar y acelerar a un ritmo infernal.
Yo estaba en las nubes. Aún conucon ese dolor, nunca imaginé sentir más placer con sexo anal que sexo normal. Pero ahí estaba, teniendo el mayor placer de mi vida siendo partido por el culo.
Me dice:
Pedro:- Así te gusta o más duro?- preguntó con un tono domador que me encantaba.
Yo:- Más duro porfa, más, más- le pedía entre gemidos.
Pedro:- No sabes cuanto deseaba esto Tomás, te amo hermano.
Yo: – Sigue porfa no pares, yo también te amo, te amo.
El me agarró el pene y comenzo a pajearme. También comenzo a llegar a una velocidad que no era ni normal. Junto a esos aplausos y mis gemidos que eran altísimos algún vecino nos tuvo que haber escuchado.
El comenzo a decirme:
– Me corro Tomas, me corro, te amo
Yo: – O sí correte porfa, yo también me corro, te amo
Antes de que el se corriera yo ya me había corrido (Si, me corrí primero que él). Después sentí como se se me clavó y sentí varias vibraciones y un líquido saliendo de su gran pene. No lo podía creer, mi mejor amigo se había corrido dentro de mí y había sido la mejor experiencia de mi vida.
Duramos así gran rato, hasta que el saca su pene de mi ano, donde salían algunas gotitas de su semen.
Nos vestimos, y como ya se hacía tarde yo me tenía que ir, por lo que cuando ya me voy de su casa, nos damos un apasionante beso y el me dijo:
– Cuando quieras repetimos
Yo:- Lo más pronto posible bebé.
Pufff, que rico tener amigos asi
comos igue