El vecinito de enfrente Pt2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por technicbl.
Había pasado una semana desde la última vez que vino Dani y desde entonces, el niño evitaba encontrarse conmigo en la calle o, incluso, mirarme cuando salía al patio y él estaba fuera. Hoy tenía que venir, era sábado y todos los sábados venia a mi casa a ayudarme a cuidar mi jardín.
«No va a venir?pensaba yo, cada vez con más frecuencia.»
Eran alrededor de las 4 de la tarde cuando sonó el timbre de la puerta. Rápidamente, abrí y allí estaba Dani, con los mismos pantalones de chándal que la otra vez, una sudadera blanca y las mismas deportivas, mirando fijamente al suelo y lanzándome miradas cargadas de vergüenza y preocupación. Echando rápidos vistazos a su casa, le puse la mano en el hombro y lo metí hacia mi casa.
-No hace falta que vigiles.-me dijo Dani en voz baja- Mi madre se ha ido con unas amigas.
Cerré la puerta mientras asentía y le dije:
-Hoy podemos pasar de trabajar, me gustaría saber porque estas así.
Él me miró directamente a la cara, cosa que llevaba más de una semana sin hacer.
-Yo he venido a echarte una mano, para eso me pagas.- respondió él y, apartando la mirada de mi, añadió-No sé lo que me pasa, me gustó lo que hicimos, pero me da vergüenza decirlo o que alguien lo descubra.
-Te entiendo-le contesté mientras me sentaba en el sofá- y nadie se tiene que enterar, pero te has de comportar de manera normal.
Estuvimos hablando un rato más, yo aprovechaba para decirle lo guapo que estaba o cosas así. Mientras me contaba algo sobre su colegio, aproveché para acercarme y ponerle la mano en la pierna. Note como se estremecía y me miraba con ojos que tanto me gustaban.
-¿Quieres volver a hacerlo, verdad?-me dijo él.
-Solo si tú también quieres- le respondí mientras subía la mano hacia su entrepierna y comenzaba a acariciarle.
Esto le acabó de convencer y de ponerlo caliente y, él mismo, se sacó la sudadera y comenzó a tocarse a través del pantalón. Yo empecé a acariciarle la barriguita mientras le daba besos en el cuello y en toda su cara. Dani me devolvía, como podía, los besos y las caricias mientras le lamia sus tetitas y con, la mano, le masajeaba su duro penecito. El niño empezó a suspirar y a moverme la mano por encima de su entrepierna, En ese momento, yo también estaba muy caliente y, cuando le quite el pantalón a Dani, me baje yo también el mío, dejando mi pene de 18cm fuera. En ese momento, el niño interrumpió sus caricias y me miró indeciso.
-No te preocupes-le dije, sonriendo-será igual que el otro día.
Dani solamente se encogió de hombros, se acabó de quitar la ropa y siguió masturbándose mientras esperaba a que hiciese algo. Yo le agarre sus manitas, se las puse en mi miembro y empecé a masturbarme con sus manos, al cabo de un rato, le solté las manos y comencé a tocarle su duro penecito. El pequeño volvía a gemir, ahora más fuerte, yo cada vez estaba más excitado, pero noté que iba a eyacular así que le aparte las manos de mi pene y comencé a darle besos en toda su carita.
Lentamente, fui bajando y seguí chupándole el cuello, después bajé a sus pezoncitos y a su barriga, Dani me empujaba la cabeza hacia su pollita, y aunque no quería hacerlo tan rápido, obedecí al pequeño y comencé a lamerle sus huevecitos y todo su miembro, de unos 9 cm. Mientras le lamia sus testículos, Dani comenzó a masturbarse y a suspirar ruidosamente, yo le aparte las manos, me metí su pene en la boca y comencé a chupárselo mientras le acariciaba todo su cuerpo. Al cabo de un rato el niño empezó a empujarme la cabeza mucho más fuerte y a mover la cadera, en ese momento me saque su pene de la boca, se lo sacudí y le baje la piel para dejarle el glande fuera, tras esto, le pasé la lengua por todo su penecito y me levante del sofá. Dani me miraba curioso y excitado mientras me bajaba del todo el pantalón. Le ayude a sentarse y le acerque mi pene a su carita. El niño me miraba sin saber que quería, así que le puse una mano en la cabeza y le dije:
-Dani, me gustaría que me hicieses lo mismo.
El pequeño lo entendió y lentamente empezó a lamerme toda la entrepierna, le sujete mejor la cabeza y le metí mi glande en la boca. Poco a poco iba metiéndosela más, pero el niño se la sacaba y se metía lo que podía. Yo estaba excitadísimo, notaba como se movía su lengüecita y lo húmeda que tenía la boca y, aunque a veces me raspaba con los dientes, era maravilloso. Al cabo de un rato, Dani se la saco de la boca y se apartó, yo estaba muy caliente y él seguía teniendo la pollita dura así que, me tumbé en el sofá y espere a ver qué hacía. El niño se me quedó mirando y se tumbo encima de mí.
-Del revés, túmbate del revés que pueda chuparte el penecito- le dije.
El pequeño me hizo caso y se dio la vuelta, yo comencé a chuparle el miembro y a acariciarle su culito mientras notaba su respiración encima de mi pene. Al parecer, no quería chupármelo pero, al final, de tan excitado que estaba, abrió la boca y comenzó a chuparme el glande. Unos minutos más tarde, Dani empiezo a mover más la cadera y me chupaba el pene más rápido, comprendí que iba a tener un orgasmo así que acelere el ritmo de la mamada y comencé a meterle un poco de dedo por culo. Al poco rato, el niño comenzó a gemir y suspirar muy fuerte y a metérmela mas fuerte en la boca, con tanto movimiento me excite aún mas y empecé a eyacular en su boca, el niño hizo el gesto de apartarse pero no le deje, de tan caliente que estaba, le agarre la cabeza y se la metí casi entera en la boca. Enseguida note sus arcadas y le solté y me disculpe, Dani se separo de mi, con su penecito aún un poco duro y la carita manchada de semen.
-¡Casi me ahogas!-dijo Dani, un poco enfado-¡¿Por qué no me has dejado apartarme?!
-Perdona, pequeño, no pude controlarme-le dije-Acércate, por favor.
El niño se me quedó mirando y se acercó, yo comencé a besarle y, aunque al principio no quería, él comenzó a besarme también, la boca le sabía a semen pero me daba igual.
Estuvimos un rato mas besándonos y al final me separe, me subí los pantalones y le ayude a vestirse. Ya había oscurecido y, antes de salir, le di algunos x caramelos para que ocultaran el olor del semen. Esta vez lo acompañe hasta su casa y, a modo de disculpa, le dije a la madre que habíamos estado jugando a la consola un rato y se había hecho tarde.
Gracias por leer la segunda parte de mi relato. He tardado un poco más de lo que esperaba por las Navidades y todo eso y, por favor, dejad de enviarme privados para que envié pornografía infantil, no tengo y no quiero, gracias.
Si queréis otra parte o otro relato decidmelo por los comentarios, 😉
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