El Vecino de La Esquina.
Historia ficticia pero real para muchos que aprueban este tipo de sexo y de relaciones. Si no estamos de acuerdo creo que lo más sano es limitarnos a respetar las preferencias y gustos de un mundo sexual que es muy amplio y de opciones múltiples..
Mi vecino de la esquina era un pequeño hermoso de 3 años de edad, de cabello castaño claro, estatura promedio de un niño de su edad aproximado a los 90 cm, delgado, de nalgas pequeñas, cintura pequeña, color de piel trigueña clara y ojos color verdoso; su voz delgada y chiqueona, en fin, todo un ejemplar digno de admirar pero que por lo mismo, era por mí muy codiciado, deseado y con ganas de obtener sus virtudes a esa temprana edad y antes de que otro con gustos similares pudiera aprovechar y anticiparse a conseguir los placeres sexuales con ese infante, que para nada pasaba desapercibido, y era chuleado por propios hombres de su familia y extraños.
Su madre, mujer muy joven, casi una niña inexperta pero muy ardiente en su despertar sexual, que complicó su vida gracias a tristes 20 minutos de pasión carnal sin garantía de un futuro a manos de un afortunado calenturiento que sumo a sus victorias la virginidad de aquella abandonada y desatendida pero muy caliente y accesible pequeña, proveniente de una familia muy disfuncional. En fin, la cadena continuaba y lo mejor de todo era que concluía con el descuido del pequeño, en pocas palabras las víctimas perfectas a mi perversión e intereses personales.
Tal como pensé la chica fue fácil de seducir, de ganar su confianza y de hacer que aceptara hacer cosas como el casi vivir juntos y permanecer a su lado, obedecer ciertas reglas por mi impuestas a su persona, y todo a cambio de protección, apoyo económico, amor, compañía y sexo ardiente, pasional y descontrolado que lograba saciar su inclemente ansia de sentirse llena y complacida. Fue así como tuve acceso a aquel dulce bebé objetivo de perversión, en la que una noche de romance y lujuria con su madre a la que fue fácil emborrachar hasta la inconciencia, logré terminar con el niño en su misma cama.
Después de asegurarme de que ella no respondía debido a la tremenda borrachera que le hice tomar y de dejarla totalmente acomodada en su cama desnuda y con aparente signo de sexo descontrolado, rudo y ardiente, me dirigí al cuarto de mi dulce Ángel, quien dormía en una habitación al final de un pasillo algo separado del cuarto de su borracha madre; entré e inmediatamente me dirigí a meterme a su cama; hay que recordar que yo ya estaba desnudo debido al supuesto sexo que tuve con su mamá. El niño dormía profundamente por lo que fue fácil acomodarme a su lado, meterme entre sus cobijas y comenzar a acariciarlo un buen rato al tiempo de irlo desnudando.
El plan era claro, tratar de que cuando él despertara fuera porque sintiera que le iba entrando mi verga al culo, y así fue continúe con mi procedimiento ya que una que una vez que lo tuve desnudo, lo acomodé boca abajo justo al centro de su cama con 2 almohadas bajo su vientre, lo que daba una vista espectacular de su ano al tener su traserito totalmente levantado, separé sus piernas abriéndolas por completo y para evitar que al momento de la introducción las pudiera cerrar, lenta y suavemente se las amarré con un par de delicadas toallas una a cada pata de la cama, así sería mucho más fácil controlar los movimientos de sus brazos y manos con los que si deseaba jugar a la resistencia; luego sabiendo que en la cómoda donde se guardaba su ropa había un tarro de crema que su madre tenía para ponerle al bebé después de bañarlo y antes de vestirlo, fui por él, lo abrí con cuidado de no hacer ruido, para inmediatamente untar delicadamente el ano virginal de aquel dulce pequeñuelo, solo introduciendo un poquito al interior de su culito, pues deseaba que su desvirgue fuera no con los dedos, sino totalmente con mi verga a la que aproveché de también llenar de crema desde la cabeza hasta la base del tronco. Terminado esto me monté arriba de Él acomodando la cabeza de mi verga tan solo poniendo un poco de saliva entre sus nalgas para adicionar algo de lubricación, pero bien colocada la misma en la entrada de su ano; el cuerpo flojo del niño por lo dormido que estaba y la suficiente fuerza con impulso hacia abajo y el objetivo de mi perversión se estaba cumpliendo sin problemas … Mi verga casi de un golpe estaba dentro del culito de aquel bebé de 3 años, mismo que al sentir la invasión de su culo y el dolor que le provocaba la introducción de casi 20 centímetros de verga gruesa lo hizo despertar con un grito, tratando de quitarse y de patalear, cosa que jamás logró al tenerlas amarradas y separadas. Sus brazos sostenidos por mis manos y su cuerpo inmovilizado por mi peso que, aunque era y sigo siendo un hombre delgado casi flaco, pues fue suficiente para que un niño de 3 años se sintiera aplastado y sin posibilidad de moverse.
Casi de inmediato al darse cuenta de la situación en la que se encontraba vino la música a mis oídos, el grito de mamá y el llanto, pero la respuesta para él fue la menos esperada:
— “Grita todo lo que quieras que ella no va a venir a ayudarte porque ella quiere que te haga esto y si no te dejas me dijo que te pegara, además no quiere que la molestes porque ella ya se iba a dormir”.
El plan perfecto estaba en marcha, un niño que ya a esa temprana edad empezaba a sentirse abandonado, solo y con cierto desinterés por parte de los adultos que lo rodeaban, que más tarde iba a comprobar que su madre dormía profundamente sin importarle aparentemente lo que a él le sucedía; en total, era hora de empezar a aprender a recibir otro tipo de cariño y posteriormente regalos, a cambio de ofrecer su cuerpo teniendo un poco de sexo con un hombre que lo deseaba con locura, aunque las primeras veces tuviera que ser así como estaba siendo en ese momento … a la fuerza.
En fin, ahora el pequeño tenía casi en totalidad mi verga adentro de su culito de un solo empujón, su desvirgue había sido sin contemplación y de un solo golpe y ahora para mí sólo quedaba gozar de aquel estrecho agujero, cálido y hasta este momento casi seco y sin lubricación y que yo estaba dispuesto a seguir taladrando así. Un poco de más fuerza y mi alegría era integral, yo estaba cogiendo en totalidad aquel dulce Ángel, mi plan había resultado, de haberlo tomado despierto tal vez hubiera logrado entrar, pero no con la facilidad que lo había conseguido de esta manera, ahora solo quedaba gozar, coger, meter y sacar casi por completo sin piedad hasta terminar y preñar por primera ocasión a mí pequeño puto. Fue así que entonces empecé a gozar de mi nuevo pequeño culo, en ratos de manera tranquila, suave, entrando y saliendo lento, acariciando y besando su cuerpo, calmando su dolor y haciendo sentir que lo que estaba pasando era por su bien, por cariño, por amor, y anticipándole que además por su cooperación habría retribución de regalos y cosas que Él quisiera; y a ratos todo lo contrario con un ritmo muy fuerte, de sexo duro, entrando y saliendo casi por totalidad de su agujero, con el miedo de salirme por completo y de no poder volver a entrar con facilidad por ser un culito muy pequeño y además virgen, metiéndola de golpe muy fuerte provocando que él apretara sensacionalmente su ano lo que hacía que mi verga se sintiera aprisionada, al tiempo de escuchar la melodía que emitía con su llanto, gemidos y suplicas de: — “ya no papi que me duele mucho”. En resumen, era tanto el placer recibido en mi verga, en mi cuerpo y en mi mente, que fue inevitable no acabar en un plazo muy corto a mi gusto, no más de 25 minutos dentro de él y le estaba yo dejando mi primera descarga de grandes chorros de leche en su interior, confirmando así su completo desvirgue y bautizo anal.
Antes de desamarrarlo lo hice que se calmara al tiempo de garantizar su silencio a base de amenazas y de promesas de regalos, para una vez tranquilo acabar de quebrar su voluntad al llevarlo al dormitorio a comprobar que su madre a la que tanto llamaba a su auxilio estaba tranquilamente dormida en su cama, una ventaja de no identificar a esa edad que su madre dormía borracha, víctima de mí mismo plan para llegar a él, plan que continuaría por varios años más, en el que mi Dulce Ángel terminó aceptando resignado pero a la vez alegremente y con cierto interés después de un tiempo, dar su cuerpo a cambio de afecto y regalos …
Continuará …
Si papa!!!! Esto es bueno, continua👍
💪😉
Eso cabron asi se le desmadra el culo a un nene, me siento identificado con el vato del relato jejeje.